Jong Dae jaló del cuello al pequeño delincuente. — ¿Dónde jodidos está?
— Yo–yo no sé hombre. Él corrió de aquí hace como cuarenta minutos. —El chico temblaba bajo el agarre de Jong Dae.
— ¿Qué le vendiste?
Los ojos de Jae Poh entrecerrados y sus labios en una diabólica sonrisa. — Ya lo verás.
Jong Dae sintió un escalofrío recorrer su columna. Quería desgarrarle la carne de los huesos, pero primero necesitaba encontrar a Min Seok. Trataría con Jae Poh después. Estaba perdiendo tiempo precioso.
Jong Dae lanzó a Jae Poh y regresó a la camioneta. Tenía que encontrar a Min Seok. A su pareja. Si algo le sucedía Jong Dae no sobreviviría. Amaba a Min Seok más que a su vida. Nada importaba, solo Min Seok.
Jong Dae recorría de arriba a abajo el área residencial. ¿A dónde habría ido? Él estaba perdiendo el tiempo. Tenía que pensar.
¿Su departamento?
Jong Dae aceleró recorriendo las calles, el cabello se le paró de puntas y frenó intempestivamente, saliendo de la camioneta cuando vio a Min Seok por una ventana entreabierta.
Forzó la puerta trasera esperando ver que su pareja estaba drogado con una aguja en su brazo, pero en lugar de eso…bueno. Jong Dae no sabía qué infiernos pensar.
Min Seok estaba aspirando la alfombra, el mismo punto una y otra y otra vez. Estaba desnudo. Su pene estaba totalmente lleno. Ni siquiera había visto un pene tan recto como ese. Se veía…doloroso. Min Seok tomó la manguera de la aspiradora y la colocó sobre su pene. Jong Dae estaba confundido y en shock.
— ¡Joder! —Min Seok lanzó la manguera y la piso— ¡Chupa! —Min Seok soltó una carcajada, señalando la aspiradora— ¿Entiendes? Chupa. —Levantó la manguera y comenzó a aspirar en el mismo punto, solo que esta vez… ¿huh? Con una mano empujaba la manguera y con la otra bombeaba su pene con tal fuerza que Jong Dae pensó que la maldita cosa se encendería en llamas. La seca fricción debía de doler. Ouch.
Min Seok movió la manguera, esta vez trató de empujarla en su culo mientras seguía jalando su pene.
Bien, su pareja necesitaba intervención. Ahora.
Jong Dae deslizó su brazo alrededor de la cintura de Min Seok cuando jaló la manguera. Min Seok se apoyó en su pecho mientas su mano bombeaba a la velocidad de la luz.
— No puedo correrme. Has que me corra, Chen. Por favor. Mis bolas duelen. —Min Seok se giró y comenzó a montar la pierna de Jong Dae, presionando dolorosamente el pene de Jong Dae que estaba detrás de la mezclilla.
— Eso trato, amor. No jales mi pene. Ambos nos arrepentiremos después. —Jong Dae circuló la muñeca de Min Seok y apartó su mano. Vio a su pareja a los ojos viendo el brillo en ellos. ¿Qué le habría dado Jae Poh?
Los pequeños caninos de Min Seok bajaron y mordió el brazo de Jong Dae, moviendo sus caderas contra el muslo de Jong Dae.
— Eso duele, cachorro. Detente. —Jaló el cabello de Min Seok con fuerza apartando los dientes de la carne de Jong Dae. Pequeñas gotas se extendieron por su manga.
— Déjame follarte, Chen. Por favor. Tengo que follarte. —MinSeok fue detrás de Jong Dae, separando sus muslos mientras sostenía las caderas de Jong Dae.
Oh, infiernos no. Jong Dae era siempre el de arriba. Nunca había sido el de abajo, con nadie. Nunca.
Min Seok comenzó a gruñir mientras empujaba su pene con fuerza entre los muslos de Jong Dae. Min Seok metió sus dedos en la pretina del pantalón de Jong Dae, tratando de bajar los jeans.
Jong Dae se giró y tomó las muñecas de Min Seok entre sus manos y le mordió el hombro, duro.
