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¿Amor o Dinero? [ChanBaek] por Nairshii

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Notas del capitulo:

¡Holiwis! Espero que les guste este pequeño OS. Pueden encontrarlo en Wattpad también :3

11 de Septiembre del 2001.

—¡Qué tenga un buen día señora! —saludaba con una alegría indiscutible un tierno niño de unos diez años.

—SooYoung, ¿cómo tu hijo puede ser tan tierno? —miraba con una dulzura extrema al niño que estaba parado en la butaca, detrás del mostrador.

—Los genes deben de ser —respondía simple y con una risa la cuestionada.

—Señora Park, ¿en dónde está ChanYeol? —con una curiosa mirada, empezaba a inspeccionar si se encontraba el mencionado—, no lo veo —con un gesto de aburrimiento se dio por vencido, el chico no se encontraba en el lugar.

Como si la señora Park se hubiera puesto a recordar algo, empezó a rebuscar en su cartera lo olvidado.

—¿En dónde lo había puesto? —susurraba con sus cejas fruncidas, siguiendo con su búsqueda—. ¡Lo encontré! —exclamó con orgullo.

El niño pudo visualizar que la señora Park sacó de su bolso una hoja doblada, no alcanzaba a ver tanto aunque esté parado en aquella butaca que su papá le había dado, en esos momentos odiaba su altura, hasta su amigo era más alto que él y eso le molestaba en cierta manera.

Cree que su defecto viene a ser su estatura.

Además de ser muy juguetón.

Puede que sea un charlatán.

Pero no, su estatura es su defecto; aunque tomara leche y comiera mucho, igual no crecía, empezaba a creer que sus padres le mentían, ¡ni siquiera es más fuerte!

—BaekHyun, mi hijo me pidió que te diera esto —le entregaba con una sonrisa al pequeño la hoja.

Con emoción infinita, BaekHyun agarró con mucho gusto la hoja, como estaba doblada, la abrió y de inmediato pudo reconocer la letra un tanto fea de su amigo. De inmediato necesitaba ayudarle al otro con su escritura, aunque su gramática y su ortografía eran impecables, la caligrafía era un horror.

¡Cualquiera iba a gritar al verla!

El niño sólo atinó a reír, con el tiempo la caligrafía de su amigo cambiaría, tenía una pequeña esperanza sobre eso.

Como dicen, la esperanza es lo último que se pierde.

«BaekHyun-Hyung, hoy no pude ir con mi mamá al negocio de tu mamá porque tengo muchas tareas de la escuela, estoy muy triste, yo quería verte.

¡Mamá me dijo que puedes venir a casa este fin de semana para jugar mucho! Te espero.

Te quiero Hyung :D».

Ahora BaekHyun entendía todo a la perfección, bueno, él también tenía muchas tareas de la escuela pero de igual forma tenía que ayudar a su mamá con la confitería, ¡tiene que empezar a saber lo que es poder trabajar por sí mismo! O bueno, eso pensaba él, teniendo un pensamiento para el futuro.

—Mamá, ¿puedo ir a jugar con ChanYeol este fin de semana en su casa? Di que sí —puchereaba el niño, llamando la atención de los presentes que estaban en el negocio, causando ternura en todos ellos, sin ninguna excepción—. ¡Prometo no esconder más los zapatos de papá o de bañar al gato sin su consentimiento!

SooYoung besó la frente de su hijo, causando suspiros en las personas que observaban la escena con admiración pura.

—Claro que sí mi niño, ¿no te causará problemas JiMin? —preguntó a la señora Park, esta negó al instante.

—BaekHyun es bienvenido a toda hora, no causa problemas, es más, la casa es muy divertida cuando él hace presencia —así JiMin se estiró un poco hacia el mostrador y besó la mejilla del pequeño travieso.

En definitiva, ese día muchas personas sufrieron de diabetes, pero uno muy bueno.

14 de Septiembre del 2001.

— ¡ChanYeol!

— ¡BaekHyun!

Los dos amigos se abrazaron al instante, justo cuando la señora Park abrió la puerta de su casa a los invitados de ese Sábado, teniendo que lidiar dos días y medio a su pequeño hijo, estando este demasiado emocionado por ese día.

