Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Luz de Luna por kina_chan

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

No iba a rendirse, no iba dejarse vencer tan fácilmente, iba a conseguir la revancha sí o sí. Estaba muy motivado, demasiado, había pasado mucho tiempo desde la última vez que se puso a entrenar. Ángel todavía no superaba su derrota, había sido humillado y obligado a comportarse frente a su familia tan solo porque había perdido.


“No permitiré que me vuelvas a ganar.” Se repetía una y otra vez en su mente, mientras golpeaba con la fuerza de sus puños, aquel saco de boxeo que estaba colgada en el patio trasero de la casa de su padre. Su torso y sus pies estaban al desnudo, lo único que llevaba puesto era su ropa interior, un pantalón deportivo y los guantes de boxeo azules que su padre le había regalado hace un tiempo. Estaba sudando, hacía calor esa tarde, y aun así allí estaba, de terco golpeando aquel saco de boxeo como entrenamiento.


- Oye, has estado, así como hace tres horas y me estoy aburriendo. ¿Ya vas a parar? – Escucho la voz de Adriana hablarle. Ella se encontraba sentada en una de las sillas, con una mano pegada a su mejilla, con el codo pegado al apoya brazos de la silla, observando aburrida como Ángel golpeaba ese pobre saco de boxeo que no ha tenido descanso alguno.


- Dentro de un rato más tal vez. –


- Eso me dijiste hace una hora. – Adriana chasqueo su lengua y siguió hablando un tanto molesta. - Realmente no entiendo que te pasa, hace mucho que no te veía entrenando. –


- Yo… - Dejo de golpear el saco de boxeo, hizo silencio por unos segundos y luego suspiro. - Perdí una pelea hace unos días. – Los ojos de Adriana se abrieron grandes por la sorpresa.


- ¿En serio? Es la primera vez que pierdes. ¿Contra quién fue? –


- Es uno de los sobrinos de Samuel, se llama Javier. Ese maldito hijo de puta me las va a pagar. ¿Quién se cree que es como para obligarme a ir a su casa para pasar tiempo con mi hermana y comer un pastel que él hizo? – Ángel chasqueo su lengua, y frunció el ceño de tan solo recordar ese día. No es como si hubiese sido tan malo realmente, había sido agradable de alguna extraña forma. Su madre no lo molestaba, quizás porque tenía miedo de hablar y que todo se hubiese ido al demonio, la madre de Javier cada tanto le ofrecía comer galletitas o tanquecitos hechos por ella que, de no ser porque estaba muy lleno, probablemente hubiese salido rodando de allí, y luego estaba su hermanita, quien para que se callara tuvo que jugar con ella a las muñecas, obviamente, esa última acción fue por obligación de Javier. “Jugar a las muñecas con una niña de cinco años es lo más patético que he hecho en toda mi puta vida.”


- Espera, a ver si entiendo… ¿Te venció en una pelea y te obligo a ir a su casa y comiste pastel gratis? – Ángel asintió como respuesta. - ¿Ese pastel que está en la heladera es de él? – Si, y lo peor de todo, es que Javier le había regalo un mini pastel que tenia de su cafetería, como regalo por haber sido “un buen niño”, al menos al final del día.


- Si ¿Por qué? –


- ¿Es guapo? ¿Le pasaste mi numero? – Le pregunto muy emocionada, a lo que Ángel la miro confundido.


- ¿Qué? Es obvio que no lo hice. –


- ¡Eres un maldito egoísta! Si aparece un chico guapo, fuerte y que sabe cocinar delicias, es más que obvio que lo primero que tienes que hacer es pasarle el número de tu mejor amiga, esa es la ley. – Se quejaba Adriana mientras miraba a quien era su mejor amigo con molestia.


- ¡Esto es serio! Ni de broma voy a dejar que me ganen fácilmente, esa vez fue porque me dolía mucho la pierna para moverme. Ahora seré más precavido, la próxima vez que lo vea será en condiciones óptimas. – Hablo, y nuevamente comenzó a golpear con sus puños y a patadas ese saco de boxeo.