— Si, muérdeme. Has que me corra.
Min Seok estaba montando el aire ahora, sus caderas se movían mientras su pene saltaba de arriba abajo.
Jong Dae lo apartó mientras se desnudaba. Empujó a Min Seok de nuevo cuando él apoyaba su frente en la palma de Jong Dae. -Maldición cachorro. Espera.-
Cuando Jong Dae finalmente se desnudó, Min Seok se abalanzó, sacando a Jong Dae de balance y cayó al suelo con un fuerte golpe.
— ¿De dónde demonios sacaste tanta fuerza? —Con lo mucho que Jong Dae quería estar enojado con su pequeño cachorro, él estaba caliente como el infierno. Pensamientos que nunca había tenido cruzaron por su mente. Rodó a Min Seok sosteniéndolo. Dejando el pene de Min Seok atrapado entre sus nalgas. ¿Podría él? ¿Por Min Seok?
Jong Dae se puso de pie y corrió a la recámara con un caliente Min Seok siguiéndolo. Llegó al cajón de la mesita al lado de la cama y tomó el lubricante antes de que Min Seok tomara su cintura y lo derribara a la cama.
— ¡Mío! —Min Seok gruñó.
Min Seok estaba incontrolable. Empujó las piernas de Jong Dae tratando de meter su pene en Chen. Joder. Jong Dae envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Min Seok y lo mantuvo contra la cama. Pequeña mierda.
— ¿Quieres follarme, cachorro?, ¿lo quieres? —Jong Dae gruñó.
Min Seok asintió moviendo su cabeza en rápida sucesión arriba y abajo.
— Entonces me follarás.
Jong Dae se giró y se colocó sobre sus manos y rodillas, extendió el lubricante en la grieta de su culo. Empujó suavemente a Min Seok, evitando que se empalara en Jong Dae.
— ¡Dijiste que lo hiciera!
Min Seok metió dos dedos dentro de Jong Dae. ¡Joder! Chen cerró los ojos con el ligero dolor que lo atravesó. Suavemente empujó a Min Seok de nuevo, solo que esta vez hizo que su pareja cayera al suelo.
— Pequeño. ¿Tratas de desgarrarme?
Min Seok gimió viendo a Jong Dae, su pene se movía de arriba abajo, pulsando. Jong Dae sabía que Min Seok no podía detenerse. Podía sentir la lujuria de su pareja empeorar.
Suspiró cuando Min Seok se levantó. — Tranquilo, ¿entiendes?
Min Seok asintió. Jong Dae podía decir que su pareja estaba demasiado duro como para no meter su pene en su culo, su boca, su oreja. En este momento, su pareja no cedía una maldita cosa.
Jong Dae lentamente se acomodó en la cama viendo a Min Seok sobre su hombro.
Min Seok esta vez deslizó dos dedos suavemente, estirando a Jong Dae. Min Seok lubricó su pene y lo empujó pasando el anillo de músculos.
— Détente, espera. —Jong Dae estaba jadeando. ¿Cómo infiernos Min Seok lo tomaba por el culo? Estar abajo dolía. El ardor comenzó a disminuir. Jong Dae asintió.
Min Seok se empujó todo el camino antes de que Jong Dae pudiera detenerle de nuevo. Comenzó a empujarse, moviendo sus caderas hasta que golpeó la glándula de Jong Dae.
— ¡Santa mierda! —La cabeza de Chen cayó hacia atrás cuando el total placer explotó. Esto, estaba bien ahora, él podía manejarlo— Ve por eso, Min. Logra liberarte.
Los empujes de Min Seok se volvieron fuertes, golpeando el interior de Jong Dae. Su pareja gritó con toda la fuerza de sus pulmones cuando explotó en el interior del virgen culo de Jong Dae. Pero eso no fue suficiente. El pene de Min Seok seguía duro como el acero.
— Chen, ayúdame, no puedo lograr que baje —Min Seok gritó.
