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Reflexiones de una rosa en primavera por Arawn87

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Notas del fanfic:

Como se menciona en el resumen, este es el punto de vista de Afrodita mientras está con Arles y Saga en el fic "Reflexiones de primavera", recomiendo leerlo antes porque va directamente relacionado.

 

Sentí la necesidad de relatar lo que pasaba por la mente del más hermoso en esos momentos.

Notas del capitulo:

Primera de las dos partes que compondrán este fic, y trata de Afrodita/Arles.


Como ha sido la tónica de "Reflexiones", el relato está inspirado en una canción. Para esta ocasión "Sweet dreams" de Eurythmics (la original).


Espero que sea de su agrado.

Dulces sueños

 

Los dulces sueños están hechos de esto

¿Quién soy yo para no estar de acuerdo?

Viajo por el mundo y los siete mares

Todos están buscando algo

 

El sonido de mis pasos resuena fuerte en el frío mármol mientras me dirijo a la habitación patriarcal, vestido con la elegante túnica hecha a medida, ¿para qué me la habrá obsequiado? Es obvio que una vez dentro no me durará un segundo puesta. Mejor no darle vueltas, en ocasiones los deseos de ese hombre resultan incomprensibles.

Solo desearía que esta noche no me hubiese llamado, estoy cansado, la misión, el paseo en el pueblo… aunque admito que eso último me hizo feliz, hace meses que no salía con ellos, y es que nunca ha sido muy dado a los permisos especiales. Supongo que me lo gané.

Ese par, no son tan despistados como pensé, notaron que algo pasaba cuando salimos de la audiencia y tuve que ingeniármelas para desviar disimuladamente el tema. Como desearía que no indagaran, que no preguntaran, todo sería más fácil, porque esto no lo puedo compartir ni siquiera con ellos. Lo que ocurre en la cámara del Patriarca permanece ahí, resguardado entre las cuatro paredes. Nunca podría decirles que desde hace más de un año le sirvo de una manera diferente a la que hacen ellos, ¿qué pensarían de mí?

Mis reflexiones se congelan cuando me percato que he llegado, deteniéndome por inercia en el umbral de la puerta, esperando como siempre sus indiscutibles mandatos.

“Ven aquí” me dice escueto y directo, como siempre. Yo obedezco en silencio, también como siempre, acercándome con lentitud, sin poder quitar mi mirada de aquel conocido cuerpo.

 

 Algunos quieren usarte

Algunos quieren ser usados por ti

Algunos quieren abusar de ti

Algunos quieres ser abusados

 

 Esa cama es siempre suave, impregnada con un aroma especial tan suyo. Reconozco que le empiezo a encontrar el gusto... y es aterrador, porque voy confirmando que en realidad es a él a quien siempre quise y admiré. Lo siento Saga, no puedo fingir más… estoy cansando.

Luego de ordenar que me recueste, tarda apenas un instante en desprenderme de aquella finísima prenda, quedando al fin los dos desnudos y expuestos, frotando nuestros necesitados cuerpos. Lo deleito con mis sutiles gemidos, se que le gusta, lo veo en sus ojos, y por un instante quedo hipnotizado contemplando mi reflejo en ellos. Aquellos luceros tan transparentes, son malignos, si, pero esconden algo más, después de todo sigue siendo humano, aunque finja ser un Dios.

Es increíble que prefiera pasar esta noche conmigo antes que con su decena de doncellas, me siento intrigado y alabado a la vez, ¿será que me busca porque soy su mascota más fiel? ¿Porque soy el único que sabe que no es Saga? ¿Que el Santo desapareció hace años y vive prisionero en su interior?

Recuerdo bien esta tarde de otoño, no pude matarte cuando te revelaste ante mí, Saga, a pesar de tu voz y mirada suplicante fui incapaz de mover un dedo. No preguntes porqué, así es mejor, no querrás conocer la respuesta.

Los dulces sueños están hechos de esto

¿Quién soy yo para no estar de acuerdo?

Viajo por el mundo y los siete mares

Todos están buscando algo

 

Las embestidas se vuelven cada vez más enérgicas y cierro mis ojos para disfrutarlas con mayor intensidad. Me sostiene tan fuerte, me empuja con tanto vigor, muerde, succiona, lame, gime. Quién eres en realidad Arles, ¿de verdad hay algo de Saga en ti? Es por esa incertidumbre que nunca logro sostenerle la mirada durante mucho tiempo, de seguro piensa que es por miedo o respeto, yo mismo lo creía al principio, pero no, es desconcierto, siento que de alguna manera él está ahí, observándome, juzgándome.

