Gracias por Jugar
Cuando el acepto el trabajo de medio tiempo que le ofrecía su amigo nunca pensó que seria de horarios rotativos, tampoco se imagino que terminaría por tomarle como su empleo a tiempo completo.
Suspiro mientras buscaba a aquel pequeño remolino del que cuidaba.
Si, era el niñero del remolino que su amigo a bien llamaba hijo.
Ya llevaba 3 meses en aquel empleo y aunque siempre se quejaba de aquel pequeño, llego a amarlo como propio, pero esos 3 meses le hicieron darse cuenta de pequeñas anomalías.
Aquel pequeño castaño de ojos hipnóticos y misteriosos, esos ojos que la primera vez que les vio le perturbaron, quías porque parecían mas los ojos de un hombre, y no cualquier hombre, aun le perturbaba un poco.
Ese niño mas inteligente que el resto, mas astuto y mas… lindo.
Últimamente siempre soñaba con él, quizás porque pasaban casi todo el día juntos, en especial hace un mes que vivía en la mansión Stark.
Pero empezó a notar otras anomalías, unas que tenían mas que ver con él mismo, y aunque trataba de ignorarlas, empezó a temer sobre su persona.
La madre de Anthony, el pequeño remolino, murió cuando este nació así que el pequeño ni siquiera sabia que era extrañar a una madre, tampoco es que su amigo hablara mucho de la mujer, habían sido un matrimonio por conveniencias y jamás se amaron.
Pero, su amigo amaba a aquel pequeño de castaño, el había presenciado muchas veces al cariñoso Howard, como que al principio le sorprendió pues aquel hombre siempre parecía frío y carente de sentimiento alguno, quizás por eso había aceptado el trabajo, en el fondo de su ser pensó que su amigo era malo y frio con su propio hijo.
Se equivoco
Pero ahora, ahora el que le preocupaba era sí mismo, no eran solo los sueños los que le perturbaban, los últimos días habían tocado a aquel pequeño y no de una manera sana precisamente.
Su mente le comenzaba a jugar de mala manera, estaba deseando al pequeño Anthony, estaba deseando un encuentro carnal con un pequeño de 7 años.
Se alarmo! Se asusto de sí mismo, temió mas que nada por aquel pequeño, porque cada que le veía tenia esa necesidad incontrolable de tocarle.
Y ese mismo miedo y deseo le llevo a tomar la decisión que le comunico a su amigo hace unos minutos.
Renunciaba al empleo
Se iba a mudar de nuevo a su apartamento, no volvería a contactar con su amigo, aunque este no sabia esa parte de su decisión.
Ya estaba todo dicho, su amigo solo palideció a sus palabras, iba a preguntarle que era lo que le ocurría hasta que escucho un sonido tras de sí.
El pequeño Tony había escuchado todo, había escuchado que él se marcharía y le dolió sobre manera ver esos hermosos ojos llenos de lagrimas.
Le llamo y trato de explicarle las cosas pero el niño huyo de él entre lagrimas que ya no pudo contener mas.
Lo que le llevaba a este momento, tenia varios minutos buscándole, como si jugaran a las escondidas, y aunque estaba preocupado aquello por alguna extraña razón le excitaba.
-Tony?
Busco fuera, en los jardines de aquella mansión sin mayor resultado, se hacia de noche y hasta su amigo ayudaba a aquella búsqueda por aquel pequeño escurridizo.
-Tony sal por favor, soy yo Steve
Comenzó a buscar dentro de la mansión mientras Howard y la servidumbre monitoreaban toda aquella inmensidad de jardines, esperaba con todo su ser que fuera alguno de ellos el que encontraran al pequeño.
Entro a una de las habitaciones, estaba a oscuras pues era una de aquellas ocupadas por visitas, alejadas de las principales que en su mayoría eran usadas por familiares o por invitados muy importantes.
Pensó en seguir su búsqueda hasta que escucho un suspiro, regreso sus pasos dentro de la habitación y vio al pequeño castaño pegado a aquella cabecera de la cama, no lo hubiese visto si no es por el sonido que hizo, el doncel de la misma no dejaba pasar la luz.
-Steve
Aquella vocecita dolida y esos brillantes ojos mandaron una descarga eléctrica justo a su miembro.
Gruño por lo bajo subiendo a la cama, gateando hasta llegar cerca de el pequeño que sollozaba sin moverse ni un poco, solo observándole con aquellos hermosos ojos.
-Hey Tony
No le salió nada mas, sentía la garganta seca de solo tenerle así de cerca
-Me abandonas?
Se escapo un sonido de su garganta y con una de sus manos temblorosas por el deseo toco una de aquellas húmedas mejillas.
-no, no es eso
Observo al niño salir de aquella posición y quedar de rodillas a su altura, casi rozando sus rostros, se quedo prendado de esos ojos.
-no es eso?
Negó con la cabeza mientras el castaño llevaba sus manos a su pecho agarrando con fuerza su camisa.
-entonces porque te mudas? Ya no quieres estar conmigo? No me quieres?
Gimió con fuerza lanzándose sobre el pequeño, sujetándole de la cintura, quedaron acostados, el sobre aquel pequeño, oliendo la fragancia que el castaño despedía.
