Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un profesor travieso y un chico 1/2 por LuceDiHaru

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y el último capítulo por hoy.

¡El tan esperado LEMON esta aquí! 
Este es mi primer lemon, por lo tanto realmente no se como me habrá salido.

Y sin más espera, que disfrutéis una agradable lectura ^.^

- Karma, una cosa… - empiezo la frase con duda. Necesito saber sus intenciones, para poder irme preparando mentalmente.

- ¿Mh? ¿Qué sucede? – me pregunta mientras lentamente se va desabrochando los botones de su camisa.

Uno…Dos…Tres…

Mis ojos quedan hipnotizados por esos dedos traviesos que colaboran para desnudar a su propio dueño. Sin darme cuenta, contengo el aliento a medida que los botones se van desabrochando, para al final ya no quedar ni uno sin desatar. La camisa ahora que no tiene ninguna unión, se parte en dos dejando entrever un marcado abdomen recubierto de una fina capa de piel. En ese mismo instante, dejo ir todo el aire acumulado en mis pulmones de golpe. El suspiro que escapa de mis labios es lo suficientemente alto como para que los dos lo oigamos. Al percatarme de este hecho, no puedo evitar taparme de inmediato la boca de vergüenza.

A la vez, Karma, deja escapar una risa suave. Parece que le gustan mis reacciones de chico virgen. Sin demora, coge mi mano dominante y la pone encima de su abdomen. Las yemas de mis dedos no tardan en entrar en contacta con la tibia piel del contrario. Inmediatamente, retiro mi mano. Es como si su dermis quemara mis dedos, aunque no es el caso. Solamente me sentí un poco intimidado por la repentina acción, y como un animal asustadizo, retiré mi mano sin darme cuenta. Por un momento me preocupo de que Karma lo vea como una ofensa hacia él, pero al ver aun su sonrisa seductora grabada en sus labios me alivio.

Karma vuelve a hacer lo mismo, coge mi mano y la vuelve a poner encima de su zona descubierta.

- No temas, no muerdo… - me susurra cerca de mi oído. –… mucho.

Dice la última palabra mientras me mordisquea ligeramente la oreja. Dejo ir un pequeño jadea casi inaudible junto a un escalofrío que acaricia cada cutícula de mi cuerpo. Entretanto, él, me obliga a recorrer con la palma de mi mano los músculos de su pecho y abdomen, los cuales están muy bien trabajados. No me doy cuenta cuando, pero antes de percatarme, soy el único tocándolo. Ahora sin su ayuda. Su cuerpo esta tan bien formado, se siente tan bien tocar sus duros músculos. 
Poco a poco me dejo envolver por el ambiente. Karma se da cuenta de eso y con una sonrisa ladina se acerca a la curvatura de mi cuello para besarla suavemente. Su aliento al chocar con mi piel es muy agradable, pero todavía lo es más el contacto de sus labios. Ah… creo que podría hacerme adicto a esto…

Su camisa me molesta, no me deja tocar libremente sus brazos y espalada. Por lo tanto, entre los dos lo quitamos. Al haber el ventanal sin cortinas ni persianas, la luz se filtra a la habitación sin ningún problema. Afuera es por la tarde, pero por culpa de la lluvia parece más oscuro de lo habitual. Pero es perfecto, porque le da un toque un poco oscuro a la habitación. Me moriría de bochorno si nos pudiéramos ver al cien por cien.

Ahora si… me es mucho más fácil acariciarlo sin el trozo de tela de por medio.
Él, retoma su trabajo de besarme en el cuello y de tanto en tanto los labios. Noto la experta mano derecha de Karma abriendo mi camisa botón a botón por la parte de arriba. La otra extremidad libre, la cuela por la zona descubierta, la cual es mi zona del pecho. Siento, un repentino roce en el pezón derecho, un suspiro escapa de mi cuerpo. El culpable de dicha agresión, esboza una descarda e imperceptible risa corta. Le gusta mi reacción, prueba de ello se ve, cuando repite la agresión anterior. Pero esta vez con más ímpetu e insistencia. Mi cuerpo ya hace rato que ha superado su temperatura optima, siento mi rostro arder. Sin son ni ton, la habitación es decorada por unos repentinos sonidos que salen de mis labios. Jadeos y suspiros, junto algún que otro suave gemido se eleva en el lugar.

Karma, acerca su rostro a mi pecho, con la lengua lame uno de mis tetillas con cierto deleite. Ha dejado la camisa que llevo a medio desabrochar, para poder jugar con su nuevo descubrimiento, mis pezones. Me los pellizca con los dedos, a veces me los lame con la lengua, otras los besa suavemente y otras veces; simplemente sopla un poco de aire helado con la boca encima de ellos, para que se endurezcan por el repentino frio.

Como cabe esperar, mis reacciones no se hacen esperar. Noto mi pecho subir y bajar cada vez con más intensidad por mi respiración acelerada, a veces solo olvido respirar. Para evitar emitir sonidos embarazosos intento morderme un poco los labios para acallar los sonidos.