—Te extrañé mucho Hyung —hablaba el más alto, teniendo su cabeza en el cuello del otro, pensando a la vez que su amigo tenía un aroma muy dulce, más bien, una colonia muy dulce e irresistible.

—Yo también te extrañé mucho ChanYeol —susurraba el más bajo, teniendo un agarre muy fuerte hacia su amigo, como si se fuera a ir.

—Niños, todos los días se ven en la escuela, es más, ayer se vieron allí —con risas, las madres negaron, SooYoung tenía razón, ellos estaban en la misma escuela y en el mismo salón, no podían quejarse pero sus hijos eran así.

Eran como uña y mugre.

Eran los mejores amigos que pudieran existir.

Nada, ni nadie, los podría separar.

—Mejor pasen, ChanYeol, deja respirar un rato a BaekHyun —decía JiMin, haciendo que los invitados pasen y que el alto, con suma tristeza y pesadez, se separara de su amigo.

— ¿Y tu papá? —preguntó en la oreja derecha del alto, BaekHyun.

Le extrañaba que el papá de su mejor amigo no estuviera presente, siempre estaba y jugaba con ellos, era muy divertido, era todo lo contrario a su propio papá que tenía que trabajar hasta los fines de semana para llevar el pan de cada día a su familia.

—Está en el jardín, según me había dicho, está preparándonos una sorpresa.

La sonrisa en el más bajo hizo presencia, y miró a su amigo con suma felicidad.

—ChanYeol, puedes irte con BaekHyun a tu habitación para jugar mientras la señora Byun y yo conversamos en la cocina, tu papá pronto te llamará —exclamó JiMin, haciendo señas a su hijo para que fuera a disfrutar del tiempo con el bajito.

—Vamos BaekHyun, ya escuchaste a mi mamá —estiró de la muñeca a su amigo, invitándolo con ganas.

—Mamá, nos vemos luego —se despidió BaekHyun haciendo que la señora Byun le mande un beso en el aire.

Los dos niños corrieron hasta la habitación del alto, la casa al ser de una plaza nada más, no era tan grande pero sí lo suficiente para la familia Park.

— ¡BaekHyunnee! —gritó una voz detrás de ellos, haciendo que el mencionado pare cualquier movimiento y se volteara con felicidad hacia el llamado, soltando el agarre que tenía con ChanYeol.

El alto frunció sus cejas con enfado y fastidio, ya sabía quién era.

—¡Yoora-Nonna! —gritó también BaekHyun, con la diferencia que este estaba levemente sonrojado.

Park Yoora era la hermana mayor de ChanYeol, era una niña muy linda, teniendo un espíritu muy brillante al igual que su hermano, irradiando belleza por todos sus poros, teniendo varios pretendientes a sus pies pero teniendo sólo ojos para el mejor amigo de su hermano.

Ella tenía un fuerte gusto por BaekHyun y eso ChanYeol lo sabía, él amaba a su hermana pero esta irradiaba peligro cuando BaekHyun estaba cerca de ella.

—Noona, estás muy linda —decía todo sonrojado el más bajo, mirando de manera brillante a la hermana de ChanYeol.

Esta llevaba consigo un vestido con diseño de flores color celeste pastel, unas sencillas sandalias color blanco teniendo a la vez como accesorio un collar plateado, su cabello lacio era lo que más resaltaba en su aspecto, le hacía ver muy tierna.

—BaekHyun-Oppa está muy guapo —comentaba la niña con un ligero sonrojo a la vez, notando la mirada del niño que le gustaba, se había puesto linda para él.

Había hablado con su mamá y esta estaba dispuesta a que Yoora junto con BaekHyun sean parejas en el futuro, cuando sean más grandes, estaría tan feliz siendo familia de su amiga y viceversa.

ChanYeol miraba todo con disgusto, su hermana quería quitarle a BaekHyun, a su BaekHyun, eso no le gustaba para nada. Agarró la muñeca de su amigo y lo arrastró junto con él a su habitación, donde antes se estaban dirigiendo hasta que su hermana había aparecido, cautivando al más bajo de manera impresionante y envidiable a la vez.

Yoora miró la escena asombrada pero no dijo nada, se metió a su habitación y empezó a escribir una carta para BaekHyun, le diría que le gustaba por ese medio.

