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Un profesor travieso y un chico 1/2 por LuceDiHaru

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Notas del capitulo:

¡Aquí os dejo el nuevo capítulo!

Saldrán algunos alumnos de nuestra clase favorita, la clase 3-E ^_^

¡A leer se ha dicho!

Oigo en la lejanía un estridente sonido. Lentamente abro los ojos. Con la vista un poco nublada dirijo mis orbes azules hacia al causante de dicho ruido; mi móvil.
Con pereza, solo saco mi mano dominante de entre las sabanas. Las yemas de mis dedos entran en contacto con el frío objeto, eso me causa un leve escalofrió. Al agarrar finalmente el móvil prosigo en apagar la alarma. Uf... tengo mucho sueño...
Pero aún con mi pereza pegada en mi cuerpo, hago el esfuerzo de levantarme y me dirijo al baño. Una vez allí, realizo el ritual de cada mañana como todo el mundo.
Vuelvo a mi habitación para vestirme con mi uniforme de chica. Cuando me miro el espejo un suspiro escapa de mí.

- Es increíble lo rápido que me he acostumbrado a llevar esto, hasta empiezo a pensar que me queda bien... - susurro para mí mismo.

Dejando las divagaciones a un lado, salgo de mi cuarto para ir a preparar el desayuno. Aunque los dormitorios tenga una cafetería en donde sirven las tres comidas diarias, yo prefiero seguir cultivando mis dotes de cocinero. Que por cierto, no se me dan para nada mal.
Al terminar de preparar la comida miro la hora en el reloj de pared del comedor.

- Mm... ¿Kaede aún no se ha levantado? Tendré que ir a despertarla, es toda una dormilona esta chica. – hablo conmigo mismo.

Me dirijo con parsimonia hasta la habitación de mi compañera. Llamo con algunos toques la puerta pero no obtengo respuesta. Decido insistir un poco más, pero consigo el mismo resultado.

- Con permiso. – abro la puerta y todo está en penumbra. Oigo el sonido de unos suaves soplidos a un lado del cuarto. Me guío hasta allí.

A medida que pasan los segundos mis ojos se van acostumbrando cada vez más a la oscuridad. Al llegar al lado de la cama, puedo distinguir un prominente bulto. Pongo mis manos encima de ella con cuidado y la agito un poco mientras mis labios pronuncian; "Kaede, levántate o sino llegaras tarde a la escuela". En este tipo de ocasiones me siento como si fuera una mama gallina... ¡Espera Nagisa! Tendrías que pensar en que te siente como un padre y no una madre. Sin duda, vestirme de chica está empezando a afectar mis pensamientos racionales. Eso no es para nada bueno.
Solo obtengo un "mm... solo cincuenta años más", al oírla un tic en mi ceja derecha hace su aparición.

- Esta chica no tiene remedio. – No hago caso a sus ruegos y sigo insistiendo.

Tardo unos largos cinco minutos en despertarla. Uf... Kayano puede competir con un oso en su época de hibernación y seguro gana. Al terminar de asearse y vestirse, al fin los dos nos dirigimos a la cocina a desayunar.
Durante la comida nos dedicamos a contarnos cómo nos fue nuestro primer día. A Kayano le ha tocado ir a la clase de al lado, el aula 2-B. Por suerte no estamos muy lejos, de este modo nos podremos ver con más facilidad en los descansos.
Al igual que a mí, a ella le ha sido fácil entablar conversión con los de su clase. En esta escuela todos son más amigables de lo que pensé. Si soy sincero, pensaba que todos serían unos engreídos y estirados ya que como suponía la mayoría son de buena familia, pero ese no ha sido el caso. Me alegro haber errado en mis suposiciones.
Al terminar de comer, ponemos los platos al lavavajillas y nos vamos para la escuela. En el camino hacia allí, nos encontramos con diversos compañeros de clase. Kayano me presenta alguno de los suyos y yo hago lo mismo.

Al llegar delante de la puerta del aula 2-A nos separamos del grupo de Kaede. Una vez dentro del salón, intento profundizar los lazos con los demás con el tiempo restante, antes que empiecen las clases.

Me percato, con quien tengo más afinidad son:

Sugino Tomohito, un chico alto de piel trigueña. Es de pelo negro, rostro varonil juntos a unos ojos color azul tanzanita. Está en el club de béisbol y se nota que lo disfruta mucho. Es un chico alegre y siempre está lleno de energía. En el poco tiempo que tengo de conocerlo me he dado cuenta que le gusta Kanzaki.

Kanzaki Yukiko, una chica muy bonita y esbelta. Tiene hebras negras y lisas que le llegan hasta el medio de l espalada. Su rostro es de facciones "delicadas", sus ojos tienen un tono similar a la piedra preciosa topacio imperial. Es una chica muy tranquila y dulce. Muchos chicos van detrás suyo, pero ella solo se encuentra interesada por los estudios.

Chiba Ryūnosuke, un chico de facciones un poco sombrías. Es de cabello negro, el cual, le tapa la mayoría de la cara. Sinceramente aún no he sido capaz de verle los ojos, aunque he oído que son de una tonalidad anaranjada. No sé cómo puede ver, para mi este hecho aún es todo un misterio. Es muy callado y tranquilo, pero si le hablas es fácil entablar una charla con él.

Nakamura Rio, es una chica que me desespera un poco. Tiene la piel blanca, su cabello es rubio y liso, le llega un poco más abajo de los hombros. Tiene un rostro bastante de "adulta", pero por su constante sonrisa de chica traviesa le hace ver joven. Los ojos son de un color similar a los míos. En el poco tiempo que tengo de conocerla ya está gastándome bromas cuando puede. Mm... si tuviera que describirla en pocas palabras, se podía decir que es la típica hermana mayor que le gusta molestar a sus hermanos pequeños/as.

