Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La petite pantoufle de verre. por Diario de un chico Bisexual

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola gente que me lee, ¿qué tal ésta noche?

Bien segunda parte de ésta histotia no sin aclarar que decidí hacerlo un Three Shot en lugar de Two Shot. ¿La razón? El segundo capítulo me quedó muy largo así que lo debidí.

Sin más que decir, sígamos.

Un pequeño pero molesto rayo de sol se coló entre una fisura en la pared despertando a Cinderello. Se sentó a la orilla de su "cama" mientras intentaba estirarse un poco para hacer que sus músculos se relajaran, pero en eso un ardor provocado por las marcas rojizas en su espalda lo hizo retroceder.
El dolor era como si fuera reciente aun cuando ya había pasado casi un día completo, pero no podía distraerse con eso ya que debía ayudar a sus "hermanas" para el baile de esa noche. Tomó de su pequeño mueble un cambio de ropa medianamente decente que consistía en una camisa de manga larga de color negro aunque descolorido por los años, un pantalón verde que le quedaba pequeño y un chaleco café que era por mucho lo mejor de todo su limitado armario; también se llevó con él una cubeta de madera y una tela vieja aunque limpia.
Se dirigió al pozo que se encontraba en el jardín trasero para asearse un poco, aun cuando la mañana era fría y el agua de ese pozo era peor que el invierno. Se desvistió y prosiguió derramando un poco de agua en su malherida espalda, lo que le obligó a soltar un gemido al mismo tiempo que sus ojos se llenaban de lágrimas, peor fue valiente y siguió con su helado baño. 
Cuando estaba a punto de terminar rellenó una vez más la cubeta y miró en el líquido su reflejo, dándose cuenta que la mitad de su rostro, la misma parte de su cara que recibió el golpe de Anastasia, estaba demasiado inflamado y estaba de un horrible color morado con algunos detalles aun rojizos. No le dio más importancia y secó su cuerpo con la tela para posteriormente vestirse para iniciar con su rutina diaria.
Se dirigió a la cocina donde preparó un poco de té para sus hermanas y madrastra pero el sólo tenía permitido comer pan y algunas sobras de comida por lo que estaba un poco desnutrido.
Sirvió el desayuno que consistía de un "Huevo en canasta" con té y algunas frutas. Se dirigió a las habitaciones de las “señoras” de la casa y así pudieran tomar sus alimentos.
-Cinderello, sólo por hoy abstente de realizar cualquier otra actividad que no sea ayudar a mis queridas hijas para la Gran noche de hoy.
-Si señora.-Dijo el muchacho mientras masticaba con dificultad un trozo de pan.
-Por cierto Cinderello-Habló al instante Griselda-¿Podrías tener la poca vergüenza de ponerte algo como una máscara o algo así para no verte sea cosa horrible que tienes en la cara?
-Lo haré en un momento Griselda, perdóname por favor.-Respondió un poco triste.
-Mientras me ayudes a peinarme sin enseñar tu horrible rostro, te perdonaré.
-Gracias Griselda, no te fallaré.
Terminaron de comer y Griselda le ordenó que calentará agua para que pudiera tomar un baño.
La madre y la doncella obesa se marcharon dejando solos a Cinderello y a Anastasia.
-Oye...
-¿Qué pasa Anastasia?
-Quiero disculparme, por lo de tu rostro. No debí haber sido tan mala, pero también fue tu culpa; por defender a esa rata.
-Era un ser vivo, tiene el derecho de vivir. Por ejemplo, a ti no te gustaría que alguien te lastime, ¿o sí?
-No, claro que no...
-Es raro que te disculpes de algo, y más conmigo.-Exclamó felizmente
-Sólo quiero ser una buena reina, ya que yo me casaré con el príncipe. Y creo que no es digno que la futura reina haya sido así de mala. Toma una pieza de pan más y prepárate un té, si mamá pregunta es para mí ¿de acuerdo?
