Capítulo II
─Tú─
─Señor, un grupo conformado por sus antiguos compañeros junto a Scott Lang y actual Rey de Wakanda solicitan acceso a la Mansión─ La voz de Friday distrajo a Tony, una junta con el consejo de Stark Industries lo dejó mareado y deseoso de un trago, en la mano sostenía en lugar de una cerveza un vaso de leche que Rhodes supervisaba consumiera por completo. Se conocía y jamás renunciaría al placer de un buen Martini, sin embargo identificó los momentos en que deseaba un trago por no poder sobrellevar la realidad y con ayuda de su amigo y su hijo logró crear un plan en que ellos supervisaban por unas horas los líquidos que consumía, evitando así beber por un complejo.
─Guíalos al ala este, en el salón de invitados, informa a Visión y ordena a Black que supervise el laboratorio─ Tony suspiró cansado y bebió el último sorbo de la leche.
─Bien hecho Tones, ahora quítate el traje, asustaras a tus amigos─ dijo Rhodes sonriente caminando por la amplia cocina. Su recuperación era admirable, el esqueleto que le permitía utilizar las piernas poco a poco comenzaba a estimular su anatomía despertando lentamente las extremidades que los médicos juraron no volvería a usar, todo gracias a Tony y el esfuerzo hecho para crear algo que lo ayudara.
─Estoy bien así, lo veo como otro negocio que rechazaré con amabilidad─ sonrió ampliamente, cualquiera que no le conociera lo suficiente se tragaría esa sonrisa, sin embargo su amigo pudo ver la tristeza en sus ojos. Ese dolor que lo acompaña día y noche.
─Pa… Padre… Papá─ se oyó la voz de Visión dudando, aún no se decidía a la palabra correcta para llamar al genio. ─Creo que deberíamos ir juntos… No creo conveniente ingresar antes de ti…
─También estoy nervioso─ dijo Tony dando una palmada cariñosa en el hombro del humanoide. ─¿Vienes Rhodey?
─No, no tengo nada que hacer allí y dan un maratón de Dr. House justo ahora.
─Cobarde─ Tony y Visión dijeron aquello al mismo tiempo causando un escalofrío en el hombre.
─Si con un Stark era difícil, con dos... ─ se quejó ─mejor me voy.
Rhodey se dirigió a la sala audiovisual de la mansión dejando solos a los Stark, Tony se hallaba nervioso, ansioso, herido… la noche anterior durmió gracias a las pastillas para dormir, le era imposible conciliar el sueño por cuenta propia sabiendo que ese hombre estaba tan cerca, el hombre a quién amó y aun amaba. Steve Rogers lo destrozó, tomó su corazón llenándolo de ilusiones que después quebró con una frase Él es mi amigo ¡y Tony su pareja! ¿Pero eso importó? Claramente no, para Steve Rogers, Anthony Edward Stark, su pareja en aquél tiempo, no era nadie comparado con su amigo Bucky, quien se encargó de matar a los padres de su pareja. Mató al hombre que le dio la oportunidad de ser el Capitán América, ser mejor, ser todo cuanto siempre quiso ser…
La traición duele, duele más que las esquirlas en tu pecho, duele más que no poder decir adiós a tus padres, duele más que la soledad… La traición duele porque para ser traicionado tienes que confiar ciegamente en él, entregarte a él, dejar que tu cuerpo y tu alma se impregne de él y no concibas la vida sí él no está a tu lado. Duele porque fuiste vulnerable a su sonrisa, te dejaste llevar por sus palabras y hallaste gozo y dicha en sus brazos, duele porque al final tomó tu amor y tras agitarlo como se agita una bola de cristal con nieve que contiene una maravillosa ciudad lo dejó caer dejando que se rompiera y derramara, y… ¡no hizo nada por remediarlo! No vio hacia atrás. ¿Recuerdas cómo esperabas que no arrojara ese escudo que tu padre le dio? ¿Recuerdas que esperabas besos en lugar de aquellos golpes? ¿Recuerdas que mientras agonizabas aún deseabas que volviera por ti? Lo hubieses perdonado si tan solo hubiese vuelto la vista un segundo. ¡Pero no! se fue, huyó sin importar si sobrevivirías. Te dejó solo, antes siquiera tenías tu ego inflado y el orgullo de años de creerte lo mejor, después de ese día no eres siquiera capaz de tener algo de ego. Incluso eso te quitó, ya no eres quién eras antes, ya no eres tu…
Demasiados recuerdos en su cabeza, demasiadas emociones en su corazón, demasiado dolor y para su desgracia… demasiado amor. Tragó grueso antes de dirigirse junto a Visión al ala este de la Mansión. Iba pensando en todo y en nada, deseaba con todas sus fuerzas despertar y darse cuenta que soñó los últimos tres años y en realidad jamás peleó con Steve, solía fantasear con que abriría los ojos y al girarse hallaría los ojos azules observándolo amorosamente, velando su sueños.
