Yuuichi miró con vergüenza el pene de Shunsuke pero al instante lo tomó entre sus pequeñas manos. Su rostro estaba rojo.
"¿Siempre habías sido así de lindo?"-Pensó el mayor con duda culposa, puesto que, el niño que tenía frente a él lo había visto nacer y crecer; en varias ocasiones lo había cuidado e incluso le cambió los pañales cuando era bebé; las primeras palabras de Yuuichi no habían sido "mamá" o "papá", sino "Shunsuke".
Mientras el pequeño Yuu veía con pena y duda el miembro viril de Shunsuke, éste recordó aquel diálogo antes de la muerte del Yuuichi malvado de hace 10 años.
-"¡Incluso si yo renaciera como princesa, y tú como un príncipe... ya es demasiado tarde para salvarme!"
Una sensación que recorrió la espina de Shunsuke le obligó a salir de ese recuerdo: era Yuuichi que había lamido el glande como si estuviera chupando un helado.
-¿Lo estoy haciendo bien?-Preguntó Yuuichi, inocentemente.
-E...está bien Yuu, no te detengas...-
El pequeño obedeció y siguió con el acto... la boca del menor era cálida y bastante húmeda, lo que enloqueció a Shunsuke.
Yuuichi levantó la mirada y vio el rostro del azabache, el cual sólo expresaba placer.
-¡Détente! Tengo una mejor idea...-Dijo Shunsuke mientras tomaba de los hombros-Colócate encima de mí boca abajo... esto se le conoce coloquialmente como "69"
Así mismo, Yuuichi se puso encima de Shunsuke y ambos continuaron con el acto... el pene de Yuuichi era pequeño, después de todo era todavía un niño, aunque era sorprendente que un niño de esa edad pudiera mantener una erección.
-¡Shunsuke, no sigas por favor!-Un pequeño chorro de semen proveniente del menor cayó en la boca de Shunsuke, el cual lamió un poco: increíblemente era muy dulce.- ¡Lo siento! Es que mi pene se sintió muy raro, comenzó a temblar...
-¿Te estabas aguantando?... Oh Yuu, no debías hacerlo, perdóname tú por no haberme dado cuenta que querías acabar. ¿Qué quieres hacer?
-Q...quiero continuar... por favor Shunsuke...-
-Está bien... te pondré esto...-Levantándose de la cama, el azabache se dirigió a su mochila sacando un total de 15 condones de tamaños diferentes.-Veamos cuál de todos te queda mejor.-Tras unos cuantos intentos el segundo condón más pequeño era el adecuado, un condón de 8 centímetros aunque le quedaba un poco grande a lo ancho.-Bueno, debemos conformarnos con esto.
Shunsuke se colocó en 4 frente a Yuuichi. Le explicó al menor que debía meter su pene dentro de su ano.
Al hacerlo, Yuuichi sintió un éxtasis sin igual y de una extraña manera y Shunsuke sintió un ligero dolor después de todo, él tenía el extraño "don" de ser virgen permanentemente.
Para el azabache, el dolor se convirtió rápidamente en placer; un placer que, en contra de todo pronóstico debido al tamaño del miembro de su joven “amo”; era un placer nuevo para él.
Jamás había experimentado tal sentimiento con ninguno de sus clientes.
Los gemidos inundaron la habitación. Por suerte no había nadie en esa casa excepto esos jóvenes amantes.
Atando las caderas de Yuuichi con sus piernas, Shunsuke obligó al menor ir cada vez más rápido con sus estocadas.
-Shunsuke... siento que va a salir otra vez...
-Sólo déjalo salir Yuu... no hay problema.-Así y tras un pequeño gemido ahogado, el menor cumplió con su advertencia y Shunsuke sintió como el condón se fue llenando con el líquido seminal del menor.
Tras sacarlo y limpiarlo delicadamente con un trozo de papel higiénico Shunsuke preguntó una vez más:
-¿Qué quieres hacer ahora?
