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Luz de Luna por kina_chan

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Al convivir con Nicolás un par de días, se dio cuenta de algo bastante interesante. “Nicolás, eres un completo imbécil” Desde ese día en cual llego a la casa, supo que Julián era la voz de la razón, dentro de la cabeza de Nicolás, se la pasaba diciendo que era la única razón por la que aún no lo golpeaba a muerte. Sin embargo, lo que en su cabeza él pensaba que era solo, cariño de amistad, en realidad se podía malinterpretar de otra forma. Era muy sobreprotector con Julián, demasiado, tanto que hasta se podía creer que, en realidad, solo estaba celoso de que Julián hablara de más cosas con Ángel que con él. Se la pasaba diciéndole que se alejara de él, y ofendiéndose cuando le prestaba más atención a Ángel que a él.

 

Obviamente, Julián también era un poco inocente en ese aspecto. Él tampoco notaba lo muy enamorado que estaba Nicolás de él, y quizás eso se debía a que ambos eran conscientes de lo homofóbico que era Nicolás, por esa razón, a ninguno se le pasaba por la cabeza la situación por la que estaban pasando. “Que estupidez.” Ángel tan solo deseaba que, en algún momento, Nicolás se diera cuenta de lo gay que era y le dijera a Julián que lo ama, así vivirían feliz y cogiendo como conejos.

 

Por otra parte, Ángel estaba algo preocupado por Julián. Ese día, había dicho desde la mañana temprana que iría en la tarde a visitar a su hermano y a su madre, cosa en la que Ángel estaba en desacuerdo. No le parecía correcto que fuera, no porque pensase que estuviera mal que fuese a ver a su familia, sino por miedo a que le sucediera algo. Y, lamentablemente, tuvo razón.

 

Luego de haber molestado a Nicolás con su troll de abrir la puerta con una llave, y que este los mandara al demonio. Hablo con Julián sobre lo sucedido. Le conto que su padre había vuelto temprano del trabajo, que cuando lo vio lo insulto y lo golpeo, para luego terminar echándolo de la casa.

 

- ¡Que hijo de puta! – Exclamo Ángel al escuchar lo terrible que fue el padre de Julián con este.

 

- ¡Hey! Es mi padre, y es de mi abuela de quien hablas. – Se quejó Julián un tanto ofendido.

 

- No me importa, voy a insultarlo quieras o no. –

 

- Supongo que con esto quedo más que claro que no podre acercarme a casa de por vida. – Comento con una sonrisa irónica pero triste a la vez.

 

- Tranquilo, en algún momento todo se solucionará ¿sí? Y si al final no es así, te regalo mi familia, son una molestia, pero una molestia agradable. –

 

- No debes regalar a tu familia… -  Julián soltó una pequeña risa y miro a Ángel a los ojos. - Pero gracias por escucharme, normalmente confió en Nicolás para este tipo de cosas, y me siento mal por no decirle la verdad, es que aún tengo miedo de lo que haría si lo supiera. –

 

- Eres realmente muy fuerte Juli. – Ángel lo abrazo y le dio un par de palmadas a la espalda de Julián para animarlo. - Descansa un poco ¿sí? Fue un día muy largo para ti. -

 

Julián era muy fuerte, a pesar de haber sido rechazado varias veces por su padre y recibir el desprecio indirecto de Nicolás por los homosexuales, hasta la fecha nunca lo vio llorar. Julián era fuerte, y Ángel admiraba a las personas así. Luego de que Julián se calmara y se quedara dormido, Ángel tuvo una bonita charla con Nicolás, dándole a entender, que era un idiota que no sabía nada, un ciego al negarse ver la realidad que estaba pasando Julián.

 

*-*-*-*

 

Unos pocos días después de lo sucedido, a Ángel le paso algo horrible. Ni bien había terminado las clases en la facultad, le había llegado un mensaje de testo de parte de Stella, que decía que, si podía, que llegase lo más pronto posible al negocio, porque Javier se tomó esa tarde libre.

 

“Seguro se tomó la tarde libre para ver a ese estúpido cerdo.” Estaba bastante molesto, detestaba cuando Javier se tomaba la tarde libre del trabajo solo para ver a ese maldito cerdo que tenía por novio.

