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Cambiando tu maldad por Sweet Yukii

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Notas del fanfic:

Hello~ 

He puesto misterio en las advertencias, pero no creo haya mucho misterio en realidad .____. he intentado ser lo más clara que pude al momento de escribir jaja

Notas del capitulo:

Que lo disfruten~ 

A mí me encanto escribirlo- 

Apoyo su espalda a la muralla mientras observaba a la gente pasar, estaba en un lugar lo suficientemente alto como para tener una mirada panorámica de todos los que estuviesen a su alrededor. Había alguien que le llamaba la atención, desde hace muchísimo tiempo que no había nadie que le causase aunque fuese un poco de curiosidad y mientras más veía a Wonsik más quería saber sobre él y destruirlo. Quería hacerlo sufrir, que se retorciera de dolor a sus pies mientras le implorase que se detuviese, desde hace mucho tiempo que no tenía una sensación como aquella. Su familia pensaba que “la maldición” se había acabado, que luego de tantas oraciones y templos que visitó podría haber dejado de lado esa maldad que albergaba en su interior, pero su familia era incluso más ilusa de lo que él pensaba. No creía que existiese ninguna maldición ni nada por el estilo, a él solo le producía placer ver el sufrimiento de los demás, sentía un regocijo al ver como el pánico se reflejaba con claridad en los ojos de los demás y como sus cuerpos temblaban con solo verlo pasar.

Pero ese chico era diferente.

No podía comprender con certeza que era lo que le llamaba tanto la atención de él. Nunca le había puesto las manos encima y esperaba con ansias el momento que eso ocurriese, no podía dimensionar lo satisfactorio que sería poder escuchar sus gritos de dolor y tampoco comprendía esa insana necesidad por tenerlo cerca. Una vez un Monje intento explicarle porque era de esa forma, porque parecía estar lleno solo de odio y le hablo de alguien que aparecería en su vida en algún momento, pero él no había prestado suficiente atención ya que no le interesaba, aunque a momentos se arrepentía por no saberlo, aunque no creía Wonsik fuese ese alguien y si lo fuese, ni si quiera sabía si eso era bueno o malo.

-¿Una nueva presa, Hyuk? – La voz de Taekwoon lo había sacado de sus pensamientos y le había hecho perder de vista a quien miraba.

-Supongo – Respondió evasivo, intentando localizar al chico sin éxito alguno.

-Mh ¿A que va esa respuesta? ¿Se ha esfumado tu seguridad? – Le molesto ganándose una mirada de odio por parte del otro chico.

-No sé si debería acercarme a él –

-Nunca has dudado en lastimar a nadie ¿Por qué ese chico es diferente? – Preguntó intrigado también apoyándose en la muralla a un lado de Hyuk.  

-Trátame de idiota, pero es como si algo me dijese que me debo mantener lo más lejos posible de ese chico, pero a la vez deseo acercarme a él y destruirlo por completo – Meditó sus palabras por unos segundos, no podía dejar de pensar en ese monje y le frustraba no recordar que era lo que le había dicho – Aunque supongo no habrá problema si me divierto un poco con él – Dijo a la vez que comenzaba a caminar hacia la puerta.

-Eso suena más a lo que tú dirías – Respondió Taekwoon siguiéndolo, dentro de sus conocidos Hyuk podría decir que el mayor era la única persona que no le temía o al menos no se lo demostraba, parecía entender lo que ocurría en su cabeza y como esa sed por provocarle sufrimiento a los demás no parecía dejarle tranquilo y lo apoyaba en cada uno de sus descabellados planes, en el fondo pensaba que Taekwoon era como él, parecía tener un odio contra todos los que lo rodeaban, sin embargo era muchísimo más humano.

Dentro del campus habían dos grandes grupos que peleaban por sus territorios y por un sinfín de cosas que a él no le importaban, a pesar de que lo tenían como líder, a él solo le gustaba atemorizar a los demás, por lo que él control de todo lo tenía Taekwoon, también había una serie de reglas implícitas sobre poder, referidas a ciertos territorios y espacios dentro del campus y Wonsik sin saberlo había pasado a llevar unas cuantas, nadie se lo había advertido y él quiso reír al notar de lo fácil que había sido poner sus manos sobre aquel chico, pero su goce no duró demasiado, él chico no parecía entender que era lo que sucedía, no dejaba de hacer una serie de preguntas extrañas y su mirada era tan desafiante, que ni si quiera los golpes que le proporcionaba lo hacían callar y de pronto sus gritos de dolor comenzaban a ser como pequeñas puntadas en el pecho, se había apartado unos metros viendo como aquellos que seguían sus pasos lo golpeaban, pero eso había sido incluso peor. No era entretenido ni podía disfrutar de su sufrimiento, se sentía extraño, no era él quien lo estaba dañando en esos momentos y creía que su cuerpo se movería por si solo y apartaría a todos los que le pusieran una mano encima, no pudo soportarlo por más tiempo por lo que frustrado abandono el lugar sin hacer nada por salvarlo.