-¿Me estás sobornando para que te perdone?-Interrogó aún con más felicidad.
-No me obligues a que me arrepienta.-Sentenció, mientras le daba una ligera caricia en la herida al chico.-En verdad está muy mal.
-Claro, casi me rompes la escoba en la cara.-El tono de burla se escuchaba en su voz.
-Lo siento...-Y se retiró sin decir más aunque su rostro reflejaba otra cosa. Sin pensarlo dos veces tomó el pan y al instante elaboró el té que era de la mejor calidad. Era deliciosa esa combinación y lo llenó de fuerzas y motivación suficientes para continuar su largo día.
Habían pasado casi 5 horas desde el desayuno y ninguna de sus hermanastras se había decidido que vestidos usarían cada una.
-¡Cinderello, debes buscar vestidos adecuados para la ocasión! De preferencia los más elegantes-Ordenó su madrastra.
-Claro señora.
-Cinderello, recuerda que quiero ponerme guapísima para el baile de ésta noche.-Exclamó Griselda mientras era peinada por el susodicho quien tenía un vendaje en la cara tal y como se le había ordenado.
-Por supuesto que sí Griselda.-Dijo un poco agobiado.
Mientras tanto Anastasia se veía al espejo. Usaba un vestido verde esmeralda pero perecía inconforme con los resultados.
-Me parece que falta algo...
-¿Enserio? A mí me perece que te ves muy elegante Anastasia-Dijo Cinderello.
-¡Oye inútil, mi cabello está aquí no allá! ¡Date prisa que aun debo buscar mi vestido!
-Lo siento...
-¡Ya lo tengo! Necesito lazos... Cinderello necesito que cosas tres lazos en el escote de mi vestido
-Está bien Anastasia.-
-¡Mi peinado debe estar perfecto!
-Como no, será el más lindo de toda la fiesta.
-¡Cinderello!-Grito la horrible madre de las chicas.-Necesito que busques mi collar de perlas porque yo no consigo encontrarlo en ninguna parte ¿Me has entendido?
-Si señora, enseguida voy.-La angustia en la voz del chico se hizo casi obvia.
-¡Oh! y de paso busca también mi collar de rubíes que me lo quiero poner.-Añadió Griselda.
-Ahora voy.
-No olvides que quiero que los zapatos de mis hijas y los míos estén brillantes como espejos.-Recordó la mujer mientras lanzaba las zapatillas en cuestión la piso.
-Claro señora, mejor que espejos quedarán.
-Oye Cinderello, dime una cosa, ¿Tú no habías ido al castillo cuando eras un niño?
-Así es Griselda, desde entonces he deseado regresar.
-¿Te imaginas que pudieras venir a la fiesta con nosotras?-Cuestionó con malicia.
El joven doncel sólo se quedó callado, como si estuviera pensando su respuesta...
-No, para nada, además pensándolo bien, un palacio real no es un lugar para alguien como yo. Mi puesto está aquí.-Respondió con tristeza.
-¡Griselda! no seas estúpida-Interfirió la madre de la chica-¿te imaginas que Cinderello el limpiador cubierto de cenizas fuese al baile? Todos se morirían de la risa.
-¿Te lo imaginas madre?-Ambas se rieron mientras que Anastasia fingía no enterarse del tema; el chico intentó contener su llanto, pero terminó por humedecer su vendaje.
-Oye niño no seas llorón, mejor date prisa para que puedas ir a limpiar los caballos y preparar el carruaje. Lo quiero en 15 minutos a más tardar sino te daré una verdadera razón para llorar.-Amenazó la señora, a lo que Cinderello únicamente asintió.
Cayó la noche y la carrosa donde iba su "familia" se marchó mientras el doncel veía por la ventana de su habitación con tristeza. Caminó hacia su cama y hundiendo su cabeza en una polvorienta almohada comenzó a llorar. La sobre explotación que había recibido ese día, aderezado con el cansancio y los daños físicos del día anterior lo habían dejado emocionalmente débil; y como cereza para el pastel, la burla que obtuvo apenas unas horas antes lo dejó aún más susceptible.
