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MENSAJE DE TEXTO por Aifoss

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Notas del capitulo:

Hey!! Aquí son las 3:38 de la madrugada y yo subiendo un capítulo---que rara soy, supuestamente debería estar terminando mi informe---bueeeeno, aquí aclarando unas cosas, disfruten y dejenme sus reviews <3

(Narra Aomine) 


Estuve hablando con Satsuki. Al parecer estaba muy arrepentida de todo lo que había hecho. El tipo con el que me engañó ya no existía más en su vida y estaba dispuesta a pedirme disculpas por todo lo que hizo. Cuando la vi, sentí que mi mundo volvía a aclararse, mi corazón sintió de nuevo. Mis mejillas se sonrojaron y ella me besó. No hice nada más, que corresponderle ese hermoso beso que tanto había esperado desde que se fue. 

Luego de estar hablando de eso, fuimos a la cubierta a buscar a los chicos y allí estaban con Tetsuya. Él parecía sentirse mal. Cuando estábamos lo suficientemente cerca le pregunté. 


- ¿Tetsu, estás bien? –los chicos observaron a Momoi y solo levantaron la cabeza para saludarla. Ella solo sonrió. 

- Sí solo me mareé –dijo girándose para verme- un poco, estaré bien…- dijo cuándo notó que no venía solo. Él ya me había visto besarme con la pelirosa así que esto era incómodo. Yo le sonreí a Tetsu y me miraba expectante, luego me dedicó una tímida sonrisa, nunca se la había visto. También le sonrió a ella. 


- Hola soy Momoi Satsuki, novia de Dai-chan –dijo amablemente


- Hola Momoi-san, soy Kuroko Tetsuya, nuevo amigo de… -paró y me miró- los chicos. 

Estrecharon sus manos y no se dejaban de sonreír, bueno, ella no paraba de sonreír, porque Tetsu seguía igual de serio. Hubo un extraño silencio y luego Kuroko suspiró y agachó la mirada. 


- Yo… creo que iré por un trago –dijo avanzando un poco. 

 

- Yo también quiero uno, ¿vamos juntos? –dijo Satsuki. Tetsuya me miró y rápido negué con la cabeza, miró a los chicos fugazmente y todos negamos con la cabeza.

 

- Claro, vamos – era tan testarudo… le dije que no aceptara y aceptó. 

 

 

- ¿Quieren que los acompañemos? –nos ofrecí, los chicos relajaron los rostros. 

 

- No es necesario Aomine-kun –dijo - quédense, me gustaría conocer más a Momoi-san. 


Todos agachamos la cabeza. Esto nos preocupaba bastante, dejar a Tetsu solo con Satsuki, no era ni una sola opción. Ella me dio un beso y el peliceleste caminó más adelante. 

Los observamos caminar y noté como Satsuki se enganchaba del brazo de Tetsu, él la miró extrañado pero no dijo nada. Luego notamos cómo Takao, Himuro y Riko se acercaban a nosotros y le sonrieron a Kuroko, mas Momoi fue completamente ignorada. 

- No creo que sea buena idea dejarlos solos –dijo Kagami. Yo seguí observándolos, miré cómo se perdían entre la multitud y aún me quedé con la imagen de la partida de ambos. 

 

- Daiki –dijo Akashi- ¿es en serio que Momoi es tu novia? –preguntó y yo torcí un poco la boca. 

 

- Sí, bueno… estuvimos hablando sobre eso. 

 

- ¿El beso no te dejó claro lo que pasaba? –dijo Midorima mirando a Takao a cierta distancia.


Los recién llegados  se nos acercaron y nos saludaron. Kagami rápidamente se fue a los brazos de Riko y ella le sonrió. 


- Hola hermosa –le dijo él y le dio un pequeño beso en los labios. Yo casi vomito, era MUY extraño ver a Bakagami con tal toques de sutileza, en la mayoría de veces él no tiene tacto para decir las cosas, después de todo, es un completo idiota. Ella sonrojada nos miró y nos sonrió.

 

- ¿Ustedes salen? –pregunté con la boca al suelo. Ellos dijeron que sí- ¿Tienen tres días de conocerse y ya salen ? –dije incrédulo. 

