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No es lo que parece por Arale Hiwatari

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Notas del capitulo:

Siento la demora. Y me disculpó de antemano por si encuentran alguna falla de redacción o de ortografía, todo lo escribo en mi celular y es algo difícil.

Un mes había pasado desde que llegué a la universidad de Rakuzan. Había sido muy agradable mi estadía debido Akashi y sus amigos; él y Kuroko tenían un relación muy estable y en ciertas ocasiones, algo empalagosa, pero todo eso era soportable gracias a la presencia de Furihata, no sé como él soporto tanto solo, pero ahora; cuando la feliz pareja se encerraba en su mundo, él y yo comenzábamos a platicar y lo sobrellevábamos mejor.
 
En ese mes de platicar con él me di cuenta de que era un chico muy tierno y sencillo, al mas mínimo comentario inapropiado se sonrojaba o desviaba su mirada de manera adorable. Tenia claras sus metas y se esforzaba por ellas. Un detalle que me llamo la atención fue que estaba becado. Eso me hizo admirarlo más, pero también me hacia sentir mal por saber que le estaba mintiendo.
 
Así es, yo no había sido totalmente sincero con él y eso me remordía un poco pero es que también, cuando lo empecé a tratar más, me di cuenta de que él estaba muy interesado en esas cuestiones de estatus, clase social o posesiones. No lo tachaba de interesado ni mucho menos pero a mi me había dado pena decirle que yo también era becado y que no tenia nada que ver con el lujo y poderío de mi tío y primo Akashi. Que si vivía en su casa solo era para ahorrarles a mis papás lo de una renta y que el dinero que tenia era porque lo ganaba trabajando para mi tío como cocinero en la mansión. Esto último también surgió a causa de Furi; como había comenzado a llamarle, ya que cuando lo invitaba a algún lado; él y yo solos, sabia que no podía llevarlo a cualquier lugar y para eso, necesitaba dinero, así que lo hable con mi tío y él me apoyo de esta manera, ya que tampoco estaba dispuesto a que me diera el dinero sin haberlo ganado. Además de que, siendo honesto, cocinaba mejor que cualquier chef que mi tío pudiera contratar. Así que cada que tenia oportunidad, invitaba a Furi a salir y poco a poco me daba cuenta de que lo que sentía por él, iba mas allá de un cariño como amigos.
 
Al darme cuenta de mis sentimientos, comencé a interrogarlo un poco más, sabiendo así que era un doncel y que no tenia pareja o mas bien, que en toda su vida no había tenido una ya que prefería concentrarse en sus estudios. Eso me lleno de ternura y a la vez, me daba el suficiente empuje para desear ser el primero en su corazón. También pude percatarme que él estudiaba tan arduamente para tener un buen trabajo y ayudar a su madre y hermano a salir de su actual situación, ya que su madre era viuda y trabajaba en casas ajenas para tener dinero y su hermano, al no haber estudiado, tenía un trabajo como asistente pero que no era tan bien remunerado. Con estas cosas, mi interés en él crecía hasta el punto donde tuve que admitir, que me había enamorado de Furihata Kouki.
Antes de declarar mis sentimientos, decidí consultarlo con mi primo. Este día, después de la comida, le había preguntado si tenia tiempo y me dijo que si, así que al terminar mis deberes, fui a su habitación y toque la puerta. 
 
