Los cumpleaños son para celebrar el aniversario del nacimiento de una persona y se festeja una vez al año acompañado con tus seres más queridos, todo es alegría y felicidad por que es tu día el que festejan eres el centro de atención, pero no todos pueden disfrutar de un cumpleaños feliz y radiante. Hoy es el 10 de octubre el día que nació Uzumaki Naruto y también es el día en que el Yondaime Hokage murió al salvar a Konohagakure del ataque del poderosos Kyuubi no Yoko llevándose la vida de muchas personas en su acto y todo paso hace 22 años.
Era un día hermoso en la villa de la hoja, las calles están concurridas por muchas personas, entre la multitud se encuentra caminando un chico de dorados cabellos, de piel acanelada con tres marcas en cada cachete que lo hace ver como un Kitsune, unos ojos tan azules como el cielo y un cuerpo bien formado con todo el esfuerzo y trabajo duro que ha entrenado durante estos años, pero para él no era un día hermoso, sino un día sin sol. Camina lentamente hasta la torre de la Hokage, la gente lo saluda eufóricamente, como no saludarlo así, si él los salvo de la cuarta guerra ninja, es un héroe, gracias a él ya no había más peleas sanguinarias, ya no habría más muertes, ya no habría más sufrimiento por ese infierno que se soltó en esa guerra, ahora podrían vivir en paz y en armonía.
Naruto no devolvía el saludo energéticamente solo muestra esa sonrisa que siempre ponía, pero nadie sabe la verdad de aquella sonrisa. Mira a la gente y solo tenía en mente como describirlas: Hipócritas. Esa era la palabra que tenía en mente en estos momentos, como podían olvidarse como lo trataban de una manera tan brutal y más en este fatídico día, claro solo porque salvo la villa podrían olvidarse de los malos tratos y dejarlos pasar como si no hubiera pasado nada, pero para Naruto no puede olvidar todo lo que le hicieron.
Naruto llego hasta la torre del Hokage para ver si había una misión afuera de la villa, pero al parecer no era su día. Tsunade le había dicho que no había misiones últimamente fuera de la villa, se fue de ahí enojado, Tsunade se preocupó por la actitud del rubio, últimamente no era el mismo y esto la preocupaba mucho más, bajo la mirado y suspiró fuertemente lo dejo pasar. Naruto camina hacia el bosque, sus mechones dorados tapaban su vista, quería estar solo. Cuando estuvo lo suficientemente lejos de la villa, se paró enfrente de un árbol y con un solo golpe acabo con el árbol, está enojado, frustrado, desesperado, unas finas lágrimas empezaron a caer, lentamente se fue sentando en el suelo, recargo su espalda en un trozo del árbol que destruyo.
Miro su muñeca derecha, empezó a desprender chakra y poco a poco en su piel se podría ver cortes, algunos eran viejos y otros nuevos, libero el Jutsu que siempre uso para cubrir sus cicatrices, esas cicatrices nunca dejo que Kurama lo curará, tal vez era porque esas marcas contaban su vida o simplemente no quería ni él sabía por qué. Todo su cuerpo tenía cicatrices, la mayoría causadas por los aldeanos y las peleas que tuvo que enfrentar, otras eran causadas por él mismo. Nadie sabía de esto……nadie ni sus Senseis ni sus amigos… amigos
¿Qué son los amigos? ¿Realmente tiene amigos? Esas preguntas rondaban por su cabeza siempre, el no sentía que eran sus verdaderos amigos, ellos lo tachaban como el payaso de la villa, el chico torpe, alegre e hiperactivo que siempre hacia bromas, el ninja número uno en sorprender a la gente, como todos lo conocen a ese chico que siempre tiene una sonrisa en su cara, pero ellos realmente no saben que todo es una farsa, todos estos años ha tenido una máscara, una máscara que oculta todo su dolor, su verdadero ser y nadie le importaba en conocerlo realmente, solo ponía una de sus sonrisas falsas y piensan que todo está bien y lo dejan pasar.
