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Gangsta por LECTER_SWAN

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Notas del capitulo:

Este capi contiene escenas demasiado gore para algunas personas, asi que si no eres de los qu eles gusta este genero por favor no sigas leyendo.

Trato temas que pueden herir la sensibilidad de algunas personas, estos temas incluyen sadomasoquismo, bondage, tortura, gore, parafilias y transtornos psicológicos. 

 

Las luces lanzan haces que rompen la oscuridad reinante ahí. Una masa de personas poseídas por sus más bajos instintos se abalanzan sobre los trozos de músculo que el tipo con máscara de la peste arroja por todo el escenario.

Yo aprovecho esta distracción para levantarme, tomar mi mochila y dirigirme, con la mayor calma posible, a la salida. Mientras avanzó siento una mirada clavada, en todo momento, a mi espalda. Miro por encima de mi hombro sin lograr ver a nadie que me esté siguiendo, todos siguen enfrascaros en las danzas eróticas y el placer, sin embargo la sensación no se va. Esquivo a un par de chicas que se contonean provocadoras en la pista, ambas me miran seductoras pero no les prestó atención dirigiéndome a la salida.

-Déjame adivinar, Death_93.-me paralizó en mi lugar viendo al pelirrojo recargado de forma relajada en la pared contigua a la salida. No parece querer detenerme, ni atacarme, ha dicho eso como si fuera un saludo cordial de dos amigos que no se ven en años- vaya, así que he acertado.

Me maldigo internamente  por haber reaccionado así, no debí de detenerme, es más, debí pasar y dirigirle una mirada de desprecio, eso le habría quitado la idea de que soy Death_93, ¡Que idiota! Al haberme detenido he confirmado sus sospechas.

-No me mires así, pareces un condenado que ha sido descubierto in fraganti-frunce el ceño desplazándose de la pared hasta quedar a unos pasos frente a mí.

-No sé de qué me hablas- bufa divertido poniendo los ojos en blanco al oírle decir eso.

-Aja, has salido huyendo apenas he fijado mis ojos en tu persona y además has respondido al nombre. No me vengas con tonterías, niño, tú eres Death_93, el maniático con el cual hablo vía mensajes cada día. Yo mismo te di la dirección de este lugar.

Ahora sí que no puedo disimular mi asombro. Le miro de arriba abajo intentando encontrar algo que me haga reconocerlo, pero por más que intentó no hay nada que me diga que él es Putrid_blood.

-Olvídalo igual no te di ninguna seña de mi persona.-y como si fuera una cosa cualquiera se acerca y me extiende una mano para saludarme.-un gusto, me llamo Eustass Kidd. Mejor conocido en la deep web como Putrid_blood, sobrenombre que me puse para aludir a mi cabello-se señala esa mata revoltosa de cabellos rojos como la sangre-gran cosa, si, muy original. Por tu cara de muerto en vida y esos ojos puedo deducir que tú eres Death_93.

Ha vomitado todas esas palabras de golpe haciéndome abrir la boca de la impresión.

-¿Sorprendido?-estrecha mi mano de forma fuerte-lo sé, soy todo un Sherlock Holmes. Pero no te quedes así, supongo que te costó trabajo llegar hasta acá.

-Espera...-me suelto de él dando un paso atrás para aclarar mi mente- ¿Cómo rayos ...?

-¿Supe que eras tú?-de nuevo esa estúpida sonrisa- ya te dije, tu cara me lo dijo todo.

-No pretenderás que te crea eso, no soy tan idiota. Cientos de miles de gente vienen a este lugar, todos los días, cada hora ¿y así como si nada entró yo y la divina providencia te enseña que soy el chico con el cual has entablado conversaciones en la deep web?

-Entonces si eres él-sonríe más amplio, maldición, me ha atrapado.

-Debo irme-me detiene de un brazo cuando paso a su lado-suéltame.

-¿Porque? Acabas de llegar y el espectáculo apenas ha iniciado. No querrás perdértelo.

-Aquí no hay nada que me interese.