 

- Tú tienes menos de tres horas con Satsuki y ya la perdonaste –contraatacó el cejas mutante- no me digas qué es lo que no puedo hacer Aomine- me llamó. 

 

- Oi… solo era un comentario Bakagami –dije un tanto molesto. 
- Tranquilos todos –nos comentó Kazunari-, Tú -me señaló- no me tienes muy contento, pero… como me dijo Shin-chan, es tu decisión y tú –dijo señalando a Kagami- que bonita chica te conseguiste y que suerte tienes –dijo y le sonrió. Riko se sonrojó y Kagami la abrazó. 

 

- ¿Cómo es que supo del crucero? –preguntó Murasakibara. 

 

- La revista deportiva seguro –dijo Himuro. Era cierto, habían anunciado que iríamos en un crucero, solo que no dijeron en cual. No sé cómo lo descubrió. 

 

- Oh –dijo el pelila apenado comiendo sus papitas.

 
Estuvimos hablando un poco pero, yo no dejaba de pensar en lo que Tetsu podría estar pasando. Akashi me miraba y supongo que entendió mi pesar. 

 

- Iremos por algo al bar –anunció Akashi. 

 

- Iremos al camarote, me gustaría mostrarle algunas de las fotos de los partidos a Riko-chan –dijo Takao 

 

- Está bien –dijo Midorima- en un rato llegamos. 

 

- Claro –dijo y se fueron. 

 

-Muro-chin, se me acabaron mis dulces.- habló el gigantón

 

-Era de esperarse Atsushi, vamos a comprar más.- dijo Himuro.- Ya los alcanzamos.-y se alejaron.

 

- ¿Iremos a ver a Tetsuya, cierto? –dijo Kagami. 

 

- Si–dije y caminamos hacia allá. 

Mientras caminábamos sentía cómo el corazón se me aceleraba. La verdad era que estaba muy nervioso. No me imaginaba como Tetsu podría salir con mi novia sin siquiera conocerla. Además, Satsuki no era tan… pacifica como mucha gente suele catalogarla cuando la ve. Ella tenía su carácter, y como Tetsuya es tan blando, sentía un gran nerviosismo. 

Al entrar al bar notamos cómo Satsuki le daba una cachetada a Kuroko, rápido aceleramos el paso, vi como él se mantenía inmutable y le dijo algo que Momoi le dio otra cachetada a la cual, Tetsu se quedó callado.

 
- ¿Qué estás haciendo? –le pregunté una vez que llegamos. Levanté la cara adolorida de Tetsuya y examiné su rostro, él me miraba a los ojos fijamente.

 

- ¡Él es una idiota! –dijo mi novia furiosa. 

 

 

- ¿Por qué? –pregunté confundido. 

 

- Me dijo que yo había sido una zorra que te había abandonado y engañado, ¿qué le pasa? –dijo ofendida. Kagami rió y Akashi no pudo evitar sonreír, Midorima desvió la mirada pues sabía que si ella lo miraba se carcajearía.

 

- Bueno… no nos negarás que eres abandonadora y zorra –dijo Taiga y yo lo fulminé con la mirada. El cejas raras caminó lejos de allí. 

- Seguro fue un malentendido, ¿verdad Tetsu? –le pregunté. Él seguía perdido en mi mirada- ¿Oi estás bien? –pregunté y toqué su frente. Parpadeó rápido y se alejó de mí. 

 

- Yo no te dije eso –se excusó. 

 

- ¿Lo ves? –dije convencido de que tal vez Momoi lo inventaba. 

 

- Yo solo te pregunté que si engañaste a Aomine-kun –Satsuki lo miró furiosa y Shintaro se hizo el desentendido y caminó hacia atrás. 

 

- ¿Que tú le preguntaste qué? –dije confundido. Eso se lo había confiado solo a él. No para que llegara mi actual novia y se lo contara. 

 

- Ya… es suficiente de esto mejor me voy –dijo levantándose de su banquito. Noté que resbalaba y caminaba raro… estaba muy ebrio. 

 

- ¿Cuánto y qué se tomó? –le pregunté a la pelirosa. Ella me miraba con los brazos cruzados. 