Reacciono, se separo del pequeño como si quemara, se tapo su rostro negando, no, no podía.
-Tony, Tony
Repetía como mantra temblando de deseo y de miedo a sus acciones. Sintió unas pequeñas manos tomar las suyas queriendo apartarlas de su rostro, negó de nuevo.
-Steve
-NO!
Suspiro frustrado mientras dejo de sentir aquellas manos insistir en apartar las propias.
-no puedo Tony, debo irme o si no…
Sintió como todo a su alrededor dejaba de importar cayendo en la inconciencia.
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Abrió los ojos lentamente, aun era de noche, al parecer las emociones le habían jugado en su contra .
Se iba a levantar cuando se sintió imposibilitado por algo, levanto la vista y se dio cuenta que estaba atado a la cabecera de la cama.
Intento desesperadamente soltarse cuando escucho una risa, vio en aquella dirección encontrándose con el pequeño Tony observándole al pie de la cama.
-No puedes desatarte tontito
-quien…
-fui yo
Sintió una corriente, como si dañara su cerebro, mientras veía al castaño subirse a la cama y sentarse a horcajadas sobre él.
-veras Steve, yo te quiero, te quiero mucho
Escucho la risa del pequeño mientras se frotaba contra el problema que tenia cada que veía al pequeño
-pero tu quieres irte
Vio como aquel rostro se ponía totalmente frio a cada palabra que daba
-no me amas?
Asintió in poder hablar, ese no era su pequeño, un sonido agudo de dolor escapo de su garganta al sentir algo clavarse en su costado.
Vio como el pequeño levantaba un cuchillo lleno de sangre, dirigió su vista asustada a su costado gimiendo al ver la herida causada por Tony.
-Yo te amo Steve
Sintió como la mano libre del pequeño tomaba su rostro para inclinarse y besar sus labios, tembló como si su cuerpo supiera algo que él no.
-Te amo Steve, pero tú a mi no
Otro gemido escapo de su garganta al sentir un nuevo ataque, esta vez al costado contrarió.
-3 meses Steve, 3 meses trabajando para que me amaras
Sintió como aquel cuchillo juagaba dentro de él dejando salir mas sangre en el proceso.
-sabes cuanto me costo convencer a mi padre?
El cuchillo salió esta vez para enterrarse en su estomago, observo su sangre bañar el rostro del pequeño.
-primero fue mamá
El cuchillo fue enterrado muchas veces hasta abrir su cuerpo, sentía como temblaba del dolor, su voz, ya no escuchaba su propia voz.
Vio como el pequeño sollozaba sobre el y dejaba el cuchillo a un lado para recostarse en su pecho.
-solo quería que me amaras
Sintió como una de aquellas pequeñas manos se enterraba en su abdomen sacándole lagrimas de dolor, el pequeño rebuscaba algo en su interior.
-te provocaba
Escucho la risa lastimera del castaño mientras el comenzaba a ver borroso por la perdida de sangre.
-no me hubiera importado terminar en tu cama si con eso te quedabas conmigo
Sintió algo ser jalado desde su interior, descubrió que era cuando el castaño se reincorporo mostrando parte de lo que halaba, sus intestinos.
Escucho la puerta abrirse y la figura de Howard asomar por ella.
Grito el nombre de su amigo pidiendo ayuda, lo ultimo que grito.
Tony tomo el cuchillo, halo mas sus intestinos haciéndole gritar y llevando aquel objeto con filo a su boca…. Le corto la lengua.
-Steve
Aquel tono meloso llamo su atención viendo aquel pequeño rostro envuelto en tonos rojos verle serio.
-Howard no te ayudara
-Tony
La voz de su supuesto amigo llamo su atención, estaba cerca de la cama mostrando a Tony sus brazos para que se acercara a él.
-veras Steve
Vio al castaño ceder al gesto de su padre para que este le cargara como si fuese una princesa.
Una princesa envuelta en sangre
-Howard también quiso dejarme
Vio como Howard apretaba a Tony ante aquellas palabras, el castaño sonrió llevando su mano a la mejilla del otro.
-pero le di lo que quería a cambio de no dejarme
Fue lo ultimo que escucho y vio como ambos se besaban cual amantes enamorados antes de que su vista se nublara y perdiera la conciencia.
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Abrió sus ojos al nuevo día, se asusto al ver que aun estaba vivo, miro hacia todos lados descubriendo que estaba en otra habitación, con aparatos médicos alrededor.
Quiso llamar a alguien pero solo sonidos sin sentido salían de su boca.
Ya no tenia lengua.
Vio la mesita a su lado y una pulcra nota sobre ella, la tomo como pudo notando cuan grabe era el daño en su cuerpo pues medio movimiento y todo dolía.
Abrió la nota leyendo su contenido.
“Querido Steve
Bienvenido a la vida!
Se que fui muy severo pero sinceramente lo merecías, espero no tengamos que pasar por esto de nuevo.
No te preocupes por Howard me ama tanto y tiene tanto miedo a perderme que a aceptado que formes parte de mi familia.
Steve, no intentes huir de nuevo de mi.
Con amor, Tony
Pd: Gracias por Jugar”