Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por las calles por Deidara Sempaii

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

He tardado un poquitillo

Perdon jajaja tengo muchos fics que concluir al mismo tiempo :(

Y si, lo sé, no deberia empezar otros sin terminarlos.

Jack cerró sus ojos fuertemente esperando lo peor pero eso no llegó, pues su madre solo se asomó y lo vio a él solo.

—¿Qué haces afuera tan tarde? Anda, ve a la cama. No  te lo repetiré dos veces. —se dio medio vuelta y se fue.

Jack suspiró y echó su cabello negro hacia atrás.

—Parece que tendré que ir yendo. —dijo aquel muchacho.

—¿Eh? Claro. Te acompañaré.

—¿Qué? ¿Estás loco? —le sonrió. —acaban de amenazarte y tu como si nada.

—Es que... —flaqueó. —es para una buena causa.

—Una buena causa— rio imperceptible. —que gracioso eres chico. Dime ¿Cómo te llamas?

—Jack, ¿y tú?

—Hank... Escucha Jack, iré yo solo ¿bien? Tú te quedaras aquí.

Jack se limitó a asentir con la cabeza, pues estaba más pendiente a la actitud de Hank que a otra cosa. No parecía mala persona. No parecía.

 

Ya eran las once de la noche cuando Hank volvió a su humilde casa luego de que Jack se ofreciera, sin nada a cambio, curarle las heridas.

—¡Hermano! ¡has vuelto a casa! —un pequeño niño se asomo tras una cortina que pretendía ser una puerta. —¡eh, pero que te ha pasado! —se sobresaltó al ver semejante herida.

—No es nada, solo un disparo. Estoy bien —le sonrió sin una pisca de gracia.

—¡Hermano! —corrió hacia dentro para buscar algo con que sanar aquella herida. Pero luego se detuvo al verla bien. —¿Y esto? Parece Reciente ¿Quién te la ha curado?—se acercó, enarcando una ceja lo que hacía ver con más gracia aquellos grandes ojos miel, a diferencia de su hermano mayor que los tenia verdes, los cuales hacían contraste con su morena piel.

—Hey, hey tranquilo, ya está curada. Fue un chico de por ahí que me ayudó.

—¿Un chico? ¿Cómo? ¿De por ahí? Se extrañó —¿De qué hablas?

—Si... yo también me sorprendí, pero aunque me negué me ha dado alivio que lo haya hecho.

—Si supiera quien eres —se rió travieso.

—¿Y quién soy?

—Bueno... lo que dice la gente...

—Ya te dije que me vale nada lo que la gente diga de mi. —suspiró echándose sobre el sofá. —No me importa si creen que soy un ladrón solo por un malentendido.

—Yo sólo decía —comentó en un murmuro.

—Está bien —hizo amague de levantarse pero su hermano lo detuvo.

—¿No pensaras levantarte en ese estado, no? ¿Qué es lo que quieres?

—Perdón, perdón. —le sonrió. —quiero agua. Ya he venido solo hasta aquí.

—Ya se me hacia raro que te haya traído.

—-Hey, ese chico fue lo bastante amable conmigo, no hables asi. Si no me trajo fue porque yo no quise.

—Ya deja de fantasear. No volverás a ver a alguien así. La gente... es mala.

—Hey, tranquilo, tan pequeño ¿y con ese pensamiento? Las cosas no son tan asi, eh. Ya verás.

 

 

 

—¡Jack! ¡Te he dicho mil veces que no le des comida a los perros callejeros! ¡Pueden tener miles de enfermedades!

—Mamá... tranquila, solo un poco... —terminó de servirle en un pequeño plato, la comida que el mismo había comprado con sus ahorros y se levantó chocando con el rostro enojado de su madre.

—Ven para acá. —lo tomó de la camiseta.

—Mamá —pataleó como un chiquillo. —¡Sólo los estoy alimentado! ¡Pobres criaturas indefensas!

—No tenemos suficiente dinero y tú lo andas malgastando como si nada.

—¡Es mi dinero! —terminó de gritar en vano ya que su madre cerró la puerta en su cara.

Jack suspiró.

—Que poco comprensible. —bufó. —Por lo menos son mis amigos. —Suspiró echándose contra la pared con la vista puesta en el atardecer.

Se quedó pensativo un tiempo más y luego decidió entrar a su casa y preparar más comida para sus otros amigos perrunos. Al entrar, avanzó hacia la cocina y prendió la hornalla para calentar la comida. Espero paciente hasta que estuviera listo; camino por el pasillo vigilando que su madre estuviera en su habitación para que no fuese atrapado.

Salió con la hoya, literalmente, con ese montón de comida; salió por la puerta y se dirigió a la vuelta de su casa, en un callejón, donde se encontraba la mayor parte de los perros. De inmediato comenzaron a ladrar al verlo, emocionados, moviendo frenéticamente sus colas.

—Hey, hey tranquilos. Hay comida para todos. —les sonrió.

Comenzó a servirle uno a uno, con gusto de saber que estaba ayudando.

 

 

 

—¿A dónde vas hermano? No puedes salir aun.

—Ya,  tranquilo, estoy bien. Saldré a trabajar y traeré la comida que te guste ¿bien? —Hank le revolvió el pelo a su hermano. —Hoy te quedaras porque viene mamá y ya sabes como es ella.

Salió de allí con sus elementos para trabajar y entonces se cruzó con aquel muchacho. Sus ojos verdes quedaron posados un buen rato sobre Jack, observando su labor con los perros.

—Que chico... —su voz salió antes que pudiera razonarlo.

De inmediato Jack volteó al oír esa voz tan familiar. Era el ladrón del otro día.

—Hank... —murmuró. —¡Que onda! ¿¡Cómo has estado!?—le mostró una gran sonrisa de oreja a oreja.

El de ojos verdes se sorprendió ante tal trato que quizá nadie antes le habían dado.

Ese chico era diferente. A metros se veía su bondad.

—Estoy bien... —hizo amague de marcharse pero le dio intriga el seguir viéndolo— ¿Qué haces?

—Nada, solo alimentando a mis amiguitos  ¿no es verdad? —tomo uno de los cachorros y comenzó a acariciarlo.

—¿Por qué lo haces?

—¿Por qué no he de hacerlo? Si esta a mi alcance... a pesar de no tener todo el dinero del mundo, quiero ayudarlos. Es por eso que no tuve inconvenientes en ayudarte. Me gusta hacerlo... en realidad me gusto hacerlo... —lo miró con sus grandes orbes color café.

—¿Sin importar que sea un ladrón?

—Debió ser una buena causa... ¿no?

—¿Y que si no lo era?

—Estaba a mi alcance ayudarte. Eso basta.

Hank rió sutilmente.

—Me asombras.

—Ah, por cierto, me sobró mucha comida que preparé, ¿quieres un poco? Si no se come ahora será tirada.

—¿No te han dicho que eres muy confiado? No deberías confiar en desconocidos.

—Ya no lo eres. —le sonrió mostrando esa hermosa sonrisa que enamoraba a cualquiera.

—Claro. —sonrió imitando aquella sonrisa. -por cierto... gracias por ayudarme. Nadie antes lo habia hecho, Jack.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).