-Quiero que… que ahora lo hagas tú conmigo… por favor.- La mirada de Yuuichi reflejaba la más absoluta de las vergüenzas, pero al mismo tiempo eran ojos de sinceridad absoluta, como la de aquella vez… aunque en esa ocasión sus lindos ojos almendrados derramaban lágrimas de arrepentimiento…
~ “Incluso si yo renaciera como princesa…”~
-Debo ser bueno contigo ¿verdad?... después de todo nadie más lo fue, aun cuando más lo necesitabas.-Se detuvo un momento para acariciar con ternura el cabello marrón del menor, pero al instante reanudó con su monólogo.-Debí haberte comprendido en lugar de atacarte. Fui muy malo contigo… perdóname.-Olvidando que ambos estaban desnudos, Shunsuke decidió abrazar a Yuuichi por un largo rato, desconcertando al niño por lo que para él era una cháchara sin pies ni cabeza…- Soy todo tuyo en este momento… así que tú decides si quieres continuar.-Dijo acompañado de una sonrisa en su rostro, lo que hizo a Yuuichi sonrojarse una vez más.
-Q…q…quiero continuar Shunsuke… ¿debo ponerme en 4?-El mayor sólo asintió.
Apunto de ponerse un preservativo para continuar con el acto sexual, Shunsuke fue detenido por su cliente.
-¿Podrías no usar eso?-
-Pero es por higiene… ¿estás seguro Yuuichi?
-¡No deberías cuestionarme! Después de todo, eres mi prostituto.
-Está bien… “sus deseos son órdenes”-
Separando levemente los glúteos del menor, Shunsuke lubricó el ano de Yuuichi usando su lengua. Normalmente no haría eso, pero sabiendo que se trataba de su amigo, tenía más confianza. Cuando consideró que fue suficiente, usó su dedo índice para expandir y estimular un poco más la “entrada” del castaño; posteriormente insertó un segundo dedo. Los gemidos de dolor del menor se fueron transformando progresivamente en pequeños gemidos de placer. Unas cuantas lágrimas de dolor escaparon de los azules ojos de Yuuichi, lo que provocó que Shunsuke le preguntara si todo estaba bien.
-Es que duele un poco pero también me da un poco de cosquillas.-
-Ya veo.-Dijo al mismo tiempo que le plantaba un pequeño beso en el trasero.-Entonces voy a meterlo, si te duele sólo dilo, ¿de acuerdo?-
-Sí… está bien.-
Shunsuke introdujo parte de su pene con exceso de cuidado en el culo del más joven, lo que provocó un grito de sufrimiento por parte de éste. Shunsuke lo sacó al instante y dijo:
-Creo que deberíamos intentar otra posición, para que no te duela tanto, y usar un poco de esto.-
Tomó de su mochila una botella casi vacía de lubricante con 3% de anestesia local y aplicando un poco en la punta de sus dedos lo colocando uniformemente por todo el recto del menor.
-Hehe… hace cosquillas.-Exclamó Yuuichi un poco más tranquilo.
-Bien, entonces recuéstate en la cama boca arriba y abre un poco las piernas-
-Está bien…-
Cuando el menor hizo lo solicitado, las mejillas de Shunsuke se tornaron de un tono rojizo al ver el cuerpo de Yuuichi completamente desnudo y en una posición sumisa lo que provocó que el pene del azabache se endureciera al máximo e incluso creciera un par de centímetros más de lo normal.
Humedeció la punta del pene con su saliva y se dispuso a continuar, por fin, con el acto sexual. Introduciendo, una segunda vez, su miembro lenta y delicadamente para no volver a herir al menor llegó hasta la mitad hasta que el menor suplicó que se detuviera un momento.
-Esperaré un momento, dime cuando pueda moverme.-Dijo aunque la sensación de estar dentro del menor lo estaba excitando demasiado.
Tras unos momentos inmóvil y viendo la respiración agitada del pequeño castaño, Shunsuke recibió una mueca de aprobación para darle a entender al mayor que podía moverse.
Las estocadas del mayor empezaron lentas y pausadas para acostumbrar el recto de Yuuichi, sin embargo, se empezaron a acelerar y ser más constantes lo que produjo gemidos más fuertes y desgarradores, aunque llenos de placer.
Shunsuke comenzó a masturbar nuevamente al menor para distraerlo del dolor, lo que provocó que el menor estallará y volviera a eyacular, esta vez en grandes cantidades.