¿Quién eres para juzgarme Saga? Todo esto es tú culpa, por abandonarnos, desplazarnos, por callar… no me dirás que esto ocurrió de pronto ¿verdad? Tú sabías que había algo mal en ti pero nunca advertiste a nadie… maldito egoísta, te negabas a mostrar al mundo que el gran Santo de Géminis no era perfecto, que había algo más tras esa inmensa bondad que todos admiraban pero nunca me terminó de convencer. Así es, jamás lo creí del todo, nadie podía ser tan perfecto y ya ves que tuve razón. Por algo se destaca la intuición en nuestra estrella, jamás consiguen engañarme por mucho tiempo, tu no fuiste la excepción.

 

Mantén tu cabeza arriba

Muévete

Mantén tu cabeza arriba

Muévete

 

La pregunta que me hace es extraña, más aún cuando sigue moviéndose con tanto ímpetu en mi interior… ¿qué se siente hacerlo ahora que se su verdadera identidad?, pues lo mismo de siempre, todo y nada a la vez. Pero no, afortunadamente alcanzo a morder mi lengua, esa no es la respuesta que espera. Sonrío simplemente, con fingida inocencia, y entonces respondo lo que desea escuchar, “Siempre me gustó santidad, precisamente porque usted no es Saga, nunca lo fue”, y en seguida hago algo inesperado, me acerco más y lo beso.

Detiene sus embestidas en ese mismo instante y me mira con severidad. Si, sé que fue un acto atrevido, pero quiero ver su reacción y pongo mi mayor esfuerzo para no desviar la mirada… fantástico, al fin se da cuenta, por fin se convence de que soy completamente leal a él. Aunque no porque sea un niño inocente como seguramente piensa, sino porque creo que su camino es el correcto, es mi propia convicción lo que guía mis pasos, pero está bien si no lo comprende, tampoco hace falta. Así como estamos nos entendemos muy bien.

Algunos quieren usarte

Algunos quieren ser usados por ti

Algunos quieren abusar de ti

Algunos quieres ser abusados

 

Retoma sus estocadas con gran fuerza, prueba de que lo complació mi respuesta. Eso es, convéncete Arles, soy fiel a ti y lo seré mientras continúes guiándonos como hasta ahora, incluso si debo seguir ensuciando mis manos. Para eso estamos los santos después de todo ¿cierto? Nuestro deber es hacer el trabajo sucio de nuestros líderes, ya sea él, Atenea, o quien venga como tirano de turno, el resultado es el mismo, nosotros somos los soldados ejecutores, los jueces y verdugos de quienes desafían el orden. Defendemos la paz con mano dura, como debe ser, y me enorgullezco de ello. Lástima que Saga no lo viera así, tal vez por eso nunca terminamos de entendernos.

De pronto, decenas de rostros comienzan a inundar mi cabeza y aprieto los dientes maldiciendo para mis adentros. Detesto cuando eso pasa, y más aún en situaciones como esta, ¿no ven que estoy ocupado? me distraen demasiado y no quiero arriesgarme a dejarlo insatisfecho. Esas pobres almas pierden su tiempo, jamás me he sentido culpable por cumplir sus órdenes, pero aún así aparecen, los rostros de aquellos infelices dándome una última mirada de súplica. A veces casi consiguen conmoverme, casi.

Una fuerte mordida en mi hombro logra borrar las imágenes y acallar los lamentos, al tiempo que siguen aumentando el ritmo de las embestidas, casi como si quisieran partirme en dos. Gracias Santidad, no se imagina el favor que me ha hecho. Se lo agradezco acrecentando el volumen de mis gemidos.

 

Los dulces sueños están hechos de esto

¿Quién soy yo para no estar de acuerdo?

Viajo por el mundo y los siete mares

Todos están buscando algo

 

Terminamos con un orgasmo sincronizado, su gemido gutural consigue excitarme. Curioso, esta vez realmente lo disfruté. Debe ser porque hoy al fin me ha tratado como el hombre que soy, no me ha mirado como a un chiquillo idiota… y es que no lo soy, me doy cuenta cada vez que veo mi reflejo en el espejo. No soy un niño, soy el Santo de Piscis, el hombre que el Patriarca necesita.

Cada vez confío más en que conseguiremos nuestro objetivo y saldremos victoriosos de la guerra santa. Por fin estoy dispuesto a jugarme la vida en ello, porque ahora lo hago por decisión propia, y vaya que las cosas se sienten diferentes cuando no te obligan.

Tal vez no sea el camino más amable, pero qué importa, el objetivo es el mismo, proteger la tierra. Arles puede hacerlo, si que puede, en cambio Atenea… ¿dónde demonios estará esa niña? Han pasado ocho años, probablemente ni recuerda que existimos, y aunque lo hiciera ¿de qué serviría? Una mocosa jamás podría guiarnos, solo él puede, solo él. No puedo evitar acariciar sutilmente su cabello mientras repito eso en mi cabeza, por favor no me decepcione Santidad, por favor Saga, quédate dónde estás.

