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TAXI (HunHan) por Koneko Kim

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- ¿Crees que sea buena idea? -LuHan le preguntaba algo nervioso a su compañero y amigo de apartamento.


-Dijiste que quieres saber lo que significa trabajar como cualquier persona normal. -MinSeok dijo con una sonrisa.


-S-si pero no conozco toda la ciudad. Podría ponerme nervioso y olvidar todo. Imagina que llevo a otro lugar a algún pasajero. -Jugaba con sus dedos mientras se sentaba en la alfombra.


-Será fácil. Conoces la mayor parte de la ciudad y en caso de que lo olvides sólo marca la ruta en el GPS y listo. - Se acomodaba junto a él.


-¿JongDae esta de acuerdo? - Mordía sus uñas.


-Si. Además hemos querido visitar a nuestros padres. -Lo miró serio - Es una buena oportunidad para hacerlo. - Suspiró.


-De acuerdo. Si él no tiene ningún problema entonces yo tampoco. -Le sonrió.


-¡Perfecto! Se lo diré cuando regrese y el sábado puedes comenzar. ¿No te importa que sea una semana verdad? -Aplaudia como foca de circo y lo miraba esperanzado.


-No. Por mi esta bien. - LuHan lo miraba inocentemente.


-Entonces partiremos el sábado por la mañana y puedes comenzar a trabajar en la tarde. Tampoco quiero que te estreses. - Movia la cabeza de un lado a otro.


-Eso espero. Un trabajo durante las vacaciones es lo que siempre quise. -Y lo decía en serio.


Cuando regresaban de vacaciones, sus compañeros platicaban sus anécdotas 'conocí a una chica mientras entregaba un pedido', 'Era un señor realmente grosero', 'Era tan guapo, que casi le tiro el café encima'. Siempre escuchaba cosas que le hacían querer trabajar en lo que hubiera disponible. Además de que no podía decir que él se habia ido de viaje a Japón o habia ido al concierto de su grupo favorito. Podían tomarlo de presumido y no quería que lo trataran diferente si sabian que era rico.


-En serio me sorprendes. Mientras otros con tus posibilidades se dedican a viajar y hacer recuerdos, tú prefieres trabajar de taxista. - Extendía su mano para despeinarlo - Pero me alegra saber que tengo un amigo con los pies en la tierra.


-Gracias MinSeok. Pero ya sabes, sino lo hago ahora no podré hacerlo después. Mi padre nunca lo permitiría y después de las vacaciones regresaré a Beijing y no podré venir tan seguido. - Su voz sonaba un poco triste.


-Te extrañare pequeño ciervo. - MinSeok se acercaba a él.


-También yo. - Ambos se abrazaron fuertemente.


-Pero debes prometerme que vendrás a visitarme cuando tengas tiempo. - La voz de MinSeok comenzaba a temblarle. Signo de que comenzaría a llorar en cualquier momento.


-Y tú que irás a visitarme. Tengo tantos lugares a los que me gustaria llevarte.- LuHan lo abrazaba más fuerte.


-Lo haré. Y espero que JongDae acepte ir conmigo. Ya vez que su trabajo lo tiene embrujado. - MinSeok soltó una pequeña risa.


-Lo sé. Pero sabes que ambos son bienvenidos. Mi casa es su casa.


-Dile eso a JongDae y cuando conozca dónde vives no querrá volver a Seúl. - Se separaban poco a poco.


-Lo haré. -LuHan se limpiaba las lágrimas que se le habían escapado.


Se tiraron en la alfombra y comenzaron a recordar el cómo fue que se conocieron y llegaron a ser tan buenos amigos. Las risas y el llanto de ambos llenaba el lugar.


