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Against all odds por KittieBatch

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Notas del capitulo:

Estaban solos, completamente solos, aunque existía la posibilidad de no hablar sabían que era el momento para hacerlo. Pero ¿Quién daría el primer paso? Nada más lógico que el culpable, pero ambos se sentían culpables, uno por permitir que su moralidad lo hiciera cometer una estupidez y el otro por seguir amando al hombre que casi lo mata.

Capítulo V

─Algo que decir─

 

Cerca del amanecer Olimpia dio los primeros signos de consciencia, apretó con fuerza la mano que sostenía la propia, Tony abrió los ojos sobresaltado por aquella pequeña fuerza, como si le devolvieran la vida. Nunca se sintió así, incluso por Steve, la conexión que parecía tener con la chica era una sensación nueva, como si el amor se presentara en una faceta diferente, algo que sólo experimentaba con Visión. Steve seguía al otro lado de la cama, dormitando tomado de la mano de Olimpia.

 

Tres años pasaron desde la última vez que Tony observó a su ex pareja dormir, la última vez fue aquella antes de que se hablase del Tratado de Sokovia, le gustaba abrir los ojos y encontrar su rostro dormido, entonces repasaba con sus dedos las formas de los pómulos dibujando una línea hacia sus labios, a veces la tentación ganaba y daba un beso suave que lograba despertarlo, entonces sus ojos azules lo observaban adormilado y decía algo como: Stark ¿no crees que es muy temprano?. Sus vidas se reducían al amor que se profesaban, a los abrazos que compartían y las caricias que disfrutaban.

 

Olimpia se revolvió inquieta distrayendo a Tony de su pasado, parecía que tres años no le eran suficientes para torturarse por los recuerdos de un amor ingrato, un amor que llegaba a su vida sin pedir permiso, sin ser llamado. No supo exactamente cuando los ojos del rubio se abrieron, lo cierto era que tan pronto como elevó la vista se halló con ellos, tan claros y azules que causaron una corriente eléctrica en su cuerpo. Sus ojos se conectaron y la necesidad por el otro se avivó en ambos, Tony fue el primero en alejar la mirada dolido, rencoroso consigo por aún desear al hombre que le dio la espalda a la primera dificultad. Steve sintió el vacío de la mirada y se perdió de la realidad por unos segundos, el significado de esa nada que experimentó le revelaba el tiempo separado, ese hombre bajito y caprichoso era todo cuanto necesitaba para poder respirar y, lo hirió de muerte. Lo mató en aquella pelea en Siberia, rompió su corazón, sus ilusiones, sus esperanzas…

 

─Parece que despertará pronto─ la voz de Austin se coló por la habitación poniendo un sentimiento de odio en el rubio.

 

─Está inquieta, ¿le pasa algo malo?─ Tony habló revisando el monitor que anunciaba el ritmo cardíaco de la chica.

 

─Lo que a todos, pesadillas…─ suspiró el mutante acercándose a la cama, pasó la mano por la frente de la chica y la sensación de miedo lo invadió. ─Su mundo está por destruirse, es normal que tenga miedo, que esté aterrada. Si no funciona su misión verá morir a su familia, a sus amigos, las personas por las que ha luchado… es el mismo miedo que experimentaste cuando aquel misil amenazaba Nueva York ¿recuerdas cuánto tardaste en recuperarte? ¿Las pesadillas? Ella experimenta eso. Dolor.

 

─Entonces ¿yo debería…?

 

─No estoy diciendo que debas hacerlo, te explico qué sucede con ella, lo que decidas solo debe obedecer a ti─ Austin palmeó con delicadeza el hombro de Tony haciéndole saber que lo apoyaría fuese cual fuera su decisión.

 

─Entiendo─ buscó sonreír más solo una mueca torcida se asomó en su rostro.

 

─Tony, si ella vino a pedirte ayuda debes ayudarla─ soltó Steve, no era eso lo que deseaba decir pero su moralidad le ganó al deseo de ser más empático con quién aún consideraba el hombre de su vida.

