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Las Leyes Del Amor por Lisa-chan

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.

Hola, aquí está el nuevo capítulo!! Muchas Gracias a los que me dejaron sus reviews, realmente me sirve de inspiración para seguir con la historia!!

Espero que les guste ^^

-¿Como les fue en su primer mes de trabajo? - Hablaba por teléfono una hermosa mujer rubia y ojos miel, se veía mucho más joven de lo que en realidad era y tenía un cuerpo estructural que lucía con orgullo. Tsunade estaba en el extranjero por un viaje de negocios, y quería asegurarse como iban las cosas en su estudio y sobre todo como la estaban pasando sus queridos nietos.
 
A su lado estaba su asistente/amiga/confidente más cercana, Shizune, quien no podía escuchar lo que sus nietos le contestaban por el teléfono, cuando Tsunade colgó se limitó a preguntar - ¿y? 
 
Un suspiro salió de la hermosa mujer y prosiguió a hablar. -A los chicos les está costando adaptarse, eso era de esperarse. Lo que sucede es que noté a Deidara muy conforme y a Naruto algo preocupado.
 
-Eso es raro viniendo de Naruto- Contestó Shizune ya que conocía a Naruto desde muy pequeño e incluso éste la llamaba oneechan.
 
-Parece que Naruto no se lleva muy bien con Sasuke, al contrario de Deidara quien se lleva muy bien con Itachi, pero ya los conoces pronto se arreglarán- Restándole importancia al asunto, sacó una botella de sake para ponerse a beber pero fue detenida por Shizune diciéndole que no debería tomar mientras trabajaba, pero a ella no le importaba. Las dos continuaron forcejeando y al final como siempre Tsunade se salió con la suya.
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Ya había pasado un mes desde que Naruto y Deidara habían empezado a trabajar en el estudio Uchiha-Senju. Itachi había dicho que lo mejor sería que él asesorara a Deidara, mientras que Sasuke a Naruto.
 
Desde ese día los pobres rubiecitos no tenían descanso ya que tenían que aguantar todas las órdenes de los morenos, ordenar su papeleo, atender el teléfono, programar sus citas, ayudarlos en algunos casos y además estudiar para la universidad; todo eso dejaba exhaustos a los pobres rubios.
 
Por otro lado, los azabaches estaban más que conformes con el rendimiento de los rubios, ya que Ino no podía ocuparse de todas esas tareas y les venía bien una mano para no atrasarse con sus casos. Aunque era temporal ya que cuando los rubios se graduaran tendrían que contratar un par de secretarios más.
 
Fuera de la oficina de Sasuke se veía a un rubio muy exaltado y desarreglado, todo indicaba que llegaba tarde y había corrido hacia el estudio. Golpeó la puerta.
 
-Pasa, dobe- Dijo, suponiendo que era Naruto ya que el rubio siempre llegaba tarde y siempre tenía una excusa diferente.
 
Naruto abrió la puerta y dado a su apariencia Sasuke no pudo evitar soltar una risita. -¿Que te pasó?
Naruto estaba transpirado, con los cabellos revueltos, ni siquiera había terminado de abotonarse su camisa dejando ver parte de su pecho, encima tenía un sonrojo y la respiración agitada. Esta visón no hiso más que provocar a Sasuke, es que el rubio en esas condiciones le parecía sexy, bueno en realidad siempre le resultaba sexy pero esta vez se estaba excitando un poco.    -Llegas tarde- Dijo, tratando de sonar lo más calmado posible.
 
-Lo siento, es que mi clase terminó más tarde porque el profesor se quedó explicando fuera de la hora y entonces tuve que venir corriendo- Dijo el rubio mientras se sentaba  frente al escritorio de Sasuke.
 
-Mm... Como digas..., toma.- Le dijo dándole un par de expedientes, necesito que hagas copias de estos archivos, cuando termines traelos a mi oficina.
 
-Hai!- Dijo el rubio saliendo de la oficina.
 
Mientras Naruto hacía las fotocopias que le había pedido Sasuke, se le acercó su nuevo compañero de trabajo.
 