 

No era de esperarse que cuando llegase al trabajo se encontrara con Maira en la cocina. Ella ni siquiera lo saludo al verlo, hasta se podía decir que lo ignoro, aunque segundos después de verlo ella gruño molesta. Desde ese día donde Ángel la beso, ella lo miraba con odio y lo evitaba, según ella porque aún se sentía asqueada por eso. Sin embargo, Ángel decidió que la molestaría de todas formas.

 

- Hola preciosa ¿Por qué ya no me miras? ¿Te da vergüenza pedirme otro beso? Yo sé que te gusto. – Le saludo Ángel al entrar a la cocina mientras cerraba la puerta trasera. A los dos segundos de hacer dicha acción, vio como un cuchillo salió volando y paso por al lado suyo, terminando por clavarse en la puerta.  - ¡¿Estás loca?!-

 

- No quiero que vuelvas a mencionar eso ¿sí? No quiero volver a recordar esa pesadilla. – Le respondió Laura bastante seria, acercándose a Ángel solo para tomar el cuchillo que se clavó en la puerta. “Nota mental: Maira es más peligrosa de lo que parece.”

 

- Ay, pero que exagerada. – Respondió ya un poco más tranquilo. - Créeme que no te molestaría a ti de no ser porque Javier esta con su novio. –

 

- Solo por esta vez estoy de acuerdo contigo, de no ser porque se fue con su novio yo no estaría aquí contigo. – Ella suspiro molesta y frunció el ceño. – Estúpido Javier, solo fue hasta la facultad de Noah a buscarlo para intimidar. – Ángel la miro confundido al escuchar eso último.

 

- ¿Intimidar? ¿De qué hablas? – Maira suspiro y le contesto.

 

- Al parecer el ex novio de Noah va a su misma facultad, y como no quiere ese chico moleste a su novio, pues fue a intimidarlo un poco, supongo. – Al escuchar eso, los ojos de Ángel se abrieron bien grandes por la sorpresa, no podía creer lo que había oído. “Esto… ¿podría ser la oportunidad que tanto había buscado?”

 

- Maira… ¿Puedo besarte? Creo que te amo. – Le pregunto, mientras fantaseaba en las mil y un cosas que, gracias a esa información que le dio Maira, podría hacer para deshacerse de Noah.

 

- ¡Ni se te ocurra! ¡Vístete y ponte a trabajar maldición! – Le grito Maira molesta, por lo que Ángel tuvo que salir corriendo hacia al baño para que no lo matara. “Así que el cerdo tiene a su ex cerca suyo…”

 

Durante sus horas de trabajo, se la paso con una gran sonrisa en su rostro. Tenía algo, una información bastante interesante sobre Noah, ahora lo único que necesitaba era algo concentro que lo ayudara a deshacerse de Noah y hacer que Javier lo amara. Tan solo debía usar a Nicolás a su favor, para conseguir algo que lo ayudase.

 

Al día siguiente, la fortuna parecía estar de su lado, porque incluso ese día logro conseguir algo más de información nueva, cuando Nicolás estaba cocinando el almuerzo para los tres. Obviamente, cuando era el día en que Nicolás cocinaba, Ángel lo fastidiaba hasta el cansancio por el mero placer de ver como la vena de su cuello se marcaba. Cuando estaban comiendo, Ángel ignoro por completo lo que Nicolás le decía Julián, hasta cierta parte donde algo le resulto bastante interesante.

 

- Si, yo les dije que llevaría un amigo. Ellos, pues comencé a hablar con ellos casi desde el primer día, y hoy me invitaron a la fiesta después de que casi me peleé con un puto. – Hablo Nicolás con una sonrisa. “¿Un puto?”

 

- ¿Qué hiciste qué? Nicolás, esto es serio, no puedes ir y pelearte con quien quieras y menos en una facultad tan importante como la UBA, podrían haberte expulsado. – Le hablo Julián bastante molesto con él.

 

- ¿Eso que importa? – Se metió en la conversación, deseando escuchar más de la boca de Nicolás. - ¿Te agarraste a los golpes o no? ¿Cómo era el chico? ¿Era lindo? – “O mejor dicho un cerdo afeminado.”