LuHan había culminado el instituto y tal como le dijo a su padre, volvería a Beijing para estudiar la universidad. Era hijo único, su madre hubo muerto mientras le daba a luz. Su padre no volvió a casarse y se dedicó en cuerpo y alma a criarlo hasta que LuHan decidió estudiar el instituto en Seúl. El negocio de su padre creció y se volvió dueño de una de las empresas de cosméticos más grandes de Beijing. LuHan amaba a su padre y por esa razón habia decidido seguir sus pasos y hacerse cargo del negocio cuando llegara el momento. Y ahora iba a pasar su último mes en Seúl y quería experimentar lo que es ganarse la vida con su propio sudor.


***


El sábado por la mañana, JongDae se dirigía a la estación de autobuses con MinSeok y LuHan en la parte trasera de aquel taxi. JongDae iba al volante y le daba las indicaciones necesarias a LuHan para que todo marchara sin problemas durante su ausencia.


-En la guantera está el permiso y documentos del vehículo. También recuerda que está el permiso que te conseguí. Tenlo siempre en un lugar visible. No olvides llenar el tanque durante las noches. Recuerda ponerte el cinturón y nada de exceder la velocidad. Si el pasajero te lo pide dale una de tus mejores sonrisas y dile que no es necesario y que estará a tiempo. Por lo regular siempre van a lugares concurridos, procura tomar rutas alternas. Si tienes problemas para ubicarte marca el GPS y tendrás lo que buscas. Por último, el celular que te acabo de dar tiene registrado a mis clientes frecuentes. Si alguno llama atiendelo bien. Ellos dan un extra bastante generoso. -LuHan y MinSeok lo escuchaban atentamente. JongDae era un profesional. Su taxi era su vida.


-Bebé, te escuchas tan sexy cuando hablas así de serio. -MinSeok lo miraba coqueto por el retrovisor.


-Y tú te ves más apetecible que ayer. -JongDae le guiñaba un ojo para después volver a fijar la vista en la carretera.


-¡Por favor! Dejen se hacer eso. Comen pan frente a los pobres. -LuHan miraba por la ventana con la cara ligeramente roja.


-¿Quieres que hagamos un trío? Yo estaría encantado. Con esa carita de inocencia me levantarias más que el ánimo -JongDae lo miraba juguetonamente.


-A MinSeok no creo que eso le guste - Sentía su cara arder.


-Oh mi LuLu - MinSeok le apretó el muslo - Si tu fueras el tercero, te aseguro que no me importaría. - MinSeok comenzaba a acercarse a él.


De repente el auto frenó de golpe.


-Muy bien bellezas, me encantaría seguir viendolos tocarse pero hemos llegado. -Se desabrochaba el cinturón para bajar - LuLu ya sabes las indicaciones y por si las olvidas también las anoté y dejé en la guantera. -Esposo, baja y deja de tocar a nuestro amante. Se nos hará tarde.


LuHan seguía con la cara roja de verguenza. MinSeok lo miró e intercambiaron sonrisas para también salir del taxi.


-Nos vereremos el domingo por la noche. Te llamaré cuando hayamos tomado el autobús para que vengas por nosotros - Le decía JongDae a LuHan.


-Cuidate LuLu, cualquier cosa no dudes en llamarme. Nos vemos el domingo - MinSeok lo abrazaba y daba un pequeño beso en la mejilla.


-Cuidate y has caso a mis indicaciones. Confío en tí - JongDae también lo abrazó - Y si lo haces bien haremos el trío - Le besó la otra mejilla - Nos vemos amante.- Sonrío.


-Diviertanse amantes. Lo haré bien. - Dijo LuHan un poco avergonzado.


LuHan despidió a sus amigos y se subió al taxi para dar un paseo antes de comenzar a trabajar oficialmente. Se miró por el retrovisor y notó lo ruborizado que aún estaba.