Mientras tanto, BaekHyun estaba sorprendido por la actitud de su mejor amigo, este nunca fue así y aquello le sorprendía en demasía, era raro ver a ChanYeol comportándose de esa manera, y más con su hermana que había presenciado todo aquello.

— ¿ChanYeol? —preguntó el castaño una vez que estaban en la habitación del alto.

—BaekHyun, no te sonrojes más de esa manera si es que no soy yo —declaró el pelinegro mirando serio a su amigo—. Sólo puedes sonreírme a mí, sólo puedes avergonzarte por mí —enumeraba con sus dedos cada cosa que decía—. ¿Entiendes, BaekHyun? 

Tanta información para el pequeño cerebro del castaño.

— ¿Por qué? —preguntó extrañado por la actitud del alto, ladeó su cabeza de manera tierna, acción que hizo que su amigo sacara una sonrisa de admiración.

ChanYeol se acercó hacia él y besó su mejilla izquierda.

—Sólo hazlo BaekHyun, cuando seamos grandes los dos nos casaremos, ¿de acuerdo?

Los ojos de ChanYeol hipnotizaron al castaño, este sólo asintió sin siquiera poder entender muy bien lo que había dicho su amigo, pero lo hizo al verse afectado por el beso en la mejilla que le había dado el alto, nunca se demostraron cariño sin que fueran más que abrazos o sonrisas.

—BaekHyun-Oppa —unos toques en la puerta se hicieron presentes en el lugar, interrumpiendo el momento del castaño y del pelinegro.

ChanYeol suspiró con pesadez y abrió la puerta a su hermana.

— ¿Qué quieres? —preguntó de mala gana el alto, mirando a su hermana con enfado, más su hermana no se vio afectada por eso.

— ¿Y BaekHyunnee? —estando en puntillas, trataba de ver de manera insistente si el nombrado estaba por ahí.

— ¿Qué quieres? —volvió a preguntar frustrado el alto.

La niña bufo al ver que su hermano no le diría nada.

—Nada —soltó cansada Yoora, preparándose para irse del lugar y luego cumplir su cometido.

—Si viniste hasta aquí es por algo.

—En serio no es nada —contestó con indiferencia la niña, ya estando un poco harta de la insistencia de su hermano.

—Mientes —enfrentó el alto.

— ¿Y cómo lo sabes? —enfrentó de vuelta Yoora.

Siendo niños, actuaban de aquella manera.

—Cada vez que mientes, arrugas tu ropa con una de tus manos.

Y eso era lo que exactamente estaba haciendo la niña.

«¿Es adivino o qué?» se cuestionada interiormente Yoora.

—Ahora dime qué quieres.

La insistencia de ChanYeol colmó la paciencia de la mayor.

—Dale esto a BaekHyun-Oppa —le entregó un sobre al alto y se fue del lugar, ya no quería responder más cosas a su hermano, tenía suficiente y las damas no debían de pelear o discutir de aquella manera.

Su mamá la había educado bien.

ChanYeol cerró la puerta de su habitación y se dio la vuelta para ver a su amigo, este estaba sentado en su cama, sumergido en sus pensamientos sin percatarse de nada.

Mirando el sobre que tenía entre sus manos, dejó que el bajo siga de esa manera y así él aprovecharía para observar lo que su hermana le había entregado para que le diera a BaekHyun, como si fuera que él haría algo como eso.

Abrió el sobre y observó en su interior que había una hoja doblaba, al abrirla completamente, se dispuso a leerla, no le daría nada a su BaekHyun sin antes comprobar qué era aquello y/o que contenía aquello.

«BaekHyun-Oppa, la verdad no sé cómo expresar esto pero... Me gustas mucho, eres muy guapo y me gustaría que en el futuro seamos novios, ¡viviríamos juntos y nos daríamos muchos besos!

Espero una respuesta de tu parte <3».

La cara de ChanYeol era un poema al leer todo, arrugó la hoja al igual que el sobre y tiró en el basurero que se encontraba en su habitación, justo al lado derecho de su cama. Aprovechando que estaba al lado de la cama, se subió en esta y abrazó por detrás al castaño que estaba del lado contrario de la cama, sentado y mirando a la nada.

BaekHyun al sentir unos brazos rodeando su pequeña cintura, salió del trance emocional que estaba teniendo, siendo sorprendido por otro beso en su mejilla pero esta vez en la mejilla derecha.