-Hola Naru- Dijo con una sonrisa un chico moreno un poco parecido a Sasuke, sólo que más blanco y su cabello era castaño.
 
-Hola Sai!- El rubio le saludó con una sonrisa zorruna ya que tenía las manos ocupadas con la fotocopiadora.
 
-¿Como estas?- El moreno se acercó a ayudarlo con las fotocopias. -Ese Uchiha te tiene con mucho trabajo eh.
 
-Si-ttebayo- Dijo quejándose haciendo un puchero. Sai sólo se limitó a sonreír.
 
Desde que había entrado a trabajar sólo había hablado con Sai, quien consideraba como su nuevo amigo del estudio. Bueno también había hablado con una linda chica de pelo rosa y ojos verdes, su nombre era Sakura y era la favorita de su abuela, pero siempre se la pasaba metida en su oficina o hablando por teléfono, se ve que tenía mucho trabajo. Pero Sai siempre tenía tiempo para venir a hablar con él y la pasaban bien juntos. 
 
-Me estaba preguntado...- Habló Sai. -Si tu quieres... Venir a mi casa a comer...- Dijo acercándose disimuladamente hacia el rubio.      -Como vivo aquí cerca... Puedo preparar algo para los dos...
 
-¡Claro! Hoy Dei-nissan no podía almorzar conmigo así que iba a almorzar sólo.- Aceptó el rubio feliz ya que si Sai lo había invitado significaba que él también lo consideraba su amigo.
 
-¡Que bien! Entonces a la hora del almuerzo ven a buscarme y vamos a mi casa- Le dio una palmada en el hombro y siguió con su trabajo, al igual que Naruto.
 
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En otra parte del estudio se encontraban Deidara e Itachi hablando de cuestiones laborales. A diferencia de sus hermanos menores, ellos entablaron una relación más dinámica en el sentido de que no todo el tiempo hablaban de trabajo sino que también de cuestiones personales. 
 
Deidara se sentía muy cómodo cuando estaba con Itachi, cosa que le extrañaba porque la primera vez que lo vió lo notó una persona muy seria y correcta, a diferencia de él que tenía un carácter explosivo. Pero resultó que el azabache mayor sí tenía sentido del humor y se podía entablar una conversación, o al menos con el rubio, ya que a las otras personas les hablaba lo justo y necesario.
 
-Oye Itachi, ya terminé de clasificar éstos archivos y le saqué fotocopias a sus últimos casos.
 
-Muy bien, puedes tomarte un descanso si quieres, es la hora del almuerzo.-Le contestó el azabache.
 
-Claro, pero me preguntaba, tengo unas dudas y pensé que me las podía responder mientras almorzábamos... juntos...
 
-No puedo.- Respondió secamente el mayor. -Tengo una cita a esta hora con un cliente, quizás en otra ocasión-
 
-Si se refiere al señor Subaku no Gaara, me tomé la libertad de posponer su cita con él para mañana en la tarde.
 
-¿Que? ¿Porque hiciste eso sin consultarme antes?- Gritó el moreno algo molesto.
 
-Lo hice para que pase tiempo conmigo, le estoy pidiendo ayuda y me la está negando, ¿que diría mi abuela Tsunade?- Contestó Deidara con una sonrisa maliciosa, ya que, a diferencia de su hermano, él no era nada inocente y cuando se proponía algo lo obtenía. 
 
El moreno suspiró. -Supongo que no puedo negarme ¿No?.- Pregunto Itachi con una sonrisa altanera.
 
-No, no puede negarse, además ya tengo dos almuerzos.- Dijo mientras se disponía a sacar los almuerzos para comer allí.
 
-Está bien pero no vamos a comer en mi oficina, luego tendré que limpiar. Podemos ir a la terraza, nadie va allí a la hora del almuerzo y vamos a estar tranquilos para discutir eso en lo que tienes dudas.
 
