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UN PAPÁ PARA NAVIDAD por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s,

Como ustedes he estado muy alarmada y preocupada por esta página, de ha poco he comenzado a respaldar mis fics, porque los archivos originales se han quedado en otras lap tops que ya no funcionan... ojalá todo termine bien.

Fué por esta razón que me atrasé en la actualización y aun temo que Mr Hacker haga algo radical, confío que Marfil y los otros administradores recuperen el control y si... que hagan algo por la seguridad.

Si leen en laptop, usen mozilla con ad blocker, si leen en celular, solo eliminen la pestaña extra que se abre con publicidad y nunca respondan a nada de lo que les pide, ni infecta ni nada, solo es publicidad molesta.


ya me extendí mucho, así que al final les dejaré una pregunta que necesito me respondan.

Muchas gracias.

Sangre Samurai.

Se encontraron llegando casi al mismo tiempo a la puerta del departamento… uno de los hombres era alto y fornido… cubría sus facciones con lentes oscuros y la rubia mata que dejaba escapar un par de mechones, la escondía bajo la capucha de su sudadera. Era como si no quisiera que lo vieran llegar, como si evitara ser reconocido… el otro, sin embargo… era un castaño de sienes plateadas alto, delgado y de porte elegante, vestido con un traje deportivo y cargando una maleta de la que sobresalían dos raquetas de tennis, mostraba su rostro sin problemas, sus ojos azules, pequeños y ligeramente rasgados, las líneas angulosas de su cara y los labios delgados y curvados en una sonrisa de picardía o de altivez, o una mezcla de ambas cosas...

 

Supieron de inmediato quien era quien… pero Stephen fue el único que avanzó y extendió su mano para saludar. El rubio rehusó en un principio, pero sabía que no tenía ninguna razón para comportarse hostil contra aquel hechicero y terminó estrechándole la diestra con fuerza innecesaria.

 

-No me equivoqué, eres el fortachón de Thor Odinson...-dijo Strange, doliéndose del apretón de manos- ¿Alguna razón para que cambies tus ropas divinas por ese disfraz tan… campirano?

 

Era una frase dicha con toda calma, pero cargada de ironía… Strange no era precisamente caracterizado por ser discreto o mesurado al hablar. La burla iba implícita e hizo hervir la sangre del asgardiano, quien se arrancó los lentes y lo fulminó con una mirada llena de rabia.

 

-¿Qué hace aquí el hechicero supremo? –replicó Thor, respondiendo con otra pregunta- ¿No deberías estar defendiendo Midgard de alguna amenaza espiritual o algo?

 

-Bueno, igual que tú sabías en tus tiempos de Vengador… siempre existe una amenaza, siempre hay un enemigo oculto, esperando su momento para atacar… pero darme tiempo para las personas que me importan también es algo que me gusta hacer...

 

-¿Desde cuando Loki es una persona que te importe?- dijo el rubio, encarando al otro.

 

-¿Por qué te molesta que lo sea? ¿Hay acaso algún impedimento que conozcas para que yo no invite a tu hermano a salir?

 

No… Thor no tenía ningún impedimento que manifestar, nada… el derecho que alguna vez tuvo para celarlo estaba ya disuelto… Loki era libre de salir con quien quisiera, de tener las amistades que quisiera y de hacer con su vida lo que quiesiera… pero… ¿Con Stephen Strange? ¿Ése vanidoso, petulante mortal y Loki? ¿Qué diablos estaba sucediendo? ¿Por qué Loki no lo había enterado que ya estaba saliendo con alguien? Y ese alguien sí podía convivir con Raynor, porque Loki no necesitaba su permiso para invitar personas a su casa… No solo la sangre le hervía… quería echar fuego por la nariz, quería fulminar al altanero mago con uno de sus rayos… todavía podía usarlos, sin su martillo él seguía siendo poderoso… y si se terminaba su escasa paciencia, tal vez privaría al Sancta Sanctorum de su fatuo guardián...

 

-Así que… invitaste a salir a Loki... ¿Y él te pidió que llegaras precisamente a esta hora?

 

-No… quedamos en vernos en el club a las nueve… pero me pareció mas caballeroso llegar temprano, llevarlo a desayunar y pues, la verdad… no sabía que tú tenías una cita con él antes que yo... ¿Acaso interrumpo algún asunto familiar importante?