 

- No pienso decirte nada, él no me agrada Aomine –me dijo. Yo observé la botella de vodka que allí estaba. 

 

- Satsuki, este no es el momento –dije sosteniendo a Tetsu, quien al parecer quería vomitar. 

 

- Es que Aomine, por favor, solo míralo –me dijo. 

 

- ¿Podrías por favor cooperar? –pidió Akashi con clara irritación. Ella lo miró y entrecerró los ojos. 

 

- De acuerdo –dijo sin otra opción-. Se tomó cinco vasos de vodka recargado y unos cuantos whiskys. 

 

- ¿Tetsu que tienes, tanto tomaste? –dije incrédulo, en verdad no esperaba  que le gustara el licor, es más, parecía que le era repulsivo. Tetsu estaba serio y viéndome. No sé en qué estaría pensando pero su mirada me intrigaba. 

 

- No fue nada Aomine-kun, aún puedo caminar, suéltame –dijo y caminó lejos de mí, claro que se tuvo que sostener de algunas sillas en su camino a la puerta. 

No pude evitarlo pero fui tras de él. 
- ¿Qué haces? –me preguntó Satsuki. 

 

- No lo puedo dejar irse así –dije preocupado. 

 

- ¡Claro que puedes Daiki! –me gritó. La miré ya hastiado pero con calma. 

 

- Solo déjame llevarlo, no tardo nada. Prometo que mañana desayunaré contigo. 

 

- De acuerdo –dijo mi pelirosa novia. 

- Hecho –dije y corrí hacia Tetsu. 

Él seguía tambaleándose al caminar. La tomé de un brazo y lo pasé por mi cuello. Me miró y entrecerró los ojos. Con mi otro brazo lo sostuve de la cintura. 

- ¿Qué haces? –me preguntó confundido. 

 

- Te llevo a tu camarote Tetsu –le anuncié y caminé con él, se quedó callado y me seguía observándome mientras caminábamos por un largo pasillo para llegar al elevador, no pude evitarlo pero le tenía que preguntar. 

 

- ¿Ehm…Qué tanto me ves? –le pregunté. Él me miró y tocó mi cara. 

 

- Me encanta tu sonrisa, y tus labios son lindos Aomine-kun –dijo acariciando mi mejilla. Pero que directo, creo que el alcohol le afecta mucho. Yo entrecerré los ojos. Sentí cómo mis mejillas se acaloraban y mi pulso se aceleraba. 
Lo miré fijamente y él se detuvo también. Tragué un poco de mi saliva y Tetsu no sonreía, solo me observaba.

- ¿Por qué le dijiste eso a Satsuki? –le pregunté. 

- Porque tú no mereces a alguien así  Aomine-kun–dijo sin temor-, una buena persona no dudaría en estar contigo. 

 

- ¿No crees que ella sea una buena persona? –pregunté. 

 

- No –me contestó inmediatamente- pero estoy ebrio, no creas mucho de lo que digo. 

 

- Yo… -traté de decir, pero él se comenzó a caer. Lo sujeté de la cintura y su cara topó con mi barbilla, enderezó la cara y sus labios estaban muy cerca de los míos. Mi mirada topó con la de Tetsu y… 

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- ¿Qué haces con mi novio? –preguntó alguien. Me giré para ver a ese alguien, era un chico con una cabellera desorneada y gris, ojos oscuros con ropa de vándalo. 

- ¿Tu qué? –pregunté, me pareció haber escuchado decir “novio”. 

 

- Es mi novio –dijo Tetsu apartándose de mí. 

 

- Creí… que no tenías novio –le dije. 

 

- Yo… -él trató de decirme pero se tambaleó haciendo que cayera al suelo. El chico rápido se acercó y lo levantó,Kuroko parecía un costal de papas. 

 

- Es mi novio –dijo el chico- soy Haizaki.
Estreché su mano y caminó hacia el elevador. 

 

- Lo llevaré a su camarote, yo me encargo, gracias –dijo el chico. Yo no sabía ni qué y solo lo observé llevarse al peliceleste en su espalda. 

 

- ¡Espera, te acompaño! –dije, pues a él yo no lo conocía. Él rodó los ojos y no se detuvo. 