- Entonces… ¿No drogas, no alcohol, no nada? Vaya, sí que te lo estas tomando en serio. –  Adriana le sonrió y continúo hablando. - Bueno, en ese caso te deseo suerte, y no te olvides de pasarle mi número. Ahora debo irme a casa de mi novio, vine para molestarte un poco, pero estas muy concentrado en eso como para escucharme. – Adriana se levantó de su asiento y se acercó a Ángel para besarlo en la mejilla y así poder despedirse. - Nos vemos luego. – Se despidió con un saludo con la mano y le dio la espalda.


- Se alcoholizaba, se drogaba, es una prostituta que le chupa la pija a los viejos por dinero y sin embargo ahí va la mejor amiga que un chico podría tener. – * Adriana comenzó a reírse mientras caminaba a la puerta de la casa.


- Aun no me voy. –


- Lo sé, pero quería decírtelo antes de que te vayas, zorra. Recuerda cerrar bien la puerta cuando te vayas. – Ángel le sonrió.


- Okey. -  Fue lo último que escucho de ella, antes de que se fuera de allí.


“Bien, ya se fue, creo que ya es demasiado boxeo por hoy, ahora serán flexiones.” Ángel dejo de golpear ese saco de boxeo, y lo primero que hizo fue ir hasta la mesa que estaba en el patio para tomar aquella botella de agua que había dejado allí. En ese mismo lugar, también estaba su celular, el cual comenzó a sonar por un mensaje que recibió. Ángel tomo su celular y leyó el mensaje.


- Hola Ángel, mi madre me dijo que te invitara a comer a casa hoy, le caíste muy bien al parecer. Sino vienes, te buscare, te encontrare y te traeré a patadas hasta aquí, recuerda que ahora somos amigos y aún tenemos muchas cosas de que hablar, dulzura. – Ángel hizo una mueca de desagrado, aun no entendía como fue que el número de Javier quedo agendado en su celular. Sin embargo, Ángel encontró la excusa perfecta para ir y cobrar venganza contra él. “Ya verás que tan fuerte soy.” Pensó con una gran sonrisa en sus labios.


*-*-*-*


Cuando llego a allí, no espero que la invitación fuese exactamente para lo que estaba viendo. Su madre, su hermanita y la madre de Javier, se encontraban todos en la parte trasera de la casa. Su madre y la de Javier estaban sentadas en una mesa bajo la sombra de una sombrilla. Mientras que Alegría estaba en la piscina, con un traje de baño blanco con flores, el cabello recogido con un gorro de natación y usando un flotador.


Por su parte, Ángel se encontraba justo en la puerta trasera de la casa, observando todos y cada uno de los detalles al lado de Javier, quien parecía estar con una gran sonrisa. El verano se acercaba y los días estaban siendo cada vez más calurosos, así que era entendible que la piscina estuviera llena de agua para esas alturas.


- Me alegra que hayas venido, ahora seremos tres los que disfrutaremos de la piscina. – Hablo Javier, mientras le daba unas cuentas palmadas a Ángel en la espalda.


- ¿Qué? Yo no vine para esto, además, no tengo traje de baño ni nada. – Se quejó Ángel, apartándose un poco de Javier.


- Por eso no te preocupes hijo, traje el tuyo de casa antes de venir. – Le sonrió su madre mientras lo saludaba con la mano.


- Hola Ángel, me alegra que hayas venido, ven y diviértete, compre helado para comer después. – Le hablo la madre de Javier, quien estaba sentado justo al lado de su propia madre.


- Hermano, apúrate y metete al agua. – Le hablo Alegría mientras jugaba con el agua.


- Ya oíste a Alegría, ahora vamos a cambiarnos. – Javier lo tomo del brazo y comenzó a guiarlo por la casa, hacia lo que parecía ser su habitación.


- ¿Qué? Oye, espera… - Ángel se detuvo y aparto su brazo del agarre de Javier. - Yo no vine aquí para esto, yo quiero enfrentarme a ti otra vez. –


- Vaya, sí que eres rencoroso, pero yo no tengo ningún tipo de interés por enfrentarme contigo otra vez. Ya te dije que no me gusta recurrir a la violencia. – Javier se cruzó de brazos y negó con la cabeza.