 

Thor iba a responder que sí… que ya se podía ir perdiendo en su club, que tenía asuntos que eran verdaderamente importantes que tratar con Loki ese domingo y que sin duda, tenían prioridad sobre cualquier frívolo entretenimiento… afortunadamente para todos, Loki abrió sonriente al presentir que las voces masculinas tras su puerta, no eran precisamente los tonos más cordiales que quisiera escuchar esa mañana…

 

-Stephen… que agradable sorpresa…- dijo, en tono suave, dedicando toda la atención al mortal- Pasa, por favor… pasa también Thor, Raynor estará listo en un segundo...

 

Como si nada, Loki los hizo entrar… era la primera vez que ambos veían el nuevo hogar del antiguo dios del caos. A Strange le pareció encantador, un pequeño lugar, muy sobrio y muy de acuerdo a la personalidad del hijo de Laufey, sin embargo, pudo notar que cada rincón estaba salpicado de acentos de color, de risa, del inconfundible espíritu de una presencia infantil… una pelota de color azul tras el sofá… un enorme libro lleno de vistosas ilustraciones sobre la mesita, un dibujo a crayolas de la figura inconfundible de Thor: Un hombre de armadura, capa roja y martillo… con rayos a su alrededor.

 

A Thor por el contrario, el lugar le pareció pequeño, humilde… inadecuado… Loki había decidido dejar su amplia mansión sin protestar, un tanto obligado por la presencia de Thor* y otro tanto porque ya no quería depender de la generosidad de su ex esposo, y ni siquiera enteraba al rubio de dónde exactamente obtenía el dinero para pagar el alquiler de aquel sitio tan común. ¿El sueldo que le pagaba Stark era tan poco que no podía conseguir algo mejor? Y además, la insana terquedad para negarse a recibir su ayuda económica… también él vió el dibujo prendido en un tablero cerca de la barra de la cocina…

 

-Raynor…- murmuró, sintiéndose apenado por romper el sueño y la ilusión de su pequeño, que obviamente seguía idolatrándolo como un héroe.

 

-¡Padre!- se dejó escuchar la vocecita alegre y dinámica, corriendo desde la puerta de su recámara hasta el mayor, saltando a sus brazos y colgándose de su cuello con la espontánea emoción de la que solo eran capaces los niños- ¡Padre, te extrañaba! ¡Tenía muchas ganas de verte!

 

-Mi corazón…- balbució el otro, estrechándolo con dulzura e incapaz de agregar más.

 

-Te hice un regalo, Padre… mira, en el Colegio, nos pidieron que dibujáramos el trabajo de nuestros padres y yo te hice a ti… mañana llevaré mi tarea y será el mejor trabajo de todos, porque ninguno de los niños tiene a un padre como tú...

 

Thor miró a Loki sin saber que responder… el ojiverde, ocultando su propio dolor, sonrió a su pequeño y le quitó el dibujo de las manos al rubio, colocándolo nuevamente en el tablero.

 

-Raynor… pide a tu Padre que te acompañe a presenciar tu clase… recuerda que mañana todos los niños acudirán a clases acompañados y ustedes dos deberían ir juntos.

 

-También tú puedes acompañarlo, Loki...

 

-Si puedo. Pero el niño te dibujó a ti… lo correcto es que lo acompañes. ¿O tienes algo mejor que hacer?

 

-Raynor, debemos irnos… - dijo Thor, carraspeando un poco para espantar la incomodidad- besa a papá Loki y despídete hasta la tarde… hay muchos planes para pasarlo bien este día.

 

-Sí, señor…- respondió el niño, obedeciendo sin cuestionar, como siempre lo obedecía…

 

-En la tarde me darás los detalles para acompañarlo, ya sabes… por el Trabajador social…

 

-¿Y a propósito, Thor? ¿Dónde está? Creo que ninguna visita se autoriza sin que te acompañen...

 

-Me alcanzará en el parque de diversiones… no hagas ese gesto. Puedes llamar y comprobarlo por ti mismo… toma- dijo, extendiéndole el teléfono.

 

-Está bien, no es necesario… te creo...

 

Thor y Raynor salieron sin que el rubio mayor se despidiera del otro invitado.

 

***

 

Loki alzó el brazo, hizo el giro completo para meter su primer servicio y concluir el set con un As. Era realmente muy bueno jugando al tennis, le encantaba ese deporte de mortales y a pesar de la encarnizada resistencia que Stephen ofreció, terminó venciéndolo siete juegos a cinco.

