Eres una bestia ¡Teme!
Hace mucho tiempo…..bueno, no hace tanto……en una pequeña casa de muros de ladrillo y techo de concreto vivía la familia Uzumaki. Los Uzumaki eran una de las familias más cordiales del pueblo escondido entre las hojas; alabados por su gran generosidad y admirados por su sentido de calidez y unión. La familia Uzumaki estaba integrada por Minato y Kushina, unos adorables personajes que tenían una pequeña granja y huertos, y de ellos sobrevivían. Eran muy felices y deseaban expandir su felicidad a otro miembro; así es que tuvieron a Naruto, la pequeña bola de pelos rubios y mofletes rosaditos.
El pequeño Naruto, demostró ser a la vista como un rayo de sol, pero al primer momento de abrir sus ojos, el niño lloró y vomito a la enfermera. Esa fue la primera señal que atisbaba un futuro no muy grato para los jóvenes padres Uzumaki. El pequeño, cada día de su vida demostraba ser lo contrario a sus padres. Su primera palabra fue “popo” y su primera oración “papa tiene cara de culo”. Cada día sorprendía a sus padres con cualquier travesura. Kushina, adiestrada por un siglo de grandiosas matriarcas del clan Uzumaki, no daba el ancho a la pequeña y revoltosa bola de pelos rubios, que ya le había tirado la papilla al suelo, ya se había caído de la sillita para comer, se había quitado los pañales y había salido disparado hacia el campo y habiéndose metido en tragadero de cerdos. A la pobre le estaba saliendo una vena cariñosa en su sien derecha, que sería la primera de muchas. Ningún castigo servía para calmar el deseo incontrolable de hacer travesuras del pequeño Naruto.
Su infancia paso entre castigos que no servían de nada, a regaños que entraban por un oído y salían por el otro. En la primaria, sus calificaciones fueron atroces debido a su gran don de poder en contra a los profesores. En la secundaria casi vuelve loca a su psicóloga escolar y de suerte no fue expulsado porque, con gran astucia había logrado que sus compañeros lo apoyaran cuando los profesores se unieron para reprobarlo.
Pero lo curioso del caso es que Naruto demostraba un gran sentido del humor y candidez. Sus calificaciones no eran malas y demostraba ser un muchacho con mucho cerebro, solo su comportamiento era el malo. Y de esa especie de cordialidad y fidelidad que demostraba a sus compañeros y amigos. Estos últimos, lo veían como un líder y replicaban su comportamiento, que no era muy bueno y no pasó tiempo para ser considerado la mala influencia por los padres de la comunidad.
Ningún castigo, regaño, suspensión lograron enderezar a Naruto, que creció y creció y llego a la edad de 16 años. Se había convertido en un adolescente “problema”, con falta de tacto a los mayores, desobediente, mal hablado y desconsiderado con sus padres y gente de alrededor.
Su padre Minato no daba el ancho y tenía la fé de que con el tiempo se le pasaría “- Son las hormonas” le dijo una noche a su esposa Kushina que le miro con cara de pocos amigos y le recordó que eso le duraría mínimo otros 5 años más si ese fuera el motivo. Una tarde le dijo a su esposa “-Creo que le pondré a arar el huerto y con eso se le pasará”, su esposa suspiro y cordialmente le recordó el día que había inundado el huerto y ahogado todas las verduras. “-Creo que le quitare su móvil” su esposa suspiro, ahora con mas fuerza y le recordó ese día donde Naruto escucho esa amenaza y dejo el teléfono celular en la mesa y desapareció por dos días.
-Lo único que pasa amor es que ese chico está muy mimado, nunca ha salido de la comodidad, le arreglamos todo, le perdonamos todo, nuestros castigos dan risa, solo somos unos malos padres – Suspiro y siguió leyendo su revista de cocina.
Ellos siempre habían sido unos padres amables, comprometidos con esa visión de ser “padres modelo”, pero lo único que habían logrado hacer era a un muchachito sinvergüenza.
Minato amaba a su hijo y siempre daba lo mejor de sí para que él y su madre estuvieran bien, pero parecía que su hijo solo quería complicar las cosas.
Hasta ese día….
Minato estaba en shock, no creía lo que estaba escuchando por el teléfono, donde el director de la preparatoria “cariñosamente” le habló. La dirección se había comunicado con él para avisarle que su hijo estaba expulsado por una “pequeña travesura”. Su última fechoría: haber bajado las faldas a sus compañeras y haberles pegado en las pompas un cartel que decía “Se renta espacio para publicidad”.
El padre Minato casi tira el teléfono por la ventana, pero respiró, agradeció al director, se disculpo con él y colgó.
Minato ya estaba arto y estaba dispuesto a tomar cartas en el asunto.
Capítulo 1- ¡¿Pero qué están haciendo-ttebayo?!
Naruto caminaba alegremente por el camino de tierra que estaba al lado de la carretera para llegar a casa. Eran las 6 de la tarde y él silbaba con mucha felicidad al acordarse de lo que horas atrás había hecho.
-Jajaja la idea de Kiba de los letreros ¡fue genial! ojala se le ocurrieran más estupideces como esa jajajaja, eso les enseñara que nadie le dice que no a una cita al papaíto Naruto, macho alfa lomo plateado, oh si jajaja – Se acomodó el pelo hacia atrás y flexiono sus brazos para poder besar a unos pequeños conejos que habían resultado del ejercicio. – O si vengan para acá, mua para ti y mua para ti también, jajaja ¡soy súper sexi dattebayo!