─La he extrañado tanto─ susurró Visión nervioso ─ella me entendía, comprendía mi forma de ver la vida y aún así me atacó, yo solo quería protegerla…
─A veces el amor no nos alcanza para que alguien se quede a nuestro lado Vis, pero ambos son unos niños apenas y pueden perdonarse esas cosas─ se detuvo Tony por un momento consolando con una caricia en las mejillas al humanoide. ─Y si eso no funciona hallarás a alguien mejor, debes abrirte a las posibilidades de la vida…
─¿Crees que la amo?
─No importa lo que yo crea, importa lo que sientes, si es amor deberás dejarla hablar, las equivocaciones son normales a su edad…
─¿Tu perdonarías a Steve Rogers?
─No.
─Pero acabas de decir…
─Son dos cosas diferentes, ella es joven y se vio presionada por dos lados, decidió pero nunca buscó dañarte, en mi caso él tomó una decisión consciente, el irse tras casi matarme renegando de todo cuanto fuimos y éramos es imperdonable, ambos somos adultos curtidos por la vida y se supone entendemos el valor de una relación como aquella que teníamos, él la desechó… Mi historia con Steve Rogers está muerta, pero tu y ella pueden seguir en donde se quedaron antes de toda esta locura…
─Papá ¿Y si ella no quiere retomarlo?
─Entonces te prometo que cuando averigüe cómo superar un corazón roto te ayudaré─ Tony sonrió y Visión se abalanzó sobre él buscando en un abrazo la seguridad necesaria para encarar a Wanda tras años de ausencia. El genio respondió al abrazo buscando lo mismo, él también necesitaba fuerza para ver a Steve Rogers y no quebrarse.
Un paso, otro más y pronto llegaron al salón donde todos los esperaban, el primero en ponerse de pie fue Steve al notar la presencia de Tony, lo observó entrar vestido con un traje negro, se veía más delgado, mucho de él había cambiado, su andar era lento como si quisiera pasar inadvertido, volverse uno más del montón. Un nuevo peinado ponía orden a sus cabellos, la piel pálida, su aspecto le dolió al rubio que sin pensar avanzó a él plantandose enfrente, observando con desaprobación los cambios en su aspecto.
─Tony...─ fue lo único que pudo decir tan pronto como el castaño le devolvió la mirada, algo definitivamente había cambiado, Tony lo odiaba. Se veía en esos ojos que le devolvían la mirada con profundo rencor.
Tony pasó de él con un movimiento discreto sin dejar de vigilar a Visión, lo veía avanzar con la vista fija en ella, Wanda lo observaba de la misma forma intensa, ambos tenían tanto que decirse, se anhelaban con fuerza. Pensar que Visión podría tener un mejor final que él causó una sonrisa sincera que sorprendió a todos. Especialmente a Natasha quien observó los cambios en Tony, los malos en especial, pero también los buenos, como ese en que veía ¿Paternalismo? .
─Anthony, siempre es bueno verte─ Intervino T’challa yendo a saludar al genio quién devolvió la sonrisa que le ofrecía el Rey de Wakanda.
─Lo mismo digo, pero no arañes los muebles, son antigüedades─ bromeó y en cierta forma todos respiraron más tranquilos, aún había algo del viejo Tony en él. Fury les había advertido sobre lo cambiado que se hallaba el ex héroe, por capricho o imagen pública, había experimentado cambios en su personalidad bastante notorios en esos años. El más grave de todos, renegar de ser Iron Man.
─No puedo prometer nada─ rió T’challa dejando ver que ellos habían estado comunicando durante esos años, era incluso normal pues Wakanda era el único lugar en la tierra donde podría encontrar vibranium, material del que se hallaban hechas ciertas partes de las prótesis de Rhodes. ─¿Cómo se encuentra el Coronel Rhodes?
─Ha mejorado más allá de las expectativas médicas─ sonrió complacido por el avance de su amigo.