 

-No acepto la derrota…- jadeó el hechicero, tirándose sobre la cancha, halando aire con fuerza y alzando las piernas en una especie de pataleta- ¡Exijo la revancha!

 

-No…- dijo Loki, dándole la mano para ayudarlo a levantarse- Prefiero ir a las duchas… son casi las tres de la tarde- Pero Strange tenía otros planes. Tiró con fuerza, haciendo que el otro perdiera el equilibrio, cayendo prácticamente encima del hechicero supremo. Loki no se mostró sorprendido, ni molesto… tenía la sangre fría necesaria para manejar la embarazosa situación, miró significativamente al hombre y lo cuestionó- ¿Qué pretendes exactamente Stephen?

 

-Bueno… es evidente… Me estás proponiendo ir a ducharnos juntos... creo que tú y yo deberíamos enredarnos en toallas y sorprender a todos en el sauna con un buen acercamiento de labios.

 

Loki sonrió y se levantó con agilidad, echando a caminar rumbo a los vestidores, mientras movía la cabeza de un lado al otro… divertido.

 

-Te creía un hombre juicioso… completamente dedicado a tu religión y a tus obligaciones… Pero veo que eres algo diferente… dime ¿No era acaso que el jueves apenas te sorprendí intentando ligarte a Tony?

 

-Sí- respondió el Doctor, caminando de prisa para alcanzar al pelinegro- Y te dije muy claramente que solo estaba planteándome tener a una persona conveniente a mi lado…

 

-¿Y ahora has decidido que soy yo el que te conviene?

 

-Escucha: Me gustan los hombres como tú, poderosos, decididos… misteriosos... No puedo pensar en alguien mejor que el Dios del Caos. Querido, has iniciado guerras, intrigas, traiciones... has defendido noblemente causas justas al mismo tiempo. Tienes una dualidad encantadora… y ahora, dices que solo eres un mortal común, sin poderes… eso es suficiente para que captes mi interés.

 

Loki se sentía incómodo… hacía mucho tiempo renunció a todo su pasado, incluyendo sus títulos ganados con tanta mentira, enredo y traición… Strange pensaba que seguía siendo el mismo caótico, rencoroso y ambicioso Jötunn que tantas veces había perdido batallas frente a los Vengadores, o frente a Thor… el que había muerto y renacido, el que había sido castigado y desterrado, encarcelado e indultado por Odín…

 

-Cometí los suficientes errores para desistir de guiarme por la conveniencia o la ambición...

 

-Te enamoraste…- dijo Strange separando la silla para que Loki tomara asiento en el restaurante del club, al cual se dirigieron en lugar de ir a las duchas- Cuéntame como es que tienes un hijo.

 

-¿En serio has salido conmigo para insistir en conocer mi vida privada?

 

-Confieso que me tienes muy intrigado… He visto a ese hermoso y rubio niño llamarte “Papá”... Veo una casa donde crías un niño pequeño… ¿Cómo es eso posible?

 

Loki movió un poco su vaso de jugo para que el mesero colocara su plato de comida. Alzó los ojos con coquetería… sabía que Stephen babeaba cada vez que le dedicaba “esa” mirada en especial.

 

-Raynor es mi hijo, es verdad- respondió simplemente- El motivo de mi corazón, por el cual, careciendo yo de virtudes, he simulado que las tengo… porque de ninguna manera consentiré que mi niño sea menospreciado o humillado como alguna vez yo lo fui.

 

-¿Tu hijo…? Pero… ¿Y Thor?... Creo que escuché perfectamente cuando el pequeño lo llamó “Padre” y según yo, no se puede tener dos padres… bueno sí, pero necesitarían que Thor y tu, que fueran… Dime una cosa... seriamente: ¿Thor y tú han cuidado de ese niño y lo adoptaron o algo así?

 

Una carcajada cristalina llenó la vista y el oído del antiguo médico. Loki era sencillamente avasallador cuando mostraba esa luz, esa alegría… esa sensual forma de sonreír mostrando sus dientes perfectos, y como enmarcaba el brillo de sus ojos igual que esmeraldas pulidas… es que nunca imaginó el hechicero que hubiese una criatura tan llena de perfección y sensualidad rondando tan cerca, y menos que un día lo hubiese considerado como huésped indeseable en la tierra.

