Desde que llegó el nuevo maestro sabia de nada iba hacer lo mismo en la escuela. Con Iruka sensei era todo muy diferente pero con el maestro nuevo nada era igual.
Sasuke Uchiha un hombre de unos 25 años de edad, tenía ojos negros y su cabello era de igual color, alto, de tez blanca y de un buen porte.
El comportamiento de mi maestro es diferente al de todos, es tan frío y sin sentimientos que hasta cierto punto da miedo, recuerdo que el primer día de clases nadie dijo una sola palabra, todos permanecían en silencio. Ese sujeto era muy duro, no le gustaba el ruido.
Cuando entró lo primero que hizo fue observarme, me sentaba siempre al final de la clase pero eso no le impidió clavar su mirada en mí, sentí escalofríos cuando lo hizo.
Se presentó y empezó a tomar lista, dijo que así iba poder conocer nuestros nombres y rostros.
El primer día fue bastante tenso.
Como siempre, solía ir al salón de música a tocar el piano que había ahí, una vez que las clases acababan nadie iba a ese lugar y lo sabía porque estuve yendo por varias semanas.
Toque la melodía que escuche cuando aún tenía 9 años. Era una melodía increíble, no sabía quién era el autor, simplemente la escuché de una amiga de mamá
-Quien te enseño esa melodía?
Casi pego un grito del susto, no sé en qué momento llegó ni cuánto pudo escuchar
—Responde Naruto, quien te enseñó esa melodía ?— me preguntó bastante serio, yo estaba asustado, no sabía si debía responder o no, ese tipo me daba escalofríos.
Cogí mis cosas y salí corriendo, no me importaba lo que fuera a decir luego, no podía entrar así, darme un susto y luego interrogante.
Al día siguiente me sentía terriblemente asustado, teníamos clase con Sasuke. Pero cuando llegó fue como si nada hubiera pasado pero por alguna extraña razón me sentía vigilado. Mientras iba dictando la clase no dejaba de observarme, lo sabía porque varias veces clavo su mirada en mí.Tal vez se portaba así por lo que paso en el salón de música.
Pasaron varias semanas así, no podía estudiar bien si ese sujeto seguía observándome, tenía una mirada intimidante.
Habíamos dado un examen, dijo que iba entregar los resultados al final de la clase y así lo hizo, le entregó su examen corregido a todos menos a mí. Tuve que quedarme último para poder saber qué pasó con mi examen.
—Profesor
Él estaba sentado en su pupitre mientras revisaba algunos trabajos
—Que sucede Naruto?— Me dijo sin despegar la mirada de aquellas hojas
—Quisiera saber porque no me entrego mi examen
—Tu examen?
—si
En ese instante despego la mirada de lo que estaba haciendo y me miro directamente mientras se acomodaba en su asiento
—Tu examen lo tengo yo
—No va a entregármelo?
—sí, con una condición
—Una condición?
Estaba nervioso, sólo a mí me puso condiciones para poder recibir mi examen
—Quien te enseño la melodía que siempre tocas cuando vas al salón de música ?
¿Cómo es que sabía que siempre tocaba esa melodía? Acaso me había estado siguiendo?
—Nadie, esa melodía no me la enseñó nadie profesor, yo solo lo aprendí mientras lo escuchaba
—A quien se la escuchaste?
—A la Sra. Mikoto
Algo en su mirada cambio, no sé con exactitud qué fue pero su mirada ya no era la misma. Me entregó mi examen
—Puedes irte
Me dio mucha curiosidad saber porque le importaba tanto conocer quién me había enseñado a tocar aquella melodía
—Profesor, porque la pregunta? Acaso conoce a la señora Mikoto
—sólo es curiosidad
Paso un tiempo y las cosas se pusieron más extrañas aun. Durante las clases cuando el profesor dictaba lo que debíamos apuntar, paseaba por todo el salón y cuando pasaba por mi lado solía acariciar mis cabellos, no lo hacía con nadie más, sólo conmigo. Cuando pedía participaciones siempre me preguntaba primero si quería decir o aportar algo aunque los demás levantarán la mano.