─Hey, y ¿no saludas a los demás?─ intervido Clint intentando hacerse el gracioso como era su costumbre.
─Barton, Romanov, Rogers y Scott Lang, buenas tardes─ dijo completamente serio fijando la vista en Wanda ─Hola niña, ¿cómo te han tratado?─ preguntó mucho más amable que con el resto de personajes.
─¿Eh? Bien, mejor, gracias Sr. Stark─ respondió apenas sin saber donde esconderse, ella sentía la fuerte conexión entre Tony y Visión sintiéndose avergonzada porque ahora debía disculparse por agredir a Visión y esperar que Tony también lo entendiera.
─Vis, ¿Por qué no van al jardín y conversan?─ aconsejó y el humanoide asintió.
─¿Vamos?─ extendió su mano a Wanda quien sonrió tímidamente.
─Vamos─ tomó su mano con fuerza sintiendo como su corazón volvía a latir tan rápido que creyó saldría corriendo de su pecho, estaba nerviosa.
─Lamento no haber saludado correctamente a todos pero mi padre prefiere hablar a solas con ustedes─ dijo Visión antes de salir junto a Wanda mientras ella preguntaba más detalles de su relación paternal con Tony.
A excepción de T’challa todos en la habitación observaron sorprendidos a Tony, él tomó asiento sin molestarse en explicar nada acerca de las palabras de Visión. Respiró profundamente repasando con la vista a cada uno de sus invitados, todos se veían igual, se detuvo llegando al rubio que seguía de pie y se había girado para verlo, tenía esa expresión de cachorro arrepentido tras comerse un zapato, Tony lo odió aún más, ¿acaso creía que con esa mirada lograría convencerlo de volver a formar parte del equipo? Sí que era un idiota. Tony estaba decidido a no apoyar más a esos locos, su tiempo de superhéroe terminó tras aquella batalla. Ahora tenía una vida medianamente normal y no la dejaría. Él te abandonó, casi te mata, no merece tu perdón. Se recordó. ─¿Y a qué debo la fabulosa visita? ¿No piensa venir su líder?─ preguntó sarcástico refiriéndose a la clara ausencia de Fury.
─No respondemos a los intereses de SHIELD, respondemos a los intereses del mundo─ habló Steve tomando ese tono arrogante tan característico del Capitán América.
─Sí, ya, conozco el discurso patriota, ahórratelo Rogers─ escupió con veneno Tony.
─¡Tony!─ intervino Natasha previniendo el inicio de otra guerra ─Basta, no tienes que hablar de esa forma.
─¿Vienes a callarme a mi propia casa Romanov? ¿No entiendes tu lugar en estos momentos?─ dijo severo a la pelirroja.
─No quiero que peleen otra vez Tony─ respondió ella con mucha más confianza que antes.
─Y no lo haremos, lo último que deseo es involucrarme en otra batalla, ahora tengo una vida diferente, mejor. Un hijo, volví a dirigir Stark Industries y me libré de SHIELD, el gobierno y las agencias internacionales, ese es tu trabajo Natasha, no el mío─ dijo tranquilo sin siquiera dignarse a ver al rubio que lo analizaba con la mirada.
─Tony, si no te conociera podría creer que realmente no deseas volver a usar el traje de Iron Man─ respondió la espía.
─Iron Man nació de aquella cueva en medio del desierto y murió hace tres años en Siberia, su ciclo terminó, ¿puedes entender eso?
─Lo entiendo, pero no puedo aceptarlo Tony.
─Tony, sí es por mi causa...─ intervino Steve dolido por las palabras del genio.
─Oh Rogers, no te creas tan importante, entérate de algo, nunca fuiste prioridad para mi. Visión es prioridad, Rhodey es prioridad, mis padres eran y son prioridad, tu fuiste un error de cálculo─ atajó Tony con un tono seco que heló la sangre de Steve. Sabía que merecía todo eso y más, por meses se preparó para palabras de odio, reclamos por sus acciones, cualquier cosa menos aquellas precisas palabras. Tony simplemente le decía una cosa No eres nadie. Sentía como su corazón comenzaba a quemar de dolor, quería desaparecer, se merecía eso y más, pero deseaba el perdón inmediato, no purgar sus pecados.
─Señor el Doctor Austin Black lo llama por la línea privada ¿Lo comunico?─ anunció Friday distrayendo la atención que se fijaba en los ex amantes.