Saco un Kunai y lo dirigió a su muñeca derecha, uno…dos cortes, la sangre recorre su brazo hasta formar listones rojos, no sentía dolor alguno, de hecho, se sentía libre, cerro sus ojos y sus recuerdos golpearon su mente. Recordó como los aldeanos lo miraban con odio, esas miradas que le atravesaban como cuchillos y cegados por el odio lo perseguían por toda la aldea querían venganza contra el monstruo, contra él. Los golpes que recibía cada día eran tan dolorosos que les rompían las piernas, los brazos y las costillas incluso le lanzaban piedras, Shurikens y Kunais oxidados, lo dejaban casi muerto, nadie lo ayudaba en ese día. Todos los días tenía miedo de salir de su solitaria casa, no sabía que le podrían hacer, hasta que un día lo destrozo por completo, entraron a fuerza a su casa eran 5 hombres ebrios, lo empezaron a golpear y diciendo barbaridades que un pequeño niño no podía oír hasta que paso eso: abusaron de él como si fuera un muñeco. Ellos eran los monstruos.
Muchas veces pensó en herirlos, hacerlos sufrir como ellos lo hacían con él, pero no podía hacerles daño lo tenía prohibido. Quería morirse para no sentir más dolor, pero ¿Por qué no podía? Hay alguien que no podía dejar, una imagen apareció de repente en su mente, la primera persona que con un simple gesto formo un lazo real con él, aquella persona que lo trato diferente, que al estar con esa persona se sentía completo, podía ser él. Si lo veía triste el hacia todo lo posible en hacerlo reír o incluso hacerlo enojar para que olvidará su sufrimiento, aquel muchacho de piel tan blanca como la porcelana, su cabello tan sedoso y negro como la noche, sus ojos, esas perlas negras que cuando lo mira con esos grandes ojos, su corazón empieza a latir fuertemente hasta que casi se le saliera del pecho, ese ser tan especial tiene nombre: Uchiha Sasuske, su adoración, su teme.
Cuando eran Gunins se enamoró perdidamente de él, ama todo de él, su sonrisa prepotente, su mirada, su voz todas sus imperfecciones, para él es perfecto como es. Otro recuerdo pasó por su mente, la batalla que tuvieron en el valle sin fin cuando tenían 12 años, fue algo doloroso para Naruto, realmente no quería hacerle daño a Sasuke, disminuyo el poder de su Resengan y dejaba que él lo hiera, no quería que resultara herido, le partiría el alma si lo llegara a lastimar al tal grado.
Todos estos años de búsqueda para recuperarlo, de estar de nuevo con Sasuke, de sacarlo de esa maldita venganza y de la oscuridad que lo consumía lentamente no quería perderlo, Naruto sabía lo que se siente estar en la oscuridad, no quería que Sasuke se hundiera ya que él era su Luna, su guía y gracias a él seguía vivo. Lo trajo de vuelta, su preciado tesoro regreso, muchas veces pensó en confesarle sus sentimientos pero tenía miedo de perderlo no podía vivir si lo llegara a odiar, no lo soportaría. Abrió los ojos y se dio cuenta que anocheció, estuvo un largo tiempo reflexionando sobre su vida, no quería regresar a su solitaria casa.
En una parte del bosque, cerca donde se encuentra Naruto, se encuentra un azabache que también estaba reflexionando de su vida, todo lo que había pasado en estos años pero la mayor parte del tiempo, cierto rubio invadía cada parte de su mente, recordando todos los momentos que pasaron juntos, las dificultades que tuvieron que pasar y sin darse cuenta desde hace tiempo está enamorado de su sol, de su Dobe. Hoy era el cumpleaños de Naruto, se sentía mal por no irlo a ver para felicitarlo, estar con él, y estaba pensando en confesarle sus sentimientos, pero al igual que Naruto tenía miedo de perderlo. Camina lentamente pensando en decirle o no sus sentimientos, de pronto se detuvo, no podía creer lo que veía, su adoración estaba sentado ahí en la oscuridad, pero se veía destrozado, no dudo más y fue con él. Cuando se paró enfrente de él su corazón se oprimió al verlo así.
