los protegeré a ambos
Sus ojos se crisparon del miedo, sentía como su corazón se aceleraba, sus manos comenzaron a temblar…nunca antes en su vida había sentido tanto pánico…
Al verlo ahí sentado en aquel sofá, con esa mirada, que lo penetraba hasta lo más profundo de su ser, intimidante….
Quizás sus ojos no se divisaban a primera vista, ya que los tenía cubiertos por algunos cabellos rebeldes, pero sabía que lo estaba observando atentamente….sus manos estaban entrelazadas y pegadas a su rostro… estaba molesto…. Pero esos ojos…intimidantes lo ponían a temblar…
Seshomaru al verlo despierto se levantó de golpe del sofá. Observe atentamente como el menor se escabullía debajo de las sábanas, tratando de protegerse de él…
Inuyasha tomo valor y se sentó en la cama e intento cubrirse con las sábanas, tratando de mantenerlo alejado de él…pero era en vano… el mayor ya estaba a su lado…
Vio como acercaba su masculino rostro al suyo…giró su cara para no verlo a los ojos…aquellos temibles ojos dorados…sabía que eso no era algo bueno…Tenía una sonrisa macabra en su rostro…
Su cuerpo temblaba, horrorizado por la presencia tan cercana del gran Seshomaru. Sentía su respiración en su mejilla….por todos los medios apretaba la sábana contra su cuerpo, tratando de cubrirse de él…
Seshomaru apoyó su mano en la baranda de la cama, acorralándolo, Para que no huyera de él…como siempre…
-ha….a-aléjate….n-no te me acerques….- Inuyasha le hablaba titubeando del terror. Su Mirada posada en sus labios rosados que temblar al igual que todo su cuerpo.
Seshomaru no se molestó en poner atención, y acercó más su rostro al de el. Vio como Inuyasha gemía del miedo y se hacía más atrás, inserviblemente "huyendo"….
Reía divertido al verlo tan indefenso debajo suyo…
-Inuyasha- musitó secamente el muchacho, mientras juntaba su nariz y sus finos labios a la mejilla casi sonrojada del más joven.
-ya…por favor… aléjate de mí….no te… me acerques más…- una cristalina gota se deslizó por la mejilla de Inuyasha. La presencia de Seshomaru lo hacía sufrir demasiado…tenía pavor de solo tenerlo cerca, muy cerca de él… no quería que lo tocara…sentía repulsión por el al mismo tiempo. Le imploraba que lo dejase en paz… pero el mayor hacía caso omiso a sus peticiones.
-hmp…- sonrió perverso, luego de eso lamió la mejilla suavemente del más joven, provocando que su temblor se intensificara aún más…. Y las lágrimas aumentaran…
-d-déjame…!!- Inuyasha posó sus manos en el pecho semidesnudo de Seshomaru y lo empujó con toda la fuerza que pudo, pero fue inútil…él todavía se encontraba débil, y el mayor permanecía inmóvil como una roca ahí encima suyo…
-Inuyasha…- le volvió a llamar. El más joven permanecía con el rostro hacia un lado, al escucharlo cerró los ojos con fuerza y apretó la sabana más contra su cuerpo. Tenía miedo…le temía por completo, después de las cosas que escuchó, no podía sentirse segura a su lado….
Sintió una presión en su barbilla, la cual provocó que Inuyasha gimiera del miedo y empezara a llorar aún más….
-abre los ojos, Inuyasha…- le exigió tranquilamente el mayor. Ero el no obedeció, caso contrario, solo apretó con más fuerza los ojos para no ver su lúgubre mirada llena de odio y frialdad. Solo se dedicaba a sollozar y a tratar de zafar su mandíbula de la mano del mayor.
De repente sintió un peso en su frente y algo rozándole la nariz…. Abrió sus grandes ojos dorados confundido, al hacerlo, vio esos ojos dorados que transmitían miedo a cualquiera que los mirase tan cerca suyo…podía sentir la respiración de Seshomaru en sus labios…y la presión de sus manos en su barbilla, lo cual ya le estaba inquietando…
-Inuyasha- musitó el yokai, a la vez que cerraba sus ojos con total tranquilidad.