─Sí─ contestó Tony e inmediatamente tomó la llamada en su telefóno celular.
─Tony tenemos un problema con el Dr. B. no se está tomando bien la última dosis─ dijo Austin Black al otro lado de la línea tan pronto la llamada fue tomada. Austin era uno de los mejores científicos del mundo, Tony le ofreció un puesto en la Torre Stark tan pronto como retomó el control de Stark Industries, además de formar parte importante de su equipo de trabajo, Black estaba encargado de ayudar al Dr. B. quién no era otro que Bruce Banner.
─¿A qué te refieres con que no se lo está tomando bien ? Tienes que ser más específico Austin─ habló serio el genio.
─Despertó más enojado que de costumbre, y más verde...─ se escuchó un suspiro agobiado desde el otro lado de la línea.
─Tienes permiso para accionar el protocolo 245-K, eso mejorará todo y cuando acabe dale un puñetazo de mi parte ¿quieres?─ Tony rió con lo último.
─Claro Tony, lo incluiré dentro de los que se ganó por mi parte─ la respuesta también vino acompañada de una risa cómplice ─Hasta mañana Stark.
─Hasta mañana Black─ Tony colgó y se fijó en los ojos curiosos que esperaban una explicación acerca de aquella llamada, sonrió suficiente pues no diría nada. ─Seré directo ¿qué quieren de mi?─ dijo cansado de que ninguno hablara con claridad.
─Que vuelvas Tony, te necesitamos, eres un Vengador─ se apuró a contestar Steve volviendo a usar esa mirada de cachorro.
─No y no pueden obligarme. No soy un Vengador y no me necesitan─ le restó peso a la petición, si no supiera que el reactor en su pecho estaba funcionando creería que por fin los fragmentos estaban llegando a su corazón, porque dolía tanto no correr a los brazos de Steve Rogers, esa mezcla de amor y odio que le producía el hombre comenzaba a enloquecerlo y reafirmaba que no podría volver a estar cerca de él, no sin destruirse.
─Por favor… ─ dijo Natasha suplicante a Tony ─Sé por lo que estás pasando…
─No Romanov, no lo sabes, si lo hicieras no me estarías pidiendo esto.
─Yo no te conozco Stark pero ellos son tu equipo y no puedes renunciar a ellos...─ habló por fin Scott Lang.
─Tienes razón, no me conoces─ cortó Tony molesto por la situación.
─Anthony solo piensa en su propuesta, luchar junto a ti sería un honor pero conozco tus razones y las comprendo. Wakanda siempre será tu amiga y yo siempre estaré a tu disposición─ dijo un muy caballeroso T’challa ganándose una mirada de rencor por parte de Steve, ¿ese hombre coqueteaba con Tony? Más le valía que no intentara nada con su castaño, Tony era solo suyo, lo recuperaría aunque se le fuese la vida en ello.
─Pues yo no lo entiendo─ intervino Clint ─Stark, ser Iron Man te hacía feliz ¿qué pasó para que no quieras volver a usar tu armadura?
─¿Alguna vez la persona que amaste estuvo a punto de matarte y ayudó a huir al hombre que mató a tus padres dejándote agonizante y a tu suerte en un lugar tan desolado como Siberia?─ contestó furioso Tony ─Después de algo como eso no puedes evitar evaluar tus prioridades, las mías resultan no incluir salvar al mundo. No soy un superhéroe, soy un humano con un reactor en el pecho evitando que muera, eso soy Barton. Solo un humano que no quiere pasarse la vida peleando junto a personas que le dan la espalda. ¿Lo recuerdas?─ lo fulminó con la mirada reccordándole que no estaban en buenos términos.
─Fue hace tres años…
─Da igual, mi respuesta es la misma.
─¡Basta!─ gritó Steve y en un movimiento rápido tomó a Tony por la cintura arrastrándolo fuera de aquella habitación. Necesitaba hablar con él sin público, necesitaba decirle todo lo que sentía por él, pedir perdón.