La siguiente vez que lo vio, Wonsik no sólo había quebrado un par de reglas bajo su territorio, sí no que se había medido en problemas con uno de sus “enemigos”, él los consideraba a todos como sus enemigos, pero ese chico era demasiado odioso y ni si quiera  quería estar en problemas con él, pero esta vez su cuerpo si se había movido por arte de magia y se encontraba llevándose al chico a otro lugar, donde ninguno de esos idiotas pudiese alcanzarlos.

-No sólo te metes en problemas conmigo, si no que vas y te metes en problemas con él también –

-Y aún no logro comprender porque lo hacen –

-¿Hacer qué? –

-Herir a cualquiera que no actúe bajo sus parámetros - 

-¿Es algo tan difícil de entender? Sólo tienes que seguir las reglas y no intervenir en lo que no te compete –

-¿Dejar que abusen de una chica que no ha hecho nada es algo que no me compete? – Sus ojos reflejaban una determinación y pureza que nunca había visto en nadie más. Su pregunta iba en serio y él pensó era un idiota.

-Ella se lo ha buscado, no es algo tenga que importarte –

-¿Por qué? ¿También debo dejar que dañen a los más débiles solo porque así lo quieren? ¿Qué es lo que estás buscando con todo eso? – Pregunto frustrado.

-Haces demasiadas preguntas inútiles –

-Incluso sí dices que no me compete salvar a otros, ¿Por qué me has salvado tú? – Aquella pregunta le había tomado por sorpresa, aquello era algo que no podía entender ni justificar, jamás había salvado a nadie, pero no soportaba ver sufrir a ese chico, su dolor se le hacía agridulce, le gustaba ver sufrir a los demás pero no soportaba verlo sufrir a él.

-No lo sé – Respondió casi en un susurro.

- ¿Realmente no lo sabes? –

-Sólo deja de meterte en problemas quieres – Fue lo único que dijo antes de dejarlo solo.

Wonsik lo descolocaba, nunca había visto a alguien tan sincero y con una mirada tan pura. Las personas así no existían en ese lugar, todos deseaban poder o simplemente seguir las reglas del más fuerte, pero parecía ser que este no lo entendía de ese modo y deseaba corromperlo, deseaba manchar esa pureza e impregnarla de odio con mucha más fuerza de la que antes deseaba dañarlo. Pero parecía ser que ninguno de sus planes podría dar los resultados esperados y fue incluso peor de lo que pensaba, nunca noto la inseguridad y el dolor que ese conflicto de nunca acabar con su rival estaba causando en el campus, nunca lo notó hasta que ese peligro comenzó a asechar a Wonsik, ese chico parecía adelantarse a cualquiera de sus movimientos y a los de su rival, les tiraba los planes por la borda, no permitía dañaran a gente que no lo merecía y se había vuelto una especie de defensor de los desamparados que él no soportaba, pero que si alguien se atrevía a tocarle aunque fuese un cabello a Wonsik el no respondería.

No entendía, no terminaba de entender que era lo que le pasaba con ese chico, necesitaba destruirlo, hacerlo sufrir, pero necesitaba con incluso más fuerza, mantenerlo a salvo. Le gustaba su pureza y comenzaba a pensar Wonsik era de aquellos que sin importar el daño que les hicieran nunca podrían odiar a nadie y él comenzaba a tener una insana necesidad de protegerlo.

-¿Te vas a dejar de meter en problemas algún día? – Preguntó frustrado Hyuk a la vez comenzaba a vendar la mano herida del otro.

-No puedo dejar que dañen a quienes no tienen ninguna culpa – Había dicho en voz baja con la mirada fija en su mano herida.

