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Decidí olvidarte por Hanare Uchiha

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Notas del capitulo:

Este un prólogo o algo por el estilo. Esto va antes del primer capítulo. Es el como y porque Sasuke deja a Naruto.

Aclaro tambien que no subire ni uno mas del pasado o de la relacion de los chicos. Me centrare un poco en la historia despues de que Naruto e Itachi se conocen. 

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Cumplíamos nuestro primer aniversario. Me emocionaba demasiado porque  nunca había tenido una relación tan larga. Imaginaba a Sasuke como cómo el hombre de mi vida, aquel con el que iba amanecer todos y cada uno de mis días. Le amaba, con él había descubierto al significado del amor, el me lo había mostrado. 

 

Estaba un poco raro hacía ya un par de semanas, no entendía que le sucedía, si se lo preguntaba me decía que eran problemas familiares pero si le decía que me contara se negaba argumentando que siendo familiares no podía traicionar la confianza y privacidad de su familia, que le entendiera y eso hacía.

 

Habíamos iniciado mal. En su perfecta piel, se encontraba un tatuaje. Las letras negras hacían perfecto contraste con su blanca piel, tenían un nombre claro y sencillo; Sakura. Eso lucía en su antebrazo que casi siempre mantenía oculto.

 

Era por ella que habíamos tenido un mal inicio. Le había robado el móvil y me había agobiado con fotos de ambos y mensajes que habían mantenido cuando estaban juntos. Me enfade enserio, jamás había odiado tanto a una persona que no conocía. Le reclame al pelinegro por supuesto pero él me aclaro todo y a partir de ahí no me había molestado y había vivido un noviazgo hasta la fecha sumamente feliz.

 

Esperaba que con lo que le estaba preparando se animara un poco y dejara de estar tan arisco conmigo. El pollo estaba casi listo, crujiente y con exquisito olor a naranja había preparado sopa fría para acompañar y vino tinto dulce. Puse un par de velas en la mesa, eran rojas y desprendían un ligero aroma a cerezas.

Había acomodado la habitación, dos líneas finas delimitaban el camino hacia la cama, en ella se encontraba un corazón enorme hecho de pétalos rojos, las sábanas eran blancas, hacían un perfecto contraste entre pureza y pasión. Había un par de velas blancas que otorgaban un tenue aroma a coco a la habitación. En el buró había puesto un tazón con fresas y chocolate.

 

La hora se acercaba. Estaba nervioso. Pronto darían las ocho y Sasuke atravesaría la puerta para encontrarse con mi sorpresa.

 

Escuche el cerrojo. No hacía mucho le había entregado un juego, para que no tuviese que esperar afuera cuando salía tarde del trabajo.

 

Entro desganado como en las últimas semanas. O eso escuche, las luces estaban apagadas para que se pudiera sorprender. 

 

Se veía cansado pero no por eso menos sorprendido, Sasuke rara vez mostraba alguna expresión, y ese día me sentí orgulloso por lograr sorprenderle. Vestía un traje negro, lucia realmente galante, su delgada figura se movió hacia mí.

-¿Qué es todo esto?- pregunto serio y un tanto frío. Le sonreí, y jale un poco de su cuello levantándome en puntillas para poder besarle. Era tan solo unos 10 o 15 centímetros que yo. Pero me encantaba hacer eso para pegar mi cuerpo al suyo.

-Es una pequeña sorpresa- respondí sonriente. -Ya sabes, por nuestro aniversario-.

-Lo he olvidado. Lo siento- me miró culpable, negué con la cabeza restándole importancia al asunto, pero no voy a negar que una punzada en mi corazón casi descompone mis facciones. Él siempre era detallista, al menos así era hasta hace poco.

 

Nos sentamos a comer en silencio, no comento nada sobre los platillos que había preparado especialmente para él. –Está bueno- fue lo único que pude sonsacarle cuando se lo pregunte.

-Estoy un poco cansado. Espero que no te importe si decido dormir temprano, antes me iré a dar un baño- Se levantó, dejando su plato casi intacto sobre la mesa. Las cosas no estaban saliendo precisamente como quería pero seguro que después del baño, se sentiría mejor y podríamos pasar una buena noche juntos.

 

Salió oliendo a jabón y cítricos, un olor exquisito. El olor de Sassuke.

Entro a la habitación con una toalla en la cintura como era su costumbre. -¿Qué rayos?- exclamo sorprendido. Me levante de la cama y camine de manera seductora, había comprado unos bóxer de encaje negro muy ajustados. Sabía que le encantaban esos detalles y esa noche quería que quedara completamente loco por mí.

-Estoy cansado, Naruto- me dio la espalda. Él nunca estaba cansado cuando se trataba de sexo. Muy a pesar de su falta de entusiasmo decidí no darme por vencido.

 

Me coloque a sus espaldas, y comencé a acariciar su bien formado abdomen, y su pecho mientras besaba su cuello lentamente, succionaba un par de veces. Suspiro; -Solo no dejes marcas- se atrevió a decir, eso estaba de más. Sabía perfectamente que él detestaba ese marcaje de territorio tanto como yo. Aun así, a veces lo llegábamos a hacer en medio del éxtasis. Ya borrachos de deseo.

