Amor.
Tristeza.
Felicidad.
Egoísmo.
Ira.
Fastidio.
Decepción.
Esperanza.
Alegría.
¿Por qué el humano puede expresar tanto?
¿Por qué el humano puede sentir?
¿Qué son los sentimientos?
¿Cómo expresarlos?
—¿Qué estás haciendo?
—Admiro una maravilla, ¿no es hermoso?
—Claro que lo es, más de lo que cualquier persona pueda imaginar, ¿tienes idea del origen de la Torre Eiffel?
—¿Y quién dijo que estoy hablando de la Torre Eiffel?
Todos necesitamos aprender de nuestros sentimientos.
Todos necesitamos aprender a cómo expresarlos.
Todos necesitamos aprender a cómo controlarlos.
Aunque hay excepciones sobre ello.
—Si observas por esta cámara, todo es diferente.
—¿Por qué sería diferente? Es lo mismo observar a través un lente, como observar sin nada como intermediario.
—¿Por qué lo dices? ¡Debes de ver lo diferente que es! Deja de pensar en operaciones lógicas y navega en un mundo de fantasías, ¿comprendes?
—¿Y en qué me ayudará todo esto?
—Observar que la vida no es tan mala como lo aparenta ser.
Soñar.
Fantasear.
Accionar.
Lograr.
Cuatro palabras contando la historia de cada persona sin darnos cuenta.
¿Cómo conseguimos algo en la vida?
Primero soñamos con tenerlo, siendo algo pasajero que luego se volvería algo más serio.
Seguidamente, todos fantaseamos, creamos un objetivo que parece muy lejano, teniendo a veces una predisposición para alcanzarlo, más luego lo dejamos.
Accionar.
La parte que lo decide todo.
Llega el momento en donde reaccionamos y pensamos con seriedad, trabajando para alcanzar aquel objetivo que antes parecía imposible.
Lograr.
El suceso más glorioso que nos pudiera pasar.
Tener con nosotros lo cometido, es sumamente satisfactorio, tan pleno, como una carga menos a nuestra conciencia.
—Tienes que luchar si realmente lo deseas.
—No tengo idea de cómo hacerlo, ¿crees que me es fácil todo esto?
—No te desesperes.
—¿Cómo no desesperarme? ¡Dime! ¡¿Cómo no desesperarme?! ¡Estoy cansado de todo esto! Admite que no podré hacerlo, ni siquiera tengo idea del por qué sigues empeñándote por «ayudarme».
—Tengo fe en ti, no puedes simplemente rendirte.
—No he avanzado nada, tú lo sabes más que nadie.
—¡Lo haces! Por eso te lo repito, porque no puedo dejarte, no puedo abandonarte, ¿qué sería yo sin tener un motivo por lograr? ¿Sabes que eres mi accionar del día a día?
Dejar la realidad es ya no tener una atadura dolorosa.
Dejar la realidad es volar y descubrir nuevos sentimientos.
Dejar la realidad es liberarte y poder vivir de una nueva manera.
—Tengo una calidez en mi pecho.
—¿Lo sientes? ¿Puedes definirlo?
—Lo siento y es muy reconfortante. Dime, ¿por qué los colores combinan tanto?
—La verdadera pregunta es, ¿por qué combinamos juntos?
¿Habrá personas las cuales sólo ven lo negativo de la vida?
Si las hay, ¿por qué lo hacen?
¿El sufrimiento es demasiado?
Si seremos honestos en este punto, el sufrimiento no se siente hasta el día de nuestra muerte, esta lo decide todo, si sufrimos o viviremos realmente.
—Me gusta el color de tu cabello, es gracioso.
—¡No es gracioso!
—Pareces anciano.
—¿Por qué sólo me insultas?
—¿Decir la verdad es un insulto?
—Ni siquiera tengo idea del por qué sigo contigo.
—Ni yo, y pensar que hasta yo no me aguanto.
—No quise decir eso, eres magnífico, lo anterior fue sólo una expresión.
—¿Una expresión buena o mala?
—Por favor, fue sólo un error.
Cuando vemos a través de una cámara, todo parece una película.
Al sacar una foto, esta queda impregnada como una fantasía ya vivida.
Sólo debemos de darle una oportunidad a la felicidad, aunque no sepamos qué es, hay que descubrirla.