Capítulo 18:
un ataque inesperado
5 días después…
Miró a su costado, yacía vacío…como estas últimas mañanas. Otra vez se había ido y sin darse cuenta de ello.
Ya no lo tocaba, esta vez su distancia y su silencio eran más notables que nunca, Cada vez que llegaba de su entrenamiento, se daba una rápida ducha y se metía a la cama, pronunciaba un "buenas noches". Al rato lo sentía dormitar y cuando se volteaba a mirarlo este le daba la espalda, la luz de la luna era su único compañero por las noches la indiferencia de Seshomaru le estaba afectando no solo a él sino también a su bebe, el cual sentía las emociones de su madre.
Miraba la pálida piel de su espalda, la cual tantas noches de pasión acarició…
Conscientemente, estiraba su mano para rozar algunos cabellos plata, pero antes de poder llegar, se detenía, rememorando el incidente que tuvieron días atrás…
No era fácil…
Mucho tiempo lo pensó y por más que trató de esconderlo, de reprimirlo, no pudo, su amor era latente…
Todo lo sucedido era un daño muy grave y no se podía negar que fue pisoteado por el placer de Seshomaru varias veces, pero aun así y le dolía aceptarlo…
El solo hecho de pensarlo causaba en él una gran tristeza, no era fácil perdonar al hombre que le había hecho tanto daño, por más que quisiese estar al lado de él toda su vida, no podía… ese sentimiento de odio, de venganza, de culpa…
Iba tener un hijo de él, algo que ninguno de los dos planeo ni deseo, pero aun así esos sentimientos hacia él, no podían ser correspondidos…
"Aunque en lo más profundo de su ser, fuese lo contrario..."
Lo miraba con tristeza, quizás el destino de ambos sería siempre así, de una distancia lúgubre y sombría.
Velaba su sueño hasta que se quedaba profundamente dormido…
Se levantó de la cama y se dirigió a darse una ducha, tenía hambre y su bebé le exigía cada día más. Una vez aseado y arreglado, caminó hacia la cocina.
Su caminar era pausado y cansado
Un suspiro de cansancio desató el abatimiento que llevaba consigo, ya no sabía ni en que pensar. Después de lo ocurrido con Seshomaru estaba aún más confundido.
Tenía claro que tarde o temprano saldría en libertad, que no se quedaría toda su vida encerrado en aquel lugar, sabía que tarde o temprano, se alejaría de Seshomaru…
Lo cual era un alivio, pero… nuevamente ese vacío…
Movió su cabeza de lado a lado, negando aquello.
-ya basta- murmuró algo disgustado.
Estaba a punto de girar hacia otro pasillo cuando sin percatarse tropezó y su cara se estampo en el pecho de alguien.
Casi cae, pero unas manos lo sujetaron por los codos y lo sostuvieron. Abrió sus ojos lentamente y vio como Seshomaru lo miraba fríamente. Sin darse cuenta su piel se erizó estas eran las clases de cosas que Seshomaru provocaba en él.
-¿Qué haces afuera del cuarto?- le habló una voz llena de prepotencia y dura.
-eh… y-yo… yo fui a desayunar. ¿Porque?- aclaró su garganta, estaba algo nervioso, hacia días que ya casi ni lo veía y ahora el miedo lo acorralaba, sin siquiera saber el por que
-la próxima vez mira por donde caminas, Inuyasha, estas embarazado ten cuidado con el bebé.- soltó sus codos y pasó caminando a un lado suyo.
-s-si… ¿A- a dónde vas? -pregunto.
Seshomaru se detuvo al escuchar su voz y sin voltear a mirarlo le respondió.
-necesito recoger algunos pergaminos.-
-mmm… ya veo- lo miraba algo asustado, de pronto vio que él empezó a caminar pero nuevamente lo detuvo. “Seshomaru…y-yo…yo…quiero hablar contigo…- tragó saliva para poder hablar claramente, definitivamente los nervios lo estaban traicionando.
Seshomaru no respondió solo se quedó parado, dando a entender a Inuyasha que estaba escuchando. “ lo que pasa es que…- de pronto un temblor en todo el pasillo se sintió.
Seshomaru y Inuyasha miraban para todos lados, para ver que sucedía. De pronto una cantidad de escombros fueron cayendo del techo de la guarida y en ese momento el yokai saltó encima del cuerpo de su joven pareja tomándolo de la cintura y cubriendo su pequeño cuerpo de los pedazos de escombros que caían estrepitosamente por todo el lugar.
Inuyasha con sus brazos cubriéndose la cabeza, se escabullía entre los fornidos brazos de Seshomaru. -¡¿qué pasa!?- le gritaba atemorizado.
-¡tsk, creo que nos están atacando, ven vamos!- se levantó llevando se con a Inuyasha cubriéndolo todavía corrieron hasta un oscuro pasillo el cual conducía a la biblioteca.
Todo se derrumbaba en pedazos y sin saber aún que era el causante de ello.
De pronto entró Kauri a la enorme librería y se reunió con su líder.
Seshomaru dejó sentado a Inuyasha en un rincón de la habitación y se acercó a su súbdita, cuestionándoles que era lo que sucedía.
-¿Kauri que está pasando?-
-hay un intruso en la fortaleza señor- le respondió a gritos ya que el ruido del sector derrumbándose les impedía escuchar.
El yokai frunció el ceño de tan solo pensar que esa persona había regresado, giró a ver a Inuyasha quien se hallaba en una esquina abrazándose la barriga, tratando de que nada le pasara nada le pasara a él o a su bebé.
-maldita sea- dijo al voltearse a ver a su subordinada.
-bien ya saben cuál es el plan.- les dio una orden a todos pero parece que algunos no estaban de acuerdo con la idea que se les había impartido.
-¿Seshomaru-sama no nos vamos a quedar a pelear?- le habló molesto uno de sus subordinados.
-no podemos ahora, nos atacaron de sorpresa y yo soy el que va a pelear contra ellos, ustedes no se metan en esto.- los yokai observaron como su líder sujetaba a su pareja y se escabullía en un escondite de la biblioteca estos lo siguieron hasta llegar a una de las afueras del refugio.
-bien nos vemos en cinco semanas “ le habló a sus subalternos pero antes de poder irse, una cierta personita pedía explicaciones.
-e-espera Seshomaru ¿ a dónde vamos? ¿Qué demonios está pasando?- se notaba que estaba molesto, siempre lo tenían que llevar de un lado a otro sin explicación alguna y eso ya lo estaba fastidiando.
-Inuyasha ahora no es un buen momento para las explicaciones, debemos irnos.- no estaba de buen humor como para dar explicaciones y menos quería perder la poca paciencia que le quedaba.
-no Seshomaru, dime ahorita mismo ¿Qué está pasando?- los temblores de la batalla que se llevaba acabo en el catillo del poderoso yokai pero él no estaba lo suficiente interesado en la batalla el estaba centrado en poner a salvo a su embarazada pareja.
Lo peor de todo es que ni siquiera el resto del equipo se movía de ver la escenita que hacía Inuyasha, el cual estaba decidida a quedarse quieto sin antes recibir una explicación.
-Inuyasha mírame…-dijo al ver a Inuyasha haciendo pucheros y con la cabeza hacia un lado, el cual le regreso la mirada en completa furia.
De repente su vista se fue tornando borrosa y su cuerpo no le respondía en absoluto. Pronto todo se volvió negro y antes de caer escuchó un suspiró de cansancio por parte del poderoso yokai.
-Seshomaru- susurraron sus labios antes de caer en sus brazos.
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