-Genial hm- Aunque en realidad no tenía dudas respecto a nada, sólo quería pasar un tiempo fuera del horario de trabajo con Itachi, ya que ese chico le atraía mucho y más con su personalidad que aún no terminaba de descifrar.
 
-Voy a terminar unas cosas y voy, si quieres anda yendo, yo te alcanzo en un rato.
 
El rubio asintió con la cabeza y salió de la oficina con los almuerzos que había preparado. Mientras el azabache veía salir al rubio de su oficina rumbo hacia la azotea. Suspiró, terminó todo lo más rápido que pudo y salió para encontrarse con el ojiazul. 
 
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Mientras tanto en la oficina de Sasuke, se encontraba Naruto terminando de organizar unos casos. Cuando terminó, se paró y se dispuso a salir de la oficina, pero fue detenido por el azabache.
 
-Espera- Sasuke no sabía cómo empezar a hablar. -Me preguntaba si querías... Almorzar conmigo...- ¿Sasuke invitando a alguien? Eso es algo que no se ve todos los días.
 
-Eh? Enserio?- El rubio se puso muy feliz ya que en ese mes sólo hablaban de cuestiones de trabajo y quería entablar una amistad con el moreno, así como Deidara lo había hecho con Itachi.
 
-Si, bueno... Es que tengo que conocer a mis colegas, ya sabes por si en algún futuro necesito que me ayudes con algún caso...- Dijo disimulando el moreno.
 
-Hai, pero hoy no puedo, le prometí a Sai que almorzaría con él.- Dijo el rubio un poco arrepentido. -¿Que tal mañana? ¿Te parece?
 
-No, mañana no pudo. Vete con tu nuevo amiguito, no quiero verte por ahora.- Contestó agresivamente.
 
-Em, bueno- El rubio se apresuró a salir de la oficina ya que cuando el moreno se enojaba por algo se volvía insoportable.
 
-¿Porque mierda se tiene que ir con el pervertido ese?- Pensó Sasuke golpeando su escritorio. Odiaba que Sai se le acercara a Naruto, había notado la forma en que lo miraba, en que lo tocaba disimuladamente o hacia comentarios con doble sentido a los que el rubio sólo sonreía; eso indicaba dos cosas, o al rubio le gustaba Sai o era demasiado inocente para darse cuenta de que ese pervertido solo quiere tenerlo en su cama. Bufó molesto, luego hablaría con el rubio.
 
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-¿Pero que le pasa a ese teme? Primero es amable conmigo y luego me trata como un estorbo.- Iba refunfuñando el rubio mientras se encontraba con Sai.
 
-Hola Naru, te estaba esperando.
 
-Hola Sai, lo siento es que Sasuke me propuso de almorzar juntos.
 
-¿Y que le dijiste?- Preguntó el moreno algo molesto.
 
-Le dije que no porque había quedado contigo y se enojó, no se que le pasa.
 
-Muy bien Naru- aliviado. -No le hagas caso, sólo está celoso- río.
 
-¿Celoso? ¿Celoso de qué?- inquirió el rubio.
 
-Pues de que te vas conmigo supongo.
 
-Pero si solo vamos a comer, no veo porque tanto alboroto.
 
El rubio era realmente inocente, cosa que le encantaba aún más a Sai, quien conocía los gustos de Sasuke y por eso quería tener al rubio antes que el Uchiha. -¿Que tal si vamos? Por allá está mi auto.
 
Naruto asintió con la cabeza y siguió a Sai hasta su auto, éste era un descapotable último modelo que llamó muchísimo la atención del rubio. Después de subirse al auto hicieron unas diez cuadras hasta llegar al apartamento de Sai, el cual era todo un piso y tenía cuadros y pinturas por doquier.
 
-¡Que bonito!- Exclamó Naruto señalando un cuadro que estaba en el comedor.
 
-Gracias, yo lo pinté-
 
-Enserio? Es Genial-dattebayo! Te gusta dibujar?.
 
-Si, desde que tengo memoria, mi sueño era ser un artista famoso, pero terminé estudiando abogacía y la pintura ahora sólo es un hobbie. 
 