 

- De verdad, soy su novio. Tú lo escuchaste –me dijo. 

 

-  Está ebrio –le dije, me comenzaba a molestar- No puedo creer todo lo que me diga. 

- Bueno… -comenzó a levantar la voz. 

 

- Deja que su novio lo lleve –me dijo Midorima. 

 

- ¿En realidad es su novio? –le pregunté y Akashi me asintió. 

 

- ¿Ya me puedo ir? –preguntó el chico. 

 

- Claro Haizaki –dijo Seijuro. Él caminó hacia el elevador ya abierto y luego se cerraron las puertas. 

Tetsuya nunca me dijo que tenía novio. Creí que el chico al que él aún amaba solo era un idiota que estuvo con él, no un idiota que aún está con él. ¿Me habré confundido yo solo? Es extraño, Tetsu me preocupa. Shintaro me dio unas palmaditas en la espalda y yo le sonreí, caminamos de nuevo al salón.

Dentro vimos que los demás habían llegado. Riko estaba abrazada de Kagami y ella reía. Satsuki ya no estaba con ellos. Me acerqué y a Riko se le borró la sonrisa. 

- ¿No fuiste a llevar a Tetsuya? –preguntó preocupada.

- A eso iba pero… en el pasillo me encontré con un chico que decía ser su novio. 

 

- Él no tiene novio –dijo entrecerrando los ojos. 

 

- Tetsu cuando lo vio dijo que sí –dije extrañado, ¿y si era mentira y el chico me lo robaba? 

 

- No tiene –dijo asustada. 

 

- Calma –le dijo Kagami- nos presentó a un chico llamado Haizaki como su novio esta tarde. 

 

- ¿Haizaki? –comenzó a recordar algo. Se tocó la frente con su mano derecha y exclamo- ¿ese tipo qué hace aquí? –dijo molesta y comenzó a caminar.

 

- ¿Qué pasa? –pregunté preocupado. 

 

- Ellos se suponía que ya habían terminado, no sé qué habrá pasado por la cabeza de Tetsuya en el momento en el que lo vio –comenzó a caminar hacia el pasillo. 

 

- ¿Quieres que te acompañe? –preguntó Taiga. 

 

- Claro vamos –dijo Riko. 

Yo me quedé allí con los chicos, solo observando cómo se iban. Todo esto me tenía muy confundido, pensé que no tenía novio y resulta que sí. Ahora su hermana me dice que en realidad no tenía, pero ¿si? Esto es demasiado confuso y Tetsu estaba ebrio, todo esto no lo podía digerir hoy mismo así que me fui al camarote. 


(Narra Kagami)

 
Caminamos de la mano hasta llegar al camarote y nos encontramos a un chico con Tetsuya colgado en la espalda como si fuera un costal de papas. Nos acercamos a él. Riko quitó el cabello celeste de su rostro y parecía ir bien dormido.

- ¿Está bien? –le preguntó a Haizaki. 

 

- Sí, solo está dormido –dijo- ¿Tienes la llave? Revisé sus bolsillos pero no la trae. 

 

- Sí –dijo Riko sacando una llave. 

 

Luego de la puerta de al lado, o sea el camarote del padre de Riko, se abrió. De dentro salió Kouki, su hermano. 

 

- ¿Tú qué haces aquí? –le pregunto a Haizaki. 

 

- Cállate enano, vengo con tu hermano –dijo defendiéndose. Él miró a Tetsuya inconsciente y rápido se acercó a verlo. 

 

- ¿Qué le hiciste? –dijo molesto. 

 

- Nada, yo se lo quité a un chico que venía caminando con él –dijo entrando al camarote. 

 

- ¿Daiki? –dijo confundido. 

 

- Sí –dije yo- luego te explico lo que pasó –estaba bastante preocupado el chico. 

 

- De acuerdo –dijo observando como Haizaki entraba al camarote.

 

Lo acostó en su cama, le quitó los zapatos y lo cobijó. Tetsu se acurrucó y abrazó una almohada, se veía tan débil y cansado. Él le acarició la frente y le dio un pequeño beso. 