—No te preocupes BaekHyun, juntos viviremos muchas aventuras juntos, viviremos una historia en la cual ahora está en blanco como un lienzo pero que lo rellenaremos de colores con el paso del tiempo, te quiero Hyung.

ChanYeol estaba recargando en sus rodillas su peso, estando en el colchón, rodeando con sus brazos la cintura de BaekHyun, mientras que este estaba sentado en la cama con sus pies colgando de esta, sintiendo el peso del mentón del alto el cual estaba recargado en su hombro derecho.

Los dos estaban disfrutando de ese momento, pensando en nada, sólo disfrutando de la calidez del otro.

El pelinegro estaba feliz, los dos utilizaban las camisetas de mangas cortas a rayas delgadas para mejores amigos, él tenía de color blanco junto con negro, mientras que el castaño tenía de color blanco junto con rojo.

—¡ChanYeol, tu papá les llama! —interrumpió el momento la mamá del pelinegro—. ChanYeol, ¿por qué te subiste a tu cama con tus zapatos puestos? ¡Qué haré contigo! —suspiraba divertida la señora Park al abrir la puerta del cuarto del alto.

—Vamos BaekHyun —con una gran sonrisa, saltó de su cama y la rodeó hasta llegar al lado de BaekHyun y brindándole su mano para que la entrelazara sus dedos con las suyas.

JiMin abandonó el lugar y el castaño agarró la mano del alto, entrelazando sus dedos y sonrojándose por ello, las acciones de ChanYeol eran muy lindas.

Como lo hizo la señora Park, los niños abandonaron el lugar y se fueron hasta el patio, en donde se encontraba el papá de ChanYeol.

— ¡Oppa!

BaekHyun trató de detenerse pero ChanYeol se lo impidió y siguieron su camino dejando a Yoora desconcertada.

—ChanYeol, tu hermana... —ni siquiera pudo terminar la frase porque el alto le calló poniendo su dedo índice en los labios del bajo, como señal de que callara, de que hiciera silencio y que no continuara.

—Ella no importa Hyung, no pienses en ella —suplicaba el pelinegro mirando al contrario y suspirando de paso.

Luego de aquella escena, se dirigieron al patio trasero.

Una vez que llegaron a su destino, pudieron observar al señor Park con varias herramientas y madera por doquier, el mayor al observar que los niños hicieron presencia, les sonrió y les hizo una seña con su mano para que se acercaran hasta donde él estaba ubicado, teniendo así una mejor vista de la sorpresa que este les preparó a los chicos.

—Damas y caballeros —empezaba a decir graciosamente el papá de ChanYeol—, es un placer para mí, mostrarles lo último de esta generación —seguía con su discurso y los niños se emocionaban cada vez más.

En el patio se podía observar algo enorme tapado con una gran sábana blanca, ocultando la sorpresa preparada por el mayor y dando así más intriga a los pequeños, con decir que estos estaban a punto de morir de la curiosidad, todo aquello los estaba carcomiendo por dentro y cada palabra que salía de la boca del señor Park, les comenzaba a dar muchas emociones mezcladas.

El alma de un niño es un tesoro preciado, nada de compara con ello.

—Con ustedes... —hizo una pausa larga dejando que los niños ya se pusieran a chillar de la emoción que vivía en sus cuerpos— ¡el fuerte C&B!

La sábana que estaba en la sorpresa se vio arrastrada, dejando así al descubierto una hermosa casa de madera, que obviamente, fue construida por el padre del pelinegro.

—Gracias, muchas gracias por los aplausos —hacía reverencias graciosas el mayor haciendo reír a los niños.

— ¿Y por qué C&B?  —cuestionaba la madre de ChanYeol quien se acercaba al lugar junto con la madre de BaekHyun.

—ChanYeol y BaekHyun —respondió simple el señor Park—. ¿Les gusta niños?

ChanYeol arrastró a BaekHyun hacia el fuerte, tomó la mano derecha del bajo y lo miró sonriente.

—Este será nuestro fuerte que más adelante se convertirá en nuestro palacio, BaekHyun,  en donde reinaremos por siempre, ¡seremos los reyes! —exclamó alto el pelinegro levantando las manos que estaban entrelazadas.