El más joven tragó saliva, mientras una gota de sudor rodaba por su sien…
-¿por qué no me dijiste que estas en cinta?- abrió sus ojos de golpe, provocando que Inuyasha saltara del susto. Su tono de voz era temerario. Inuyasha se estaba desquebrajando delante de él.
Inuyasha no dijo nada, permaneció en silencio. Mirándolo absortamente….pero luego su mirada cambió….cambió a una mirada llena de odio y rabia. No iba a dejar arrollar la poca dignidad que le quedaba…
Hubo un minuto de silencio…un par de miradas asesinas…
-mira, Seshomaru…- le habló con sarcasmo y algo de recelo. Seshomaru lo miraba intrigado, pero no lo demostraba delante de él…...
-este cachorro…que estoy esperando… ¡NO ES TUYO!... ¡¡¡es solo mío!!!- Inuyasha le gritó histérico. Lo odiaba, lo odiaba con toda su alma, no iba a tener remordimiento por un maldito, patán y asesino…
Seshomaru se enfureció al escuchar esas palabras, pero trató de calmarse… Inuyasha estaba embarazado y no podía lastimarlo de ninguna manera…dio un leve suspiró luego de cerrar los ojos, para poder así hablar pasivamente…
-Inuyasha…ese hijo que estas esperando es mío…escuchas soy tu compañero…. Yo te marque coma algo mío, por lo tanto todo tu ser me pertenece incluyendo al cachorro que llevas dentro – dijo Seshomaru el cual cataba la esencia del cachorro en el vientre de Inuyasha, lo cual no daba duda que ese cachorro fuese suyo.
Tenía que recalcarle que el bebé era un suyo también al igual que él. Y el como padre de ese cachorro no iba a permitir que nadie, absolutamente nadie lo apartaría de él.
Al escuchar las palabras tan calculadoras y amenazantes de Seshomaru, su cuerpo tembló y sus ojos se abrieron desmesuradamente… hubo algo de miedo, pero…sintió fue más regocijo al escucharlo hablar de esa manera tan sobre protectora acerca de su cachorro….
A Seshomaru le importaba el bebé…
Pero su piel se erizó de tan solo pensar que le podría quitar a su pequeño. Inconscientemente se abrazó el vientre, defendiendo lo suyo.
Seshomaru observó cada movimiento de él. Viéndolo protegerse la barriga y teniendo una mirada de nerviosismo delante de él. El yokai sonrió de satisfacción, sentía un orgullo poseer a semejante pareja en sus manos y más aun teniendo un cachorro…
De pronto el silencio del cuarto fue interrumpido…el estómago de Inuyasha le exigía comida. El más joven se sonrojó por tal hecho que tan solo agachó la mirada a su vientre. Por dentro le rogaba a su estómago que no hiciera ruido, no quería depender más de Seshomaru…pero él lo miró divertido…
-hmp… iré a traerte el desayuno…- comentó secamente mientras se levantaba de la cama.
Inuyasha alzó su mirada para verlo y reprocharle que no necesitara de sus "servicios"… Pero fue en vano…. Seshomaru ya había desaparecido del cuarto.
-maldito Seshomaru refutó molesto.
El hambre estaba que le carcomía hasta los huesos. Se abrazaba la barriga para tapar en vano los gruñidos de su estómago. Sus mejillas se sonrojaban levemente al ver su Vientre….pronto crecería….su cachorro crecería cada vez más en su interior….sus labios formaron una pequeña sonrisa hermosa.
Abrió sus ojos asustado, no había sentido la presencia Seshomaru hasta ahora….
-maldición.- masculló por lo bajo. No quería que Seshomaru lo viera actuando así, mejor dicho que ni lo mirara… Alzó la vista, su mirada era seria. Cuando lo vio, observó que traía la bandeja de su desayuno.
-ya era hora.- habló secamente y casi susurrando.
-hmp…- sonrió deleitado por la actitud de Inuyasha.