 

- Estará bien, solo que mañana le dará una fuerte resaca –negó con la cabeza- Debo irme ya, mañana vendré por él temprano, iremos a desayunar –le anunció a Riko. Ella asintió aunque no de buena manera y él caminó hacia la puerta. 

 

- Kagami –pronunció- lamento haber sido un grosero al principio. Fue un placer conocerlos, hasta luego Kouki –dijo y se fue. Este chico qué pretendía, ¿sería verdad lo que dijo Tetsuya de que él no era así todo el tiempo? No sé lo que pasaba pero yo no confiaba mucho en él. 

 

- Me tengo que ir a dormir, mi papá seguro me mata si sabe que salí del camarote –dijo Kouki. 

 

- Hecho –dijo y se despidió de nosotros. Nos sentamos en la salita y Riko se acurrucó conmigo. 

- Hay mi hermanito, ha sufrido demasiado –dijo ella. Yo le acaricié el cabello. 

 

- ¿Crees que ese chico sea bueno para él? –pregunté.

 

- No lo sé, cuando comenzaron su relación, parecía hacerle mucho bien. Era todo lo que alguien podría desear, era atento, cariñoso, cortés y se portaba muy bien con todos nosotros. Cuando Tetsuya sufría de una crisis emocional, el único que podía calmarlo era él. 

 

- Vaya y ¿luego qué pasó? –pregunté bastante interesado. 

 

- Pues, un chico que era su mejor amigo, se lo quitó, al parecer no toleraba que fueran una pareja perfecta y sentía envidia… -yo fruncí mi ceño- Haizaki terminó con Tetsuya y salió con Kise, su amigo. Durante ese tiempo… se burlaban ambos de la soledad que sentía mi hermano y… luego cuando Kise se cansó de ser  novio de Haizaki, lo terminó y le pidió “perdón” –dijo resaltando las comillas con sus dedos- a Tetsuya, y Haizaki hizo lo mismo. 

 

- ¿Él los perdonó solo así? –pregunté incrédulo, pues era casi la misma situación que Aomine. 

 

- Sí, aunque a Haizaki… nunca le dio la oportunidad de salir con él otra vez, no sé por qué me dice que… volvieron. 

 

- Tetsuya nos dijo que sí era su novio y hace unos días me comentó que mensajeaba con él. 

 

- No sé qué es lo que está pensando mi hermano, pero si es feliz con él. No me queda de otra que aceptar –dijo cerrando sus ojos. Me quedé pensando en lo de Aomine y era muy cierto, si él era feliz con ella, no nos quedaba de otra que aceptar. 


- Kagami… -comenzó ella. La miré y sus ojos caramelo me hacían sentir nervioso- ¿te veré cuando termine el viaje? 
Yo reí bajito. 

 

- Por su puesto que sí –le aseguré- desde que te vi supe que no me podría alejar más de ti. Te has convertido en una necesidad para mí –le dije y ella se acercó, lentamente acarició sus labios contra los míos. Me encantaba besarla, ella era tan tierna y encantadora. No sé cómo pude conquistarla con lo bestia que soy. 

 

- No te separes de mí –dijo ella. 

 

- No lo haré –le prometí.

 

(Narra Aomine) 

Llegué a mi camarote y lo primero que pensé fue en darme un baño, no me sentía nada bien. Entré a la tina y recosté mi cabeza, estuve pensando en muchas cosas y luego reí porque recordé el mensaje de “él”, diciendo que se electrocutaría si me contestaba el mensaje con las manos mojadas. 

Tomé mi celular y comencé a teclear algo. Tal vez él podría hacer que mi día valiera la pena.

“Hola, no sé qué tipo de emociones hayan pasado por tu corazón hoy, solo quiero que estés bien y que salgas siempre con la cabeza en alto”
–envié y me terminé de duchar. 

Al salir me puse el primer short que me encontré y me tiré en la cama, por primera vez en la vida no tenía hambre ni ganas de tomar algo. 

Estuve dando vueltas en esta, la verdad era que esperaba que “él” me respondiera algo, pero cada vez que prendía el celular para ver si tenía algo. No había nada. El sueño comenzó a invadirme y sentí cómo Kagami entraba sin hacer ruido. Se subió a su cama y en menos de cinco minutos ya estaba roncando. 