 

No respondió, seguí con mi tarea, mordisquee un par de veces. Di la vuelta para quedar frente a él, hace mucho ansiaba un beso de sus delgados labios, un beso bien, con deseo y amor.

 

Tenía los ojos cerrados de placer, me encantaba esa expresión, y más aun sabiendo que era yo quien la provocaba. Abrió los ojos llenos de deseo y me llevo directo a la cama, así era él. Un poco desesperado, un poco apasionado y por qué no decirlo, un poco salvaje y me encantaba.

Me recostó en la cama, beso y mordió toscamente mi cuello, seguro habría marcas, pero no importaba, valdría la pena. Bajo por mi pecho y abdomen, delineando con la lengua el borde de mi bóxer, se despojó de la toalla en su cintura y de paso a mí del bóxer, rompiendo la delicada tela de un solo tirón, pude notar su erección, estaba completamente excitado, igual o un tanto más de lo que estaba yo. Le necesitaba, le necesitaba urgentemente.

 

-Hazlo ya, por favor. Sasuke- le pedí, no quería tacto romanticismo, no me había dado cuenta de cuanto le necesitaba y de cuanto me había hecho falta sino hasta ese momento. El me miro aun con el deseo impreso en sus ojos, no dijo nada, lo hizo. Entro de una sola estocada. Me dolió un poco pero no me importaba, lo único que quería era que nos uniéramos en uno solo.

 

-Oh Sakura- Toda la excitación se me bajo, de hecho todo mi mundo se vino a mis pies, no podía creer que la nombrara precisamente en ese momento, un momento nuestro.

 

-¿Qué has dicho?- aun esperaba equivocarme.

 

-Lo siento, Naruto. No puedo hacer esto, me iré a casa, no me busques más, por favor- con eso había confirmado todo. Y ahora me estaba dejando

 

-Te dejaré descansar. No volveré a molestar. Lo prometo- comencé a balbucear, él no podía dejarme. Le daría su espacio y él se lo pensaría mejor, no podía perderlo.

 

-No, Naruto. No necesito descansar. Regresé con ella, perdón. No sabía cómo decírtelo- agacho su cabeza, estaba apenado y quiero pensar que a él también le dolía dejarme, que le era difícil desprenderse de mi después de un año juntos.

 

-No te vayas, yo puedo hacer que te olvides de ella. Podemos ser felices juntos y...-

 

-No- Me interrumpió. Me abrace a sus piernas con los ojos llenos de lágrimas. No podía respirar, me dolía el pecho. -No he dejado de pensar en ella mi un sólo día, ni un solo segundo. Nos casaremos- continuó. Eso me mató, mis lágrimas se secaron de inmediato, solté sus piernas; -¿Hace cuánto?- quise saber a pesar de que muy dentro de mi sabia la respuesta.

 

-Hace un par de semanas- admitió. Me había mentido, ahora sabía que no se trataba de un problema familiar, ni del cansancio del trabajo. Era ella, siempre había sido ella.

 

Asentí con la cabeza, me puse de pie

 

-Quiero que te vayas ahora mismo- alce la voz

 

-Naruto yo...-.

 

-¡Dije ahora!- grité. No quería escuchar nada más, con eso era suficiente. Nunca había dejado de pensar en ella, ni siquiera cuando...    Cuando estaba conmigo. Sabía que aun la quería y tenía la idea de que con mi amor podía llegar a olvidarle, pero había fracasado y ahora él se iba a casar con ella.

 

El amor de mi vida me dejaba por el amor de su vida

 

-Lo haré, solo deja que me vista y listo me miraba compasivo. Si algo detestaba en el mundo era que me mirasen como si me fuera a romper, con lástima. Eso encendió algo en mí, ahora no era el amor de mi vida sino alguien a quien odiar.

 

Cogí la toalla del suelo y de un movimiento brusco arrastre al pelinegro conmigo hasta la puerta.

 

-Sueltame ¿qué te pasa? Cálmate- calmante mis bolas, seguro que no iba a calmarme y menos luego de esa confesión.

 

Abrí la puerta y lo a ente fuera y luego la toalla. Cerré de un portazo y coloque de inmediato el seguro.

 

-Naruto, ábreme. No puedes hacerme esto- gritaba desde afuera aporreando la puerta con los puños.

 

-Y tú tampoco podías hacerme esto- susurré.

 

-Antes di que te he dejado la toalla- grite. Escuche una maldición. Me conocía y sabía perfectamente no terco que podía llegar a ser y si había echado de casa sabía perfectamente que no lo dejaría entrar.

 

Me fui a mi habitación, tire la sabana en el suelo, aún tenían los pétalos. Me recosté y abrace la almohada, lloré hasta que deje de escuchar golpes en la puerta o hasta quedarme dormido. No sé qué ocurrió primero...

 

Notas finales:

Esta historia esta pensada como un ItaNaru, espero les guste. También acepto sugerencias. Y en caso de que la mayoria desee un SasuNaru, puedo hacerlo. 

Gracias por ser pacientes y perdonen la espera. Espero difruten y puedan comentar...


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