Naruto está hundido en depresión, no sabía que es lo que pasa a su alrededor, su máscara poco a poco se está derribando no sabía por cuanto tiempo iba a durar su careta. Sintió unas manos cálidas en su rostro, lentamente fue levantando la mirada y se topó con esos ojos que lo cautivaron, se veían preocupados, Naruto no sabía por qué.
-No lo hagas- La voz de Sasuke suena quebrada, a punto de llorar. No le gusta lo que está viendo, su Naruto en ese estado, quería ver a su sol radiante que lo ilumina cada día. –Por favor Naruto. - Finas lágrimas caían por su rostro de porcelana.
Naruto al verlo, se le rompió el corazón, llevo una de sus manos y limpio las lágrimas de Sasuke delicadamente. Gotas saladas caían de los ojos y no eran de Sasuke si no de Naruto. Algo adentro del rubio se rompió, su último pedazo de su máscara se había quebrado. Ya no soporta más, comenzó a llorar, gritar, sacó todo el dolor que tenía guardado todos estos años.
Sasuke abrazo fuertemente a Naruto y dejo que se desahogara, acariciaba los cabellos de Naruto, para que supiera que puede contar con él. Naruto se tranquilizó poco a poco, levanto su cabeza y miro fijamente a Sasuke sus labios están a pocos centímetros de tocarse, cerraron sus ojos y se unieron con un dulce beso donde trasmitían todo su amor y deseo que se tienen, se separaron por la falta de aire. No podían creer lo que acababa de pasar, sus sentimientos son correspondidos, Naruto llevo su mano derecha y acaricio su suave rostro, el azabache disfruto e la caricia, nuevamente se miraron y sonrieron. Pero no era una sonrisa cualquiera, era una verdadera llena de amor y felicidad, pensaban que esa sonrisa se había desvanecido, pero no, estar con la persona que amas demuestras tu verdadero ser.
Naruto beso nuevamente los labios de Sasuke y este correspondió, Naruto siguió besándolo, pero ahora paso por su cuello, Sasuke le gusta la manera de cómo lo besa. Naruto quiere demostrar su amor hacia su Sasuke, en un puff desaparecieron del bosque hasta llegar a la casa del rubio. Se encontraron recostados en la cama de Naruto unieron una vez más sus labios ahora era un beso apasionado, las manos de Naruto recorrían el cuerpo de Sasuke causando en él pequeños gemidos, Naruto le quito la playera y vio su hermoso torso, vio sus pezones y no se resistió en pasar su lengua, Sasuke arqueo ligeramente su espalda y reprimiendo sus suspiros.
Sasuke no se quedó atrás, también le quito la playera dejando ver su fornido cuerpo y algunas de sus cicatrices, se incorporó un poco para besarlas, llego hasta sus labios, quería besar esos labios exquisitos. Poco a poco iban desprendiendo sus prendas hasta llegar como Kami-sama los trajo al mundo, el deseo y la pasión los envolvían quieren demostrar su amor, Sasuke pasó sus manos por el trasero de Naruto y las apretó con fuerza, Naruto gimió ante esto, para Sasuke fue cautivador. Naruto empezó a masturbar el miembro de este, ya que se encontraba excitado causándole gemidos fuertemente, el rubio empezó a lamer su miembro lentamente y se lo metió a la boca.
-Ah…
-Ahh Na…ruto…ah- Sasuke gemía y Naruto recorría su lengua en el pene de él.- Ahh….Naru…me….vengo- Al no resistir más dejo salir toda su esencia la cual Naruto bebió gustosamente; Naruto subió hacia los labios de Sasuke y beso sus labios salvajemente y apasionado. Lo sentó en sus piernas, y siguieron con el beso ardiente, sus lenguas recorrían toda la cavidad de sus bocas. Se separaron por la falta del bendito aire.