─¡Suéltame Rogers!─ rugía Tony furioso, para su desgracia escapar de la fuerza del rubio era misión imposible para él. Su fuerza física era nada comparada con la del super soldado,
─Lo haré cuando me escuches─ dijo reteniendo al genio en sus brazos, sintiendo su calor por primera vez en tres años, la suavidad de su piel, la delgadez de su cintura… No pudo evitarlo y lo envolvió en un abrazo posesivo, Tony peleaba por librarse pero Steve no lo permitiría, necesitaba ese contacto, se sabía sediento de Tony pero no conocía qué tanta era su sed hasta que lo tuvo en sus brazos, aún con los golpes que intentaba dar el genio Steve parecía haber vuelto a la vida, el tiempo se resumía a Tony, su ausencia y su presencia. ─Te amo Tony, nunca dejé de amarte, me has hecho tanta falta, me muero sin ti Tony─ susurró dejando helado por un momento al genio.
Por Tony pasaron infinidad de pensamientos, ¿y si lo perdonaba? ¿y si cedía a su amor? ¿qué sucedería? Te quiero hijo, nunca lo olvides, la voz de su madre resonó en su cabeza recordándole su ausencia. Prometo llevarte a la escuela mañana, ese era su padre, esas fueron sus últimas palabras…
─¡Aléjate Rogers! No mereces ni el suelo que piso, estás en la casa que construyeron aquellos que te ayudaron y a quienes les diste la espalda cuando ayudaste a su asesino─ Gritó Tony intentando liberarse una vez más.
Antes que Steve pudiera reaccionar las luces parpadearon extrañamente, incluso el reactor en el pecho de Tony sufrió una interferencia poniendo en peligro por un segundo su vida. ─Señor, detecto una interferencia, alguien intenta abrir un portal en el tiempo─ habló Friday con un tono asustado que puso a Tony mucho más alerta. Steve por su parte lo apretó aún más buscando protegerlo.
─Suéltame idiota─ gritó molesto Tony y en un descuido del rubio logró escapar de su abrazo para intentar comprender la situación, ─Refuerza la seguridad de la mansión y comunícame con Los Guardianes─ ordenó Tony, a ese punto el resto de Vengadores e incluso Wanda y Visión llegaron a donde Steve y Tony se hallaban.
─Tony, Rocket halló una alteración en la línea del tiempo, una interferencia proveniente de tu casa. ¿Tienes un nuevo juguete?─ se escuchó la voz de Star Lord.
─Nada tan poderoso─ respondió serio ─¿Tiene idea de qué podría provocarla?
─No, pero parece que está generando una grieta en el tiempo para poder pasar─ esta vez era la voz del Mapache quién contestó.
─¿Pasado o futuro?─ Tony comenzó a analizar los datos mediante los hologramas que se proyectaban de su reloj.
─No lo sé, no puedo detectar desde qué punto temporal se halla lo que la esté creando.
─Tony ¿Qué sucede?─ una voz masculina que desconocían tomó parte de la conversación que mantenían el genio y Rocket.
─No lo sé Austin, analiza las lecturas de la línea temporal─ dijo Tony.
─Esto no tiene sentido─ Natasha dio un brinco al escuchar la inconfundible voz de Bruce integrarse a la conversación.
─Parece ser que la interferencia viene de todos los tiempos─ Rocket y Bruce hablaron al mismo tiempo.
─Eso no puede ser posible, nadie tiene el poder para hacer eso─ dijo Black asustado.
─No necesita ser una persona─ murmuró Tony viendo a Visión quien apenas se movía adivinando lo que Tony quería decir.
─¡La Gema del Tiempo!─ gritaron al mismo tiempo Visión, Tony y Rocket.
─Una gema de otro tiempo─ habló Bruce.
─Eso explicaría las interferencias, dos gemas iguales en el mismo tiempo chocan entre sí─ explicó Rocket.
─¿Qué debemos hacer?─ preguntó Black.
─Esperar─ anunció Tony. Nadie se atrevió a hablar pues las lecturas de la anomalía crecían cada vez más. La gema estaba por llegar a ese tiempo y nadie sabía qué esperar, incluso Visión no lo entendía. Era algo jamás visto.
Ante los ojos de todos un portal de luz verde apareció expulsandolos con fuerza hacia atrás, Visión se sintió atraído por aquel portal avanzando hacia él, la gema en su frente brilló con intensidad reconociendo a su hermana de otra era. Una figura desconocida cruzó a través de la luz, Visión sonrió embelesado con la aparición espectral que de a poco tomaba forma.
─Lamento el caos─ dijo una joven de cabellos blancos y ojos pardos ─Pero no tenía otra forma de llegar─ en su cuello a manera de amuleto aún brillaba la gema del Tiempo ─Me llaman Olimpia, vengo del futuro y no soy un enemigo.