Cuando hacía preguntas orales que sumaban puntos muchos de mis compañeros levantaban la mano pero siempre era yo el primero al que le daba la oportunidad de responder.
En muchos de mis exámenes recuerdo haber respondido varias preguntas mal, pero el profesor me las hacia valer como si estuvieran bien.
Todas esas cosas causaron el disgusto de mis demás compañeros a los cuales escuchaba hablar durante la hora del receso diciendo que el maestro Sasuke me tenía preferencia por encima de todos, con los demás era muy duro pero conmigo no era así y tenían razón, yo también noté eso.
Había una regla que decía que cuando un alumno llegara tarde un día de examen se le prohibía la entrada al salón, ese día llegué tarde porque me habían encerrado en el baño durante el receso y el auxiliar de la escuela me saco de ahí cuando escucho mi llamado de auxilio, pero fue demasiado tarde, todos estaban dando el examen y el profesor no me dejo ingresar. Cuando terminó el examen me dejó entrar a las siguientes horas de clase pero yo había perdido una nota importante.
Iba hacer todo un problema justificar mi falta para poder dar el examen, mi mamá seguro me mataría.
Hasta el final de la clase estaba resignado haber perdido esa nota, mi mamá no iba a justificarla por ninguna razón que no fuera por enfermedad y obviamente no estaba enfermo.
Todos habían salido, todos menos yo. Estaba por irme cuando el profesor me llamó diciendo que me quedara, que tenía que hablar conmigo
—En dónde estabas? — Parecía estar molesto, no, en realidad si estaba molesto
—me quede encerrado en el baño
—Solo?
—Si, sólo, con quien iba a estar en el baño?
—quien sabe, pudiste haberte quedado con alguien y no quieres decírmelo
—estuve sólo y si hubiera estado con alguien no habría ningún problema y tampoco tengo porque decírselo
—estas en la obligación de decírmelo!
Era la primera vez que me hablaba así y estaba furioso.
—Yo soy tu maestro y es a mí a quien debes de justificar tu falta
— lo siento profesor — No podía responderle, tenía toda la razón
—Toma
Me extendió la hoja que era mi examen
—Puedes dar el examen ahora
No podía creérmelo, me había perdonado la falta y me dio la oportunidad de dar el examen y además de eso me dio el tiempo suficiente para responder a todo. No podía estar más agradecido con él, no tenía que decirle nada a mamá de lo que pasó, iba a evitarme muchos problemas
El profesor me espero hasta que terminé todo el examen.
—profesor, puedo preguntar porque me permite dar el examen?
—tiene eso algo de malo?
—no, es sólo que falte a una de las reglas de la escuela y sin embargo usted me ha perdonado esa falta
— tú no eres como los demás, eres especial.
Me examino de pies a cabeza, sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando lo hizo.
—Gracias profesor
—Hasta mañana Naruto.
Regresé a casa con la imagen del profesor mirándome fijamente, no podía sacarlo de mi cabeza, me daba una mala sensación la presencia de ese tipo.
Al día siguiente no tenía clases con él, eso me aliviaba mucho. No le iba a ver la cara por un buen rato.
Toda la tarde estuve bien, es más, muchos de mis compañeros fueron buenos conmigo creo que sólo me odian en las clases del profesor Uchiha.
Esa tarde espere a que todos se fueran para poder ir al salón de música a tocar un poco pero de saber lo que me pasaría hubiera elegido regresar a casa temprano, de haber sabido que iba a toparme con ese hombre...
Estaba feliz caminando por los pasillos mientras tarareaba la melodía que había aprendido de la Sra Mikoto. Entré sin percatarme de que no hubiera nadie, nunca iban al salón de música a la salida, siempre estaba vacío.