Jong Dae se giró sobre su espalda, Min Seok lo penetró de nuevo. Jong Dae envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Min Seok cuidando de que sus fuertes muslos no lo aplastaran. Levantó más las caderas, permitiendo a Min Seok una penetración más profunda. — Muerde mi cuello, Min. —Quizás eso podría ayudar a su pareja.
Min Seok gruñó y se inclinó. Sus pequeños dientes se enterraron en el cuello de Chen. Jong Dae se corrió en un instante, disparando su semen.
Min Seok bombeaba sus caderas y se corrió de nuevo. Esta vez su pene se suavizó… algo.
Jong Dae dejó que Min Seok lo follara por lo que parecieron horas, su arrugado agujero gritaba después de un tiempo.
Finalmente, Min Seok cayó exhausto. Su pene flácido.
— Estás en grandes problemas, cachorro.
---
Min Seok se acurrucó en los brazos de Jong Dae mientras su pareja lo llevaba al interior de la casa. Su pene ardía mucho. Gimió ante la fricción de sus jeans raspándolo.
— Lo encontraste, ¿está bien? —Minho sostuvo la puerta abierta mientras Jong Dae la cruzaba cargando a Min Seok.
— Él está bien. No fueron drogas duras. —Jong Dae se dirigió a las escaleras. Incluso acurrucado en los brazos de su pareja, Min Seok podía decir que su pareja caminaba raro— Quiero que se encarguen del traficante de drogas del centro comercial. Secar la fuente que surte las necesidades de Min.
— ¿Él… él va a atravesar los síntomas de abstinencia de nuevo? ¿Necesitas que lo vigilemos? —Minho, junto con E.Den siguieron a Jong Dae a la recámara mientras dejaba al exhausto Min Seok bajo las mantas.
— No, no fue el mismo veneno. No creo que tenga el mismo efecto. Pronto estará bien. —Jong Dae retiró el cabello de la frente de Min Seok.
— Llámanos si nos necesitas. Sabes que estamos aquí para ustedes —los dos lobos dejaron el cuarto.
Jng Dae siseó al sentarse en la cama. Min Seok sabía que estaba en grandes problemas por esto. —Lo siento, Chen. —Lágrimas bajaban por la cara de Min Seok mientras se preguntaba si Jong Dae ahora lo odiaba. Si había arruinado lo que empezaba a formarse entre ellos. Sabía que lo que había pasado antes era a causa de las drogas. Él no quería que Jong Dae encontrara a alguien más. Min Seok había dejado de luchar cuando se dio cuenta que necesitaba ayuda. Enfrentó el hecho de que no podría manejar esto ignorándolo.
Min Seok se movió cuando su pareja aplicó un frío gel, aliviando el ardor de su ingle. Hombre, se sentía tan bien.
— Solo aguanta. Tu pene está tan rojo como el cabello de Ricky. —Jong Dae suavemente lo aplicó alrededor del pene, y las bolas de Min Seok.
— Está bien, cachorro. No esperaba que pudieras superarlo sin al menos una recaída. Solo agradezco que no fuera con agujas.-Jong Dae jaló a Min Seok a sus brazos, acariciando su cabello y besando la cima de su cabeza.
— Pero yo te dejé abajo. Yo, uh, te sometí.
Jong Dae se rió. —cNo, no lo hiciste. Créeme cuando te digo que no hiciste nada que yo no permitiera que sucediera. Yo me permití estar abajo, recuerdas. Recuerda esa sensación la siguiente vez que quieras huir. Llámame. Siempre estaré ahí.
— Tú… ¿me dejarás? Um, lo harás… —Min Seok bajó la cabeza mientras sus mejillas se volvían carmesí.
— Si, me gustó eso. —Jong Dae lo apretó antes de soltarlo— Vamos, tigre. Necesito ir a lavar mi pobre y adolorido culo, y no quiero dejarte. —Jaló a Min Seok al cuarto de baño con él y llenó la tina con agua caliente. Después, Jong Dae se metió en ella sosteniendo a Min Seok en sus brazos.
Min Seok se acostó contra el pecho de Jong Dae aliviado al sentir el calor que rodeaba su maltratado pene.
— No creo que pueda tener sexo en mucho tiempo —Min Seok dijo por lo bajo.