Los mayores rieron por la acciones de los pequeños.

— ¡Mamá! ChanYeol no quiere que hable con BaekHyun-Oppa —se escuchaba decir a una voz, una figura más hizo presencia en el lugar en donde estaban los demás personajes.

El pelinegro rodó los ojos.

—ChanYeol, ¿eso es cierto?

El mencionado no respondió y ni se inmutó a ver a los demás, puso en su lugar las manos que estaban alzadas e hizo que ni él ni BaekHyun voltearan.

—No te preocupes cariño, ya verás que cuando BaekHyun y tú sean mayores estarán juntos para siempre —hablaba dulcemente JiMin abrazando a su hija.

SooYoung y el señor Park asintieron a lo dicho por la mujer.

Con un fuerte apretón de manos, el bajo se percató de que al alto no le gustaba para nada aquella idea, podía sentirlo y estaba en lo cierto.

27 de noviembre del 2016.

Pestañeando de manera seguida y un poco rápida, para acostumbrarse a la luz, ChanYeol despertó con buen ánimo.

Se dispuso en estirar sus brazos y rodear a la figura la cual tendría que estar a su lado, acostado, sin embargo no encontró nada haciendo que el alto se despertara extrañado y un poco cansado, combinado con una pizca de frustración y tristeza, tratando de no pensar en ello, sonrió de igual forma, capaz y el otro se encontraba haciendo el desayuno, descartó la idea de que se estuviera bañando ya que no escuchaba el agua caer.

Se levantó de la cama y estiró su cuerpo una vez que estuvo parado, sacó un gran bostezo y sus pies empezaron a guiarle felizmente hasta la cocina de aquel departamento. Frunció sus cejas una vez que no captó el olor de la comida el cual debería de haber, este no existía en el ambiente.

Una vez que llegó a la cocina, no encontró absolutamente nada, al igual que en la sala, todo estaba desierto, ni un alma en el lugar.

—Estoy cansado de esto —exhausto, ChanYeol se dirigió al dormitorio que compartía con su pareja, se quedó en el marco de la puerta y sonrió con tristeza—. Feliz Cumpleaños para mí —suspiró con pura pesadez, cerrando los ojos y pensando en que BaekHyun ni una nota no le había dejado.

Abrió los ojos y a pasos lentos, se dirigió hacia el borde superior de la cama, sentándose en aquella orilla y sacando de la mesita de noche, un pequeño álbum de fotos del castaño y de él. BaekHyun siempre rellenaba aquel álbum en el cumpleaños del pelinegro, con una foto de ellos en cualquier lugar del año, en donde celebraban cada aniversario, siendo un día muy especial para ambos chicos.

Con una pequeña esperanza, ChanYeol abrió el álbum y empezó a rebuscar alguna foto de ese año, para ver si BaekHyun la había puesto.

Sorpresa, sorpresa.

Nada.

— ¿Qué te está pasando BaekHyun?

Y lloró, por tercera vez en toda su vida, lloró, no soportando más la actitud de su marido, siendo ya peor cada año.

Unas demostraciones de amor era lo que quería el alto de parte del castaño, él siempre le brindó todo a BaekHyun y este poco a poco apagaba su luz en aquella hermosa relación, llevando a un callejón sin salida todos los años de fuerte fortaleza que se creó en ellos, uniéndolos en un enorme vínculo.

Recordaba como si fuera ayer al pequeño BaekHyun, siendo tan diferente a lo que era en esos momentos, ¿las personas cambian tan rápido?

No hay tanta respuesta a ello, es un simple «sí» o un simple «no».

¿Para qué darle tanta vuelta al asunto?

—Fuerte C&B, ¿será que lo recuerdas BaekHyun?

Amargura sentía el pelinegro, pero no dejaría que le afectara tanto, tenía que trabajar y su aspecto debía de ser el mejor.

27 de Noviembre del 2001. [18:00 hs]

—BaekHyunnee...

—ChanYeol, ¿qué pasa?

Los dos niños estaban abrazados en el fuerte, estando acurrucados en una esquina derecha del fondo, tapados con una brazada del alto.

— ¿Me prometes que estaremos juntos por siempre?

BaekHyun sonrió mientras asentía.