 

Los dulces sueños están hechos de esto

¿Quién soy yo para no estar de acuerdo?

Viajo por el mundo y los siete mares

Todos están buscando algo

 

El cansancio llega sin previo aviso. La última misión realmente estuvo dura, después caminé mucho con esos dos, no me dejaron ni dormir una siesta, pero cómo nos reímos… “par de idiotas” pienso con una disimulada sonrisa.

La relación con mis únicos amigos, la aprecio de verdad, es pura, tan diferente a lo que tengo con el hombre que ahora me hace probar mi propia esencia… “agridulce”, si, ese es mi sabor.

Sé que solo me usa como un peón más, nunca he sido tan ingenuo para pensar que le importo. Pero aún así, sino es él ¿quién más? Nos estamos jugando la vida, no podemos fallar.

Soy un hombre, debo ser fuerte y mostrar de qué estoy hecho. Mi apariencia me ayuda, mi poder aún más, por eso sé que soy su arma ideal.

Espero que después de esta noche no dude más, que se convenza de que me he entregado a él en cuerpo y alma, que mi destino está unido al suyo. Le di la espalda a Saga, Santidad, ¿qué más pruebas necesita?

 

 Algunos quieren usarte

Algunos quieren ser usados por ti

Algunos quieren abusar de ti

Algunos quieres ser abusados

 

Lucho con todas mis fuerzas para no caer ante el sueño, detesta que me duerma antes que él. Sin  embargo, esta noche se muestra inusualmente comprensivo, incluso me dice que descanse… obviamente en su cama, nunca permite que vuelva a mi templo durante la noche, eso es un poco molesto, pero puedo tolerarlo, no soy un niño, no pienso armar berrinches.

Lo siento levantarse y caminar hacia la ventana, le gusta mirar en dirección a los templos. No entiendo porqué, es el mismo paisaje todo el tiempo, jamás ocurre algo interesante… o será que él consigue ver cosas que yo no. Otra vez, me doy demasiadas vueltas. Prefiero dejar de pensar y acomodarme en su cama… su olor, realmente me estoy acostumbrando.

- Siéntate y observa con atención Santo… cuando acabe con Atenea, no solo el Santuario, el mundo entero será mío, y tus queridos camaradas me ayudarán a conseguirlo, tristemente, la mayoría sin ser consiente –le escucho decir burlesco- solo tres me seguirán hasta el final conociendo mis verdaderos planes. Si, fue muy mala idea no prestarles suficiente atención, lástima que sea muy tarde. Solo observa Géminis, pronto verás al mundo rendido a mis pies.

Otra vez hablándole en voz alta, ¿Saga realmente escuchará? Es un poco aterrador pensarlo. No quiero hacerlo, prefiero olvidar que comparten el mismo cuerpo. Lo siento Saga, no puedo ser lo que querías, nunca lo fui, viviste una mentira. Esto es lo que soy y me enorgullezco, Afrodita de Piscis, Santo del Patriarca Arles, mi único y verdadero líder.

 

Los dulces sueños están hechos de esto

¿Quién soy yo para no estar de acuerdo?

Viajo por el mundo y los siete mares

Todos están buscando algo

 

Por favor Saga, jamás vuelvas a aparecer frente a mí, no quiero ver tu rostro, no quiero verme reflejado en tus ojos. Solo déjate llevar y todo saldrá bien, estaremos bien, si, estaremos bien. Siento que comienzo a desvariar y poco a poco voy cayendo dormido, hasta que la presencia de aquel hombre interrumpe mi viaje onírico y vuelve a apoderarse de mis pensamientos. La cama se hunde con su peso, me abraza, huele mi cabello, siempre lo hace y siempre me doy cuenta.

Así terminamos yaciendo como tantas otras noches y seguramente lo haremos muchas más en el futuro, mientras no se canse de mi. La verdad, dudo que lo haga, me necesita tanto como yo a él… por nuestra misión, claro está, lo necesito para cumplir con nuestros objetivos.

Me doy cuenta de que no somos tan diferentes, ambos entendemos cómo funciona el mundo, no tememos mentir ni utilizar a otros por el bien mayor. Por eso él es mi Patriarca, mi señor Arles, quien nos llevará a la victoria final. Usted no nos defraudará, Santidad, sé que no lo hará.

Notas finales:

Así termina la primera parte. Si desean dejar algún comentario, crítica constructiva, impresión, etc, será muy bienvenido por esta autora.

Nos vemos en la segunda parte, donde Afro tratará con Saga.

Saludos :)


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