Eran las cuatro de la madrugada y no podía dormir. Estuve caminando en el camarote, más bien dándole unas cuantas vueltas, me senté en una silla giratoria que allí frente a un pequeño escritorio se encontraba y comencé a pasearme en ella. 

De repente escuché que en mi celular sonaba anunciando un mensaje. Rápido corrí hacia mi cama y me lancé a ésta para acallar el sonido del celular, antes de que Kagami despertara. 

“Disculpa por no contestar más temprano, pero estaba dormido, ahorita tengo hambre así que por eso desperté. No tienes idea de cuanto necesitaba unas palabras como esas. ¿Por qué las personas  no son como tú?” –recibí. Reí ante esas palabras, si supiera que yo no soy perfecto. También me equivoco y la verdad, me equivoco más que cualquier otro. 

Gracias por pensar eso de mí –inicié- pero no soy tan perfecto como tú crees, cometo mis errores, y en ocasiones hago lo que en otros zapatos no haría” –envié. Dejé la silla y me recosté en el sillón, ya iban a ser las cinco de la mañana. 

Pues no tengo idea de lo que hablas. A veces me gustaría estar contigo y hablar personalmente, estar cerca de alguien que tal vez no me entienda, pero si que me comprensa y así poder sentirme en paz” –cuando leí eso, rápidamente sentí la necesidad de abrazarlo. Me gustaría a mí también estar con él. 

A mí también me gustaría estar con una persona que me entienda y sienta que me necesita. ¡Demonios, por qué no te tengo cerca de mí! Siento la necesidad de abrazarte” –abracé a una almohada, mi necesidad de tenerlo conmigo me ahogaba. 

No digas más porque siento que puedo llorar y no quiero hacerlo. Espero que el chico con el que pretendes salir sea muy bueno contigo y tú la trates como se debe” –pidió. Me encantaría decirle todo lo que pasaba ahora, pero no era el momento para confesarle que siempre no trataría al otro chico porque yo había vuelto con mi exnovia. Era demasiado para una madrugada. 

No llores, alguien como tú no debería derramar una sola lágrima y menos por alguien como yo. Te quiero y que duermas bien. Recuérdalo… siempre con la cabeza en alto” –envié y puse mi cabeza en la almohada, el sueño me comenzaba a azotar. 

Gracias por levantarme el ánimo siempre. Que duermas bien y… yo también te quiero” –recibir esas hermosas dos palabras hicieron que mi día no fuera del todo una porquería. 

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Día 4
(Narra Tetsuya) 

 

Me quedé dormido de nuevo, luego de hablar con “el”. Cuando desperté de nuevo eran las once de la mañana y me apresuré a bañarme pues sabía que Haizaki llegaría en cualquier momento. Me puse los jeans menos rotos que encontré y una playera azul marino, a él le encantaba que me vistiera de azul, pues mis ojos se aclaraban más. Tenía una terrible resaca, para ser mi primera vez era espantoso. 

Al salir acomode mi cabello, mi hermana no estaba, me dejó una notita diciendo que desayunaría con mi papá. Al cabo de unos minutos escuché cómo tocaban a la puerta. Me apresuré y abrí. 

 

- Buenos días –dijo Haizaki, ahora lucía una playera negra y unas bermudas blancas con negro. Sabía que odiaba ver a un hombre con sandalias así que traía converse negros. 

 

- Hola –dije cerrando la puerta tras de mí. 

 

- ¿Cómo te sientes? –me preguntó. 

 

- Bien, aunque la verdad no recuerdo nada de lo que pasó anoche, solo recuerdo estar en el bar con una chica y luego… alguna cachetada y… ya. No supe quién me trajo al camarote. 

 

- Yo te traje al camarote –me dijo- Un chico estaba contigo. 

 

- Oh, sí –dije pensando en él- es Aomine.kun. El novio de la chica del bar, ¿me pregunto a qué hora habrá llegado allí? –dije para mi mismo. 

 

- Ni idea –dijo tomando mi mano. Caminamos hacia un restaurante que se encontraba en el segundo piso y nos sentamos en una esquina. 