Maehara Hiroto, un chico apuesto pero le quita puntos al ser un "playboy", o eso dicen las chicas de la clase. Tiene un bonito cabello de tonalidad naranja claro y los ojos son del mismo color. Es alegre, despreocupado y bastante popular con las chicas. Es llamado mujeriego por las chicas ya que acepta salir con cualquiera del sexo femenino que se lo pide, pero antes de aceptarlas siempre les advierte de su nulo interés romántico hacia ellas, aun así aceptan. Al final, todas terminan cortando con él, porque se cansan de salir con alguien que no las ama. Pero se dice que Maehara las trata muy bien mientras dura el noviazgo.

Isoagai Yuma, qué puede decir de él, simplemente es una maravilla de chico. Se le da bien todo; estudios, deporte, las tareas domésticas, es sociable y se fija en las necesidades de sus compañeros de clase. Todo un "ikemen", su único defecto – si es que se le puede llamar así – sería que es pobre. Esta en este internado gracias a una beca escolar.

Como ayer, las clases se me pasan en un parpadeo. Durante los recreos, Kayano junto a unas cuantas compañeras de su clase, vienen a la nuestra y salimos todos juntos a los jardines que se encuentran dentro del recinto escolar. Estas alumnas son:

Sekai Ritsu, una chica muy bella. Su piel es blanca como el mármol. Tiene el pelo color purpura y corto, excepto por dos mechones largos a cada lado. Sus ojos azules transmiten inocencia. Es una chica que siempre tiene una sonrisa en sus labios. Tengo entendido que se le da muy bien la informática.

Kataoka Megu, una chica alta. Tiene el pelo largo y de un tono marrón grisáceo. Sus facciones son maduras y sus ojos son de color verde militar claro. Es la represéntate de la clase de Kayano. No he tratado mucho con ella, pero puede darme cuenta que es una chica con la que se puede confiar. Es una especia de hermana mayor, pero totalmente diferente de Nakamura. Estas dos son como el día y la noche, pero tienen un aire de madurez que las rodea.

Hayami Rinka, una chica bastante callada. Tiene el cabello naranja y siempre lo lleva atado con dos coletas bajas. Sus ojos color ágata combinan muy bien con su frío pero delicado rostro. Aún no he tratado mucho con ella, pero por lo que he podido observar es una chica muy tranquila y seria. Entablar una conversación es un poco difícil, según Kayano una vez que hablas con ella se puede ver des de lejos que es muy buena persona.

Al finalizar las clases mis compañeros más cercanos a los cuales ya considero mis amigos, se me acercan para despedirse y así irse a sus respectivos clubs. Yo, al salir del aula me dirijo al despacho de Karma-sensei. Cuando pienso en él no puedo evitar a que los recuerdos sobre el día anterior invaden mi mente. Un fuerte sonrojo tiñe mis mofletes al rememorar su cercanía. Aún recuerdo su dulce tacto sobre mi piel y mis labios en contacto con su aliento...

- ¡Y-ya basta Nagisa! Ahora no es momento para recordar este tipo de cosas.

Me doy una cuantas palmaditas en mi rostro con las palmas de mis manos, con la mente ya más nítida prosigo con mi caminata hasta mi meta.
Como en el día anterior antes de entrar en el cuarto respiro e expiro con profundidad para relajar mi cuerpo. Ayer el profesor me hizo de las suyas y deje que los nervios me dominaran, pero hoy ya estoy preparado para todo, no me dejare engañar, ¡podré con todo!

- ¡Bien! – susurro para mí mismo.

Prosigo en llamar a la puerta, pero antes de que mis dedos entren en contacto con la fría madera un "Adelante" se oye. Sorprendido no me hago derogar y me adentro en el lugar.
Karma-sensei se encuentra sentado revisando unos papeles, en ningún momento despega sus ojos de esas finas láminas para mirarme. No lo molesto y espero a que termine de leer los documentos que tiene entre sus manos. El tiempo pasa, solo se oye el <tick-tack> del reloj en la pared. No sé si pasan minutos u horas, yo solo tengo algo en mi mente y es el hombre delante de mí.
Veo como sus hebras del color del fuego tapan sutilmente una parte de su rostro ya que está un poco cabizbajo, aun así puedo seguir viendo un poco sus hermosos ojos... ¿Hermosos? Allí vamos, ¿se puede saber qué son estos pensamientos que tengo? Ni que fuera una adolescente de manga shojo enamorada.

Intento sacar mis locos pensamientos de mi cabeza sacudiéndola de izquierda a derecha una y otra vez, pero mis acciones son interrumpidas por una atrayente risa que resuena por la iluminada habitación. Mis lentes se dirigen hacia el culpable.

- Cada vez me pareces más interesante, Shiota. – me dice él con una sonrisa gatuna mientras intenta evitar reír aún más fuerte de lo que ya hace.

En este momento quiero que la tierra me trague. ¡Qué vergüenza! Debe pensar que me falta un tornillo al ir sacudiendo de un lado para otro mi cabeza sin ninguna razón. Los nervios crispan mi cuerpo, ¿Alguna vez podré estar tranquilo a su lado?

Notas finales:

Este capítulo me ha salido con muchas descripciones, espero que no lo encontrarais muy pesado. He puesto imágenes de cada uno por si no os acordáis demasiado de alguno ¿Os gustan? A mi me han encantado :3

Por cierto, a nuestra querida Ritsu la he echo de "carne y hueso" jajaj también le he puesto un apellido ya que en principio solo se llama Ritsu. ¿Os gusta este pequeño cambio? 

¡En el próximo cap. se avecina un poco mas de KarmaGisa!

¡Nos seguiremos leyendo! 


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