 

─¿Eso haces siempre Rogers? ¿Ayudas a los desvalidos aunque dañes a quienes dices amar?─ respondió Tony repentinamente furioso. ─No me des consejos Rogers, eres la última persona a quien escucharía en el universo.

 

Steve se congeló, ese no era el Tony que conoció, era una persona diferente, alguien herido de muerte… No existía más aquél Tony que lo amaba con devoción, veía en sus ojos el claro color del pasado trágico. Ahora más que nunca debía recuperarlo, esa era su misión, recuperar a su amado y, no importaría si Austin Black se interponía, recuperaría el amor de Tony a toda costa pues, vivir sin él era algo que no se podría permitir. Perdió a su primer amor al quedar congelado por tantos años, no perdería al amor de su vida por tomar malas decisiones.

 

─Tony, no es lo que quise decir...─ buscó redimirse, sin embargo las palabras ya estaban dichas.

 

─Capitán, es mejor que no diga nada─ comentó brusco Austin, el hombre pasó una mano por la frente de Tony verificando su temperatura, últimamente no parecía estar muy bien, los últimos exámenes sobre su salud señalaron debilidades en su sistema inmunológico, como siempre el genio no parecía darle importancia y, aunque Austin y Bruce buscaron convencerlo de cuidarse más Tony parecía desinteresado acerca de su salud. ¿Qué importaba? De cualquier manera era un milagro estar vivo, o quizás su cruz.  

 

─¿Qué hora es?─ Tony desvió la atención antes de bostezar.

 

─Las siete de la mañana Tones, pasaste aquí toda la noche junto a ella....─ el mutante alborotó con cariño los cabellos del castaño provocando una ráfaga de odio en Steve ─Visión está haciendo el desayuno, dijo que esta vez él atendería a su padre…

 

─Pero Visión no sabe cocinar─ suspiró asustado Tony.

 

─Lo ayuda Wanda y Rhodey, podrás digerirlo, lo prometo─ ambos rieron. A Steve le pareció que aquello tenía algo más que una inocente amistad, no le gustaba ver a Tony junto a ese hombre, no le agradaba pensar que podría estar en brazos de otro hombre, que alguien más besara sus labios, acariciase su piel y lograse llevarlo hasta el punto más alto de placer. Esa sonrisa que adornaba el rostro del castaño era sincera, Steve lo sabía, conocía bien esa sonrisa que le dedicó tantas veces y ahora brindaba al mutante.

 

─Olimpia, ¿Qué más sabemos de ella?─ soltó el rubio buscando romper ese aire de complicidad entre ellos.

 

─Está débil por el viaje, es poderosa pero la gema la absorbe con fuerza, ella solo es un contenedor del poder de la Gema del Tiempo, a Visión no le afecta pues él no es completamente humano, pero en ella no puedo saber qué efectos pueda tener, además su ADN parece contener no solo la mutación con la que nació, además encontré rastros de un suero parecido al que usaron en los Súper Soldados fusionado con un tipo de sangre muy raro, esto es un grave problema.

 

─No entiendo─ dijo Steve y una leve sonrisa apareció en Tony, no era una sonrisa triste, era aquella burlona que aparecía cuando el soldado no entendía los términos científicos.

 

─Si ella llegara a necesitar atenciones médicas, incluso una simple transfusión de sangre no podríamos dársela a menos que alguien con sus mismas características genéticas apareciera─ Tony habló afligido, Steve se sintió angustiado al comprender que aquella niña moriría si era herida lo suficiente para perder sangre.

 

─¿Y si hallamos a sus padres?─ dijo Steve aún sabiendo que si sus sospechas eran ciertas solo lograría que Tony cayera en los brazos del mutante. pero la vida de ella estaba en juego y estaba dispuesto a hacerlo por ella, el sentimiento que dictaba sus palabras no era ese lleno de valores heroicos, lo sentía mucho más profundo, el centro del corazón, tan sagrado como el amor que le profesaba Tony.