 

- Qué sé yo si era lindo o no, solo recuerdo que se llamaba Noah o algo así, y que luego su noviecito rubio teñido lo defendió. – Comento sin darle mucha importancia, para luego concentrarse en hablar solo con Julián. “Nicolás, si no te destetara tanto y si Juli no te amara tanto, te besaría, porque acabas de hacerme el día.” No podía creerlo, tal parecía que su rival, tenía un novio rubio, y si mal no recordaba, Javier no se había teñido y dudaba mucho de que lo hiciese.

 

*-*-*-*

 

Al llegar al trabajo esa tarde, llego con una gran sonrisa, listo para decirle a Javier. Lo saludo como de costumbre y se cambió de ropa para poder comenzar a trabajar. Por alguna razón este no parecía estar de buen humor. Reconocía perfectamente bien cuando Javier estaba de mal humor y cuando estaba molesto especialmente por culpa suya. En ese momento Javier, estaba con el ceño fruncido y con una mueca de disgusto mientras fritaba un par de donas.

 

- Hoy te ves algo mal humorado. ¿Sucede algo? –Le pregunto Ángel un tanto preocupado por Javier.

 

- No es nada, solo me molesta un poco que el próximo fin de semana no lo pueda pasar con mi novio porque estará con amigos. – “No puedo creer que este molesto por eso. Pero agradezco que sacara ese tema de conversación.” Esa era su oportunidad de hablar sobre lo que sabía con Javier.

 

- Oh, ya entiendo. Tienes miedo de que te metas los cuernos ¿cierto? – Le pregunto con una sonrisa divertida, y ni bien dijo eso, Javier lo miro confundido y molesto.

 

- ¿Qué? Noah no haría eso, él siempre es muy honesto. –

 

- Claro, tan honesto que te engaña con su otro novio, ese el que es rubio teñido. – Tras decir eso último, Javier lo miro con seriedad y sorprendido, al ver lo que Ángel sabia sobre el ex novio de Noah.

 

- ¿Cómo sabes tú de su ex? –

 

- Mi compañero de departamento es compañero de tu novio al parecer, y creo que dijo que tenía un novio rubio teñido o algo así, decía que había mucha tensión sexual entre ellos. – respondió sin darle mucha importancia, aunque eso último que dijo fue un agregado inventado, solo para hacer más efectivo su plan de hacer que Javier deje a Noah de una buena vez.

 

En ese momento, Javier tomo a Ángel del cuello y lo llevo hasta la pared, arrinconándolo, para luego mirarlo con odio. Ese agarre lo tomo por sorpresa, no había esperado que Javier hiciera tal cosa solo por eso. Javier estaba furioso, tal parecía que no le gustaba que se metieran con su amado noviecito.

 

- ¿Sabes qué? No te creo y no me gusta que hables así de él. – Apretó un poco más su cuello haciendo que le fuera imposible a Ángel decir siquiera una palabra. - Cada vez que hablo contigo colmas mi paciencia, y te diré algo, no soy el tipo de persona que reacciona bien cuando esta iracundo. ¿Entiendes? – Ángel asintió y luego de eso, Javier lo soltó. – Ponte a decorar las donas, hay más cosas que hacer. – Le hablo, mientras Ángel trataba de respirar con normalidad.

 

“Mierda… por poco y me excito.” Extrañamente, comenzaba a gustarle demasiado ese lado de Javier agresivo y amenazante, hasta hubiese deseado que se lo cogiera mientras lo ahorcaba. Si, Ángel estaba comenzando a tener deseos sexuales muy masoquistas, pero no le importaba en lo absoluto, él no iba a negar lo mucho que le excitaba la idea de hacer ese tipo de cosas con Javier.

 

No obstante, debía concentrarse primero en cómo hacer que Javier dejara a Noah. Al parecer, Javier no era el tipo de persona que le tendría tanta paciencia a su amado noviecito si llegara a engañarlo y tampoco parecía estar del todo seguro con su relación con Noah, ya que como le había dicho Maira la otra vez, Javier había ido a buscar a Noah solo para intimar al ex de este. “Me da tanta ternura que Javier sea tan rudo e inseguro a la vez.”

 

Ahora, lo único que debía hacer era esperar a que el tiempo pasara y le diera alguna que otra información más sobre Noah que lo ayudase para que Javier terminara con ese cerdo.

 

Continuara…


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