- ¿Hablas en serio? Yo no puedo aceptarlo, estuve todos estos días entrenando para poder ganarte, tienes que aceptar pelear conmigo. -


- Así que estuviste pensando en mi todo este tiempo, que romántico. – La risa de Javier al decir eso, logro que Ángel se ruborizara y se molestara más de lo que ya estaba.


- ¡No es eso! –


- Bueno ¿Sabes qué? Te propongo algo, si te metes a la piscina conmigo y Alegría, prometo que considerare tu propuesta para una pelea ¿hecho? – Le propuso, extendiendo su mano hacia él para poder cerrar el trato. Ángel ni siquiera lo había pensado dos veces, simplemente acepto el trato, estrechando su mano con la de él.


- ¡Hecho! –


- Muy bien, ahora cámbiate y vamos, yo me cambiare en el baño, ahí está la bolsa que trajo tu madre con tu traje de baño con un bloqueador solar. – Ángel no dijo la gran cosa, simplemente entro a la habitación y cerró la puerta detrás suya.


Una vez allí, observo la habitación atentamente. La cama era grande y con sabanas azules, las paredes eran de un color celeste, había un televisor justo en frente de la cama, pegado prácticamente a la pared. Sin embargo, su atención se fijó exactamente hacia el librero, donde aparte de tener varios libros, había un gatito negro de peluche arriba de todo.


“¿Por qué tiene un peluche de un gato?” Aunque le pareció raro verlo, pero al instante le restó importancia. Camino hacia la cama y tomo aquella bolsa verde manzana, donde en su interior se encontraba su traje de baño azul, el cual le llegaba hasta por encima de la rodilla por unos tres centímetros.


Se desvistió rápidamente, acomodando bien su ropa sobre la cama, y luego se colocó su traje de baño y luego colocarse el bloqueador solar. Tras haber terminado de hacer dicha acción, salió de la habitación y camino hacia el patio trasero. Allí se encontró con que Javier ya se había metido al agua con un traje baño parecido al suyo, pero de color negro. Él estaba nadando por debajo del agua y cuando se paró en la piscina, Ángel se lo quedo mirando fijamente. Su cuerpo estaba bien marcado, no podía dejar de ver lo perfecto que era su torso, y peor aún, se veía malditamente bien con todas esas gotas de agua cayendo por su cuerpo.


“Mierda ¿Por qué yo no puedo tener un cuerpo así?” Ángel envidiaba a las personas que eran altas y que tenían un cuerpo mejor marcado que él suyo, ya que ellos podían intimidar mucho más que una pulga de 1.66. Sin embargo, por esa misma razón también los trataba con su debido respeto, de la misma forma que lo hacía con su propio padre.


- ¡Hermano! Rápido, ven y metete al agua. – Lo llamo su hermana mientras daba palmadas sobre el agua.


- ¡Ya voy! Que pesada. –


Camino hasta la piscina y se metió al agua, nadando un poco de lado a otro. Sin embargo, cuando dirigió su mirada a donde estaban Alegría y Javier, supuso que algo estaban tramando. Ambos lo observaron, con una sonrisa divertida, y una mirada maliciosa en sus ojos.


- ¡Ahora! – Grito Javier, y justo en ese momento, ambos sacaron de su escondite, dos pistolas de agua grandes para apuntar a Ángel y comenzar a dispararle por toda la cara.


- ¡Oye!... Esto no es… justo. – Ángel trataba de cubrir con sus brazos, pero ellos no paraban de dispararle agua por todas partes.


- ¡Hijo! – Su madre se acercó un poco a la piscina y le tipo cerca de él, una pistola grande de agua para que también pudiera defenderse un poco.


- ¡Gracias mamá! Ahora si toca venganza. – Ángel cargo rápidamente la pistola con agua y comenzó a dispararle tanto a Javier como a Alegría por lo que le hicieron. Ellos comenzaron a gritar a reírse entre disparo y disparo que hacían con sus pistolas de agua.