Se aproximó a una pequeña puerta de madera y corrió para llegar a casa. En el camino sólo había imaginado la suculenta comida que su madre habría preparado o contarle los chistes subidos de tono que había aprendido esa mañana a su padre. Pero al entrar sintió que el ambiente había cambiado, los animales no hacían ruido, el huerto se veía tétrico y solo estaba encendida la luz de la cocina. Trago la poca saliva que tenía en la boca y ahí supo que las cosas no estaban bien.
-Eso da miedo…. De seguro les hablo el director…. – tembló, pero luego se recupero- Pero no pasa nada, papá es muy genial, siempre me perdona….
Se dispuso a entrar a su hogar y vio que sus padres estaban sentados en la mesa de la cocina, cruzados de brazos y con mirada desafiante.
-Hola buenas noshis, ¿como estas mama? Súper guapa ¿verdad? ¿Y tú papa? Esos músculos no los había notado ¡jum! Bueno creo no tengo hambre, iré a dormir y hacer tarea….
-Alto ahí Naruto – dijo su padre con un tono frio – Tenemos que hablar
-Pero papá, ya son las 7 de la noche, es mejor dormir para amanecer con mucha energía ¡dattebayo! – Naruto subió corriendo las escaleras y entro a su habitación, pero en vez de ver su cama con edredón de Dragon ball, su escritorio con su computador y su estantería llena de cosas, no había nada. Se quedo frio por un momento y bajo con sus padres a preguntarles amablemente…
-¡¿Y mis cosas?! ¡¿Dónde están?! Agggg mi colección de Power rangers, ¡mis mangas! grrrrr – En ese momento empezó a patear la silla que tenía enfrente
-Naruto…- Empezó Minato- Tu madre y yo hemos hablado y hemos tomado una decisión, a partir de ahora no vivirás con nosotros, te irás a un colegio a la ciudad.
Naruto se quedo con los ojos como platos y sintió que el estomago se le subía y bajaba. Le empezaron a sudar las manos y volteo a ver a su madre.
-Mama…. – En ese momento activó sus ojos de borreguito-superkawaii-no aplasto ni una hormiga, esos ojitos que siempre la derretían; ella los vio y puso una cara de tristeza, casi levantándose para abrazar a su hijo pero Minato la detuvo.
-Kushina recuerda lo que acordamos ¬¬- y volvió a sentar a su esposa que en ese momento salió del trance y volvió a mirar a Naruto con ojos de enojo.
-Naruto Uzumaki, las mamás de tus compañeras me han hablado y se han puesto coléricas conmigo por la travesura que le hiciste a sus hijas, hasta me han expulsado del grupo de mamás “Haciendo pay con amor”, ¡no sabía que eso era posible! ¬¬ ¡Ahora tus travesuras han llegado demasiado lejos!, ya amenazaron con no comprar nada que nosotros pongamos a la venta ¬¬, ¿qué respondes a eso jovencito?
-Mamá yo…. La verdad…. Es que tengo mucha hambre, ¿me das de comer?- Naruto sonrió y se palpo la barriga con mucha intensidad.
-¡Agggg! Eso es lo que siempre pasa jovencito, ¡que no piensas en nosotros cuando haces tus fechorías!, a tu padre casi se le sale el alma cuando el director le hablo y ahora ya nadie te quiere en el pueblo ¬¬ menos a nosotros así que ya tomamos la decisión, iras al colegio de la ciudad.
-Pero ¡mamá, papá! Nunca he ido a la ciudad, me perderé y lo más seguro es que me secuestren y me saquen lo de adentro para venderlo!-Naruto se imagino tirado en la calle y de fondo la música del Titanic.
Minato y Kushina se voltearon a ver y le dijeron al mismo tiempo – ¡Te irás hoy! –
Minato se levanto y le dejo una maleta a los pies de Naruto, Kushina tomo un boleto de autobús y se lo dio en la mano al pobre Naruto que le corrían dos grandes lagrimones por las mejillas. – Mami…. – se aferro a sus faldas- ¡No me quiero ir! Soy un inútil, la verdad es que moriré de inanición ya que no se cocinar, ni se lavar mi ropa ¡me portare mejor! No me obliguen a irme buaaaaaaaa
Kushina, ayudada por Minato lo arrastraron a la parada de autobuses que se encontraba frente a su casa, donde el autobús esperaba paciente. Naruto al verlo, se le erizaron todos los pelos del cuerpo y se aferro a la señal de alto que se encontraba ahí.
-¡No me obliguen a ir! Me comeré todas las verduras, le daré de comer a los animales, dejare de ver películas XXX, ¡¡¡son malísimos padres!!! ¡¡¡ Buaaaa!!! – Entre tanto Minato y Kushina lo jalaban para hacerlo soltar de la señal. Cuando por fin lo lograron, lo metieron a patadas al autobús donde toda la gente se les quedo viendo con ojos como platos.
-¡¡¡Mamaaaaaaa!!! ¡¡¡Papaaaa!!!- gritaba un desesperado Naruto dentro del autobús que ya había comenzado su recorrido a la gran ciudad.
-¡Te queremos hijo! ¡¡¡Es por tu bien!!!! (Y por el nuestro, pensaron en sus adentros)– Se despidieron Minato y Kushina de su hijo, viendo partir el autobús, donde se dirigiría al nuevo destino del pequeño Naruto.
Fin capítulo 1.