—Siempre ChanYeol, por cierto, de nuevo te digo: Feliz Cumpleaños.

ChanYeol quedó hipnotizado al sentir un beso en su mejilla izquierda.

27 de Noviembre del 2016. [19:00 hs]

—He llegado ChanYeol.

BaekHyun entró cansado al departamento que compartía con su pareja, trabajar en la confitería era agotador, más cuando la clientela aumentaba de manera considerable, mucha a decir verdad.

El castaño al no obtener respuesta alguna, empezó a rebuscar al pelinegro, encontrándolo sentado en el sofá, leyendo una revista.

— ¿Amor o dinero? —escuchó decir a ChanYeol—. ¿Cuál prefieres? —cerró la revista y se dio la vuelta, encarando al recién llegado.

— ¿A qué viene esa pregunta?

La risa irónica del alto se hizo presente en el lugar.

—¿En serio lo preguntas? —toda risa se esfumó.

—No entiendo ChanYeol.

—Sólo elije —a BaekHyun le empezaba a extrañar el comportamiento de ChanYeol.

¿Qué hizo él para que ChanYeol se comportase de esa manera?

—Si vemos de manera más objetiva, el dinero es más importante, sólo piensa, sin el dinero no tendríamos una casa en donde vivir, no tendríamos para comer, no tendríam... —fue interrumpido por la voz tosca del pelinegro.

—Y por culpa del dinero te olvidaste de mi cumpleaños, ¿no? Así como de nuestro último aniversario, ¿o me equivoco?

Toda palabra que salía de la boca del alto, fue cerrada.

—Pero sólo piensa ChanYeol, a eso cualquiera le puede pasar, entiéndeme, el negocio tiene mucha clientela y es mejor, ganamos más y...

—Encima tienes el descaro de ponerme un pero, y como si fuera poco, con una justificación tan absurda, que, para mí persona, ni siquiera es una justificación.

—Tú empezaste preguntando y yo sólo respondo lo que pienso.

ChanYeol cerró los ojos, ¿en qué persona se ha convertido su lindo BaekHyun?

—Además, si no trabajo mucho no teníamos cómo pagar nuestras cuentas, te recuerdo que tu trabajo tampoco sirve de mucho.

Eso fue todo para ChanYeol.

— ¿Por qué te casaste conmigo? —cuestionó con dura voz el alto, cansado de la actitud del bajo—. Si crees que el dinero lo es todo, ¿por qué no te casa con él y ya? Vamos, tú lo haz dicho.

—No es eso ChanYeol —trató de defenderse el castaño.

El pelinegro se levantó del sofá y encaró mejor a su pareja.

— ¿Entonces qué es? BaekHyun, he soportado mucho, ya ni siquiera te reconozco —dio un suspiro al decir lo último—. Siempre soy yo el que anda pidiendo y suplicando una reconciliación al tener una discusión como esta, ¿alguna vez dejaste de pensar sólo en el dinero y en tu mismo? Dime, ¿por qué haz cambiado tanto?

Dicho esto, ChanYeol salió del departamento, no queriendo escuchar otra defensiva del bajo, estando harto de todo aquello y ese día fue donde su paciencia acabó, derrotándolo por completo y apoderándose una amargura enorme por cada parte de su cuerpo.

El castaño, por su parte, se quedó pensando en lo dicho por su pareja.

— ¿Qué hice?

BaekHyun se despeinó su cabello, estando molesto consigo mismo, pensando en qué se le habría pasado por su mente para haber decidido decir tantas estupideces, que en parte podrían ser ciertas pero que en otra parte, sólo serían cosas absurdas.

27 de Noviembre del 2016. [21:15 hs]

—BaekHyun-Oppa, ¿qué haces aquí?

Levantando la mirada, el castaño se percató de que Yoora le había abierto la puerta de la casa de los Park.

BaekHyun pensó que capaz y el alto estuviera en aquel lugar.

—Hola Yoora-Noona, ¿se encuentra aquí ChanYeol?

La mujer, al oír el nombre de su hermano frunció sus cejas, cambió de inmediato su rostro y negó con una sonrisa.

—No, ChanYeol no está aquí, ¿ha pasado algo entre ustedes? —preguntaba con supuesta preocupación la mayor, sonriendo radiante a la vez en su interior.