-Pero te están lastimando a ti, imbécil –

-¿Estás preocupado? – Preguntó intentando buscar su mirada. Hyuk lo trataba de una forma especial, había oído que nunca antes había demostrado aunque fuese un ápice de preocupación cuando dañaban a alguien si no que al contrario, era él quien siempre estaba dañando a cualquiera.

-No – Dijo empujando suavemente su cara con su mano para que no le viese, el no sentía algo así como preocupación, ni si quiera sabía con certeza que era eso, pero con Wonsik siempre habían excepciones –Yo soy el único que puede hacerte daño –

-No parece que quisieras hacerlo –

-No he encontrado la forma de herirte como me gustaría – Dijo terminando de vendar su mano, ¿Existiría una forma en especial de herirlo? Ni él mismo sabía lo que estaba hablando, pero dañarlo con simples golpes lo hacía sentir miserable, incluso había comenzado a pensar que ver su sufrimiento parecía estar volviéndolo loco.

 

~~~~~~~

Los rumores que se extendían más allá del campus solían decir que él era un busca pleitos, que no tenía corazón y que no le importaba nada ni nadie más que él mismo y sabía que habían personas que deseaban desesperadamente encontrar un modo de herirlo y muy a su pesar lo habían encontrado.

Wonsik

No era como si ellos fueran amigos o incluso cercanos, pero a nadie se le hacía indiferente el hecho de cómo se había arriesgado cientos de veces para que nadie lo dañara y como parecía estar protegiéndolo en todo momento, por lo que hizo que otros lo tomaran como su debilidad, la única debilidad que tenía. Lo habían capturado y lo habían comenzado a amenazar con dañarlo si él no hacía lo que querían, pero sus condiciones eran demasiado absurdas y el no dejaba de caminar de un lado al otro pensando de qué modo recuperar a Wonsik, se sentía culpable y el solo pensar que uno de esos imbéciles le pusiera una mano encima le hacía hervir la sangre.

-Cálmate, lo sacaremos de ahí – Le había dicho Taekwoon apoyando una de sus manos en su hombro a modo de confortarlo – Nunca te había visto así por alguien –

-No lo soporto – Exclamó frustrado –Si quieren hacerme daño deberían venir por mí – Sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, sorprendiéndolo. Nunca se había sentido tan vulnerable e indefenso y su corazón se encogía dolorosamente al pensar en lo que esos bastardos podrían hacerle y solo pensar en que Wonsik los miraría de forma inocente sin si quiera entender porque lo tenían ahí le resquebrajaba un poco más el corazón.

Habían elaborado un plan para sacarlo de allí y todo había resultado tal y como esperaban, pero al ver que tenían a Wonsik amarrado y con los ojos vendados mientras uno de los chicos besaba su cuello, perdió el control. Gritó, golpeo y maldijo a cada uno de los que se había interpuesto en su camino, estaba completamente fuera de sí y no le importaba cuando daño pudieran causarle. La lucha había sido difícil su cabeza dolía y podía sentir la sangre escurrir por su rostro, pero Wonsik yacía inconsciente en sus brazos y no parecía haber sufrido ningún daño. Taekwoon había llegado junto a más chicos que los seguían a ambos y se habían encargado de todo.

Cuando Wonsik recupero la conciencia sintió como su propia alma volvía al cuerpo, este solo le miraba desorientado sin saber que había ocurrido, ni porque estaba en su habitación, aunque se había preocupado a notar sus heridas diciéndole que no debía meterse en problemas tan graves y él lo había ignorado por completo simplemente atrayéndolo contra su cuerpo.

-¿Qué ocurrió? – Pregunto extrañado dejándose abrazar.

-Te capturaron, creí volverme loco al saberlo, ya te lo dije. Sólo yo puedo lastimarte – Murmuro lamiendo su cuello, recordaba a aquel chico besándole el cuello y sentía rabia.

-¿Qué haces? – Preguntó intentando alejarse.

-Te haré olvidar cualquier cosa que esos imbéciles pudieran hacerte – Murmuro recostándolo sobre su cama, acariciando su torso con suavidad. En un comienzo Wonsik se negaba a cualquier caricia que él le diera, pero con unos cuantos besos parecía haber cedido por completo, enredando sus piernas en su cintura, mientras que el acariciaba y besaba por completo su piel, haciéndolo suspirar y gemir de placer.

Sintió algo removerse en su interior al notar la mirada lujuriosa que le dedicaba Wonsik y como su piel se ponía rojiza debido a los chupones y mordidas que iba dejando en su cuerpo.

 

Había encontrado la forma de lastimarlo.

 

Sus encuentros eran bruscos y cargados de necesidad. Wonsik tenía algo que le atraía de una forma que no consideraba sana, quería destruirlo, dañar esa pureza y a la vez quería hacerlo sentir bien, hacer que solo existiese él ante sus ojos y lo estaba logrando, hacía que se entregara completamente a él, dejándolo a su merced, hiriéndolo y a la vez haciéndolo tocar el cielo con cada una de sus caricias. Era un amor destructivo y obsesivo, pero tan fuerte que podría matar con sus propias manos a cualquiera que se atreviese a hacerle daño.

Wonsik era suyo y solo él podría tener esa capacidad de hacerlo tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo.