-¿Ah no? Ni siquiera aprender a desollar a una persona de tal forma que siga viva hasta que la última gota de sangre abandone su cuerpo?

-Eso es científicamente imposible.

-Difícil, sí. Imposible...jamás.

La curiosidad empieza a hacer mella en mi raciocinio, es verdad que el hecho de que hayan despellejado a una mujer en pleno escenario y que los espectadores se hayan peleado por obtener un trozo de esa piel, ya es bastante impresionante. Quiero decir ¿Si han hecho eso que tan difícil es que hagan lo que el pelirrojo me acaba de decir?

-Entonces...¿Te interesa?

Miro como extiende de nuevo su mano en mi dirección como si tratara de cerrar un trato. Me muerdo el labio indeciso, he entrado en un mundo nuevo que me ofrece sangre y perversión al por mayor, pero sólo he llegado  a la puerta principal, ese chico de sonrisa sádica y cabello rojo sangre me ofrece ser mi guía en esa maraña de corredores que yacen resguardados detrás de la puerta. ¿Qué debería hacer?

-¿Cómo sé que no me usarán como uno de sus conejillos de indias?-señaló detrás de mi hacia el escenario en donde ahora varias personas arrancan a mordidas los restos de carne del cadáver de la mujer.

-No lo sabes y nunca lo sabrás a menos que te arriesgues-el chico baja la mano y se da media vuelta caminando de forma relajada para integrarse a la multitud que baila y se acaricia de forma obscena. Respiro algo agitado debatiéndome entre el salir de ahí y volver a casa o dar un paso adelante y seguirle.

-Maldita sea-escupo bastante contrariado conmigo mismo antes de correr para alcanzar al pelirrojo.

*           *           *

-¿Qué hace este niño aquí?-es lo primero que dice una chica de cabellos ondulado y negros que fuma como si no hubiera un mañana.

-Viene conmigo-Miro a Kidd que está enfrente mío, camina relajado con las manos metidas en sus pantalones-le mostraré la sala de juegos.

La chica alza una ceja y cruza su pierna dejando ver que debajo del ajustado y muy corto traje de mucama trae unas bragas de encajes blancos.

- Abre la puerta-le recalca como si no hubiera entendido lo que quería que hiciera.

-No. Este lugar no es para mocosos-exhala una nube de tabaco que me hace arrugar la nariz, esa cosa apesta y hace que me dé vueltas todo.

-No estoy de humor Baby 5, ¿Me oyes? Así que abre la puta puerta o te juro que la única sangre que verás en días ser la que saldrá de tu hinchado y pútrido vientre.

-Oh~ me encanta que me hables sucio-sonríe relamiéndose los labios, creí que lo había dicho en tono de burla pero al ver como se levantaba y metía un código en un panel en la pared me doy cuenta que no es así, esta se abre con un chirrido que me hace estremecer-adelante, tragos gratis hasta media noche. Ah! Y no toquen los tequilas sunrise.

-Gracias, bebé, te debo una.-Kidd pasa a su lado dándole una nalgada que sólo le saca una risilla.-anda muerto en vida que no tenemos toda la noche.

Le sigo notando la mirada de burla que me dedica la chica, eso me hace sentir incómodo pero decido ignorarla. Como sea una vez entró la puerta detrás mio se cierra dejándonos a ambos en una especie de pasillo de cemento que tiene metros y metros de largo. Avanzó al lado del pelirrojo escuchando el eco de nuestros pasos repicar en las frías paredes. Seguimos así por unos minutos, estoy por preguntarle a donde vamos cuando veo que en las paredes lisas empiezan a aparecer varias puertas de metal bruñido, todas ellas tienen chapas de alta tecnología y un número grabado al frente.

-¿Porque los números son negativos?

-Todo a su tiempo-se detuvo enfrente de una puerta que tenía una marca de una x escrita con grafiti rojo-hemos llegado.