— De algún modo dudo eso.
Jong In se recargó en la silla cerrando los ojos y pellizcándose el puente de la nariz. Esto no podía estar sucediendo. Después de acordar la tregua, el Alfa de la manada del Este estaba exigiendo que se le enviara a su pareja. ¿Qué infiernos se suponía que debería de hacer? Él no podía forzar a Ricky a nada. Tenía que ser su decisión.
Y encima de todo eso, tuvo otro sueño. Este era incluso más bizarro que el anterior. Luchaba por entender el significado, pero se le escapaba. Todo lo que sabía era que Minho estaba ahí y había cinco hombres o mujeres rodeándolo. ¿Eso significaría que Minho tendría cinco parejas? No, eso tendría que significar algo más, ¿pero qué?
Él estaba cansado de pensar cuando Luhan entró a la oficina. Gracias a los dioses que era alguien que realmente le hacía feliz ver. Su pareja subió en su regazo y apoyó la cabeza en el pecho de Jong In.
— ¿Quieres hablarme de tu sueño? Quizás pueda ayudar —Luhan ofreció suavemente.
— No, bebé. Esos sueños solo puedo comentarlos con los involucrados. No puedo quebrar su confianza y confidencialidad.
— Entiendo. Solo que me gustaría poder hacer algo con tu humor. Eso me molesta. —Luhan se acurrucó más cerca.
— ¿Quieres ir por un café con caramelo? —Jong In sonrió recordando la primera vez que vio a Luhan. Eso fue en el Café. Su bebé había ordenado ese dulce café con un pastel de limón. Estaría siempre agradecido con el destino por darle a su pequeño hombre.
Luhan se rió. — ¿Lo recuerdas?
— Siempre.
-----
Min Seok deslizó dos dedos dentro y fuera de su pareja. La cabeza de Jong Dae apoyada en sus brazos mientras estaba acostado sobre su abdomen. — Qué manera de despertar.
Jong Dae movió su culo con los movimientos de los dedos de Min Seok. Él podía decir que su pareja estaba disfrutando esto. Min Seok deslizó un tercer dedo y Jong Dae apoyó su frente en la almohada. Min Seok separó las nalgas mientras su lengua recorría el arrugado agujero de Jong Dae. Su pareja se empujó hacia atrás. Empalándose en la lengua de Min Seok. Lo folló con la lengua hasta que necesitó más. Min Seok besó la apretada entrada y levantó la cabeza.
— Levanta las caderas, Chen.
Jong Dae lo complació. El pene de Min Seok atravesó el anillo de músculos.
— Más duro, cachorro. —Min Seok se movía duro dentro del apretado culo de Jong Dae, tomando sus caderas y perdiéndose dentro de su pareja. Amaba saber que podía darle placer a Jong Dae. Min Seok solo había tenido sexo con Jae Poh un puñado de veces. Esto no era nada de lo que hubiera experimentado, él había sido el de abajo todo el tiempo. Jong Dae era su primera experiencia estando arriba. Min Seok decidió que le gustaban ambas, pero abajo siempre era su primera elección. Esto incluso lo hacía sentirse más cerca de Jong Dae, el saber que él era su primera pareja estando arriba.
— Voy a correrme. —El cuerpo de Jong Dae tembló mientras se corría sobre las sábanas, Min Seok aulló cuando el apretado culo de Jong Dae se tensó, ordeñando el esperma de sus bolas.
Deslizó su flácido pene fuera de su pareja, y cayó de espaldas.
— Buenos días —Min Seok jadeó.
— Buenos días cachorro.
Jong Dae jaló a Min Seok a sus brazos. — ¿Qué es lo que quieres hacer hoy?
Min Seok se encogió de hombros. — ¿Qué hay por aquí?
— Bueno, hay una tienda de video juegos, un Café, una librería, un centro recreativo y la marina. —Jong Dae se rió cuando Min Seok frotó la cara en su axila— Te diré que… ¿por qué no salimos y vemos qué podemos hacer?
Min Seok pasó sus brazos por el pecho de su pareja. — Suena bien.
continuara..