-Algo parecido le pasó a mi hermano, tus pinturas son realmente muy bonitas.
 
-No tanto como tú- Contestó Sai sentándose en el sillón. -Ven, sientate. Naruto se acercó al sillón con algo de pena y Sai se levantó para traer la comida.
 
Sai sabía que la comida favorita de Naruto era el ramen, así que había comprado un par de ramen instantáneo para el almuerzo. Después de comer el rubio agradeció la comida y se dispuso a limpiar la mesa pero fue detenido por el moreno quien lo tomó de la muñeca.
 
-Dejalo así Naru, yo después lo limpio.
 
-No no, yo lo hago dattebayo!, después de todo lo que hiciste por mí es lo menos que puedo hacer.
 
-Mm, no creo que sea lo menos que puedas hacer..., se me ocurre otra cosa que puedes hacer por mí...- Acercándose al rubio.
 
-¿Que cosa Sai?- Preguntó el rubio sin darse cuenta de las intenciones del moreno.
 
-Naru no te hagas...- Dijo Sai acercándose más al rubio y tomándolo por el mentón.
 
-¿Sai que haces?- Ahora sí el rubio estaba nervioso. 
 
Sai sólo sonrió y posó sus labios sobre los de Naruto para luego comenzar a besar su cuello.
 
-Sa-Sai De-Detente- Dijo removiéndose y tratando de zafar del agarre del mayor.
 
-Que lindo eres Naru- Ahora el mayor pasó una de sus manos por debajo de la camisa de Naruto acariciando su torso.
 
-Detente- Suplicó el rubio.
 
-Naru, ya verás que te va a gustar- Ahora el moreno posó una de sus manos en la entrepierna del rubio acariciando su miembro por encima del pantalón. Ésto hizo reaccionar al ojiazul.
 
-¡Te dije que no!- Gritó el rubio dandole un puñetazo a Sai y dejándolo en el piso.
 
-Mierda- Dijo Sai acariciándose el rostro, ese golpe le había dolido y seguro dejaría marca.
 
Sin más el rubio tomó sus cosas rápidamente y salió corriendo del departamento. Por suerte se acordaba del camino hacía el estudio y volvió sin problemas. ¿Como pudo ser tan ingenuo? De verdad pensaba que Sai era su amigo, jamás pensó que sólo quería acostarse con él. Aunque había algo que lo dejaba intranquilo, nunca había pensado en intimar con otro chico, pero cuando Sai lo besaba y lo tocaba sólo una persona se le venía a la cabeza, Sasuke.
 
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Mientras tanto en la terraza del estudio se encontraba Deidara esperando a Itachi. La terraza era bastante amplia, tenía un sector donde se podía ver la calle y otro un poco más apartado donde habían muchas plantas y bancos para sentarse. El ojiazul se sentó en el banco y sacó los almuerzos, había preparado unos sándwichs de pollo, unos minutos después llegó Itachi.
 
-Itachi, ya estaba por comer, pensé que no ibas a venir. Hm!
 
-Terminé lo más rápido que pude.
 
El moreno se sentó junto al rubio y tomó uno de los sándwichs que le ofreció el ojiazul.
 
-Mn, está muy rico- Dijo el azabache luego de probar el sándwich. -Donde los compraste?
 
-No los compré, yo los hice.
 
-Enserio? Están deliciosos!
 
-Gracias- Contestó el rubio con un leve sonrojo que no pasó desapercibido por el moreno.
 
-Bueno, ¿Que era de lo que querías hablarme?- Preguntó el azabache.
 
-De nada en particular, me encanta este sector de la azotea, está muy tranquilo- Dijo el ojiazul contemplando los pájaros y mariposas que se posaban por sobre las plantas, parecía un jardín zen.
 
-Si, el sector que da hacia la calle es para los que quieren ir a fumar, y se me ocurrió que sería buena idea hacer este sector como un jardín para venir a descansar y desestresarse.- Comentó el azabache mirando al rubio mientras comía su sándwich, no había conocido un chico más hermoso, y ahora en el jardín, con los pájaros y tan en calma parecía como una obra de arte.
 