Un suave – adelante – se escucho y entre.
— Y bien Taiga, ¿Qué es eso de lo que querías hablar? – con un gesto de su mano me indicó que me sentara en el sofá que había en su cuarto
— Pues verás, Akashi… mmm – hablaba algo cohibido ya que era un tema que me provocaba algo de pena – Sabes que desde que llegue he pasado mucho tiempo con Furi y… me preguntaba si tú, que lo conoces de mas tiempo, podrías ayudarme – se sobe la cabeza
— Te gusta – lo afirmo y fue tan repentino, que mi respuesta ssaliósin titubear
— Sí – y al admitirlo, mi rostro enrojeció un poco
— Me parece bien Taiga. Kouki… - mi primo se dirigía a las personas por su primer nombre – es un doncel bastante peculiar y, porque no decirlo, atractivo. Su timidez y su sencillez son parte de ello y a sido un buen amigo a lo largo que llevo de conocerlo. Si te interesa, tienes todo mi apoyo para conquistarlo y también he de advertirte: Si llegas a lastimarlo, no tendré piedad ni por ser mi familia – me dijo de manera tétrica – Es un chico muy importante para Tetsuya y si algo le pasará, mi novio se deprimiría y yo odio ver a mi novio triste, ¿está claro? – 
— Si.. – conteste con algo de miedo – Entonces… ¿Cómo crees que sea la mejor manera de confesarle mis sentimientos? Es que… nunca antes lo he hecho – le  dije en un susurro
— ¿Nunca has tenido pareja Taiga? –
— Si pero siempre han sido ellas o ellos quienes se confiesan… y yo termino aceptando porque me da pena decirles que no –
— Ya veo – dijo serio - ¿Tienes algún inconveniente que entre yo y Tetsuya arreglemos algo para ustedes? Es él quien mejor conoce a Kouki, así que seria lo mas apropiado. Yo me haré cargo de todo lo demás –
— Se los agradecería mucho Akashi… Muchas gracias – no sabia si confiar en ellos era tan buena idea pero… lo haría con tal de estar con Furi.
 
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Así paso una semana en la que Akashi y Kuroko prepararon una “romántica cena” para mi y Furi. Iba a ser en un restaurante no muy elegante pero tampoco tan sencillo; Akashi había querido que fuera en el mas exclusivo de todo Kioto pero Kuroko no se lo permitió, ya que sabía que eso incomodaría un poco a su mejor amigo. 
 
Toda la semana yo estuve con los nervios de punta e incluso trate de evitar a Furi, ya que sentía que con solo verlo, terminaría contándole todo y la sorpresa se arruinaría. Solo hablaba con él en los almuerzos y a la salida, argumentando que tenia mucha tarea cada que me pedía salir a pasear. Fue un dura semana y lo digo también porque Kuroko, su autoproclamado protector, me sometió a un interrogatorio exhaustivo acerca de mis intensiones con Furi; por suerte, lo aprobé y me dijo que esperaba que las cosas se dieran bien entre nosotros.
 
Así que el viernes, al salir de clases, ya con todo preparado y la aprobación de Kuroko, invite a Furi a cenar en la noche; diciéndole que pasaría por el a las 7. Adore ver su carita emocionada diciéndome que si y que estaba contento, ya que por estar alejado esa semana, él pensó que ya no quería ser su amigo. Le dije que no se preocupara, que en la noche aclararía sus dudas. Me despedí en la puerta de su casa y subí al auto para llegar a la mansión, donde mi primo me mando al salón de descanso porque me iban a preparar para en la noche.
 
Al entrar, grande fue mi sorpresa al ver a un grupo de jóvenes y señoritas que habían adaptado todo para simular ser un spa. Trate de huir de ahí pero mi primo me lo impidió, diciendo que era necesario para la cena; así que suspire y deje a los chicos hacer su trabajo.
 
Así pase toda la tarde, entre exfoliaciones, masajes y arreglo de uñas y cabello. Una vez listo, me vistieron con el único traje que tenía y me dieron los últimos toques. En el proceso, solo me habían dado de comer cosas ligeras y tenia demasiada hambre, esperaba no comer demasiado en la cena.
 