De una forma casi imposible, una lágrima cayó al piso, al mismo tiempo que una estrella fugaz hacía acto de presencia en la lejanía. El único deseo en la vida de Cinderello era volver a aquel castillo que le había cautivado, quizás por lo enorme que era o quizás por los jardines en forma de laberintos; probablemente la torre del reloj que la torre más alta, o simplemente por su decoración con armaduras que le motivaba a imaginar y a jugar que era un caballero que peleaba contra dragones.
-"Si tan sólo pudiera ir al castillo... por lo menos por una hora, no pido más-
Una poderosa luz emergió de aquella única lágrima que consiguió escapar y tocar el suelo. De ella apareció una mujer de verdes cabellos y piel blanca como la nieve, era sencillamente hermosa y después acarició el cabello del chico para así hablar él...
~ ¿Por qué alguien tan noble, casto y puro como tú está llorando?~
-No es justo, mis hermanas no son buenas personas y aun así...
~Podrán cumplir el sueño por el que has vivido estos últimos 14 años ¿no es así?~
-Espera, ¿pero quién eres tú?
~Mi nombre es Rose, soy una ninfa buena. Tú no has dudado en ser dañado por salvar la vida de un simple ratoncito; ha sido un gesto muy hermoso de tu parte. El Gran valor que has demostrado debe ser ampliamente recompensado por lo que, por designio de los Dioses, te concederé tu más grande sueño.~ Dijo la extraña mujer mientras batía una pequeña barita cuya punta era una rosa roja.
Emanó una enorme luz e instantáneamente después, Cinderello sintió como el dolor de su rostro y espalda, así como su cansancio se evaporaron sin dejar rastro.
-¿Qué me has hecho?
~No puedo concederte tu deseo en las condiciones en las que te encontrabas, lastimosamente no puedo curarte permanentemente ni tampoco hacer que las horribles marcas desaparezcan, pero bastará por ahora.~
-¿Cómo concederá mi deseo Ninfa?
~Lo verás a su tiempo, por el momento vamos al jardín para iniciar los preparativos.~
Se dirigieron al huerto donde habían plantados todo tipo de verduras; desde berenjenas, tomates, lechugas y calabazas.
~Busca una calabaza, la que más te guste y tráela frente a mí.~
El joven obedeció demasiado confundido y llevó una calabaza que a pesar de no ser muy grande, estaba madura y era la mejor de todas.
-¿Servirá ésta?-Interrogó
~La forma, el color y las dimensiones son perfectas...~Nuevamente movió su barita convirtiendo al vegetal en una hermosa carrosa con decoraciones de oro y plata, y todo en breves segundos. ~ ¿Te gusta?~
-Es... es impresionante.-Cinderello estaba estupefacto, era magia real.-Pero no servirá de nada sin caballos, y el único que teníamos se lo llevaron mis hermanas.
~No te preocupes por eso... Por favor, manifiéstense animalitos, los necesitamos. ~Suplicó con gesto serio.
De un agujero de la pared salieron 4 ratones y la rata, la misma que le debía la vida a Cinderello.
-Hola Ratoncito, ¿cómo estás? Espero no tengas hambre en ésta ocasión.
~Ellos nos ayudarán.~ Repitió por tercera vez la dinámica: una vez más, con solo mover su barita convirtió a los cuatro ratones en hermosos caballos blancos pura sangre además que vestían equipos como si pertenecieran a la realeza.
-¡Asombroso!
~Aún no hemos terminado, ¿Nos brindarás tu ayuda verdad? Por favor, conviértete en un apuesto hombre.~ Y así cómo si no fuera nada, la rata se convirtió en un hombre alto de cabellos grises, con barba; talvez de 40 años y vestido con traje de jinete blanco con decorados en verde y plateado que combinaba con la carrosa y lo hacía ver demasiado elegante.
>Gracias por lo que ha hecho por mi Señor. Seré su fiel asistente por ésta noche.
-No fue por nada Rata, lo volvería a hacer si tuviera oportunidad.-Respondió con una sonrisa en la cara.-Pero Ninfa buena, hay un problema...-