-¿-666?-

-¿Tienes algo en contra de este número? No seas llorón-saca una tarjeta, como a de los hoteles, y la pasa por una ranura que no había visto hasta entonces, inmediatamente esta emite un pitido y un pequeño led verde se enciende anunciándonos que podemos pasar-bienvenido a mi sala de juegos personal.

Dentro del cuarto hay toda una pared con sujetadores de metal de donde cuelgan gran variedad de cuchillos, hachas y martillos. Del otro lado, frente a esta hay otros tantos artilugios como cuerdas, látigos, algunos collares de sumisión junto con otras cosas que no se identificar.

-¿Sorprendido?-Kidd se recarga en el borde de una plancha de metal que esta justo en el centro de la habitación, al verle puedo notar que se parece mucho a las que usamos en la Facultad para limpiar los cadáveres.

-Pues...más equipos que en otros lados si tienen. ¿Qué más guardas? Una momia en el armario ¿Tal vez?

-No, momias no tenemos, hasta ahora no ha aparecido ninguna persona que tenga una parafilias con ellas.

-¿Eso quiere decir que tienen todo lo que necesiten para satisfacer a las parafilias?

-Básicamente, sí.

-No me lo creo.

-Ya lo intuía, tu eres del tipo de personas que cree cuando ve, adelante- me lanza unas llaves y señala un montón de cajones que hay pegados a una pared- puedes ver todo lo que quieras.

A lo mejor lo más prudente hubiera sido que le arrojará las llaves a la cara y saliera corriendo antes de que me hiciera algo. Pero no, mi curiosidad me empujó hasta la pared de cajones, ahora que ponía más atención podía ver que todos eran de metal, se parecían mucho a....no, ¡Es imposible que tengan uno de esos aquí!

Me acerco sin bajar la guardia atento al chico que permanece en la mesa detrás de mi, tomo una de las llaves notando que tiene un número grabado que concuerda con un cajón que está a mi lado derecho, me dirijo ahí metiendo la llave en la cerradura, esta gira con bastante facilidad dejando un sonoro clic antes de que la misma puerta se abra dejándome ver un par de pies azulados y rígidos.

-Esto es...

-Un cadáver si, como los cientos que tienen en la facultad de medicina.

Aún sin creérmelo halo el cajón notando que es una plancha ajustada que debajo tiene unos rieles que permiten a la plancha deslizarse y así  sacar completamente el cadáver que hay ahí.

-Esto no es humano.-exclamó realmente sorprendido al ver las deformaciones que tiene el cuerpo.

-Error, si lo es, sólo que se hizo tantas escarificaciones e implantes dérmicos que ya no parece humano.

-¿Implantes? ¿Cómo rayos obtuvieron un cadáver con implantes?

-Él mismo nos donó su cuerpo, parece ser que le excitaba la idea de que personas hurgaran en sus tripas putrefactas.

Me quedo viendo las marcas que forman distintos patrones en el cuerpo, son cicatrices queloides pero no están desordenadas, al contrario forman figuras como flores y distintos patrones geométricos; además de que tiene todo el pecho tatuado y en su cara hay unos cuernos que sobresalen de la piel de su frente.

-¿Puedo?-alzó una mano señalando el cuerpo inerte.

-Hazlo, no me importa-se encoge de hombros sin importarle mucho, así que sin más posó mi mano sobre el rígido pecho notando que ha dicho la verdad, es un cadáver en toda su pútrida gloria. Incluso tiene la piel cortada en forma de Y, no está cosida, así que meto los dedos bajo la piel fría y halo dejando expuestos los músculos.

-Es real-no puedo evitar so reír cual idiota al ver esos músculos algo pálidos debido a la pérdida de sangre y al rigor mortis.

-Claro que son reales, hay de todo tipo. Desde mujeres embarazadas hasta ancianos y adultos jóvenes. Puedes escoger.

Miro todos los cajones que cubren la pared, han de ser como 50 mínimo y eso sin contar los que seguramente están en otras habitaciones de ese lugar. Esto es el paraíso para alguien como yo, sin embargo hay algo en todo que sigue sin gustarme.