Lo observo dormir, notó todas las marcas que tenía en su cuerpo y uno que otro rasguño en su espalda, estaba seguro que él debía lucir igual, Wonsik había enterrado sus uñas fuertemente en su espalda al momento en que había entrado en él y se sentía enfermo al existirse escuchando una mezcla de placer y dolor en sus gemidos. Amaba cuando el cuerpo del otro temblaba de placer bajo el suyo, le excitaba de sobre manera escuchar su nombre salir de sus labios de una forma tan necesitada. Wonsik le gustaba demasiado y la idea de perderlo hacía que su corazón doliera, pero intuía sus días juntos estaban llegando a su fin.

Era una relación autodestructiva y Wonsik corría demasiado peligro a su lado, peligro, que nunca podría evitar mientras media ciudad quisiera hacerlo pagar por cosas que él no recordaba.

-¿Qué ocurre? Me miras con tristeza – Le había preguntado Wonsik abriéndolo los ojos lentamente se notaba que seguía agotado.

-Mis padres descubrieron soy el líder de uno de los grupos del campus, dicen que me llevaran donde algún monje a que me exorcice, o algo así –

-Sólo hay una persona que puede hacerte cambiar y ni si quiera podrías saber si es para bien o para mal – Las palabras de Wonsik habían sido como un deja vu de algo que había escuchado hace mucho y de pronto creía estar escuchando las palabras de aquel monje. – Se te vienen días difíciles, pero nos volveremos a ver-

-¿Qué? – Preguntó confundido sintiendo que Wonsik le estaba escondiendo algo.

-Sólo recuerda que te quiero – Murmuro antes de volverse a dormir dejándolo con un montón de interrogantes en su cabeza, lo apego a su cuerpo embriagándose con su aroma y disfrutando de su calor. Tenía un mal presentimiento de todo eso y no dejaba de sentir que aquello era una despedida.

No había vuelto a saber de Wonsik luego de aquel día.

Sus padres lo habían vuelto a llevar donde un monje diciendo que necesitaban que le quitara toda la maldad con la que había nacido, pero él sentía que todos sus emociones se habían ido junto con Wonsik, no había hecho más que encerrarse en sí mismo desde ese momento, el dolor era demasiado.

-Todo el daño que has hecho se te está devolviendo. No existe algo como el infierno o el paraíso, todo se paga en esta vida – Había comenzado a hablar el monje y el solo miraba hacia cualquier lado, no deseaba estar allí. – Mi nieto ha dejado algo para ti–

-¿Qué? – Aquello había captado su atención rápidamente, haciendo que lo viese confuso. ¿Quién sería su nieto? Y lo más importante ¿Por qué había dejado algo para él?

-El hecho que estés aquí no es una coincidencia, es lo inevitable. Él sabía te traerían a mí – Murmuro el hombre sacando una pequeña cajita de su bolsillo entregándosela.

-¿Una pulsera? – Murmuro confundido mirando el objeto, parecía ser un objeto ordinario.

-Mi nieto tiene una igual. Puede que no lo entiendas ahora, pero si quieres volverlo a ver, tienes que escoger –

-¿Escoger qué? – Preguntó más confundido que nunca, ¿Podría ser posible que estuviese hablando de Wonsik?

-El rumbo en que guiaras tus acciones de ahora en adelante, pueden distanciarte o acercarte a él –

Decir que había quedado confundido era poco y no sabía que pensar sobre toda aquella conversación, lo único que sabía era que deseaba tener a Wonsik en sus brazos una vez más, pero no sabía de qué forma debía actuar para no terminar alejando aún más a Wonsik de él, meditó sobre todo lo que había pasado desde el momento en que lo había visto en el campus y supuso debía cambiar su actitud de matón, pero se le era demasiado complicado seguir allí y actuar como si nada hubiese pasado nunca. Ya no sé le era atractivo herir a los demás y estaba cansado de los idiotas que lo buscan para pelear con él.

Luego de mucho pensarlo se había ido a estudiar al otro extremo del país, sus padres en un comienzo se habían opuesto a su decisión, pero había visitado a tantos monjes en busca de respuestas sobre aquel que le había dicho un montón de cosas confusas, que ocupo eso para hacerles creer era su destino irse lejos, que así podría cambiar de verdad. Aunque no era una mentira del todo, él deseaba más que nunca poder cambiar rápido y sinceramente para poder volver a ver a Wonsik.

Se lo habían explicado con claridad un tiempo después, sus padres habían causado demasiado daño a una mujer hace muchísimos años y ella los había maldecido con tal fuerza que su maldición había caído sobre él, haciéndolos sufrir por su comportamiento y haciéndolos pagar todo el daño que le habían hecho y lo había conseguido, sin embargo la mujer se había arrepentido por el daño que había causado y rogo por una oportunidad para remediar el daño que también ella había causado y eso sería que alguien llegara a cambiarlo, pero Wonsik no había sido suficiente y lo había dañado a él también, ocasionándole dolor.

El monje que había acudido luego de que Wonsik se fuera le había explicado otras cosas más. Wonsik era alguien demasiado puro y no podía comprender todo el odio que albergaba, por lo que había pedido un deseo a los Dioses, pidió hacerlo cambiar y el precio que debía pagar por su deseo era la distancia y para producir un verdadero cambio debía ser Hyuk quien decidiera lo que quería para su futuro y aún no entendía la finalidad de la mendiga pulsera, sin embargo la llevaba con él todos los días.  

No podía evitar pensar que Wonsik podría haberle dicho todo eso en vez de solo marcharse dejándole un hueco en el corazón.

 