- No hagas eso, me gusta escucharte, así que se bueno y déjalos salir. – dice cuando se percata que intento sellar mi propia voz.

La verdad es que mi mente esta tan emborrachada de las placenteras caricias, que mi racionalidad se va sin ningún esfuerzo y hago caso de inmediato a su demanda. Karma, al ver mi labio inferior ligeramente lastimado por mis propios dientes, me lo acaricia con su lengua.

- Buen chico. – comenta con una sonrisa pícara, la cual en ningún momento ha dejado de decorar su cara des de ya un buen rato.

Al rato de jugar con mis pezones, prosigue en desabrochar del todo la camisa que llevo. Al no haber más botones, abre de par en par la tela dividida para poder observar libremente mi cuerpo semidesnudo. No tardo en volver a taparme.

- N-no mires. – le pido sonrojado hasta las orejas.

- Está bien Nagisa, quiero ver todo de ti. – me dice mientras besa mi frente con dulzura. – me dejas, ¿verdad?

Aunque me pregunta por mi opinión, cuando le miro a los ojos, sé que no aceptara una negativa como respuesta. Para ser exactos, con su seductora aura, me es imposible negarme. Me tiene totalmente hechizado. Por lo tanto, lo único que puedo responder es un “sí” con un movimiento de cabeza. Él, satisfecho por mi respuesta, me quita la camisa. Ahora estoy totalmente desnudo.

- Hermoso… - susurra mientras mira mi cuerpo en cueros. El aura que transmite su mirada hace arder mi piel. Des de hace un rato siento un cosquilleo en mi bajo vientre.

Cansado de solo mirarme, Karma separa mis piernas con sus fuertes manos. Yo intento tapar mi zona intima.

- Nagisa… aparta tus manos. – me ordena con un atrayente voz. Pero esta vez no caigo en ella, la vergüenza es más fuerte, por lo tanto, sigo escondiendo mi intimidad la cual ya esta media despierta.

- N-no…– me atrevo a replicarle, aunque eso solo me hace cavar mi propia tumba. Karma, nunca ha sido un hombre muy paciente.

- Nagisa. – susurra mi nombre mientras besa mi muslo por la parte interior. – no me obligues a ser rudo contigo. Sabes lo que pasará si pierdo la paciencia ¿verdad?

- … – trago saliva.

- Dejaré de ser el gentil profesor; ¿lo sabes, verdad? – continua insistiendo. Esta vez muerde con un poco de fuerza mi muslo interior para todo seguido lamer encima de la zona agredida por sus perladas dientes.

No pudiendo resistir más su forma de persuasión, dejo al descubierto mi zona baja. Abochornado, cierro los ojos y viro la cabeza a un lado. Al tener los ojos cerrados no lo veo, pero Karma hace una expresión de satisfacción por mi acción.

Sin esperar un segundo más, siento las manos de Karma rodear mi parte varonil. Esbozo un jadeo… Solo ha sido un sutil toque pero ha hecho vibrar todo mi cuerpo. La mano dominante de Karma no se hace esperar y empieza a moverse de arriba a abajo, acariciando una de las zonas más sensible de todo hombre.

Otras veces ya me había tocado a mí mismo. Después de todo es parte de la fisiología de los chicos, pero nunca había sentido el placer que estoy sintiendo ahora.

No sabía que ser tocado por otro era tan diferente de hacerlo uno mismo. La sensación es tan buena… no se puede comparar a nada. Mi cuerpo se contrae por el placer, con mis manos retuerzo las sabanas de debajo de mi con fuerza.

- Karma… ah… tu… ugh…también… - intento hablar, pero los jadeos que salen de mis labios me dificultan la tarea. – quiero que tú también… te sientes bien.

- … – se sorprende por mi pedido. Pero le gusta lo que ha oído, lo sé por su expresión. – Esta bien, lo aremos juntos.

Al decir eso, se desabrocha el botón del pantalón y se baja la bragueta con una sola mano mientras sigue dándome placer con la otra. De entre la ropa, saca su virilidad. No puedo evitar sorprenderme un poco, es totalmente diferente el mío. 
¡¿Siquiera es humanamente posible?! ¿O es porque yo soy de constitución pequeña?

De repente, deja de mover la mano que tanto me estaba complaciendo de forma tan experta. Sin querer, hago un sonido de disgusto. Karma se percata de inmediato.

- Mira que eres fácil de leer. – al oírlo me sonrojo.

No puedo creer que haya demostrado que estoy decepcionad porque me ha dejado de tocar. ¡Por favor tierra, trágame!

- Esta vez lo haremos juntos y tú me ayudaras. – dice entretanto une su virilidad encima de la mía, coge mis manos y me obliga a sujetarlos juntos. – Muy bien… ahora haz trabajar un poco tus manos.

- ¡¿Y-yo?! – él, afirma con la cabeza. No muy convencido, hago lo que me dice.

- No… así no. – pone su mano dominante encima de las mías. – Hazlo de esta forma, y con un poco más de fuerza.

- ¿A-así? – pregunto nervioso. Jamás había hecho algo por el estilo.