 

─No pueden hacer eso─ la voz débil de Olimpia interrumpió la propuesta que hacía el rubio ─Ninguno debe saber más de lo necesario, prometo no morir antes de cumplir mi objetivo─ sonrió buscando convencerlos y Tony solo pudo atinar a abrazarla con fuerza.

 

─Si mueres antes de arreglar el futuro no te lo perdonaré─ susurró el hombre y ella se aferró a él, era su padre después de todo, siempre corría a él cuando estaba asustada, en las noches de tormenta solía tomar su mantita y correr a los brazos de papá para ser consolada. No sabía cuanto necesitaba sentirse segura hasta que ese momento, era como volver a sentir que todo iría bien, esa certeza que lo lograría.

 

Steve y Austin se sorprendieron por la reacción de Tony al verla despierta, el rubio también sentía alivio de verla repuesta y por alguna razón decidió que Visión también debía venir ─Friday ¿podrías decirle a Visión que Olimpia despertó?

 

─Claro Capitán.

 

Tan pronto como la IA dio aviso al humanoide éste llegó a ellos atravesando cuantas paredes lo separaran de su hermana. Pues a ese punto tenía por seguro que ella era su hermana. Contempló a su padre abrazarla con fuerza y el corresponder de ella con la misma intensidad, sonrió complacido.

 

─Vis, ¿Por qué no vienes?─ llamó Olimpia al humanoide y él sonrió yendo a su lado, Austin observó de lejos la estampa, Steve se mantenía al lado de la cama con el rostro feliz de verla repuesta, Tony abrazaba a la chica y Visión iba a ellos radiante por las buenas nuevas, no cabía duda que no debería buscar en otro lado a los padres de Olimpia. Sin embargo eso no haría que le pusiera las cosas fáciles, Steve Rogers merecía una lección ejemplar y eso haría.

 

El día corrió y tal como Austin dijo, el desayuno estaba listo y todos los invitados a casa se sentaron a comer en el enorme comedor que alguna vez guardó a los Stark. El ambiente se asemejaba a aquellos buenos días de camaradería en la Torre Stark, los grandes ausentes eran Thor y Sam, el primero porque parecía estar ocupado en Asgard y el segundo porque no se atrevería a poner un pie en la Mansión Stark después de lo que le hizo a Rhodey, el desayuno facilitado por Visión, Wanda y Rhodey curiosamente estaba delicioso, incluso Olimpia alabó su sazón con entusiasmo.

 

Steve contemplaba como Tony se dedicaba a reír con las cosas que Banner y Black decían, Olimpia se unía a ellos y entonces se sintió completa y radicalmente celoso, herido por esa risa que antes le generaba dicha. Apenas probó el desayuno y sin que nadie se diese cuenta abandonó el comedor yendo hacia el jardín buscando algo de paz, odiaba ese sentimiento. Él no solía ser así, pero en estas circunstancias solo deseaba matar a cualquiera que se acercara a Tony, necesitaba que volviera su atención a él, disfrutar del amor de Tony como lo hizo en el pasado, llamarlo suyo y llamarse de él.

 

─Capitán, pronto se darán cuenta de su ausencia─ la voz de Olimpia lo sorprendió, no la sintió llegar pero ahora la observaba sentada a su lado admirando la inmensidad de aquel jardín.

 

─También de la tuya, no deberías andar por allí, aún no estás bien del todo─ suspiró él.

 

─Oh no, se equivoca, yo no estoy físicamente aquí, soy un reflejo de su mente.

 

─No deberías entrar en mi cabeza, nadie debería si quiere conservar la cordura.

 

─He visto mucho más de lo que usted vio hasta ahora Capitán, vengo de un futuro que vive el Armagedón, usted vivió una guerra, yo vivo en la batalla final. Pero no es por eso que me colé en su cabeza, creí que necesitaría algo de apoyo, está muy confundido.

 

─Si lo has visto todo ¿Puedes decirme si tengo un futuro junto a él?─ dijo refiriéndose a Tony.