Inuyasha bufó molesto. Seshomaru se dirigió a la cama y dejó la bandeja en el borde de esta. Los ojos dorados del más joven miraban con deleite aquel delicioso manjar…
Seshomaru lo miraba entretenido, de verdad que ver a Inuyasha en ese estado, lo conmovía hasta lo más profundo de su existencia. Era algo único de apreciar….
Inuyasha notó la mirada de Seshomaru encima de él. Pero él no se movió, su cuerpo empezó a temblar…. A pesar de mostrarse fuerte ante él, sentía temor de tan solo recordar lo que le podía pasar a él o a su cachorro.
-Inuyasha, come…- fue como una orden directa.
El más joven solo movió su cabeza a un lado, manteniendo la mirada gacha…. El seguía mirándolo fijamente, era mejor no discutir, cuando se sintiese más cómodo, entonces se alimentaría…
-bien, me iré a bañar entonces….- Inuyasha permanecía sentado en la cama con la vista hacia un lado, no le tomó mucha atención a lo que dijo el mayor, pero de pronto su vista se posó en el…
Seshomaru se estaba desnudando delante de él…
La ropa que traía puesta, caía en el piso lentamente…
Inuyasha lo miraba sorprendido, el poderoso cuerpo de Seshomaru quedó al descubierto al desnudándose delante de él…
-descarado…- susurró molesto.
Aunque lo negase, Seshomaru tenía un tonificado y muy bien esculpido cuerpo…su espalda tan amplia, era alto, aquellos cabellos plata lacios que golpeaban sus bien formados glúteos…
-por Kami…. ¿en qué estoy pensando?- al verse envuelto en esa clase de pensamientos, los disipó a comer lo más rápido que pudo. Sus mejillas se sonrojaron de sobremanera…por suerte Seshomaru no lo alcanzaba a ver, ya que le daba la espalda.
Una sonrisa maléfica se manifestó en el rostro del mayor, le encantaba hacer sufrir a su adorable pareja….y más ahora…que se desnudaba delante de él…
No se podía negar, Seshomaru era un adonis en persona… pero… pero igual… Eso no iba a cambiar nada de lo que ha hecho…
-"oh por Kami, está más delicioso que este desayuno…."- sus mejillas estaban más rojas de lo normal. Se fijó que Seshomaru iba a dar la vuelta por lo que agarró la sábana lo más
Rápido posible y tapó su rostro…
-idiota…- masculló.
Seshomaru soltó una risa socarrona. De verdad que Inuyasha era único…en especial su cambio de temperamento, pera también atribuía que era muy dulce….
Por debajo de las sábanas lo escuchaba reírse, sabía lo que tramaba el infeliz…
-tsk- reprochó molesto debajo de la tela, había caído en su trampa nuevamente.
Seshomaru todavía riéndose se dirigió al baño. Al poco rato Inuyasha escuchó el sonido del agua al caer al suelo… bajó la sábana más tranquilo, pero vio la puerta abierta del baño….lo peor de todo era que la puerta del baño quedaba justo al frente de él….
-¡uuuuuuyyyyy!- como lo odiaba, todo lo hacía a propósito. Todo por molestarlo, si tuviera su fuerza en ese instante hace rato lo hubiese matado de un solo golpe.
Bajó su mirada a la cama y vio la enorme bandeja con el festín glamoroso que le había preparado Kauri. Una sonrisa ladina se formó en sus labios, Kauri pensaba siempre en él a pesar de que le tenía cierta desconfianza…
Su mirada se afligió, pero desapareció inmediatamente cuando le gruño el estómago… Sonrió al ver su vientre gruñéndole por comida, era como si su cachorro le estuviera llorando porque lo alimente….
Se acercó a la bandeja y empezó a degustar lo que había en ella; frutas, pan con mantequilla, jugo, huevo, en fin un menú completo para dos personas o quizás más… Al cabo de media hora estaba satisfecho, de verdad se sentía como un Rey… Seshomaru todavía no salía de la ducha. Aprovechó de su casi ausencia para observar la hermosa mañana por el enorme ventanal.