Fue una tarde calurosa donde, aunque intentase negarlo, se divirtió bastante. Era la primera vez que convivía con ellos y se sentía bastante cómodo. No había discusiones con su madre y no estaba de mal humor como para alejar a Alegría, era un día muy extraño para él, era como si prácticamente hubiese dejado de lado todo eres rencor que tenía.


- Bueno Alegría, es hora que salgas del agua, debes darte un baño rápido y cuando salgas podrás comer helado. – Su madre se acercó hasta la orilla de la piscina y ayudo a su hija a salir del agua, para luego quitarle el flotador que estaba usando. La niña tomo la mano de su madre y caminaron juntas hacia el interior de la casa.


- Bien, entonces yo iré adentro a sacar las toallas. – Hablo la madre de Javier, tomando los vasos de plástico y la botella vacía de jugo que estaba sobre la mesa, para luego entrar a la casa.


- Entonces… tal parece que el pequeño, duro y frio Ángel no es tan duro y frio como aparenta ser. – Le hablo Javier con una sonrisa mientras nadaba. Ángel se encontraba sentado en el borde de la piscina, con sus piernas sobre el agua. Solo habían quedado ellos dos en el patio trasero.


- ¿Pequeño? Tu realmente quieres que te golpee ¿verdad? – Ángel pateo sobre el agua para poder salpicar a Javier.


- Oye, admite que te divertiste. –


- Puede ser… - Ángel desvió la mirada y fingió desinterés.


- Dime ¿Por qué no te llevas bien con tu madre? Ella no parece guardarte ningún tipo de rencor por como la has tratado últimamente, más bien, siempre está preocupada por ti. – “Lo sé.” Muy a pesar de que Ángel sabia como era su madre, aun así, era demasiado orgulloso para siquiera tratar de entenderla.


- No es como si yo la odiara, es mi madre, sé que es buena, el problema no es ella exactamente… -


- ¿Es Alegría? -


- No, ella tampoco, son mis supuestos abuelos. – Ángel suspiro y chasqueo su lengua. - Se creen tanto esos viejos de mierda. Ellos a mí nunca me quisieron, solo por ser hijo de mi padre, ellos por poco y obligaban a mi madre a abortarme, incluso la abandonaron y le dieron la espalda cuando ella se reusó a hacerlo. – Javier lo miro sorprendido, casi como si no pudiera creer lo que este estaba diciendo.


- ¡Eso es terrible! ¿Cómo pudieron siquiera considerar hacer eso? – Ahora se veía un poco molesto.


- Ellos no querían que su familia perfecta se viera manchada por un niño que viene de una familia bastante complicada. – Observo a Javier por unos momentos, este parecía estar atento a todo lo que iba a contarle. - Son unos hipócritas, no se contactaron con mi madre durante casi doce años hasta que se enteraron el nacimiento de Alegría. A ella la adoran por ser la nieta perfecta a comparación de mí. – Ángel hizo una mueca de disgusto. - Tenías que verlos fingir estar arrepentidos por lo que hicieron para conseguir el perdón de mi madre. Yo no les importo, me detestan y están buscando la forma de deshacerse de mí. –


- Dudo mucho que tu madre permita que hagan eso. –


- No lo hará, pero me molesta tanto su forma tan inocente de ser. Ella siempre tan pacifista, perdonándolos tan solo porque quería estar en buenos términos con ellos. Simplemente no entiendo porque es así. –Por más de que sabía que su madre era como era, no podía perdonarla por aceptar a esos viejos nuevamente en su vida, y realmente detestaba que no se diera cuenta de cómo ellos intentaban manipularla.


- ¿Lo has hablado con ella? – Ángel lo dudo un poco pero finalmente contesto.


- Si…-


- ¿En serio? Porque gritarle sin escuchar lo que ella te diga no exactamente hablarlo. –


- Si, ya sé. – Se sintió como si lo estuvieran regañando indirectamente.