- Sí, lo estás haciendo muy bien. – me felicita con un beso.

Después de este pequeño monologo ya no hay más conversación entre nosotros. Ahora mi voz solo producen gemidos y Karma deja ir unos suaves gruñidos de placer. Nuestros cuerpos se perlan sutilmente de sudor. Me cuesta respirar, el aire de nuestro alrededor arde.

No puedo evitar susurrar de tanto en tanto el nombre del hombre encima de mí y él hace lo mismo.

Nuestros falos empiezan a humedecerse por el pre semen de los dos, haciendo más fácil la tarea de masturbarnos.

- ¡A-ah!... – dejo ir un fuerte grito de gozo cuando Karma vuelve a jugar con mis pezones. Los lame y de vez en cuando los mordisquea. A veces me es un poco doloroso, pero la combinación de placer y dolor es demasiado placentera.

Mi cuerpo inexperto no durará demasiado. Ya no puedo aguantar más… mis ojos están entrecerrados y húmedos por lágrimas de placer. Todo es tan intenso y abrumador.

A medida que pasa el tiempo aumento el movimiento de mis manos. 
Arriba, abajo; arriba, abajo… 
La mano de Karma que se encuentra encima de las mías, aprovecha a veces para hacer sutiles presiones en la punta de mi pene. Siento pequeñas descargas eléctricas provenir de la parte inferior y recorrer todo mi cuerpo. Tan fuerte es la sensación que sin darme cuenta contraigo con fuerza los dedos de los pies con la esperanza de no caer en la locura de la lujuria. Me aferro a las sabanas con firmeza porque exteriorizar lo que siento a través de la voz no es suficiente.

- Kar…ma, no puedo más, yo pronto… - intento avisarle como puedo, pero me es endemoniadamente difícil hablar sin producir algún jadeo o suspiro.

- Gr… yo también pronto estaré en mi límite. Hagámoslo juntos… – me responde.

Mi deleite no es solo físico, también es mental al ver la cara placentera de Karma. Saber que yo soy el causante en hacerlo sentir bien, me hace inmensamente feliz.

Froto nuestras virilidades con más fuerza y brío. Siento las descargas intensificarse y la energía acumularse en una sola zona. Justo al llegar el orgasmo, dejo ir un grito de placer y Karma también; pero más bajo y sutil. Dichos gritos son sellados de inmediato por un intenso beso, en donde nuestras lenguas se retuercen entre ellas y nuestras salivas se mezclan sin pudor. Y sin más espera, una sustancia blanquecina y espesa sale a gran cantidad de los orificios de nuestros falos, ensuciando nuestros abdómenes y un poco mí rostro.

Mi cuerpo se convulsiona ligeramente porque la explosión de placer ha sido mucho más intensa de lo que esperaba. Mi mente se nubla, no puedo pensar. Solo disfruto de los residuos del orgasmo que aun hacen estragos en mí y de este intenso beso que está ahogándome segundo a segundo.

Al terminar el beso intento regular mi respiración, abro ligeramente los ojos y con una sonrisa susurro el nombre de Karma con cariño.

Ah… estoy tan cansado…

Una vez los efectos del orgasmo se van, me empiezo a sentir muy cansado. El extenuante ejercicio me ha dejado agotado, sobre todo las manos y brazos. 
Agotado, empiezo a cerrar los ojos y a caer lentamente en el reino de los sueño.

Percibo a Karma salir de encima de mí y posicionarse a mi lado. Lo oigo coger algo de dentro de un cajón. No demoro en notar algo fresco y de textura suave acariciando mi cuerpo. No estoy seguro, pero creo que es una toalla húmeda con la cual Karma limpia mi cuerpo que está sucio por nuestro semen. 
Ah… lo hace con tanta delicadeza que me relaja el cuerpo. Cada vez estoy más cerca de la inconsciencia. Al terminar de limpiarme a mí y supongo que a él mismo, me coge por la cintura y me abraza. Yo, aturdido, le correspondo el abrazo.

- Descansa, más tarde te despertaré. – susurra suavemente. Percibo como me regala un pequeño ósculo en mi frente.

La verdad es que yo también quiero mimarlo, después de todo es la primera vez que hemos llegado tan lejos a lo que se refiere en el plan sentimental y sexual. Pero estoy tan agotado que no puedo mover un solo musculo.

Llego el límite y caigo inconsciente porque Morfeo me secuestra sin miramientos, pero antes, me da tiempo a susurrarle un “te amo” a Karma.

No sé si me abra oído, espero que si…

Notas finales:

¡CHAN, CHAN, CHAN!

¿Y que os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado?
Karma me ha salido todo un profesor seductor y sexy e.e 
La verdad, mientras escribía este capitulo no podía parar de sonrojarme >///<

Bueno, dejando de lado esto, el próximo capítulo será un EXTRA de la pareja Maehara x Isogai. Intentaré escribirlo y colgarlo lo antes posible, aun que no os juro nada. 

Sin nada más, nos vemos.

¡BESOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).