 

- Te vez cansado –me dijo, su mirada tierna me invadía el corazón. 

 

- Lo estoy, anoche… no pude dormir bien –dije viendo la carta. 

 

- Bueno… cuando te llevé ibas bastante inconsciente –dijo riendo, yo me sonroje y no sabía qué pedir- Pide algo realmente dulce para que se te quite la resaca, tal vez una copa de fruta con miel –me sugirió. Pedí eso y él pidió hot-cakes, mis favoritos. 
Estuvimos desayunando en silencio, realmente no sabía qué pensar de Haizaki. Hoy se estaba comportando como cuando lo conocí. Era educado, lindo y atento. Pero eso lo era conmigo y ¿si con otras personas era malo? 

 

- Haizaki… -traté de iniciar, él me miró y sonrió. Yo tímidamente sonreí- ¿en verdad lo quieres intentar? 

 

 

- Sí –dijo rápidamente. Mis manos temblaban. Él sonrió de nuevo y tomó mi mano- sé que vivirás en América, por eso renuncié a mi empleo y trataré de conseguir uno allá, sé que hay buenos equipos de basket, tal vez me una a uno–dijo pensando en voz alta. 

 

- ¿Cómo supiste que yo te daría una nueva oportunidad? –pregunté. 

 

- No lo sabía. De hecho, pensé que duraría más rogándote que volvieras conmigo, pero desde un principio dijiste que sí. Con el mensaje que me enviaste pensé que… ya nunca me darías la oportunidad. 

 

- Yo también me sorprendí –dije tomando un poco de fruta con el tenedor. 

 

- Tetsuya, lamento mucho lo que te hice. De verdad me porté como un idiota, ni siquiera sé en qué estaba pensando –yo lo miraba fijamente. Notaba ¿sinceridad en él? Dios, estaba tan confundido. 

 

- Yo… -él se paró y se acercó a mí. Puso una rodilla en el suelo y puso su mano en mi barbilla. 

 

- Sé que me he portado mal contigo, sé que no confías en mí. Por eso estoy dispuesto a estar pidiéndote perdón el resto de mi vida, hasta que tú te convenzas de que he cambiado. 
Sacó algo de su bolsillo. Una cajita pequeña y negra. “Dios no… no lo hagas” –rogaba en mi cabeza. 

 

- Tetsuya, tal vez este no sea el mejor momento, pero ya no puedo esperar más. 
Yo estaba con los ojos como plato viendo toda esa escena. Los señores que nos acompañaban en el restaurante nos observaban y fue cuando noté una mirada en especial clavada en mí. A lo lejos en una mesita cruzando el corredor se encontraba Aomine y Momoi desayunando, ella parecía hablar y hablar y él me observaba a mí con cierta preocupación. 

 

- ¿Me harías el honor de casarte conmigo? –pidió Haizaki. En ese momento sentí cómo las lágrimas salían de mis mejillas y mi corazón se quebraba. Yo amaba a mi novio, pero casarme con él era un compromiso mayor. Era algo… real, algo para toda la vida. ¿De verdad quería estar con él… por el resto de mi vida? 
A Aomine se le borró la expresión de la cara, se levantó de la mesa y se fue. Momoi se quedó sentada observando cómo se iba y siguió comiendo. Yo observé a Haizaki, quien aún estaba arrodillado. Todas las mesas a nuestro alrededor esperaban mi respuesta. Mi voz no salía y lo único que hice, fue mover la cabeza de arriba a abajo. 

 

Él rápido se acercó a besarme y abrió la cajita pequeña que tenía. Era un anillo bastante hermoso, tenía una gran piedra al centro y era de oro blanco. Me lo puso en el dedo anular y me volvió a besar. 

Estábamos aún desayunando cuando sentí cómo mi celular comenzaba a vibrar. Rápido lo saqué de mi bolsillo y noté que era un mensaje de “él”. 

 

- Lo siento, debo de contestar el mensaje –dije. 

 

- ¿Cómo es que aún te funciona? –preguntó confundido.

 

- Es que es satelital, pero supongo que cuando estemos en medio de la nada dejará de funcionar. 

