Draco iba caminando junto con Ronald Weasly porque el director los mando a llamar, su esposo y la esposa del pelirrojo a su lado llegarían en cualquier momento, le preocupaba que los llamaran a los cuatro cuando normalmente solo necesitaban a uno de los dos.
-Estoy preocupado – Ron le hablo, ambos habían caminado uno al lado del otro en silencio pensando que podría pasar para que los llamaran así.
-Yo también – Reconoció Draco, ojala que no pasara nada grave. Llegaron a la entrada de la oficina del director pero en ese momento los pasó Hugo corriendo hacía el gran comedor.
-Vuelve aquí maldito bastardo – Albus paso también sin notarlos lanzándole rayos aturdidores al pelirrojo.
-No lo hagas Al – Scorpius iba detrás con cara de tragedia, Draco y Ron se miraron y decidieron de igual forma perseguir a sus hijos, al llegar ya los hechizos de Albus habían hecho que los estudiantes huyeran del comedor en plena hora de la cena.
-Albus Severus Potter ¿Se puede saber qué haces? – Pregunto Draco deteniendo un hechizo que le reboto a él.
-Mamá – Grito Scorpius y el poco color que tenía en su cara se fue – ¿Qué haces acá?
-Me mandaron llamar – Draco le respondió y Scorpius tuvo que sostenerse de una mesa para no caerse.
-Dile imbécil lo que hiciste – Albus le grito a Hugo mientras lo apuntaba con la varita, Draco y Ron miraron asombrados como si ellos eran mejores amigos ahora estaban en esa situación.
-Yo… - Hugo no dijo nada más y bajo la mirada, Scorpius se acercó y lo abrazo de forma protectora dándole confianza y de paso dándosela a él mismo.
-Yo lo diré entonces – Albus miraba la escena con sentimientos encontrados, sabía que ese bebé no lo hizo Hugo solo pero no podía hacerle nada a su hermano asi que toda su ira iba para su mejor amigo – Mamá Scorpius esta…
-No – Grito Scorpius y saco su varita y sin pensárselo mucho pronunció el primer hechizo que se le ocurrió y ese fue el hechizo del tiempo que él, sus hermanos y amigos mejoraron pero aún no perfeccionaban. Al instante el viento que habían sentido antes los envolvió y todos sintieron un tirón fuerte.
-Scorpius – Draco lo regaño, ahora según lo que le conto Harry tendría que lidiar con gente del pasado pero cuando levanto la mirada todo el comedor estaba lleno y las caras que veía se le hacían demasiado familiares.
-Maldición – Ron dijo por lo bajo y le señalo las estatuas que habían sido destruidas en la guerra, mirando alrededor notaron que nadie había ido al futuro sino que ellos habían vuelto al pasado
-¿Qué paso? – Draco pregunto mirando a Scorpius directamente quien bajo la cabeza, por Dios lo que estaba pasando debía ser grave.
-Lo siento, lo hice sin pensar – Scorpius se disculpó pero Draco no le hablaba de eso sino de la razón por la cual los llamaron al colegio.
-Disculpen gente pero están interrumpiendo una cena amena – Dumbledor de esa época les hablo y Draco y Ron se miraron preguntándose qué hacer, al fin y al cabo ellos eran los mayores.
-Hola, soy Albus y quiero matar al hijo de Ron Weasly ¿me das ideas? – Le hablo Albus a Harry Potter de 15 años, que lo miro extrañado.
-Draco – Severus de esa época lo reconoció inmediatamente y quería saber que pasaba con ellos.
-No te preocupes Severus que en dos horas nos iremos pero antes debemos borrarles la memoria para no alterar la historia – Draco le dijo y el pelinegro asintió con impresión, no era fácil hacer un hechizo de tiempo.
-¿Por qué si es que vienes del futuro estas con Draco Malfoy? – Pregunto Ron adolescente a su yo adulto.
-Pues porque… - Ron le iba a responder y entonces recordó que aún no sabía que hacia ahí. – Tienes razón ¿Por qué Draco y yo estamos aquí? – Le pregunto a los chicos cruzándose de brazos, iba a decir que ahora eran amigos y el rubio se había casado con su mejor amigo pero eso no era relevante ahora.
-Porque voy a matar a Hugo Weasly – Albus les dijo a ambos y se sentó en la mesa de gryfindor con su padre adolescente - ¿Ideas?
-¿Por qué quieres matar a Hugo? – Pregunto Harry cogiendo la idea de quienes eran, Hugo sería el hijo de Ron y Albus y Scorpius eran hijos de Draco, claro que se notaba del último porque el otro no se parecía mucho a Malfoy.
-Pues porque – Scorpius le tapó la boca y le sonrió a Harry, el chico quedo prendado de esa sonrisa y es que era igualita a la de Draco y él definitivamente mataría por una de las sonrisas del rubio engreído hacia él.
-Yo lo diré Albus – Scorpius le dijo a su hermano y fue directo con Draco y Ron que estaban parados esperando respuestas, con todo su porte Malfoy y valentía Potter encaro a los adultos y tomo aire para hablar – Mamá estoy esperando un bebé.
Por unos segundos nadie dijo mientras Draco y Ron asimilaban la noticia, el adulto Weasly tuvo que detener la caída del rubio y es que este al entender las palabras de su hijo se había ido literalmente hacia atrás. Ron lo sostuvo y entre él y Severus lo llevaron a la mesa más cercana y esa era la de grifyndor donde lo sentaron al lado de Harry, Ron y Hermione adolescentes.
-Vamos a ser familia – Ron se empezó a reír sin saber que hacer hasta que el golpe de Draco paro su risa – Lo siento, necesitaba eso.
-Papá – Hugo se acercó a su padre y este se irguió en toda su altura para decirle a su hijo un par de cosas que hizo mal.
-Hugo ¿Te das cuenta de la gravedad del asunto? – Su hijo asintió bajando la cabeza, todo el comedor estaba en silencio y hasta los profesores estaban expectantes a lo que pasaba con ese grupo tan particular.
-Estoy castigado – Hugo le dijo y Ron y Draco se rieron al tiempo haciendo temblar a los chicos.
-James y yo te mataremos – Albus se metió y volteo a mirar a su padre que no se perdía de nada y sonrió – Y papá nos ayudara a hacerlo.
-Oh por Dios, Scorpius – Draco se mordió el labio inferior y Harry adolescente se asustó de la sensación que eso le provoco - ¿Qué va a decir tu padre?
-Yo ayudare a Hugo con eso, no quiero que mi hijo muera – Ron le propuso y Draco asintió, cuando Potter se enterara correría sangre de seguro.
-Yo… - Albus iba a decir algo pero Draco no lo dejo.
-Tú no harás nada y James tampoco, se los prohíbo – Draco le advirtió y el chico resoplo en un gesto que a Hermione le pareció igualito a su amigo Harry.
-¿Quién es tu padre? – Llevaban unos minutos ahí y la castaña ya había sospechado de la paternidad de los hijos del rubio.