—Oh bueno, no, no pasó nada Noona, gracias por tu preocupación, si aparece ChanYeol por aquí, me avisas por favor, te lo agradecería de corazón.

Así el castaño se dio la vuelta para emprender rumbo a otro lugar, para ver si encontraba por ahí a su pareja.

—¿BaekHyun? ¡Oh! ChanYeol está aquí, ¿vienes a verlo?

La señora Park hablaba dejando a Yoora con un susto y dejando a BaekHyun con extrañeza.

—Hola señora Park, Yoora me ha dicho que ChanYeol no estaba aquí —respondió el bajo, dejando a JiMin confundida ahora.

—¿Hiciste eso Yoora? Hasta le saludaste a tu hermano cuando vino —con la mirada en su hija, JiMin trataba de que Yoora diera alguna explicación.

—¿Ah, si? Bueno, me olvidé —se excusó rápido la joven, junto con una risa nerviosa.

—Pasa BaekHyunnee, espero que ChanYeol y tú se arreglen pronto. 

[...]

—ChanYeol, lee esto por favor, te lo suplico.

Con la frente pegada en la pared, BaekHyun desliza una hoja doblada por debajo de la puerta de la casa o fuerte de madera que se encontraba en el patio de la familia Park, que al ser ellos pequeños, el padre de ChanYeol había construido para estos, desde ese día, aquel lugar era su escondite, tanto del castaño como del pelinegro.

El fuerte era testigo de varios momentos juntos.

Momentos tristes.

Momentos felices.

Momentos tontos.

Momentos de reflexión.

Tantas cosas habían pasado en aquel pequeño y recóndito lugar.

Era especial para BaekHyun y para ChanYeol.

Por debajo de la puerta, había un pequeño hueco, BaekHyun deslizó la carta por ahí, teniendo las esperanzas de que ChanYeol la leyera.

El pelinegro había escuchado todas las súplicas del castaño para que le respondiera y le abriera, pero su corazón simplemente no le hacía caso, hasta que sintió y visualizó una hoja en su mano.

Por su parte, el bajo al no tener ninguna respuesta por parte del alto, se recargó por la puerta y sacó de su mochila un cuaderno anotador, junto con un bolígrafo negro, escribiendo todo lo que sentía, impregnando en la hoja sus pensamientos al respecto.

Una risa leve se escapó de los labios del pelinegro al observar la hoja doblada que sostenía entre sus manos, se le hacía gracioso el que BaekHyun siga utilizando las cartas como medio de comunicación entre ellos. Desde pequeños, ellos se comunicaban por palabras escritas, se entendían por sí solos, era un medio especial y un símbolo de su amistad, claro, hasta que en la adolescencia a BaekHyun se le declararon varios chicos y chicas por medio de cartas.

Empezando por Yoora, claro.

Abrió la hoja doblada y leyó lo que el castaño había escrito para él.

«La verdad es que no tengo tanto que decir, estoy tomando en cuenta que la escena en nuestro departamento no fue algo que debería haber pasado, yo debí comportarme de otra manera, ¡hoy es tu cumpleaños! Dios, no merezco que me aceptes mis disculpas.

Con respecto a tu pregunta, no elijo ni el amor, ni el dinero, te elijo a ti, porque eres lo que realmente necesito en mi vida, ¿para qué necesitaré el dinero si no te tengo a tí? ¿para qué querría, yo, el amor de otra persona si no es el tuyo?

Te elijo a ti, y nada ni nada más que a ti Park ChanYeol, espero que me disculpes, no te digo que cambiaré de la noche a la mañana, pero haré lo posible para remedar cada uno de mis errores y no cometerlos de nuevo, espero que nos complementemos y nos podamos unir mejor como pareja.

Te amo Park ChanYeol y, ¡feliz cumpleaños!».

BaekHyun esperaba alguna respuesta del alto, hasta que sintió el tacto de una hoja con sus dedos.

Sonrió al instante.

Observó que era la misma hoja que él había utilizado para escribir, se percató que al dar la vuelta la hoja, se decoraba la letra de ChanYeol, no cambiando con el paso de los años.

«¡Trabaja Duro!».

BaekHyun no pudo hacer nada más que reír.

Notas finales:

Eso ha sido todo, espero que les haya gustado :3


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