Tomé asiento frente al piano y levanté el atril, respire profundo y empezar a tocar como de costumbre. Cuando termine escuché la puerta cerrarse, me asusté mucho, Sasuke había entrado y le hecho seguro a la puerta. Mi corazón empezó a latir tan rápido que parecía que se iba a salir de mi pecho.
—Que sucede Naruto?
—que hace Ud. aquí?
—vine a verte.
—a-aa mi?
—sí, a ti
Empezó a caminar hacia mí
—Sabes Naruto, desde la primera vez que te vi captaste mi atención, tienes algo... Encantador
Me susurró al oído, yo permanecía sentado pero estaba inmóvil con la mirada frente a las teclas del piano pero con la mente concentrada en la voz de Sasuke.
Se sentó al lado mío y empezó a tocar la misma melodía que momentos antes había estado tocando. Yo .
Tocaba de una manera exquisita parecía uno de esos pianistas profesionales, por un momento quede embelesado por la formaba en como tocaba.
—te gusto?
—me encanto
Hablé sin pensar, las palabras salieron automáticamente de mi boca y me avergoncé por ello, él se rio divertido, sentía mi cara arder.
Yo tenía las manos reposadas sobre mis piernas, una de sus manos se posiciones sobre la mía, me sorprendió y levante la mirada para verlo de frente.
—Naruto...
Tenía su rostro muy cerca del mío, pareciera que fuera a besarme pero acarició mi cabello suavemente de un lado y se alejó de mí.
Me miraba de una manera extraña, sentía mis mejillas arder. Deslizó su mano de mi cabello a mi mejilla
No decía nada, sólo se dedicaba acariciarme y a mirarme, yo tampoco decía nada
-Es muy tarde, me tengo que ir
Escape de su agarre y corrí hacia la puerta, ya la había abierto cuando su mano la cerró con fuerza, me giró y me pego de espaldas hacia la puerta
Con su mano levantó mi mentón y me besó, era la primera vez que besaba a alguien, mi primer beso.
No podía separarme de él, no me dejaba ir, metió su lengua en mi boca, estaba haciendo lo que el quería conmigo, con sus brazos rodeo mi cintura y me pego más a él.
Le di una mordida para que se alejara porque no podía respirar, empezó a besar mi cuello
Susurró mi nombre, una de sus manos bajo hacia mi muslo y con la otra no me dejaba escapar
—Basta... Ya déjame
Pero él seguía haciéndome lo que quería, me manoseaba y besaba como él quería.
Me alzó de los muslos y me pego hacia la pared, colocó mis piernas rodeando su cintura y metió sus manos debajo de mi camisa mientras me obligaba a besarlo. Tenía miedo, no sabía qué hacer.
Empecé a sentir que me daba pequeñas embestidas
—No por favor...
Le supliqué al borde del llanto
—No me hagas daño
Se detuvo y me miró, yo estaba llorando con la camisa media abierta, me soltó y yo me quedé parado pegado junto a la pared, deje salir todo mi llanto, no quería moverme de ahí
—Naruto... Yo
Tenía la respiración agitada, se acercó a mí y se arrodillo, pensé que me iba hacer daño y me asusté mucho más
—mírame... No sé porque hice eso, en verdad lo siento - me dijo tomando mi rostro entre sus manos haciendo que lo mirara de frente - lo lamento mucho, no llores más
Vi en sus ojos arrepentimiento, era la primera vez que vi esa mirada en él.
—no quiero hacerte daño, tu eres especial, lo siento
Yo no dije nada, mi llanto cesó.
Él se levantó y se fue dejándome sólo en el salón.
Luego de eso las clases iban a ser muy difíciles, yo no tenía ánimos de volver a ese lugar nunca más y no sabía hasta qué punto iba a poder soportar eso todos los días.
Llegué a casa y papá ya había llegado, dijo que tenía algo muy importante que decirnos a mamá y a mí.