~El baile es exclusivo para el príncipe y no debe haber ningún hombre de la realeza excepto él y su padre, lo sé a la perfección, pero ya tengo pensado eso... "Per i disegni degli dei, osserverà la mia magia"~ Esas palabras hicieron que el cuerpo de Cinderello se iluminara para que apareciera usando un hermoso vestido de varias tonalidades de azul y verde, con encajes de una tela derivada de la Plata.
-¿Qué...? ¡Rose, soy varón!-Exclamó con enorme vergüenza y un poco molesto.
~Lo sé Cinderello, pero no podrías entrar al castillo con tu apariencia de hombre y no puedo hacer que aparezcas ahí porque creerían que eres un ladrón o algo por el estilo, además no me negarás que el vestido es hermoso.~
-Bueno, la verdad es que es una maravilla... ¡Pero mi rostro está al descubierto!
~Todo tiene solución.~ En eso pasó por delante del rostro del chico su barita haciendo que apareciera una máscara de porcelana con los ojos cubiertos de una pequeña capa de Aguamarina, lo que hacía que no pudieran ver sus ojos pero él si podía ver a los demás, aunque sólo reconocía colores derivados del Azul, Verde, Amarillo y Rojo por alguna extraña razón.
-Muy lindo sin duda alguna Rose, pero ¿qué hay de mi voz? 
>Sólo procura no hablar mucho mi señor-Dijo la rata.
~Te deseo suerte ésta noche Cinderello~ Se despidió la Ninfa, pero en el momento en el que vio al chico subir a la carosa se percató que llevaba sus zapatos viejos. ~Espera un momento, necesitamos hacer algo con tus pies~
-¿Qué? ¡Oh si! Claro... ¿qué sugiere?
~"Vecchio magia antica, ascolta la mia preghiera e di concedere il mio desiderio"~Tras terminar de decir esas raras palabras, apareció frente al joven unas zapatillas de cristal.
-¡No usaré eso!-Exclamó con vergüenza.
~Son zapatillas a tu medida. Parecen zapatillas de dama, pero tú las sentirás cómo si fuera el mejor zapato de hombre en la historia de la humanidad.~
-¿Está segura Ninfa Rose? ¿Pies no son muy masculinos para lucir zapatilla alguna?
>Eso le queda mejor a su hermana Griselda, ¿ha visto esos pies? Esos sí parecen pies de varón y aun así usa zapatillas.
-Ésta bien, los usaré... gracias por todo ninfa buena
~Debes saber algo antes de que te marches, y es que mi milagro deberá terminar después de medianoche. "Sabbie del Tempo, magia antica, fanno il miracolo si conclude dopo la corsa dodicesimo"~ Al concluir su rezo, apareció en el cuello del doncel un collar con un rubí idéntico al que portaba Rose.~Si después de la décima campanada de media noche usted no se encuentra de regreso a casa, todo desaparecerá y quedarás expuesto. Recuerda: tienes una hora después de media noche para regresar aquí, siempre y cuando ya se encuentre en la carrosa. ¿De acuerdo?~
-No se preocupe Rose sólo pasearé por el castillo un rato, comeremos algo y después de regreso a casa. Tal vez ni siquiera se den cuenta que estuve ahí.-Mencionó con tono de confianza.
~El destino no es como un juego de Dados...~
-¿qué quiere decir con eso?
~Lo entenderá a su debido tiempo, ¡pero mira la hora! Llegarás dos horas tarde. Vamos, márchate y diviértete mucho.~
La carrosa comenzó su viaje mientras que la Ninfa desaparecía en un pequeño torbellino de viento, luces y pétalos de rosas.

Notas finales:

Bueno mañana la última parte, ma ha gustado mucho mucho escribir esto ^^

-REDES Y CONTACTO-
Twitter: @shadow_engel
Facebook: https://www.facebook.com/Engel-M-Oscuro-524810407714096/ (Anuncio actualizaciones por aquí además de hacer otras cositas, denle like que es gratis)
¡Búscame en PicArt!: @suicidalengel
Wattpad: https://www.wattpad.com/user/SuicidalEngel


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).