A las 6:30, al fin, iba de salida a recoger a mi cita en un auto no tan lujoso; cortesía de mi primo, pero lo suficientemente decente. Llegue a su casa y toque la puerta; cuando esta se abrió, juró que mi mandíbula colgó hasta el suelo y es que Furi estaba en verdad se veia bellísimo. Llenaba su cabello peinado de lado; dándole un aire mas maduro, un pantalón de vestir negro y una camisa de manga larga color marrón; que resaltaba el color  de sus ojos y para finalizar, un blazer café oscuro que le daba todo un porte casual y ligero.
— Furi… wow! Estas … te ves increíble – tome su mano para caminar al auto
— Tú también te ves muy bien Kagami, no me imagine que la cena fuera a ser de traje. Ahora me siento fuera de lugar –
— No, no es así… estas perfecto – abrí la puerta del auto y le ayude a subir. Subí del otro lado y antes de arrancar le dije – Gracias Furi, por aceptar –
— No es nada Kagami, mas bien gracias a ti por invitarme – y me regalo una de sus hermosas sonrisas que aceleraban mi corazón.
 
El trayecto fue bastante ameno, platicando de la escuela y los deberes, de los amigos y de una que otra anécdota. Al llegar al restaurante me dirigí al estacionamiento y deje ahí el auto. Nuevamente le abrí la puerta y le ayude a bajar, tomando su brazo en mi codo para caminar al local.
 
Una vez dentro, informe de la reservación a nombre de Kagami Taiga e inmediatamente nos pasaron a una bonita mesa para dos personas, algo apartada de las demás, dándonos así una mayor intimidad.
 
Observaba las reacciones de Furi que miraba asombrado el restaurante y se pegaba un poco más a mi al sentirse inseguro. Una vez en la mesa, se relajo un poco.
— Kagami… en serio debiste decirme a donde veníamos – estaba con sus mejillas sonrojadas
— No es nada Furi, estaremos bien. ¿Te gusta? –
— Si, es hermoso. ¿A qué se debe todo esto Kagami? – 
— Primero cenemos, ¿Si? Sabrás todo al terminar – él solo asintió y comenzó a ver la carta para pedir su cena. 
— Kagami… esta comida… los precios… - me dijo de manera tímida
— No te preocupes. Pide lo que gustes – sabía que eran precios algo caros y supuse que no se sentiría cómodo pidiendo algo así, por lo que lo tranquilice – Si no me alcanza, me quedo a lavar los platos – le sonreí y con eso pareció tranquilizarse.
 
Un mesero se acerco y pidió nuestra orden y se retiro a cumplirla. Unos minutos después, la llevo.
— Buen provecho Furi –
— Buen provecho Kagami – y comenzamos a cenar mientras seguíamos platicando y conociéndonos mas.
 
La cena paso de manera agradable, llena de sonrisas y bellos sonrojos por parte de Furi. Ahora solo estábamos comiendo un postre de chocolate que él había pedido y yo uno de vainilla.
— Kagami… ¿Ahora si me dirás el motivo de todo esto? – me pregunto curioso
— Si… - me aclare la garganta para hablar – Furi… tú sabes que hemos pasado poco tiempo juntos y que… bueno, aun así, la amistad se dio de manera única y especial. Conoces gran parte de mi vida como yo de la tuya y… - estaba nervioso – bueno, la verdad es que con todo lo que se de ti y conozco de ti yo… - tome su mano por sobre la mesa – no pude evitar comenzar  quererte mas allá de lo que haría un amigo… me gustas Furihata Kouki y me gustas mucho. El motivo de esta cena es para eso, para decirte mis sentimientos y pedirte apropiadamente que salgas conmigo – jale suavemente su mano para subirla a mis labios y besar su dorso - ¿Te gustaría salir conmigo Furi? –
 
El rostro de Furi estaba totalmente rojo y sus ojos abiertos por la sorpresa. Lo ví abrir y cerrar sus labios en un intento de hablar pero ningún sonido salía de su boca. Cuando logro calmarse un poco, me miro con sus grandes ojos chocolate serios y una expresión indescifrable en su rostro:
— Kagami… yo… -
 
 
 
Notas finales:

Esperó puedan dejarme su opinión y si no, aun así agradezco a todos aquellos que lean mi historia.


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