 

─Lo tenía, del mundo de donde provengo lo tuvo pero ahora todo es incierto, la alteración en los sucesos podrían acabar con ese futuro─ la brisa de la primavera alteró la paz de las flores haciendo que el aroma dulce bailara por el lugar recordando a Steve el aroma natural de Tony.

 

─¿Qué no debió suceder?

 

─La separación de los Vengadores, específicamente la pelea entre usted y Tony. Antes de ella el futuro estaba seguro, estarían juntos. ahora el tiempo podría borrar ese futuro y reemplazarlo por otro diferente donde no existan juntos.

 

─Quiero recuperarlo, pedir perdón, si pudiera volver el tiempo y jamás abandonarlo lo haría, este tiempo sin él ha servido solo para morir lentamente. No quiero una vida sin él.

 

─No es a mi a quién debe decirlo, lo mejor que puede hacer es hablar con él. Mis padres pelean a veces y lo solucionan hablando, a veces papá es muy testarudo pero padre siempre sabe qué decir, una vez les pregunté cómo era posible que a pesar de pelear al final siempre tuvieran las palabras justas para reconciliarse y ambos respondieron que se debía a que se conocen mejor que nadie, conocen los puntos débiles del otro y cada curva de su carácter, lo han logrado con mucha confianza y amor. Si aún ama a Tony y él lo ama las palabras correctas saldrán. O eso dice papá.

 

─No debo preguntar quienes son tus padres, pero te siento como a él, te pareces tanto a Tony y a María Stark.

 

─Es cierto, no debe preguntar. Si podemos arreglar este tiempo hallará las respuestas con los años.

 

─¿Debo volver ahora?

 

─Debería pensar un poco en sus acciones y sus sentimientos si quiere volver a conquistarlo.

 

Ella se esfumó y Steve volvió a quedar solo en el jardín, él solía vivir en el pasado, todo lo que marcó sus acciones correspondía a viejas culpas, el no poder salvar a Bucky, el abandonar a Peggy. Pensó siempre en todos, incluso en Red Skull. Su vida giraba aún en los años cuarenta y ahora llegaba una persona de otro tiempo que lograba ponerlo por fin en el presente, uno que parecía haber arruinado, lastimó al hombre que amaba, traicionó a sus amigos, le dio la espalda al mundo por viejas razones.

 

Tony era apenas un niño cuando quedó huérfano, vivió siempre bajo el cariñoso cuidado de su madre, amparado por las paredes de aquella mansión, un buen día abrió los ojos y sus padres ya no estaban, de pronto tuvo que madurar. Enfrentarse a la vida y hacerse cargo de Stark Industries, no había tiempo para llorar a papá y a mamá, solo existía el trabajo y la compañía vacía. Nadie supo ver en qué se convertía Tony.

 

La prensa señalaba su maravilloso ingenio pero su desastrosa vida, muy lentamente se hundía en el fango, la vida vacía lo consumía. La bebida lo hacía su presa, las fiestas y la compañía nocturna  ocasional dejaban su cama fría al amanecer. Solo, incluso aquel hombre en quien Howard confió lo traicionó haciendo que lo secuestraran para matarlo.

 

Yo protegí al asesino de sus padres

 

Sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, cálidas y salinas. ese era su castigo, el dolor por sus actos, pero lo amaba tanto que no se resignaba a perderlo sin pelear. Olimpia dijo que aún existía un futuro donde estaban juntos, un tiempo en que Tony lo amaba. Bajo esa esperanza recuperaría el amor de su castaño.

 

En el comedor las cosas parecían fluir con normalidad, Bruce y Natasha compartían un momento romántico bajo las burlas del resto, Wanda no dejaba de recelar a Olimpia y su creciente cercanía con Visión. La futurista parecía no preocuparse por los celos de Wanda y ésta no podría hallar más molesto ese comportamiento, después de tanto tiempo necesitaba la atención de Visión, aunque no establecían aún la situación de su relación consideraba ya a ese humanoide como su pareja. Lo gracioso era que esas dos chicas estaban mucho más ligadas de lo que podría Wanda imaginar, por un lado Olimpia era la hermana de Visión y por otro la novia en potencia de Pietro. A la mutante le causaba gracia, todo aquello era como un mal chiste pero no podría decir nada, incluso a Visión que sabía casi todo gracias a la conexión de las gemas.