 

- De acuerdo, puedes contestar no te preocupes –dijo y siguió comiendo. 

Buenos días, ¿nunca has sentido la necesidad de interrumpir algo importante? Yo la acabo de sentir y creo que cometí el más tremendo error de no hacerlo”.

Odiaba cuando “él” se sentía culpable o mal consigo mismo. Suspiré y luego observé la silla vacía en la cual estuvo Aomine. 

No, nunca la he sentido. Pero sí he sentido la necesidad de que alguien me interrumpa o intervenga en algo importante. No te sientas culpable. Las cosas pasan o no pasan por algo” –envié. 

Terminamos de desayunar entre risas. Él me dijo que tenía algunas cosas qué hacer así que fui a mi camarote por la cámara que el moreno me había regalado y subí a la cubierta. Allí estaba él. Sostenía el celular con ambas manos y su mirada parecía perdida. Se giró a verme cuando escuchó el Click de mi cámara.

 

- Lo siento, no quise incomodarte Aomine-kun –le dije y me puse a su lado, recargué mis codos en el barandal y seguimos observando el mar. Él tenía la mirada clavada en mi anillo. 

 

- No me dijiste que tenías novio –dijo con mucha seriedad y ¿enojo?.

 

- No lo tenía –dije. 

 

 

- Entonces, ¿quién es el chico con el que te comprometiste hoy? –dijo tocando mi anillo. Yo lo toqué delicadamente y giré el anillo para que solo quedara la parte de la argolla. 

 

- Bueno… yo… 

 

- No me interesa saberlo, no importa –dijo antes de que yo contestara. 

 

- ¿Recuerdas al chico que aún amaba? –le pregunté, él me dio un fugaz vistazo y asintió. 

 

- Él es Haizaki, mi… prometido. 

 

- ¿Recuerdas a la chica que me engañó? –me preguntó.

 

- Cómo olvidarla –le dije. Él agachó la mirada.

 

- Es Satsuki, mi actual novia –dijo mordiendo una de sus uñas. 
Suspiré y me quedé callado. Estuvimos viendo montones y montones de parejas besándose y jugando. Recordé cuando Haizaki y yo hacíamos siempre eso, jugar y besarnos. 

 

- ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche? –preguntó con una mirada intrigante. 

 

- No, solo tengo leves imágenes. Recuerdo que estuve con Momoi y luego, una cachetada y… ya. 

 

- Bueno, creo que ofendiste a mi novia y luego ella se desquitó. Te caías de ebrio y yo me ofrecí a llevarte a tu camarote, no dijiste nada. En el pasillo me encontré con tu actual prometido y me dijo que él se encargaba. 

 

- Oh –dije- ¿Qué le dije a tu novia? 

 

- Que si ella era mi engañadora –rió. Yo me puse rojo como un tomate, no podía creer lo imprudente que había sido, si bien era directo pero no tanto.

 

- ¿Fue cuando ella me cacheteó? – oculte mi risa, no funciono. Él también comenzó a reírse. 

 

- Sí, por cierto tienes un pequeño rasguño en la nariz –me dijo apretándomela. 
Yo reí y comenzamos a bromear sobre muchas cosas. Este chico era tan agradable. Ahora sé que los dos teníamos nuestro propio compañero y nadie se sentiría solo. 

 

- ¿Tetsu… te casarás con él? –preguntó de la nada, hizo que mi sonrisa se borrara y pensara bien en las cosas. 

 

- No sé –dije viendo la piedra de mi anillo- Regresamos ayer y… digamos que yo no estaba en mis cinco sentidos. 

 

- Devuélvele el anillo entonces –dijo sonriente. 


- ¿Aomine-kun, por qué no quieres que me case con él? –pregunté intrigado. A él se le borró la sonrisa. 

 

- No es que no quiera que te cases, sí quiero que lo hagas. Pero… con él –inclinó un poco la cabeza y frunció el ceño- es solo que acaban de volver y ya quiere casarse contigo. Ni siquiera han hablado lo suficiente y tú ya le diste el sí y ¿si él no viene con buenas intenciones? 

 

- Aomine-kun, ¿estás celoso? –él se sonrojó...

Notas finales:

nos vemos xd


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