El rubio estaba nervioso por la mirada del azabache sobre su persona y eso no hacía más que avivar su sonrojo. Para romper el silencio comentó -Es muy lindo, tienes buen ojo para el arte, aunque me guste más el arte explosivo, me encanta la tranquilidad que transmiten este tipo de lugares.
 
-¿A que te refieres con arte explosivo?
 
-Ya sabes, las piezas de arte en las que el artista logra transmitir un sin fin de emociones y sentimientos... 
 
-¿Acaso eres artista?- Preguntó el azabache.
 
-Algo así, dibujo, pinto, pero lo que más me apasiona son las esculturas. Tenía pensado ir a la universidad de arte, pero al final me decidí por estudiar abogacía.
 
-Me encantaría ver tus obras algún día, claro si tu quieres...-Inquirió el moreno, cada más tiempo que pasaba con el ojiazul le parecía una persona cada vez más interesante.
 
El rubio se sonrojó, no esperaba que Itachi quisiera ver su arte. -Claro, ya verás que mis obras hermosas- Dijo con orgullo.
 
-No creo que sean mas hermosas que tú- Contestó el azabache esperando una reacción del rubio, la cual fue de asombro y sonrojo. -Tienes una miguita de pan en el labio- Al no reaccionar el rubio, Itachi pasó su pulgar por los labios de Deidara quitándole la miga, pero dejando su dedo en el labio inferior del menor dejándo su boca entreabierta.
 
Ambas miradas se encontraron, Deidara admirando la belleza de Itachi e Itachi admirando la belleza de Deidara. Como sumidos en un hechizo de la mirada ajena, los dos jóvenes fueron acercándose hasta que sus respiraciones se encontraron y sus labios quedaron a unos centímetros del uno al otro. 
Sin dejar pasar más tiempo sus labios se juntaron en un tierno beso, que sin pensar fue volviéndose cada vez más pasional, juntando sus lenguas en una danza que parecía una batalla por tomar el control, ambos embriagados por la calidez y dulzura de la boca contraria.
 
Itachi pasó una mano por la nuca del ojiazul para intensificar el contacto, mientras que Deidara se aferraba a los largos cabellos del moreno. Cuando el aire hizo falta, ambos jóvenes se separaron dejando un hilito de saliva uniendo sus bocas. 
 
Los dos quedaron mirándose el uno al otro, como si con una mirada se dijieran todo, como si no hicieran falta las palabras para expresar lo que sentían, con un brillo en sus ojos con el que se transmitían pasión, lujuria, deseo y un amor que estaba a punto de florecer.
 
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Naruto llegó al estudio más que alterado, fue directo a la sala de descanso. Era una sala tipo cocina, donde cada uno podía ir y servirse su café y a la hora del almuerzo la mayoría se quedaba ahí a comer, había una gran mesa en el centro con las suficientes sillas, Naruto se sentó en una silla y se tapó la cara con sus manos, pensando en lo que había ocurrido hace un rato. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se percató que una pelirosa entró a la sala.
 
-Naruto, ¿Te encuentras bien?- Preguntó la chica preocupada al ver a su compañero en ese estado.
 
-Sakura, estoy bien no pasa nada- Contestó el rubio reincorporándose.
 
-¿Seguro no pasó nada?- Volvió a preguntar la ojiverde, está vez acercándose al rubio y posando una mano en su hombro.
 
-Sisi, es sólo que estoy con mucho trabajo-ttebayo- Contestó el ojiazul con una sonrisa zorruna que tranquilizó a la chica.
 
-Ah bueno, cualquier cosa que necesites no dudes en preguntarme- Sonrió la pelirosa y se sentó a su lado.
 
Los dos se quedaron allí hablando hasta que Sakura volvió a su despacho para atender a un cliente. Naruto sabía que Sai no volvería al estudio esa tarde porque tenía que asistir a un juicio, así que eso lo dejaba un poco más tranquilo. Aunque la verdad es que sí quería ver a Sai para aclarar ciertas dudas.
Trató de no pensar mas en el tema y se dirigió al baño para lavarse los dientes y seguir trabajando. 
 