-¡Shu…shunsuke!...-Gimió mientras sonreía y ataba con sus brazos el cuello del azabache, quien, tras ver el rostro del menor rojo como una manzana, estaba listo para terminar.
-¡Yuuichi, casi he terminado!-
Ambos intentaron ahogar sus gemidos, pero la excitación del momento se los prohibió y así, el Shunsuke intentó sacar su pene, sin embargo, Yuuichi contrajo sus glúteos para evitar que lo sacara, obligándolo a eyacular dentro de él. El líquido tibio llenó el interior el castaño, satisfaciéndolo al máximo.
Ambos se separaron y se recostaron en la vieja cama individual, mientras se fundían en un abrazo.
-¿Shunsuke…? Tengo que decirte… verás yo… bueno creo que…- No pudo terminar de pronunciar lo que deseaba decir ya que un ligero ronquido lo interrumpió. –No importa, lo diré mañana…
Dispuesto a también dormirse decidió ver el reloj despertador en la mesita de noche dándose cuenta que el reloj marcaba nada menos que las 11: 47 p.m.
[…]
A la mañana siguiente, Shunsuke despertó en su cama, desnudo y preguntándose si lo que había vivido la noche anterior era un sueño o un recuerdo real. Se percató que en la esquina de su casa estaba un libro rojo extrañamente conocido. Por alguna razón, le dolía el cuerpo y no encontraba su ropa.
En eso un pequeño niño castaño vestido únicamente con la playera blanca con la cara de una rana que le pertenecía a Shunsuke, entró en la habitación una bandeja con un tazón lleno de cereal con leche, una manzana y un jugo de naranja.
-¡Oh! ¿Ya has despertado? Quería que esto fuera una sorpresa…-Dijo el pequeño castaño, aunque había algo en él que no era igual; era como si fuese alguien completamente distinto.
-Lo siento pero no estoy acostumbrado a despertar tan tarde, ni siquiera los sábados.
-No importa, mira te traje el desayuno, se derramó un poco pero la mayoría esta intacto…-
-Gracias Yuu… Oye lo que pasó anoche…-
-Sucedió y fue fantástico.-Un vez más, Sunsuke se percató de algo extraño, por alguna razón el menor evitaba verle a la cara.
-¿Te pasa algo Yuu?-Preguntó, intentando llegar al meollo del asunto
-¿Por qué lo preguntas?-
-Bueno, desde que llagaste a la habitación me estás evitando y te escuchas raro… sin mencionar que ese libro estaba aquí cuando desperté y yo no recuerdo tener un libro con esa pinta…-
-¡Ahg! Está bien. Me sinceraré contigo.-Al girarse para mostrar su cara sus ojos habían dejado de ser azules para volverse marrones, como hacía 10 años atrás.
-¿Yuuichi?
-Antes de morir… le pedí un último deseo al Libro de Cuentos… ese deseo era: volverte a ver… la razón por la cual te dejé vivir hace 10 años fue porque te envidiaba, no solo por que eras diferente y todo aquello que te dije; también me había enamorado de ti y de tu determinación por seguir con mi “juego” sádico de matanza y tortura. Pensé que suicidándome se acabaría todo, que yo ascendería al cielo o me pudriría en el infierno, pero no fue así… me quede atrapado en el libro como un “Santa Claus” más. En verdad estaba infeliz con mi destino. Estuve encerrado ahí por años hasta que el Libro me ofreció una 2da oportunidad y obviamente yo acepté. Mi conciencia se quedó dormida por 1 año aproximadamente hasta que te vi una vez más… “Shunsuke” ¿recuerdas que eso fue lo primero que dije? Fue porque te reconocí al instante… y porque recuerdas que ibas a ver las flores de cerezo conmigo ¿Verdad? Dirás que soy un monstruo para acosarte una segunda vez y te entiendo si piensas eso… pero en verdad quiero que sepas que estoy muy arrepentido por todo y que no hubo ni un solo día en el que no quisiera volver a verte, pera disculparme, pero quería que mi primera vez fuera contigo. Fue difícil fingir que no sabía lo que hacíamos… en verdad perdóname.