 

─Señor, el Director Fury quiere hablar con usted─ dijo Friday interrumpiendo la amena mañana que hasta ahora transcurría.

 

─Comunícalo─ bufó Tony molesto.

 

─Stark, ¿Por qué mi equipo no volvió a la base?─ gritó Fury con esa voz de trueno que lo caracterizaba.

 

─Ya no es tu equipo, es el mio, no molestes─ respondió con desdén el genio sin fijarse aparentemente en las miradas de sorpresa que el resto le enviaba.

 

─No puedes decidir eso por ti solo─ gruñó el Director de SHIELD.

 

─Claro que puedo, en eso SHIELD y yo nos parecemos, no consulto mis decisiones con nadie, y si no tienes nada más que agregar no vuelvas a llamar, gracias─ Tony cortó la llamada y por fin vio los rostros emocionados del resto de sus compañeros.

 

─Tony, ¿Volverás a ser Iron Man?─ Natasha habló por todos.

 

─No, pero me encargaré de coordinarlos─ suspiró cansado, las cosas se ponían bastante extrañas para ser tan temprano, Olimpia lo observó sin decir nada o expresar siquiera algo, como si realmente le diera igual la decisión que tomó el genio.

 

La Mansión fue acondicionada por Tony para albergar a los Vengadores y las necesidades de éstos, tras los acontecimientos en Sokovia decidió que era buena idea tener una segunda base de operaciones y La Mansión Stark fue la mejor opción para guardar todo lo necesario en caso que la Torre fuese destruida, nunca llegó a usar las instalaciones pues el equipo se separó, ahora volvían a estar reunidos y como una broma del destino necesitarían las instalaciones que Tony diseñó cuando creyó que su futuro era seguro junto a ellos.

 

Por la mente de Tony solo una idea atormentaba su paz, Steve también viviría en su casa, la convivencia con él sería diaria, ¿podría soportarlo? Lo amaba aún y algo le decía que jamás lo superaría por completo pues, era claramente el amor de su vida, después de Steve no existía nada, tendría que conformarse y vivir con ello. También estaba el asunto de Olimpia, ella existe en un tiempo futuro, podría dar las respuestas que Tony necesitaba, saber si podría llegar a amar a alguien más, hacer una vida sin Steve, pero de nada serviría averiguar pues ese futuro podría nunca llegar si no se decidía a ayudarla. Algo muy familiar lo impulsaba a ella, quizás eso rasgos finos que le recordaban a su madre, María Stark. La estructura del rostro era muy parecido…

 

Tanto que pensar y tan poco tiempo para hacerlo, todos lo observaban ahora impacientes por esclarecer la situación en que se hallaban. Tony no tenía cabeza para ello y para su suerte Rhodey lo adivinó tomando el mando de momento, con un gesto suave enteró a Tony que él haría la función de Ama de llaves por el momento. ─No te preocupes, yo me encargo─ susurró a su amigo y éste asintió respirando profundo.

 

Olimpia tomó la mano de Tony tal y como él lo hiciera cuando cuidó de ella y la acarició dejando ver que ella entendía su malestar, el agobio que sentía, pudo decirle tanto sin necesidad de hablar, meterse en su cabeza tal y como lo hizo con Steve pero eso no serviría de nada, ella no jugaría a Cupido con sus padres. ─¿Me dejas usar tu laboratorio?─ terminó por decir a lo que consiguió una respuesta afirmativa.

 

─En el pasado fuimos un buen equipo y podría funcionar ahora, de nuevo. ─Suspiró, bajo la mirada atenta de los antiguos Vengadores y aquellos que aún no formaban parte ─T’challa eres un gran amigo y entiendo las obligaciones con tu país pero, ¿Contaremos contigo en caso de ser necesario?

