Ya había llegado el viernes y harían el hechizo del tiempo entre todos y hasta Dumbledor fue a mirar como salía todo, según lo predicho por los chicos el hechizo haría detener el tiempo pero no a ellos por aproximadamente dos horas, hoy sería la primera vez que lo usarían y verían que pasa, como dicen por ahí a ensayo y error.
-Hola – Les dijo a su hermano Orion y Ted que acababan de llegar juntos, a pesar del semi beso de la vez pasada eso quedo como un evento adverso y no volvieron a mencionarlo siguiendo como al principio.
-Hola – Ted saludo a Roger, su futuro cuñado estaba seguro, a James, Scorpius y Albus. El director llego después y hablaron un momento sobre algunas cosas.
-Bueno muchachos será mejor que hagan el hechizo pronto porque vienen Remus y Harry para tratar unos temas y no los puedo hacer esperar – Ante la mención de eso los chicos se pusieron manos a la obra, si sus padres venían o Severus o Sirius sabían sería malo para todos y sus tan esperadas vacaciones en la playa.
-Bueno todos al tiempo – Dijo Ted quien era el mayor, decidieron que los menores solo mirarían y el hechizo lo harían entre Orion, Ted y James. Los tres chicos hicieron el conjuro que creo una ventisca grande haciendo que todos se taparan por lo duro del viento y por unos segundos nadie se movió.
-¿Funciono? – Pregunto James mirando para los lados hasta que vio algo que no debería estar ahí.
Sirius y Severus estaban en la oficina del primero mientras este ponía algo de música, era viernes por la tarde y ya habían terminado con su jornada escolar y tenían todo el fin de semana por delante.
-¿Y eso? – Pregunto Severus escuchando la música que su esposo puso, algo lento y romántico. Sirius solo asintió y tomo a su esposo para levantarlo y pegarlo más a él.
-Los chicos están con Dumbledor y tenemos este par de horas para solo nosotros dos – Le susurró al oído haciendo temblar al fértil, desde que tenían dos hijos estudiando en su lugar de trabajo su tiempo juntos se redujo considerablemente.
-Aprovechemos entonces – Severus se pegó más y empezaron a bailar lentamente, se miraron fijo a los ojos para sonreírse con ternura, ambos estaban agradecidos de que a pesar de los años el amor y la pasión siguieran tan vigentes en ambos.
-Te amo – Sirius le dijo mientras le daba un beso esquimal que los dejo flotando en una nube de caramelo.
-También te amo – Severus le contesto y volvieron a mirarse con ansia sin dejar de bailar lentamente al ritmo de la música. Sirius le guiño un ojo y bajo la mano que tenía en la cintura del fértil hacia su trasero haciendo reír pícaro al doncel que lo beso suavemente empezando a aumentar el ritmo del mismo, pero en ese momento sintieron un fuerte viento proveniente de donde se suponen estarían sus hijos y los amigos de estos. Ambos suspiraron con cansancio, era demasiado bueno para ser verdad que sus hijos les dieran esos minutos de paz, ya sabían que se traían algo entre manos pero la verdad quisieron creer que nada malo pasaría.
-Solo ignóralo cariño – Sirius le rogo a su esposo mientras pegaba su frente contra la de su doncel, apretando más el agarre y afianzando la mano que tenía en el trasero de su esposo.
-Sirius hubo una explosión de magia y fue donde estaban los chicos y cre…. – Harry detuvo lo que estaba diciendo al ver la escena que se desarrollaba enfrente.
-Quieto Romeo, sube esa mano que estas en terreno peligroso – Remus le dijo burlándose de él y Harry no pudo evitar reírse, Severus se apartó rápidamente de su esposo mientras que Sirius suspiraba por la interrupción de ese par de idiotas.
-¿No pueden volver dentro de una hora? – Pregunto Sirius mirándolos de forma asesina por acabar de matar su tiempo romántico con su esposo.
-¿Una hora? Que goloso, te damos treinta segundos – Harry le dijo y Remus soltó la carcajada, ante eso Severus se puso rojo y controlo la situación.
-Mejor vamos a ver que hicieron los chicos – Les dijo mientras se adelantaba sin mirar a nadie en específico, ambos habían olvidado cerrar la puerta con llave y esos pudieron ser sus hijos, qué vergüenza!
En el salón estaban todos mirando con detenimiento esas cinco personas que estaban en el cuarto y que hace unos segundos no estaban, les tomo solo un poco saber quiénes eran sobre todo porque Dumbledor lo supo al instante.
-Lily, James, Remus, Sirius y Severus de 16 años – Dumbledor los miro con esa sonrisa bonachona que tenía al apreciar las bromas bien hechas de los merodeadores junior – Que curioso.
-¿Son ellos pero de 16 años? – Pregunto Orion esperando que la respuesta obvia a esa pregunta fuera otra, pero el asentimiento de cabeza de parte del director le dijo que no tendría suerte esta vez, ahora lo único que debían hacer era ocultar la evidencia de sus padres.
-¿Qué está pasando y quienes son ustedes? – Pregunto Severus Snape de 16 años que veía a todos lados sin reconocer ninguna cara excepto la de su amiga pelirroja y los estúpidos merodeadores.
-Ah hola, Soy Orion Black y estamos en el futuro, nada grave… espero – Le dijo el mayor de los Black y todos lo miraron extraño como si hubiese perdido la cabeza.
-Bueno solo tenemos que aguardar dos horas y volverán a su tiempo sin problema – dijo Ted. O eso realmente esperaba al igual que los demás – Lo importante es esconderlos mientras tanto.
-¿Escondernos? – Pregunto el joven Sirius, si ese era el futuro él quería explorar - ¿Por qué haríamos eso?
-Por favor deben hacerlo o mi padre me matara – Dijo Ted y los demás asintieron dándole la razón, ya les habían advertido a todos y en especial al chico Lupin que si hacían otra más asi, no habría fiesta de graduación.
-¿Qué comes que adivinas? – Le pregunto Remus Lupin mayor cuando entraba junto a los demás adultos, todos los chicos de ese tiempo temblaron de miedo ante esas miradas mientras que los jóvenes del pasado miraban a los recién llegados notando ciertas similitudes con ellos mismos.
-Papá – Grito Ted y los demás dieron un paso hacia atrás, Remus se acercó a su hijo y de paso miro de reojo a su otro yo y a los demás ahí.
-Explica Edward Remus Lupin – Le dijo con esa mirada que su hijo sabía no traería nada bueno.