Naruto llevo tres dedos y los metió en la boca de Sasuke, lo cual el saboreo placenteramente llenándolos de saliva, una vez listos Naruto los llevo a la entrada de este y metió el primer dedo, causándole a Sasuske un gemido de dolor, luego metió el segundo dedo y empezó a moverlo circularmente para que después metiera el tercer dedo, ya una vez que estuviera dilatada, saco sus dedos de la entrada de Sasuke, se acercó a la oreja de Sasuke y susurro suavemente:
-Te dolerá un poco, relájate Sasu. - Sasuke se relajó y Naruto metió su miembro de una sola estancada en el interior del azabache lo cual grito fuertemente.
-Ah… ah… ah… duele. - Naruto no se movió hasta que Sasuke se acostumbrara, Sasuke se le salieron pequeñas lágrimas de sus ojos, Naruto las lamio delicadamente, Sasuke se sonrojo fuertemente, quiso tapar su rostro, pero su rubio no lo dejo, Naruto quiere ver cada expresión que daba su azabache. Una vez que Sasuke se acostumbró al miembro de Naruto en su interior, empezó a mover sus caderas diciendo que estaba listo.
Naruto empezó moverse lentamente, varios minutos después las envestidas se volvieron más rápidas.
-Na... ru... to... más… ah... ahh... fuerte... ah.. ah.- Dijo Sasuke aferrado fuertemente a la espalda del Uzumaki y a la vez rasguñarlo en el acto, mientras este penetra fuertemente.
-Sasu… ke... ah... ah... er... es... tan… estre...cho… ah... ah.- Dijo Naruto muy excitado, para ambos es el mejor momento de sus vidas, al fin podrían demostrar todo su amor. Cuantas veces soñaban con este momento que al fin se hizo realidad.
-Ah... ah... me... me… vengo… ah.- Dijo Sasuke entre jadeos.
-Ah… ah... yo… ta... también… me... vengo... ah... ah.- Luego de que ambos se vinieron al mismo tiempo, Naruto en el interior de su Sasuke y este en el vientre del estómago de Naruto.
Naruto cayo exhausto en sima de Sasuke, pero sin llegarlo aplastarlo, sus respiraciones están agitadas, cuando se tranquilizaron Naruto salió lentamente de él y se acostó a su lado, se miraron a los ojos y pudieron ver un brillo especial en ellos, esas miradas que traspasan el alma.
- Tanjoubi Omedetou Naruto. - Dijo Sasuke con una voz armoniosa para los oídos de Naruto, nunca pensó en oír a su azabache con ese tipo de voz, se alegró inmensamente
-Arigatou, Sasuke. - Naruto le regalo una sonrisa, pero no era una sonrisa cualquiera sino una sonrisa verdadera que ilumina a Sasuke. Naruto atrajo a Sasuke hacia su pecho y lo envolvió con las sábanas y con un abrazo.
-No muestres esa sonrisa a nadie más, solo a mí, me oíste, Usuratonkashi.- Dijo Sasuke en modo de reproche, no quiere que mostrara esa sonrisa, es solo para él. Naruto solo pudo reír ante los celos de su ahora Koi.
-Claro Sasuke solo a ti te muestro mi sonrisa y nadie más. - Sasuke sonrió dulcemente y unió sus labios con un tierno beso.
-Aishiteru Dobe.
-Aishiteru Teme.- Ambos se rieron por los apodos que siempre se dicen. Poco a poco ambos cayeron en los brazos de Morfeo, la única testigo de su acto de amor fue la bella Luna. Para Naruto fue el mejor regalo de cumpleaños que le han podido dar, ahora en adelante sus días siempre estarán iluminados junto con la persona que siempre amo ya no pasará en soledad de nuevo y luchará para que esta llama jamás se extingue.