 

─Por supuesto Anthony, cualquier cosa que desees estaré para ello y si me permitieras pasar una temporada aquí te lo agradeceré, en mi país es muy difícil entrenar sin exponer mi identidad, en tu casa puedo hacerlo sin riesgo─ habló el moreno ganándose una mirada asesina del rubio que entraba al lugar justo a tiempo para escuchar las dulces palabras del Rey de Wakanda, esa forma de hablar con Tony era muy confianzuda y no le agradaba.

 

─Eres bienvenido a quedarte cuanto desees, las puertas de mi casa siempre estarán abiertas─ sonrió el genio logrando que el resto se sorprendiera de aquel gesto tan suave en alguien que hasta ahora consideraban incapaz de mostrarse auténtico.

 

─Los llevaré a conocer el ala de entrenamiento─ habló Rhodey poniéndose de pie con algo de dificultad, aún no recuperaba el total movimiento de sus piernas pero el esqueleto diseñado por Tony era bastante funcional. ─Síganme por favor.

 

Asintieron en silencio y siguieron al ex Coronel, a excepción de Steve que se mantuvo en su asiento esperando un momento para hablar por fin con Tony, lo pensó en el jardín y lo decidió por el pasillo de vuelta, recuperar a Tony sería un trabajo difícil que afrontaría, Olimpia habló de un futuro donde estaban juntos, eso le daba esperanzas, Tony suspiró simplemente tan pronto como todos se fueron reparando después en la presencia de su ex. ¿Qué no escuchó a Rhodey? Él se encargaría de todo, debía ir con él y no quedarse allí.

 

Estaban solos, completamente solos, aunque existía la posibilidad de no hablar sabían que era el momento para hacerlo. Pero ¿Quién daría el primer paso? Nada más lógico que el culpable, pero... ambos se sentían culpables, uno por permitir que su moralidad lo hiciera cometer una estupidez y el otro por seguir amando al hombre que casi lo mata. Era difícil reconocerse entre tanta confusión, Steve era un desconocido para Tony y Tony le era desconocido a Steve, otra vez solo veía esa coraza que el genio usaba para protegerse de las heridas.

 

─Tony ¿Podríamos hablar?─ por fin se atrevió Steve a preguntar.

 

─Supongo que es lo mejor que podemos hacer─ suspiró Tony ya sin ánimo de ser ácido con el rubio, estaba cansado de ello.

 

Steve tomó asiento en la mesa frente a Tony, se detuvo a apreciarlo por un momento, había cambiado de peinado, la barba desapareció por completo dejando ver la barbilla fina del genio, sus ojos estaban oscuros, casi muertos, era mucho más delgado de lo que recordaba y lucía pálido. Definitivamente ése hombre no era su Tony, el cambio era visible, a Steve le dolió ver cuánto mal le hizo al amor de su vida.

 

─Lo siento─ soltó el rubio tan sincero como pudo. ─Lamento todo lo que te hice Tony, lo lamento realmente, no hay día que no pase desde aquella ocasión en que no desee cambiar las cosas y jamás haberte abandonado, yo… yo no puedo vivir sin ti, por favor perdóname─ rogó buscando la mirada dolida del moreno,

 

Tony lo observó en silencio sintiendo como sus ojos se mojaban con cada palabra, no quería llorar frente a él, no podía hacerlo, pero sus emociones eran mucho más fuertes y rogaban por salir, tantas noches soñó que Steve pronunciaba aquellas palabras, lo veía venir y tomar su mano para pedir perdón, sin embargo ninguna de esas ocasiones lo preparó para ese momento, él siempre creyó que su historia llegó a su fin aquella vez en Siberia, No existiría más un futuro juntos donde pudieran sentarse frente a frente y decirse todo aquello que guardaban en el corazón. Estaban ahora cara a cara midiéndose, buscando al otro, intentando reconocerse entre las sombras del pasado y las del presente, sin saber exactamente cómo es que era posible volver a verse.