—Me ascendieron de puesto
Eso era increíble, sabíamos que tarde o temprano pasaría porque papá era el mejor de todos.
—Nos mudaremos a otro país
Sentía que papá era un ángel que me había salvado, el mudarnos significaba alejarnos de todo lo que conocíamos, esa casa, ese vecindario, amigos y sobre todo la escuela.
—En una semana viajaremos, así que todo lo que tengas que hacer háganlo y dejemos todo listo para viajar
Esa noche fue la peor de todas, sólo en mi habitación no podía evitar recordar todo lo que había pasado en la tarde en el salón de música. Sentía una sensación extraña recorrer mi cuerpo.
A la mañana siguiente mamá me acompañó a la escuela porque debía arreglar mis papeles con la directora para mi traslado.
—es muy triste saber que te vas Naruto
Me dijo Tsunade-sama. Ellas se quedaron un buen rato en la oficina, yo fui a mi salón de clases.
Estaba tranquilo porque las primeras horas tenía clases con la maestra Kurenai. A Sasuke lo iba a ver después de clases.
Durante el receso fui hablar con la directora, quería pedirle algo muy importante
—Naruto tu madre ya se ha ido
—ya lo sé, he venido hablar con usted
—que sucede?
—por favor no me diga a nadie que me iré de la escuela
La directora me miró extrañada
—porque no quieres que se lo diga a nadie?
—Porque... — No quería decirle la verdadera razón del porqué de mi pedido— me dará mucha tristeza despedirme de todos mis compañeros y de los maestros
Ella me miró con un gesto de ternura?
—está bien Naruto, no se lo diré a nadie
—están incluidos los profesores?
—también están incluidos ellos.
—muchas gracias!
El receso ya había acabado, la mayoría de los alumnos habían ingresado a sus salones.
Cuando llegué Sasuke ya estaba ahí, solamente pase y me dirigí directamente a mi asiento sin mirarlo pero sentía muy fija su mirada en el trayecto.
No quería mirarlo, tenía mi vista pegado al cuaderno, ni siquiera quería estar ahí pero debía soportar eso por un par de días.
Sentí un gran alivio cuando escuché la campaña de salida, no sé cómo demonios guarde mis cosas pero fui uno de los primeros en salir
—Naruto
Escuché su voz llamándome pero me hice que no lo escuché y seguí mi salida, me fui directamente a casa.
Los días los siguientes días fueron duros, no tenía clases seguidas con Sasuke pero me cruzaba con él en el receso.
Ya llevaba días sin ir al salón de música, tenía miedo que Sasuke llegara.
Al día siguiente todo el día iba a verlo, me enseñaba dos cursos seguidos, tomó un "examen sorpresa".
Nos dejó tarea para resolver mientras que revisaba los exámenes.
Cuando fue hora de entregarlos, si, no me entregó el mío con el simple propósito de que yo se lo pidiera una vez que todos hubieran salido, pero no lo hice, salí sin pedirle mi examen, después de todo ya no tenía importancia.
Salí como siempre, como si se tratara de una carrera y llegué a casa a terminar de empacar.
Mamá no me preguntaba porque llegaba tan temprano a casa, cuando llegaba me dirigía directamente a mi cuarto a guardar mis cosas y ella asumió que se debía a que tenía que empacar, pero ese no era el verdadero motivo.
El día siguiente era el último día en la escuela, ya no iba a ver nunca más a mis compañeros ni a mis maestros, la única persona de quien en despedí fue Tsunade-sama.
Por un lado estaba feliz porque me iba a librar de todo pero por otro lado estaba triste por hacerlo. Era una combinación rara.
No vi el auto de Sasuke en el aparcamiento lo que significaba que ya se había ido de la escuela, corrí al salón de música, iba a ser mi último día ahí y empezar a tocar como un demente por todos los días que no había ido.
Pasé un buen rato ahí, iba llegar realmente tarde a casa.