Se despojó del lienzo blanco que cubría sus piernas y se levantó cuidadosamente. Todavía se encontraba algo débil, por lo que tenía que estar precavido… caminó torpemente hacia la gran ventana y observó el despejado cielo. La luz del sol reposaba en su fino rostro, haciendo que su rostro se caliente levemente… veía las pequeñas golondrinas posarse en la rama de un árbol cercano al ventanal, sonreía divertido de ver a las aves juguetear entre ellas…libres…. Como quisiera estar allá afuera, respirar el aire puro, sentir la brisa golpear su rostro, sentir los rayos del sol en su piel blanquecina, quemándola…..su rostro demostraba una leve tristeza…quizás eso era lo único que le faltaba…para ser feliz…su libertad… Sintió un gélido frío surcar su oído, sus vellos del cuerpo entero se erizaron por completo, el corazón le empezó a latir rápidamente…
-S-Seshomaru….- susurró perturbado, Frunció el ceño y dio un paso hacia atrás.
-tsk, maldita sea… aléjate, maldito.- le hablaba con tal sarcasmo que si por él fuese hace rato se lo hubiese sacado de encima.
-hmp… ¿Qué tanto ves por la ventana?- el yokai omitió las ofensas de su pareja. Se sentía excitante tenerlo ahí acorralado y más aun estando el, desnudo….
Inuyasha giró a ver al mayor, sus orbes dorados demostraban rabia y cierto desmán de asco por el contacto con él, cosa que Seshomaru noto, más no le importó…
Sus rostros se encontraban muy cercanos, el aliento de Seshomaru golpeaba la nariz de Inuyasha. El cual se percató de la desnudez del mayor, pero se mostró firme ante él, no iba a
Demostrar debilidad…
Seshomaru aprovechó la corta cercanía entre los dos, poco a poco fue acercando sus labios a los rosados labios de él, Inuyasha lo miraba aturdido, su sonrisa de pronto se volvió
Perversa…
Inuyasha se agachó fácilmente pasando por debajo del brazo Seshomaru y logró zafarse de la nada él ya se encontraba atrás de Seshomaru dirigiéndose a la cama…pero él fue más rápido.
Sintió la presión de su mano agarrándole la muñeca y jalándolo hacia él. Seshomaru es más listo que él, sabía lo que iba hacer. Sin poder pestañear sintió el desnudo pecho de Seshomaru, sus frágiles manos se posaban en él, al igual que su rostro, Seshomaru lo abrazaba efusivamente…
Era un simple acto, que sorprendería a cualquiera…Seshomaru lo apretaba contra su cuerpo, con sus grandes brazos rodeaba su pequeña figura….Inuyasha estaba más que sorprendido...
-Inuyasha-
El más joven alzó su mirada para ver el rostro de él y lo que vio, lo sorprendió aún más… Sus dorados ojos lo miraban tiernamente como si se tratara de un pequeño niño, un chiquillo que no conocía nada de la vida…
-no te haré ningún daño, ni a ti…. Ni a nuestro cachorro…- esas palabras derretían a cualquiera, en especial a él. Inuyasha solo permanecía con la mirada fija en la de Seshomaru… no podía creer que Seshomaru de verdad le importará…. Hasta el mismo Seshomaru se sorprendió de oír aquellas palabas salir de su propia boca….
-los protegeré a ambos….- sintió como su corazón se aceleraba, sentía que le iba a saltar del pecho, esas palabras se le grabarían en su mente para toda la vida….
Inuyasha solo empujó ligeramente el cuerpo Seshomaru, y el lentamente fue soltándolo…. El más joven agachó su mirada al piso, y sutilmente se fue alejando de él, sentía un enorme nudo en la garganta, Dios como lo odiaba, lo odiaba con todo su ser, por que le tenía que decir esa clase de cosas…. ¿porque?.... cada vez era peor… Sin que el mayor la pudiera ver, una pequeña lagrima rodó al suelo… todo por aquella confusión…todo por él y su estúpido orgullo…todo…