 

-Te sacaré de las dudas, mi querido Stephen… Raynor es hijo nuestro. De Thor y mío… y no, no es adoptado. Quizá sea un concepto complicado para ti, pero yo soy capaz de engendrar y el amor que surgió entre ese tonto rubio y yo, sencillamente se transformó en carne viva… en Raynor, en nuestro vástago, orgullo de Asgard, heredero del trono, futuro Rey… Raynor, hijo de Thor… el Thor poderoso, el Dios del Trueno, el hijo de Odín, el protector de Midgard, el señor del rayo, de la lluvia, de las cosechas… es su hijo, y es mío también… no hay misterio en eso, Nacido por amor, aunque ahora Thor y yo estemos divorciados.

 

-¿Di... vorciados?- cuestionó el otro, asombrado y sin dejar de notar el apasionamiento con el que Loki hablaba de su pasado amor- ¿Es que tu hermano y tú… estaban casados?

 

***

 

Por su parte, Thor había tenido un día estupendo con su retoño… comenzaron con un paseo por el Parque Central, comiendo dulces y correteando tras un balón en el césped, siguieron con una sesión de juegos mecánicos y terminaron con la actividad que más adoraba Raynor: Volar sobre el Puente Arcoiris mientras conducía el carro de su padre… por supuesto, las cabras estaban bien aleccionadas para que no fuesen demasiado impetuosas y el niño llevara la rienda con relativa seguridad…

 

Antes de la comida, Raynor durmió… acurrucado entre los fuertes brazos del rubio, quien sentía que el corazón se le desbordaba de amor por aquel niño tan amado, al que extrañaba terriblemente. Sintiendo la tibieza de su cuerpecito sobre su pecho, el delicado latir de su corazón y la suave respiración… no pudo sino ver lo mucho que se parecía a Loki… todos decían que era idéntico a él; rubio, de ojos azules, alto y escandaloso, enérgico e incansable… pero Thor podía ver más allá… por ejemplo los ojos rasgados y las cejas que hacían el gesto idéntico al del pelinegro al dormir… o la sonrisa deslumbrante, o la manera en que Raynor hablaba, se movía… todo, cada detalles era una hechura de Loki.

 

Suspiró sin querer… añorando sentir al menor junto a su cuerpo y adorarlo de pies a cabeza…

 

-Creo que ya es hora de que lo entregues…- dijo una voz femenina que se acercó sin hacer ruido y dio a Thor un largo beso en los labios- También yo necesito de tu atención...

 

-Por supuesto que no… la hora es a las seis… todavía me queda buena parte de la tarde con él...

 

-Me fastidia un poco tener que compartirte… este niño es el pretexto perfecto para que sigas viendo a tu ex… créeme que no es agradable. Solo pensar que vas y hablas con ese…

 

-Jane… preciosa… olvida eso ¿Quieres? Loki y yo estamos divorciados, nada nos une… el niño es mi hijo y siempre lo será, él es su padre y siempre lo será… pero mi corazón te pertenece a ti ¿Cierto?

 

-Cierto- ronroneó la mujer de cabellos castaños, acercándose mimosa al cuello del rubio- Es que realmente me encanta cuando dices que me perteneces... Ya quiero que estemos a solas para premiarte como lo mereces, mi querido dios del sexo...

 

-Jane...- murmuró Thor, incapaz de resistir al perfume y la calidez de la científica. Dejó al niño con todo cuidado sobre el sofá, procurando que no se despertara. Luego, volvió por varios minutos a los brazos de ella… de la mujer que lo tenía enloquecido… se besaron, se acariciaron, pero el hijo de Odín no perdió del todo la cabeza, cuando intentó abrir el cierre de su pantalón para hacerle sexo oral, se dio cuenta que no debía seguir adelante. La hizo a un lado con firmeza y suspiró- También yo quiero que ya sea de noche… y que estemos a solas.

 

-Bien… ya entiendo… ¿Quieres que traiga aquí ahora al Trabajador social? Creo que ese hombre terminará con el cerebro licuado si continúo dándole a beber esas esporas azules de Vanaheim...