─Eso lo juzgaremos nosotros─ dijo recelosa Wanda intentando entrar a la mente de la joven para conocer sus intenciones.
─Lo lamento pero no permito a nadie jugar en mi cabeza─ dijo bloqueando las intenciones de una Wanda sorprendida, hasta ahora nadie podía ocultarse de sus poderes.
─Perdona la descortesía, pero has traído una gema a un tiempo que ya la posee─ dijo Visión sonando demasiado amable para el gusto de Wanda.
─Solo por poco tiempo, no me habría arriesgado de saber que en esta época la gema tendría relevancia─ dijo avanzando a Tony quien la observaba curioso. ─Realmente no cambiaste mucho─ susurró viéndolo con fascinación.
─Asumiré que me conoces demasiado bien en el futuro─ Tony sintió la misma atracción que Visión experimentó por ella, era casi anormal sentir que algo lo unía a ella.
─Conozco todos tus secretos y puedo desactivar a Friday cuando quiera─ sonrió ─ahora mismo Friday duerme.
─¿Friday?─ dijo preocupada Natasha, la IA no respondió.
─Dijiste que no eras un enemigo─ dijo Steve dispuesto a pelear con la visitante.
─Y no lo es...─ dijeron Tony y Visión al mismo tiempo con una sonrisa ─Solo existe un factor que permite desactivar a Friday ahora, si ella lo posee no hay razón para desconfiar ─agregó Tony.
─No confío en ti─ dijo Scott dispuesto a usar las partículas Pym ─¿Qué te hace tan especial para ser portadora de esa gema? ¿Cómo sabemos que no hackeaste a Friday?
─Tengo poderes especiales y es un producto Stark ¿Qué no has aprendido nada?─ contestó ofendida. ─Lo pondré fácil. Olimpia es mi seudónimo, aún no he nacido, seré la hija segunda de la unión de dos hombres, nací siendo mutante como aquellos que se educan con Charles Xavier, sin embargo soy una versión mejorada, con el tiempo los mutantes han evolucionado, soy telépata y tecnopata al mismo tiempo, la gema me la entregó su antiguo dueño no hace mucho con el fin de enviarme a este tiempo y arreglar la línea temporal que podría acabar con la época de donde provengo, acabaría con mi familia y quizás con el universo como lo conocemos─ se explicó en tono relajado esperando no haber olvidado nada ─¡Ah! y quizás necesite un sitio para quedarme.
─Te quedarás aquí─ dijo Tony sin dudar causando un ¡¿Qué?! en todos los Vengadores. ─Pero restablece a Friday, solo por curiosidad.
─Lo siento─ dijo y tras un parpadeo todo volvió a la normalidad.
─Hola señor─ habló la IA.
─Parece que la alteración por la presencia de las dos gemas del Tiempo ha desaparecido─ dijo Rocket quién había estado pendiente de los datos junto a Bruce y Black.
─¿Qué sucedió?─ preguntó Bruce.
─El portador de la gema del Tiempo en esta época ha viajado a una era donde no existe, así que se ha vuelto a equilibrar todo, en tanto no vuelva no tendremos problemas y podré trabajar para resolver el desvió ocurrido en estos años─ respondió Olimpia.
Steve observó molesto a la intrusa, Tony parecía atraído por ella y su fama de casanova no ayudaba a la paz mental del rubio, celoso avanzó hacia ellos dispuesto a dejar en claro que Tony era suyo, llevaban tres años separados pero nada que pedir perdón no arreglase, Tony lo amaba, estaba seguro de ello y también estaba seguro que lo perdonaría, era cuestión de tiempo.
─Su arrogancia señor Rogers me causa náusea─ Olimpia se dirigió a él desdeñosa.
─No entres en mi mente─ siseó Steve.
─Como si valiera la pena─ rió acercándose más a Tony ─No necesito entrar en su cabeza para saber de su arrogancia, pensar como piensa será su ruina ─amenazó y Steve estuvo tentado a iniciar una lucha, ella lo desafiaba, no por honor, lo desafiaba por Tony, y eso no lo iba a permitir. Nadie lo tocaría. Era suyo.
─¿Qué les parece si volvemos al salón y conversamos?─ habló T’challa con su voz de sentido común. Todos asintieron conscientes que las cosas se estaban complicando, esa chica del futuro con la gema del Tiempo podría tener buenas intenciones pero su presencia en esta época podría desencadenar consecuencias inesperadas para todos.