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Cuando Naruto entró al baño se encontró con Sasuke que también estaba lavándose los dientes. Sin más Naruto se apresuró a lavarse los dientes también, pero no podía dejar de mirar de reojo a Sasuke por el espejo, cosa que el moreno notó al instante.
 
-¿Que tanto miras dobe?- Preguntó el moreno mientras se secaba la cara con una toalla.
 
-¡Yo no estoy mirando nada!- Le contestó el rubio cuando terminó de lavarse los dientes, buscando algo con lo que secarse. 
 
-Toma- Sasuke le aventó la toalla que él estaba usando para secarse.
 
-Gracias- Naruto usó la toalla para secarse y de paso ocultar su sonrojo, aunque éste fue notado por el moreno.
 
-Oe, ¿te sientes bien?- Preguntó el azabache acercándose más al rubio.
 
-Sisi, ¿Porque lo preguntas?- Contestó un poco nervioso.
 
-No lo sé, estás raro- Volvió a preguntar el moreno está vez posando su mano sobre la frente del menor para ver si tenía fiebre. -¿Seguro que estás bien?-
 
Si Naruto estaba confundido antes, ahora lo estaba más, teniendo al azabache a centímetros de su rostro y tocándole su frente.
A esa distancia podía apreciar la perfección del moreno y esos ojos negros que lo miraban fijamente lo dejaban fuera de sí.
 
Ensimismado por la belleza y cercanía del mayor, Naruto cerró sus ojos e inconscientemente posó sus labios sobre los del azabache, en un beso que le fue correspondido. Cuando cayó a la realidad y se dio cuenta de lo que hacía se separó del azabache.
 
-Lo lo siento- Dijo el rubio reincorporandose.
 
-¿Porque?- Cuestionó el azabache.
 
-Yo, no quise hacerlo- 
 
-Pero lo hiciste- Sasuke estaba sorprendido ya que había estado observando al rubio y éste nunca había mostrado intenciones de acercarsele de esa forma, hasta ahora. 
 
-Lo siento, sólo quería probar si...
 
-¿Estas diciendo que me usaste?
 
-Nono, quería ver si me gustaba...
 
-¿Y? ¿Te gustó?
 
-No lo sé.
 
-Entonces hay que averiguarlo- Rápidamente Sasuke atacó la boca del menor, esta vez metiendo su lengua explorando toda la cavidad del menor. Cuando hizo falta el aire rompió el beso y comenzó a repartir mordidas por todo el cuello de Naruto.
 
-Mmm... Mmm...- Los sonidos que salían de la boca del ojiazul le hacían saber a Sasuke que sí le gustaba lo que estaba haciéndole así que quiso ir por más.
 
Ante la reacción del rubio, Sasuke posó una de sus piernas por medio de las del rubio para frotar su miembro. Ante esta acción y sumado que el azabache comenzó a lamer el lóbulo de su oreja Naruto no pudo reprimir un gemido. -Ahh.
 
Sasuke sonrió y se acercó más a Naruto para susurrarle al oído. 
-Parece que sí te gusta.-
 
Al oír eso Naruto se separó del azabache, lo empujó y salió rápidamente del baño sin decir nada. Mientras que Sasuke sonrió triunfante, pensando en cómo haría suyo a ese zorrito.
 
Por otro lado, a Naruto sí le había gustado lo que hizo con Sasuke y quería más, cosa que le generaba miedo, incertidumbre y confusión.
 
Los dos jóvenes deseaban lo mismo, luego de probar la piel y el aroma contrario; uno decidido y otro confundido, pero los dos llegaban a la misma conclusión: querían más.
Notas finales:

Espero que les haya gustado este capítulo, no duden en dejarme un review si es así o si tienen alguna crítica constructiva para mejorar!! La semana que viene estaré subiendo el próximo capítulo, hasta entonces!! Besos y gracias por leer ^^


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