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Lo que yace en la oscuridad por cielhius

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Notas del capitulo:

Este capítulo será  un poco diferente creo…y creo que un poco corto también…jejeje

Realidad…

 

Kauri entró dispuesta a volver a curar las heridas de Inuyasha, al entrar se encontró con el peli-plata retorciéndose de dolor en la amplia cama.

 

-          Inuyasha- dijo la chica ayudándolo en lo posible. Le costó demasiado moverlo, cualquier movimiento en el menor era doloroso.

 

Con mucho esfuerzo y paciencia logró recostarlo, Inuyasha dejaba caer sus lágrimas de dolor,  ella al estar acostumbrada a ese tipo de imágenes no se sorprendió o al menos eso aparento.

 

Comenzó nuevamente a curar las heridas de Inuyasha, empezando por  el pecho que estaba completamente amoratado por los golpes constantes que recibió de su señor, Cuando llegó nuevamente a las caderas, Inuyasha se quejo, pero al final pudo curarlo completamente, aunque el dolor no desaparecería en mucho tiempo.

 

Intentó hacer que Inuyasha se durmiera, y descansara, pero el dolor era tanto, que este solo podía emitir lastimeros quejidos, y derramar alguna lágrima.

 

Inuyasha al menos en sus sueños podía ser libre, lo cubrió con una sabana, y salió de la habitación.

 

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Una semana había pasado desde que Inuyasha vivía en esa prisión, kauri lo estaba cuidando de cerca todos los días.

 

El mayor le había permitido deambular libremente por el castillo, pero no era tan tonto, por lo que el castillo había  demasiadas trampas lo cual no le permitían salir.

 

Primero por la puerta no podían salir, porque estaba todo firmemente cerrado, segundo si lograban salir afuera estaban esperando los guardias que custodiaban las puertas del castillo, y al encontrarse todavía débil sería imposible poder salir, y si llegaba a salir Seshomaru lo encontraría y castigaría y eso era algo que no deseaba.

 

Una vez que lograra recuperarse por completo podría intentar escapar y tener más oportunidades de lograr su cometido.

 

Aunque ya se encontrara mejor, se podría decir que se había recuperado, sus heridas habían sanado, y su cadera dolía pero los huesos rotos ya se habían acomodado en su lugar.

 

Sabiendo que Seshomaru no estaba en la casa, decidía salir, aunque algo inseguro. Al dar un paso fuera de la habitación, quedo cegado por la luz del sol, adentro todo estaba oscuro, y afuera había un sol hermoso.

 

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Comino durante los largos pasillos del castillo, recorriendo el lugar durante toda la tarde, ya a la puesta de sol decidió que era suficiente así que decidió regresar a su habitación a descansar un poco.

 

Entró a su habitación, pero jamás esperó encontrarse con Seshomaru dentro de ella, corrió hacia un rincón de la habitación, mientras su cuerpo temblaba inconscientemente

 

Seshomaru  hizo una mueca de molestia, Inuyasha al verse resignado, se paro intentando no temblar frente al intimidante demonio, pero le era imposible.

 

Se acerco a Inuyasha y quedo a centímetros de él y  lo  tomo  del cabello y le dijo al oído.

 

-          Eres mío- le dijo

 

-          Jamás seré tuyo- dijo Inuyasha asustado y golpeando la mejilla derecha de Seshomaru.

 

El cual sonrió macabramente, y luego dijo.

 

-          Así que te atreves a contradecirme- dijo Seshomaru y tomando a Inuyasha del brazo, y  lo arrojo a la cama-que no conoces tu lugar ante mi...- grito.

 

-          N-no- dijo Inuyasha mirándolo a los ojos- Lo siento – dijo.

 

 Seshomaru por tanto tomo la cabeza del menor y lo beso con furia.

 

-          Maldito- dijo Inuyasha con los ojos llorosos.

 

 

-          Fuiste traído aquí como mi esclavo, puedo hacer lo que desee contigo- dijo Seshomaru.

 

 

Desgarro el haori de Inuyasha, y luego bajo con brusquedad el hamaka, Y afirmo las manos sobre su cabeza

 

-          No- decía Inuyasha intentando soltarse en vano.

 

Seshomaru beso el cuello del menor, y luego bajo por su abdomen hasta llegar al miembro de este. Comenzando a besar aquella parte tan sensible, recibiendo los espasmos del cuerpo del hibrido, cuando involuntariamente el miembro de Inuyasha comenzó a despertar, Seshomaru beso la punta y luego comenzó a engullirlo por completo, recibiendo jadeos y gemidos mal contenidos de Inuyasha, haciendo que este a los pocos minutos se viniera por primera vez.

 

Inuyasha comenzó a derramar pequeñas lágrimas, luego Seshomaru termino de desvestirse y con suavidad dio vuelta al albino que ya había dejado de resistirse sabía que no tenía oportunidad.

 

-          Si no quieres que te duela tanto, intenta quedarte quieto- le susurro el mayor.

 

Lamio sensualmente dos de sus dedos, y luego los dirijo a la pequeña entrada del menor, los introdujo lentamente, sintiendo como Inuyasha se quejaba y se removía de dolor.

 

Luego los saco y los remplazo con su miembro. Sintió como Inuyasha se tensaba, y comenzaba a emitir quejidos más fuertes, observaba como caían las lagrimas de los ojos del hibrido, Dio vuelta al menor sin salir de su interior, y vio el rostro de Inuyasha contraído de dolor.

 

Comenzó a moverse lentamente, quería que Inuyasha disfrutara también de ese acto, este por su parte se sentía sucio, porque a pesar de que no quería estar con Seshomaru, pero estaba llegado a disfrutar de aquel acto.

Se aferro con fuerza a la espalda de su violador dejando escapar pequeños gemidos que solo excitaban al mayor.

Ambos se miraron a los ojos, primero la mirada llorosa adolorida y asustadiza del menor, y después la mirada cargada de deseo de Seshomaru.

 

Ambos llegaron al clímax juntos, Seshomaru salió con cuidado del interior del menor, y lo miro a los ojos, después lo beso, por un minuto, el menor le correspondió.

 

-          ¿Por qué me haces esto?- pregunto Inuyasha

 

 

-          Debes aprender a someterte a mis dos lados, Inuyasha siempre conseguiste dolor, pero esta noche, obtuviste placer, yo te enseñare lo que es el verdadero placer, sin embargo, nunca olvides que puedo darte ambos, tanto placer, como dolor… pero nunca olvides a quien perteneces – finalizó dibujando una sonrisa maliciosa en sus labios.

 

En esos minutos Inuyasha estaba tan confundido, sentía rabia por el mayor por haberlo violado tantas veces y forzarlo otra vez, pero estar entre los brazos del mismo, en una situación tan intima, lo hacía sentir protegido, era un sentimiento ilógico, descabellado, irracional, pero así se sentía.

 

Poco a poco el cansancio venció al hibrido y se quedo dormido profundamente entre el pecho del mayor, este lo cubrió con una sabana.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado creo que cambien un poco la temática jejeje…

No se olviden de comentar…se aceptan quejas y sugerencias…


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