MinSeok y JongDae se habian conocido poco después de que LuHan llegara a Seúl, tendrían catorce en ese entonces y JongDae dieciocho. Desde ese momento comenzaron a salir y hacia cinco meses se habian comprometido. Así que practicamente eran esposos y él era el mejor amigo de ambos, por lo que cada vez que podian, ese par lo acosaban e insinuaban cosas perturbadoras. Hasta que lo nombraron su 'amante' oficial. Sabían que LuHan no habia tenido novia o novio y les encantaba ponerlo nervioso. Pero a pesar de todos sus juegos, lo cuidaban y amaban como a un hijo.


***


Después de desayunar. LuHan se aventuró a dar una vuelta por la ciudad. Habia vivido tres años en Seúl y aún se maravillaba. La noche estaba cayendo y ya habia llevado a al menos diez personas a su destino sin mayor problema.


Manejó un rato más, hasta que miró su reloj y eran casi las dos de la madrugada. Debia volver a su apartamento. JongDae le dijo que sólo debia trabajar hasta dos treinta a más tardar. Siguió manejando mientras escuchaba la radio y tarareaba una canción que no conocia pero que le habia gustado. Se detuvo frente a la luz roja del semaforo y entonces notó que el celular de JongDae estaba sonando. Lo tomó para ver el nombre registrado y era de un tal Sr. Park ChanYeol. Dudó un poco en contestar pero al recordar lo de los pagos generosos decidió bajar el volumen de la radio y poner el altavoz para contestar.


-Buenas noches. ¿En qué puedo servirle señor Park? - Dijo tratando de imitar la voz de JongDae.


-¿Puedes venir a Quimera? Necesito que lleves a un amigo a su casa. -Habia un poco de ruido que apenas alcanzó a entenderlo.


El lugar que le indicaba era un club bastante caro. Estaba en una de las zonas exclusivas de la ciudad y afortunadamente le quedaba de paso.


-Si. Estaré ahí en quince minutos. - Contestó.


-Bien. Llamamé cuando hayas llegado. - Colgaron.


Condujo hasta ahí sin demora. Llamó al Sr. Park. Tal como le habia pedido. Salió del taxi y miraba atentamente para identificar a su pasajero. Cinco minutos después vió a dos hombres bastante altos. El de cabello negro sostenía con dificultad al de cabellos rubios. Al parecer se habia pasado de copas. Los vio acercarse al auto.


-¿Podrías ayudarme a subirlo? - Le dijo el que debia ser el Sr. Park.


LuHan abrió la puerta del asiento trasero y ayudo a acomodar al rubio. Cerraron la puerta.


-¿Y JongDae? - Dijo con dificultad el de cabello negro.


-Está de vacaciones. Pero yo lo trabajo para él. -Dijo LuHan con un poco de verguenza.


-¡Oh! Esta bien. Si JongDae es tu jefe está bien. - Llévalo a esta dirección y no digas nada. Habrá otra persona esperando por él. -Le entregó una tarjeta-Lo llevaria yo mismo pero vengo con dos personas más y sería grosero dejarlos solos -Le dijo con una sonrisa que enseñaba su bien formada dentadura. - Toma. - Sacó un pequeño fajo de billetes - Quédate con el cambio.


LuHan asintió y tomó el dinero - Gracias Sr Park. - Le sonrió.


-Dime ChanYeol - Volvió a sonreir -Eso de señor me hace sentir viejo.


-Si ChanYeol. - Sonrió. Ese hombre era realmente guapo.


-Y recuerda, tú no sabes nada. Sólo te dijeron que lo llevaras. - Le guiño un ojo y comenzó a caminar de regreso al club.


LuHan miró la tarjeta. No conocía el lugar. Entró al auto y marcó la dirección en el GPS. Su destino quedaba al otro lado de la ciudad. 'Genial', tendré un viaje largo.


Se puso el cinturón de seguridad y presiono el botón que aseguraba las puertas. No quería que su pasajero tuviera un ataque o algo por el estilo y decidiera abrir la puerta. Volteó discretamente para verlo y lo encontró recostado. Con la poca luz que habia no lograba verlo bien, pero de alguna manera se sentía nervioso.