 

─Steve no puedes arreglar todo con un lo siento, no puedes venir a mi casa, ahora que comienzo a tener una vida y pretender que te perdone y actúe como si nada pasara─ dijo dolido ─No puedes hacerlo, no tienes derecho después de lo que hiciste… Me ocultaste la única verdad que me liberaría, lo preferiste a él y… ¿¡Por qué no me mataste con tu escudo!? estaba tan cerca de mi pecho, no podía hacer nada, escupía sangre y aún así lo preferiste a él, no puedo perdonarte, no puedo perdonarte por intentar matarme. Tu amigo mató a mis padres y tu casi me matas físicamente, pero felicidades ¡Lograste matarme en vida!─ para ese instante Tony no podía ocultar el dolor que le generaba todo aquello y por fin daba rienda suelta a las lágrimas que acompañaban siempre los recuerdos de la batalla.

 

¿Qué debería hacer Steve? Todo cuanto Tony decía era correcto, muchas noches pasó en vela pensando ¿Qué pasaba por su mente cuando casi parte el pecho de Tony con su escudo? Tony solo es un tipo listo, Tony solo tiene tecnología y un gran valor, en esos segundos estaba sin todo ello, tan solo tenía dolor físico y emocional, el traje ya no respondía, estaba herido y vulnerable, no representaba ya una amenaza, solo era un hombre al que le rompía el corazón de tantas formas.

 

─Nunca quise herirte Tony, desde que te conocí te amé sin saberlo, eres lo más sagrado que tuve, aquella vez estaba confundido, sobrepasado por la situación, creí que hacía lo correcto pero tan pronto reaccioné a mis actos supe que hice mal, Bucky siempre será muy importante para mi pero Tony, tú eres a quién amo... ─ Cuando conoció a Tony se prometió cuidarlo en nombre de Howard y María, a medida que conocía al genio ya no lo hacía por sus padres, lo hacía porque no soportaría vivir un mundo donde Tony no existiera. Ver su pecho desnudo resultaba doloroso al inicio pues le recordaba que su vida siempre estaría amenazada por algo que él no podría evitar.

 

─No puedo creerte Steve, no puedo siquiera pensar en confiar en ti. Nunca olvidaré el odio en tus ojos, el golpe de tus puños, la decisión asesina en tu voz… ¿Cómo puedo confiar en un hombre que estaba dispuesto a matar al hombre que decía amar, al hijo de quién lo convirtió en lo que es para proteger a su asesino? Incluso Barnes tenía una excusa pero ¡Y la tuya!─ el genio golpeó con el puño la mesa, seguía llorando, era algo imposible de controlar.

 

─Tienes razón Tony, fui y soy un estúpido, un maldito idiota que no supo cuán importante eras hasta que te perdió, elegí mal y te perdí, lo eché todo a perder, nuestro futuro no podrá existir por mi culpa, solo por mi maldita culpa Tony ─Steve abandonó su asiento para ponerse de rodillas frente a Tony y en un ataque de miedo abrazarlo por la cintura hundiendo su rostro en el abdomen de él. Quería estar cerca de él, lo necesitaba para creer que no se esfumaría con el viento y despertaría en su angosta cama en SHIELD totalmente solo. ─Merezco que me desprecies, merezco tu odio y tu desconfiaza, golpéame si lo deseas, pero no me apartes de tu lado, por favor Tony ─Rogaba estrechando con necesidad al moreno quien de pronto temblaba a punto de un ataque de nervios, la cabeza y el corazón le daban vueltas, el repentino contacto con el rubio le decía que era imposible estar soñando todo aquello, los sueños jamás eran tan vívidos, jamás tan deslucidos, jamás tan dolorosos… ¡Cómo necesitaba corresponder a esos brazos! pero no lo haría, el pasado pesaba más que sus necesidades. no volvería a caer frente a él.

 

─Lo curioso es que no deseo hacerte nada de lo que propones, lo único que quiero es que me dejes vivir mi vida, quiero olvidar todo esto que aún siento, este dolor que me está acabando, estas ganas de dejar que la metralla haga efecto en mi y terminar con todo. ¡He luchado mucho por no caer! No quiero que vuelvas a herirme, Visión y Rhodey me necesitan, son mi familia, tu por desgracia eres simplemente alguien que conocí… alguien que ahora no conozco.