 

-Esas esporas van a hacer que no recuerde nada, excepto lo que nosotros queramos… y a Loki, le dirá que pasamos un día espectacular, Raynor y yo… solos… sin mujeres, sin Thor*, sin nadie. Es darle ese bebedizo o no traer a mi hijo a casa para que convivan. Jane… es importante que el niño comience a quererte, vamos a ser una familia tarde o temprano… y es mi deseo que hagas lo posible porque te acepte… por favor.

 

-Bueno… si eso es lo que quieres. Pero si tu loco hermanastro y ex marido se da cuenta de que Jane Foster está junto a su retoño, creo que preferiría que fuera Thor* y no yo quien se gane su cariño...

 

Jane rió en voz alta y se alejó… eran en verdad diferentes personalidades las que ostentaba, según si tenía cerca o no el martillo… Mjölnir la transformaba, la cambiaba para ser la diosa del trueno, la nueva vengadora, la defensora de Midgard… pero sin el poder místico de su arma a un lado… solo era Jane Foster, la mortal… la que se recuperaba lentamente de un cáncer en el seno…

 

Y tampoco era la misma Jane de años atrás. Ahora, la científica ya no dedicaba su vida a sus investigaciones por la pasión de su corazón, ambicionaba el reconocimiento, la gloria… ambicionaba el premio Nobel y se empeñó en ganarlo… al no obtenerlo, simplemente estaba tan frustrada como determinada a hacer que se arrepintieran. De alguna forma lograría la fama que deseaba.

 

***

 

-Tony Stark, estatus: no localizable.

 

-Vamos, Yocasta… necesito hablar con él. Sé buena e inténtalo otra vez… comunícame con Tony Stark.

 

-Tony Stark, estatus: no localizable.

 

-J.A.R.V.I.S. era un tipo mucho más agradable que tú…- Loki desistió de continuar buscando a su amigo. La ayudante artificial insistía en no darle ninguna información acerca de donde se encontraba. No estaba en su casa en París, en Londres o en ninguna que él conociera… pero era urgente enterarlo de la desaparición de Peter. Ya había agotado todos los medios que conocía, el muchacho había abandonado también la escuela, Loki llamó a sus amigos, entrevistó a sus profesores y nadie sabía nada…Nadie tenía conocimiento de un novio o de alguna relación que pudiese inducir al joven para que huyese de casa.

 

Lo pensó solo un poco más y al final… decidió usar un último y desesperado recurso:

 

-Yocasta… ¿Sabes dónde puedo localizar al Capitán Steve Rogers? ¿Puedes comunicarme con él?

 

-Comunicando con Steve “bomboncito” Rogers… en este instante.

 

¿”Bomboncito”? Loki se rió sin querer… Tony aún no modificaba el nombre cariñoso que le daba al antiguo Capitán América.

 

Y mientras esperaba, se reclinó en el sofá de la oficina de Stark, solo para encontrar el cómodo abrazo de Stephen Strange. Era agradable estar ahí… sentir su perfume masculino y su calidez… Las manos enguantadas del castaño se cerraron sobre sus hombros y le dieron un suave masaje que aligeró su tensión

 

-Debes dejar de aparecerte en la intimidad de las personas sin avisar… ¿Nadie te ha dicho que eso es de pésima educación, Stephen?- le dijo tranquilamente, saliéndose del abrazo del hechicero y sin volverse a mirarlo. Tomó el aparato telefónico y conferenció con Rogers en privado.

 

Una vez que colgó, se plantó frente al otro, con los brazos cruzados y recriminándolo con un gesto más de diversión que de verdadero enfado.

 

-Admite que te gusta que venga a visitarte… mi lindo Gigante de hielo.

 

-No soy un Gigante de hielo, no me llames así… si lo fuera, probablemente saldrías corriendo espantado al ver mi verdadero aspecto.

 

-Dudo mucho que me asustaras. Te encuentro muy interesante en cualquier versión… ¿Estás listo ya?

 

-¿Listo para qué?

 

-Para ir al cine, a cenar… a bailar si quieres. ¡la noche es nuestra!

 

-Eres tan necio e insistente, que te encuentro divertido, Doctor… pero ya te dije que no estoy interesado en nada romántico contigo ni con nadie de momento.

 

-Nadie habla de romanticismo… bueno, si… un poco… no podría evitar ser el caballero de tus sueños. Solo date la oportunidad de conocerme. Te prometo buena compañía, noches interesantes y sobre todo, sexo espectacular.