Escuché la puerta cerrarse y mi piel se erizo por completo, empezar a sudar frío, sólo podía ser alguien y ese alguien era Sasuke Uchiha.
—Porque has estado evitándome? - se sentó a mi lado y me habló con voz calmada
No podía girarme a mirarlo, estaba inmóvil
—No vas a responderme?
Seguía sin decir nada
—No reclamaste tu examen ayer
Estaba esperando a que le respondiera
—Mírame y responderme Naruto
—Yo... Lo siento es que tenía cosas importantes que hacer
Empezó a tocar una suave melodía, yo solo me limitaba a escucharlo, no podía pararme e irme.
—todos estos días no he hecho otra cosa que pensar en ti, no importa en donde este o que estuviera haciendo siempre estaba pensando en ti
Yo estaba sorprendido
—todas las veces que me has ignorado has hecho que me sienta terriblemente mal, no sabía qué hacer para captar tu atención
Giró su rostro y me miró directamente
—No voy hacerte daño, por favor deja de ignorarme— me hablo con voz de ruego
Sus palabras me hicieron sentir mal porque sentía que todo lo que me decía era sincero y que estaba mal por mi comportamiento
—Lo siento, no sabía que se sintiera así por mi culpa
Pasó un pequeño lapso de tiempo y volvió hablar
—sé que está mal lo que voy a decir porque soy tu maestro y tu aún eres un niño pero... me he enamorado de ti Naruto
Lo dijo con tanta tristeza, con lástima de sí mismo, vi unas pequeñas lágrimas rodar por sus mejillas y sentí una horrible presión en mi pecho, sentía un nudo en mi garganta, tenía tantas ganas de llorar.
—Me siento estúpido por haberme enamorado de ti de esta manera
Sus manos estaban hechas puño. Me estaba confesando su amor y yo no tenía palabras para decirle, me sentía el ser más espantoso
Muchas veces había escuchado decir que el amor es doloroso, que muchas personas se habían quitado la vida por amor y que habían cometido toda clases de locuras por alguien a quien decían amar, en ese entonces no lo entendía pero ahora estaba en una situación totalmente distinta porque podía sentir ese dolor, mi maestro me amaba y yo no podía amarlo igual y lo estaba viendo sufrir por culpa mía.
—No sé cómo demonios pasó pero de pronto ya no podía desviar mi mirada de ti, ya no puedo evitarlo más, sin hacer nada has hecho que quede encantando contigo y tu forma de ser, siento que te amo y es doloroso porque sé que tú no me quieres y tendré que conformarme con alguien más
Ya no podía contener mis lágrimas no podía seguir escuchándolo
—no te pido que me ames porque sé que nunca lo harás, sólo te pido que no te alejes de mi
Me apoye en su hombro y deje salir todo mi llanto, no podía cumplir con lo poco que me estaba pidiendo porque iba a irme muy lejos y él no lo sabía.
—No puedo... -—dije entre lágrimas — no puedo hacer eso, lo siento, lo siento tanto... Por favor perdóneme!
Salí corriendo, eso tan doloroso que estaba sintiendo estaba matándome, enserio pude hacer sufrir tanto a alguien? Soy una terrible persona.
****
No sé qué cosas pasaron por la mente de Sasuke, no debieron ser cosas buenas y no debía de estar muy bien, aunque para ser sinceros ninguno de los dos la estaba pasando bien.
Mi madre, mi padre y yo Íbamos abordar el último vuelo a la ciudad de los Ángeles muy lejos de Japón.
En mi mente sólo se encontraban las palabras de Sasuke, me dolía dejarlo así porque sé que tal vez nunca encuentre a alguien como lo era él, me amaba sin conocerme sin saber muchas cosas de mí y aun así se arriesgó a confesármelo aun sabiendo que yo no iba a corresponder a sus sentimientos, creo que eso me demostraba lo mucho que alguien puedo llegar a querer a otra persona. El amor no es una cosa fácil.
—Lo siento Sasuke...