 

Cada palabra dicha por Tony era un cuchillo que se enterraba en Steve, le rasgaba la piel, se metía en la carne y quebraba los huesos,  jamás sintió tanto dolor, ni la muerte de su madre o la muerte de Bucky se sintieron así, cuando dijo adiós a Peggy incluso sintió paz, con Tony todo era dolor, dolor que solo podría compararse con el efecto de la lava derritiendo las rocas. Afianzó aún más el abrazo presintiendo que pasaría mucho hasta que volvieran a estar tan cerca. Quizás su futuro no existiría y su relación sería lo único que Olimpia no podría salvar.

 

─Yo también me odio Tony, solo te pido la oportunidad de desmostrarte que puedo ser mejor, me estoy muriendo sin ti, quiero volver a ganarme tu confianza, incluso si no vuelves a amarme no quiero vivir lo que me reste de vida sabiendo que me odias. Incluso si decides quedarte con Black  y formar una vida con él lo entenderé.

 

─Black y yo...─ Tony no terminó la frase, estaba por aclarar que Austin era tan solo su amigo y colega más algo lo detuvo, quizás el rencor que vivía en él por Steve o tan solo el deseo de fantasear sobre el poder superar ese amor que le hacía daño lo detuvo y le hizo cambiar de opinión, en lugar de negarlo decidió agregar algo de sal y limón a la herida ─Austin es un buen hombre, jamás podrás compararte con él, es honesto en todo lo que hace, jamás ha mentido y nunca hace promesas que no puede cumplir… Estas lejos de alcanzarlo, pero por el bien del equipo y del futuro que Olimpia proviene buscaré dejar de despreciarte… seremos colegas, tan solo eso.

 

─Es todo lo que necesito─ dijo Steve buscando no dejarse llevar por los celos que comenzaron a consumirlo al pensar que Tony no negaba una posible relación con el mutante.

 

─Tienes que soltarme.

 

─Solo un poco más─ dijo el rubio ─si pasaré mi vida sin ti quiero siquiera recordarte de forma exacta─ Tony suspiró concediendo en silencio ese tiempo, también él necesitaba sentirse amado por el único hombre al que amaba.


No era una reconciliación, tampoco un adiós, exactamente no existía un término para expresar la naturaleza de aquel acuerdo, sin embargo en el corazón de Steve se alzaba la esperanza de poder tener ese futuro del que Olimpia habló y en Tony el dolor disminuía sutil, Nadie volvió a pronunciar nada por un tiempo, quietos y a su manera abrieron un capítulo incierto, lleno de supuestos e intenciones que con el tiempo llevarían a una conclusión, no había perdón para Steve, tampoco paz para Tony pero sí una oportunidad de llegar a ello.

Notas finales:

Hola queridos lectores, en esta ocasión me retrasé demasiado por varias razones, primero la universidad adelantó los examenes finales de imprevisto así que tuve un tiempo loco y tan pronto como quedé libre me dispuse terminar de escribir el capitulo pero me di cuenta que emocionalmente no me hallaba bien, pasé un par de días desganada, tras ello me tomé un tiempo para retomar de a poco mis actividades normales y por último la razón de mayor peso: honestamente dudé mucho sobre este capitulo, quería hacerlo bien, como ya leyeron es un capitulo muy importante en la trama, planeaba integrar mucho más historia de los demás personajes pero eso solo me llevó a un punto sin salida, entonces decidí centrarme en Steve y Tony, por fin ahondé en los sentimientos reales de ambos, tuve que recurrir a viejos recuerdos de antiguas relaciones para entender qué pasaría por Tony al momento de conversar con Steve, espero que les gustase el capitulo y me hagan saber sus ideas. Incluso sus experiencias, quizás no debería mencionarlo pero hasta cierto punto la conversación que ellos sostienen tiene mucho de personal para mi y eso la hizo más difícil de escribir.

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Gracias por leerme y por su paciencia.


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