Shunsuke, conmovido por la historia de Yuuichi, se acercó a él tomándolo del mentón y besándolo. Un beso largo y apasionado, seguido de otro más pequeño y tierno; como si ese último beso fuera una clase de firma o decreto de propiedad.
-Yo también te estuve esperando Yuuichi Mizuoka… aun siendo un maldito prostituto, siempre guarde mis labios para el amor de mi vida… tú.-
-Eso es demasiado cursi Shunsuke…-
Una vez ambos se besaron… Príncipe y princesa por fin estaban juntos.
-Oye Shunsuke, recuerdas aquella pregunta que hice en el “Teatro”, ya sabes, “¿Estas ¨Maravillosas relaciones¨ realmente existen en el mundo real?” Refiriendome al amor y a la amistad. Bueno creo que en verdad si existen; cuestan tiempo y a veces buscarlas te desgasta, pero al final valen la pena ¿No?-Le mayor asintió y posteriormente abrazo al menor.
-Ya has sufrido mucho Yuu. Ahora necesitas ser feliz. Yo te haré feliz.-
En eso Shunsuke recordó que había dejado sola a Sayaka el día anterior con recoger a sus viejos amigos.
-¡Yuuichi necesito que te vistas lo más rápido posible y que me acompañes a casa de Sayaka!-Exclamó al mismo tiempo que se levantaba desnudo y de dirigía al cuarto de baño para asearse un poco.
-¿Eh? ¿Por qué?-Preguntó el menor, desconcertado.
-Debíamos acompañar a Sayaka el día de ayer al aeropuerto… ¿recuerdas que te dije que unos amigos vendrían por tu cumpleaños? Hoy tenemos una reunión y se me había olvidado por completo.
-Podríamos bañarnos juntos, así ahorraríamos tiempo.-Comentó Yuuichi.
En eso, una toalla fue lanzada desde el cuerto de baño golpeando al niño en la cara, en forma de aprobación.
[…]
Cuando terminaron de bañarse y estaban casi listos para irse Yuuichi hizo la pregunta inevitable.
-¿Son los otros niños del “incidente”?-
-Así es Yuu… ¿lo podrás soportar?-Pregunto el mayor.- No necesitas ir si no quieres, te puedes quedar viendo TV o jugando videojuegos…
-Estaré bien… también debo disculparme con ellos… pero con una condición.-
-¿Cuál es?-preguntó Shunsuke.
-Quiero en realidad 3 cosas… la primera: quiero que me presentes como tu pareja, oficialmente. La segunda: quiero que me ayudes a deshacerme de este libro. Y la tercera: quiero que dejes tu “Oficio”…-
-Acerca de la primera petición, no habrá problema; de la segunda quisiera saber el por qué y la tercera, ya planeaba hacerlo… después de todo, con tus 1000 ¥ puedo comprarme un pequeño departamento en el centro de la ciudad… estaremos un poco lejos, pero también seré libre… solo para ti.-Una vez más, besó al menor.-Bueno ahora dime cual es la razón por la cual quieres deshacerte del libro.
-Por alguna razón el libro ha pasado por generaciones de familias turbulentas, consolando a los niños que lo lean. Yo ya te tengo a ti… no lo necesito más.
-Entiendo… bueno es hora de irnos.
-Espera ¿Y el libro?
-Lo tiraremos, en el lago que está en la Colina Dandelion… iremos ahí después de tu cumpleaños.
-¿Y a que te dedicarás?-Preguntó Yuuichi, con preocupación.
-Conseguiré un trabajo como vendedor o cajero en algún súper mercado.
-No te preocupes Shunsuke, ¡Estudiaré duro y nos casaremos!
-Ya lo creo… debemos irnos.
[…]
Al llegar a la casa de Sayaka, abrió su viejo amigo Ryou acompañado de su novia desde hace más de 7 años y también la vieja amiga de Shunsuke, Aya.
-¡Shunsuke! ¡Viejo amigo!-Gritó lo suficientemente fuerte para que todos los demás lo escucharan.
-Me alegro de verte Shunsuke.-Dijo una Aya como siempre, poco expresiva y casi sin ninguna emoción.