 

-¡Eres increíble, Strange! ¿Me estás ofreciendo sexo?

 

-No… te estoy ofreciendo sexo espectacular…

 

-Que bruto eres… con razón Tony jamás te hizo el menor caso.

 

-Mis palabras frías encubren un corazón ardiente. Loki… Seamos sinceros: Cuando Mordo me abandonó y se conviertió en mi enemigo, juré no volver a amar a nadie jamás. Thor te ha cambiado por una mujer que tiene más músculos que curvas y menos seso que una mosca… ¿Después de eso crees en el amor? ¡No! ¿Verdad? Entonces ¿Vas a pasarte la eternidad solo? Yo no… pasemos juntos un tiempo… pasémoslo bien, sin compromisos, sin tontos sentimientos… solo grata compañía y ¿Dije acaso sexo espectacular?

 

***

 

Thor llegó con Raynor a las cinco en punto, entró al departamento y encontró a Loki sentado en la estancia, leyendo un libro y con una taza de té entre las manos. Las idas y venidas del niño con su padre parecían tomar un entorno cotidiano y pacífico.

 

-¡Mira papá Loki! Te he traído esto de la feria de Vanaheim… es una piedra de fuego...

 

-¿Una piedra de fuego? ¿Tú sabes para que sirven estas cosas, Raynor?

 

-Si… sirven para encender fuego si te extravías en el bosque, también sirve para alejar gigantes de hielo… los monstruos le tienen miedo porque el calor los puede derretir...

 

-¿Y ESO es lo que tu padre te dijo que podías traerme de obsequio?

 

Thor carraspeó un poco, intentando retirar la piedra de la mano de su hijo.

 

-No era la idea que trajera esa piedra con él… solo escuchamos las leyendas del juglar, contó esas historias para los niños y les obsequió réplicas de piedras de fuego… no es real...

 

-A mí me parece real…

 

-¡Es real! La Trabajadora Social dijo que era verdadera y que podía alejar a los monstruos con ella...

 

Loki arqueó la ceja ¿La trabajadora social? ¿Qué acaso no era un hombre quien vigilaba las entrevistas? Y sí, Thor tenía permiso de llevarlo a Asgard de paseo siempre y cuando el mortal pudiese acompañarlos, pero Raynor hablaba de una mujer. Arqueó la ceja y miró al rubio con reproche.

 

-¿Y cómo se llama la Trabajadora Social, hijo mío?

 

-Jane… se llama Jane Foster.

 

Loki palideció al escuchar aquel nombre que realmente odiaba. ¿Jane Foster? ¿Era su antigua rival reapareciendo en la vida de Thor? Alzó la mirada con rapidez, justo para atrapar el sonrojo brusco que puso la cara del rubio tan colorada como la grana… fue evidente que lo habían pillado en una falta.

 

-Tu prohibición es que Thor* no se puede acercar ¿No es cierto?- exclamó a manera de defensa- Entonces creo que no hay nada que puedas agregar. Buenas tardes, Loki… vendré por mi hijo el domingo.

 

El rubio se fue a toda prisa, dejando al menor con la palabra en la boca, sin una explicación que justificara la presencia de aquella otra mujer en el paseo que se suponía solo era padre e hijo.

 

Era más que eso, el ojiverde no encontraba que pensar acerca de la presencia de Foster… ¿No era acaso que su matrimonio estaba roto sin remedio por culpa de aquella mujer que se hacía llamar ahora Diosa del trueno? ¿No era la rubia de fuertes músculos la causante de que el corazón del hijo de Odín desvariara y mudara su amor? ¿Qué hacía entonces Jane Foster paseando con ellos? ¡Y en Vanaheim! Thor se atrevía a llevarla por el puente arcoíris como si no fuera un hombre comprometido...

 

-¿Cuántas veces me engañaste mientras estuvimos juntos entonces?- se preguntó, mientras un extraño sentimiento de tristeza y rencor le oprimía detrás del pecho, justo en el centro, le ahogaba hasta dejarle sin respiración… dolía… y dolía mucho- ¿Así que te da enteramente lo mismo estar con una que con otra? ¿Con quien sea? No te reconozco, Thor… no te pareces al hombre del que yo me enamoré... Y ya basta ¿Por qué he de guardarte fidelidad si lo nuestro ya no existe? ¿Por qué venero tu recuerdo cuando tal parece que nunca valiste la pena? Me engañaste… te vas con una mujer y con otra sin contemplaciones… muy bien, querido… muy bien... dos podemos jugar el mismo juego...