Se giró y encendió el auto. Mientras manejaba. Habia vuelto a poner la radio, el volumen era más bajo pero se escuchaba lo suficiente.


Mientras seguía avanzando escuchó a su pasajero hablar.


-Deten el auto. -Dijo con voz ronca.


LuHan se asustó.


-Voy a vomitar - Hizo una mueca de asco - ¡Deten el auto! -Gritó.


LuHan se orilló y quitó el seguro de las puertas. Vio como aquel hombre sacaba la cabeza y comenzaba a vomitar lo que sea que haya bebido.


LuHan se bajó bastante asustado. Nunca habia sido bueno lidiando con borrachos pero habia visto a JongDae y MinSeok en varias ocasiones, así que podría decirse que tenía experiencia. Se acercó al rubio y lo ayudó a acomodarse para que terminara de vomitar. Mientras el rubio lo hacía, LuHan le levantaba el cabello e inconcientemente le acariciaba la espalda. Minutos después el rubio parecia más tranquilo. LuHan se dio cuenta de lo que estaba haciendo que de golpe se alejó.


-¿S-se siente mejor? -Le preguntó temeroso.


El rubio asintió. -¿Tienes algo de agua? Necesito limpiarme.


LuHan recordó que JongDae siempre traia agua en el maletero. Regresó al volante y la abrió. Saco una de las botellas y cuando iba a caminar de regreso. El rubio ya estaba a su lado. LuHan se sobresaltó. Era unos centimetros más alto que él. El rubio tomo la botella de las manos de LuHan. La destapó y comenzó a enjuagarse la boca y después las manos.


Se quitó la camisa que al parecer se habia manchado, quedando en camiseta. LuHan se ruborizó y apartó la mirada de aquel hombre. Si habia pensado que el Sr. Park era guapo. El rubio le parecía la encarnación de un dios griego. Era tremendamente atractivo.


Varios minutos después, el rubio parecía estar mejor. Miró a LuHan y con un gesto le indicó que se subiera.


LuHan asintió y se metió al taxi. Se sorprendió al ver que el rubio se subia en el asiento de copiloto en lugar del asiento trasero. Cerró la puerta, se colocó el cinturón y cerró los ojos.


LuHan encendió el taxi y se incorporó a la carretera. Aún estaban lejos y ya era tarde. Evitó mirar a su pasajero e intentó hacer de cuenta que iba solo.


-¿A dónde vamos? - El rubio rompió el silencio al mismo tiempo que abria los ojos.


-ChanYeol- Hizo una pausa - El señor Park - corrigió -Me indicó esta dirección.


El rubio frunció el ceño.


-No. No quiero ir ahí. -Lo miró enojado.


-Señor. Por favor. - Dijo LuHan con voz amable -No estamos tan lejos. No se preocupe.


-Te pagaré el doble de lo que te pagó ChanYeol. Pero no me lleves allí.


LuHan no comprendía porque se negaba a ir a donde le habian dicho. Tenía curiosidad pero seria descortes preguntar a un completo desconocido. Después pensó en que el dinero le vendria bien a JongDae.


-Entonces digame a dónde quiere que lo lleve. - Disminuia la velocidad.


-A dónde quieras llevarme pero no a ese lugar. - El rubio lo miro. LuHan pudo ver la tristeza y angustia en sus ojos. No tenia razón para sentirse como se sentía en ese momento pero una opresión en su pecho le impedia pensar con claridad.


-Lo siento señor pero no puedo. Lo llevaré a dónde me han dicho.


-Por favor. -La voz suplicante de aquel hombre le hizo que aquella opresión creciera.


LuHan miró al rubio que también lo estaba mirando y detuvo el taxi. Esa mirada... Rompió el contacto con su pasajero y condujo hasta un retorno. No sabia si lo que iba a hacer estaba bien. Pero ya iba de vuelta a su apartamento y no tenía intención de retomar el otro camino.

Notas finales:

Nos leemos el martes :D


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