-¡¿Dónde ESTA EL HIJO DE PERRA!?-Esa voz era definitivamente de Sayaka, la cual estaba obviamente enfadada.- ¡AQUÍ ESTAS BASTARDO INFELIZ…! ¡ESPERAMOS 2 HORAS EN EL MALDITO AEROPUERTO A QUE TE MANIFESTARÁS Y NO LO HICISTE…! ¿DEMACIADO OCUPADO CON TUS CLIENTES SUCIO HIJO DE PUTA?
-De hecho… sí…-contestó en forma de defensa Yuuichi.
-¡Oh! Hola Yuu… ¿Cómo estás?-Cuestionó Sayaka un poco más tranquila aunque al instante se enfureció una vez más.- ¡ENTONCES SI ESTABAS “OCUPADO”!-
-Espera Sayaka… él estaba ocupado pero conmigo… ¡YO FUI SU CLIENTE!
-Creo que deberías explicar esto adentro, con los demás-Sentenció Sayaka un poco consternada.
[…]
Después de una larga explicación, el siguiente en romper el silencio fue Hiroto, el cual estaba estudiando Leyes y estaba felizmente casado desde hacía 2 años con Rei.
-Entonces… Yuuichi reencarno solo para volver contigo y ser novios… ¿O yo entendí mal?
-Es cierto.-Sentenció Yuuichi.-Quiero disculparme con todos ustedes por lo que les hice en el pasado.
-¿Entonces si lo recordabas?-Preguntó Rei, un poco asustada.
-Por supuesto, solo que quería guardármelo hasta el momento indicado, que es hoy… supongo.
-Bueno la verdad es que yo también tengo algo que decirles a todos incluído tú Hiroto y es que... ¡estoy embarazada!-Exclamó Rei, con exceso de alegría.
Al momento Sayaka gritó menocionada mientras que Aya sólo sonreía.
-¡Felicidades amiga!-Exclamó Sayaka.
-Si. Felicidades Rei.-Dijo sin mucha más emoción Aya, pero no por que estuviera emocionada sino por que su naturaleza se lo impedía.
-Hey ¿Qué hay de mí...? Yo también soy el padre de ese bebé ¿No?-Preguntó Hiroto frustrado.
-No te preocupes viejo, yo estoy contigo. Celebraremos después con unas cervesas.
-Si Hiroto, ánimate... estamos felices por ti-Dijo Shunsuke en forma de consuelo.
Yuuichi se acercó a Rei, con un poco de miedo.
-¿Rei? Sólo quiero felicitarte.-El pequeño castaño extendió sus brazos en señal de que le ofrecía un abrazo sincero a la joven anteriormente mencionada.
-Gracias Yuuichi, es muy importante viniendo de tí. En verdad no eras un niño malo ¿verdad? Sólo necesitabas amor y comprensión.
-Lo siento mucho... a todos.-Dijo Yuuichi entre lágrimas en los ojos.
-No te preocuopes-Dijo Hiroto.-Todos pasamos página. Ya no hay rencores.
-Gracias chicos. Como compensación, y si Rei quiere, puedo decirles que sexo será el bebé.
-Claro. Me encantaría.
Yuuichi colocando sus manos en el vientre de Rei se percató de algo.
-Será... niño...
Todos se alegraron y felicitaron por segunda vez a la joven pareja.
[...]
En la noche y ya en la comodidad del hogar, Shunsuke entró con Yuuichi en brazos quien había caído dormido desde hacía más de una hora.
Shunsuke se acostó junto a el en su cama, agotado y dispuesto a dormir, cuando Yuuichi le habló entre sueños.
-¿Shunsuke? el bebé de Rei... es el niño aquel... ¿Takumi? Creo que se llamaba así
-¿Qué estás diciendo?
-No me hagas mucho caso... creo que estoy muy somnoliento...{Bostezo} buenas noches Shunsuke...
Abrazándo al menor y dándole un beso en la frente le deseó buenas noches.
De ahí en adelante, la vida de Shunsuke y Yuuichi fue incierta aunque algo si es seguro: Ambos fueron felices, disfrutando de su amor sincero y marcado por el destino, y obviamente del sexo Gay; tal y como "Ken" había dicho en aquella carta hacía 10 años atrás.
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