~~~~~

 

El tiempo pasaba más lento de lo que le gustaría y sin darse cuenta ya se había convertido en años, se preguntaba si realmente había escogido el camino correcto y si eso lo llevaría hasta Wonsik, había cambiado sus acciones y no había vuelto a lastimar a nadie más desde ese entonces, el mayor había calado hondo en su corazón y había hecho cosas que jamás se hubiese imaginado hacer por nadie.

Había ido de vacaciones a un lugar al que nunca había ido antes y había decidido ir solo a caminar por un bosque dando por resultado que se perdiera encontrando un acantilado, con un chico sentado en el borde balanceando sus piernas con suavidad, ese chico se le hacia extremadamente conocido y cuando se fue a acercar a él la pulsera comenzó a arder, haciendo que se la quitara y la tirara al igual como el chico frente a él lo hacía.

-Me has encontrado – Murmuro Wonsik caminando con suavidad hacia él a la vez que quitaba la tierra de sus ropas.

-Te has hecho de rogar – Menciono Hyuk abrazándolo con todas sus fuerzas – Sí solo querías dejara de ser malo debiste decirlo desde un comienzo – Murmuro sobre sus labios comenzando a besarlo con suavidad. –Me gustaba herir a los demás, pero siempre me gustaste más tú –

-Me alegra oír eso – Volvió a besarlo, sintiendo que ahora todo saldría bien, las cosas eran mucho más difíciles de explicar de lo que Hyuk creía,  esa relación destructiva que tenían podía haberlo conducido a la muerte en cualquier momento y ese sueño que había tenido le había hecho abrir los ojos y alejarse. Había pedido un deseo y su abuelo le había dicho que la única forma de que se cumpliera era haciendo que Hyuk escogiese lo que quería hacer en un futuro, si lo escogía a él por sobre todo o si deseaba seguir teniendo el estilo de vida que llevaba hasta ese momento. Wonsik confiaba en que el menor lo escogería y no pudo evitar sonreír sincero al notar que todos sus rezos se habían hecho realidad y tenían una nueva oportunidad de poder amarse sin tener el miedo de volverse a perderse una vez más.

 

Notas finales:

Este fic iba dedicado a Naky, espero que te haya gustado preciosa. Hace mucho tiempo que quería escribir algo así, aunque puede que no se entendiese ni una mierda en algunas partes, espero se hayan resuelto la gran mayoría de sus dudas.

Cualquier cosa me la dicen en un comentario, besitos <3 


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