- Escucha, a veces las personas tardan mucho en darse cuenta de sus errores, incluso del daño que le están causando a los demás sus propias acciones. – Javier se acercó al borde de la piscina y se levantó para poder sentarse al lado de Ángel, con sus piernas bajo el agua. - Mi madre estaba enferma, enferma psicológicamente podría decirse. Ella a pesar de los golpes que recibía, seguía estando con el muy desgraciado de mi padre. Ella aguantaba ese maltrato, y nadie entendía porque lo hacía. La mayoría de las personas juzgan a ese tipo de mujeres como “Son unas estúpidas” “Ellas se lo buscaron por elegir a un tipo así” o cosas como “Parece que les gusta que las maltraten y las golpeen.” Detesto cuando hablan de más sin saber y creen que para las personas en esa situación es tan fácil como un déjalo y ya está. – Javier frunció el ceño, él también parecía estar molesto de tan solo recordarlo. - A lo que voy es a que, ella despertó de ese trance cuando vio lo peor. En aquel entonces, yo tenía seis años cuando él me disparo en la pierna. Yo lloraba, gritaba y sangraba desesperado porque la bala traspaso por mi pierna. Fue terrible, pero tuvo que pasar eso para que ella por fin despertara y lo abandonase, supongo que su amor por mí fue lo suficientemente fuerte como para que se diera terminar con todo eso de una vez. Aunque cada vez que ve las cicatrices de mi pierna, se siente culpable, no lo dice, pero se ve así. –


Ángel lo quedo mirando sorprendido, no se esperaba que le contara eso exactamente. No se imaginaba que la niñez de Javier hubiese sido tan complicada. Por alguna extraña razón, saber que Javier se hizo tan fuerte y que le tuviera un amor incondicional a su madre, hizo que le tuviera más respeto del que ya le tenía, aunque de todas formas seguía detestándolo un poco. Era la primera vez que Ángel hablaba con alguien más sobre su situación tan abiertamente, y de algún modo, no se sentía como si lo juzgaran, sino más bien, como si entendieran y respetaran como pensaba. Y de igual modo, sintió lo mismo cuando lo escucho hablar a Javier.


- El punto es que, sino hablas con ella correctamente, ella nunca sabrá exactamente porque eres así con ella. ¿Sabes? Ella cree que la odias. – Ángel estuvo a punto de contestar, pero justo en ese momento fue interrumpido.


- ¡Ángel! Tu hermana ya termino de bañarse. ¿Quieres darte una ducha o un baño? – Le grito la madre de Javier desde la puerta trasera de la casa.


- ¡Si! Ahora voy. – Le contesto para luego levantarse del borde de la piscina y caminar un par de pasos. -Oye, antes de que nada, prometiste que hablaríamos sobre la pelea. -


- Vaya, aun lo recuerdas, pero que persistente eres. – Javier suspiro y luego contesto. - Dije que lo consideraría, y aun lo estoy pensando, quizás para la próxima te responda, pero hoy ni siquiera quiero pensar en eso. –


- Vete al demonio. – Ángel le dio la espalda y camino hacia la casa con el ceño fruncido, dejando solo a Javier, quien parecía estarse riendo de él. “¿Hablar con ella? Si, tal vez lo haga…”


Continuara…

Notas finales: *Cuando Angel le dice eso a Adriana, hace referencia a un chiste de los Simpson. "Se dormía, robaba, era grosero con los clientes y aún así ahí va el mejor empleado que ha tenido un mini supermercado... -" Apu. 

Bueno, eso es todo. Ya en el próximo capitulo pasara lo que todos esperan! Javier vs Ángel (? 

Es algo curioso pero notaron que los rubios en este fic (menos el padre de Angel) sus nombres empiezan con A XD! Angel Alain, Adriana, Alegria y Analia. Les juro que fue inconsciente.

Recuerden que en mi libro "Random Kina" en Wattpad Subiré los dibujo de los personajes de la serie Estrellas cada sábado, empezando esta semana por Noah. Voy a hacer un preguntas y respuestas para este personaje, así que dejen sus preguntas en ese libro o aquí (en caso de que no tengan wattpad y quieran participar) :D! Pueden ser la cantidad de preguntas que quieran y de lo que quieran. Aqui les dejo el link: Random Kina - Kinata - Wattpad

Bay neee! Gracias por leer! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).