 

***

 

Los vió cruzar la calle asomado por la ventana. Raynor se veía feliz en la compañía de su padre, le tomaba la mano con orgullo y no paraba de hablarle y contarle sobre el Colegio y sus clases con los tutores… un automóvil llegó hasta ellos y lo abordaron para retirarse a toda velocidad. No le cupo la menor duda de quien conducía… esa melena castaña, esa complexión bajita y esbelta… Jane Foster.

 

Pero ya no era asunto suyo con quien salía Thor… y sí, mientras la otra no se les acercara, estaba en cumplimiento de las condiciones de los derechos de visita… Sin embargo aún le estorbaba algo en el corazón.

 

Se justificó pensando que simplemente, sus sentimientos eran tan fuertes y genuinos, que le tomaría tiempo comprender que el amor había terminado… y que necesitaba con urgencia distraerse para no ceder a la tristeza o la depresión… y para eso, ya tenía en marcha su plan B.

 

-Ten… te hace falta…

 

-Dime que es jugo de naranja solamente.

 

-Si, jugo de naranja con vodka.

 

-Son las nueve de la mañana… ¿Qué te hace pensar que debo beber a esta hora?

 

-Pero es medianoche en Australia- dijo Strange. Moviendo sus manos para crear un portal dentro de un aro de energía dorada, geométrica y precisa- Y tengo una mesa reservada para un espectáculo sensacional… te asombrarán sus luces y fuegos artificiales...

 

El hechicero le extendió la mano y Loki la tomó, haciendo un ademán para cambiar su ropa de casa por un traje tan elegante que dejó al castaño sin aliento.

 

-Has avanzado con tu magia… me sorprendes…

 

-Stephen… no sé como lo has conseguido, pero me devuelves no solo la confianza en mí mismo, sino que he logrado, realmente, liberar mi mente y comenzar a sentir mi magia fluir… aún no son sino trucos pequeños, pero sé que puedo lograr más.

 

-Me haces sentir orgulloso.- respondió, enlazando a Loki por la cintura y acercando sus labios a los labios finos del Jötunn.

 

-Soy buen alumno… Profesor Strange- murmuró Loki, pasando su lengua con rapidez para humedecer sus labios antes de ofrecerlos en un beso.

 

Strange se prendió de inmediato… posesionándose de aquellos pétalos de rosa, de aquella humedad fresca y enloquecedora. Loki soltó un gemidito de placer al sentirlo, tan hambriento de su boca, tan feliz por haber logrado convencerlo... Además, era una sensación inesperadamente placentera… nunca había besado a nadie diferente a Thor… es decir si, había tonteado en su juventud con muchachas y muchachos, pero eran besos sin amor, y en este caso… sin la pasión que el hechicero supremo ponía en cada caricia.

 

Las manos se liberaron de los guantes amarillos para enredarse temblorosas y cálidas en el negro cabello, era simplemente delicioso estar así, labio a labio… comenzando a conocerse y pasando el tiempo de una manera tan maravillosa.

 

-Tu portal se debilita…- ronroneó Loki, echando sus brazos alrededor del cuello de su pareja- ¿Vamos a Australia o me das otro jugo con vodka? El primero me ha mareado deliciosamente y se siente muy bien...

 

-Vamos, querido… te prometo una velada mágica.

 

-Y regresar a tiempo… recuerda que hoy a las dos de la tarde, de Nueva York… tengo una cita con el otro padre de Peter… y ya sabes, es un compromiso que me preocupa demasiado...

 

-Volveremos a tiempo… o quizá no debamos marchar…- dijo Stephen. Regresando a los labios de Loki.

 

Notas finales:

Debido a que el fic tiene muchos personajes y tres historia principales (La de Loki, la de Thor, la de Tony) tengo dos opciones:

1.- Escribo con calma y desarrollo las historias

2.- Concluyo rápido para cumplir con el título: "Un Papá para Navidad"

Si me extiendo, obvio no terminará precisamente en navidad (aunque será muy especial el capítulo del 25 de diciembre, eso sí)

Ayúdenme con sus opiniones!!!!!

Se les quiere y mucho, feliz lectura!!!!!!


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