-¿De dónde los consiguen?

-Y te dije, muchos consideran excitante que manoseen sus cadáveres o que se los coman.

-¿De verdad se los comen?

-¿Viste la mesa con bocadillos que había en el extremo del escenario?-hago memoria recordando entre los fragmentos de luces y humo una amplia mesa con un mantel rojo que tenía encima muchas fuentes con comida, así que asiento abriendo los ojos al caer en cuenta-así es, todo eso era carne humana. Nada de pescado ni pollo. Sólo proteínas de primera calidad.

-Vaya...tus clientes deben de pagar su peso en oro.

-Todo va de acuerdo a la fantasía que requieran, ya sabes, así que...-se acercó cual león hacia mí-¿Cuál es tu fantasía?

*        *        *

De haber sabido que terminaría así me hubiera dado media vuelta, habría salido de ahí y no hubiera vuelto nunca más. Lastimosamente el hubiera no existe, soy mi presente y las decisiones que he tomado me han traído hasta aquí y no hay vuelta atrás.

-Estas muy callado Law, ¿Acaso te comió la lengua el gato?

-¡Nghh!-me quejo al sentir un nuevo aguijonazo de dolor que recorre desde mi espalda hasta la punta de mis dedos, tengo tantas heridas abiertas que escurren sangre.

-Anda, gatito, no te he oído bien.-el sonido de cadenas tintineando me hacen estremecer. Estoy desnudo en el piso con un collar, de cuero con pinchos de metal, por toda prenda de ropa, la piel me arde por los recientes latigazos que Eustass-ya me ha dado. -Estoy esperando, gatito.

-No…lo voy a decir-aprieto los dientes ante el dolor que siento en mi piel y extremidades. Levantó la vista mirándole bastante retador, de nuevo esa sonrisa torcida se hace presente en ese rostro fiero. Me encanta.

-Y no es el tiempo para que estés de rebelde, ya han pasado meses, ¿No crees que ya deberías saber cómo comportarse?

-Jamás lo haré.

-Oh, ¿Acaso debo repetirse la lección?

-No te atreverías-Eustass-ya agarra el látigo y lo hace gastarse en el aire cortando este, el ardor me llega primero seguido de un calor que en seguida reconozco como mi sangre escurriendo de una herida que el látigo hizo en mi mejilla izquierda. Parece que ese será otro día en que no llegue a dormir a casa.

-----Flashback-----

Inició de cierta forma inocente, después de ver los recursos con los que contaba ese lugar mi curiosidad fue como una llama que quería arrasar con todo lo que estuviera a su paso y claro yo no le puse trabas.

A partir de ese momento  no había noche en que no me escapara para ir al "Cuarto de juegos" , aprendí bastante, desde la forma en que se puede trabajar la piel sin dejar marca alguna hasta como remover órganos y sustituirlos por otros mejorando así las funciones de estos. Me sentía como Víctor Frankenstein en su laboratorio armando y descargando el cuerpo del que sería el hombre perfecto. El tiempo pasó y Eustas-ya me compartió de su infinito conocimiento, en un principio me sentí ofendido pues sabía mucho más que yo del área de medicina. La envidia me corroía al ver la destreza con que manejaba los órganos al momento de extirparlos de los cadáveres.

Fui aprendiendo cada vez más y más cosas, por ejemplo que era el mismo Eustass-ya quien dirigía ese burdel, él era el dueño. Eso avisó más aún mi curiosidad, parecía tener todo, autos, coches, chicas a las cuales follarse y matar, bueno podía colgarlas mientras las mataba ....y aun así se pasaba gran parte del dia sacado, midiendo y pesando órganos. Una vez lo encontré dibujando, estaba haciendo un boceto de la Asunción, una pintura que conocía por una réplica que mi padre tenía en casa.

-¿Porque dibujas eso?-le pregunté una noche en que hacia demasiado frio y afuera nevaba.

-Porque me gusta- fue su única respuesta. No pensé que a un tipo como él le gustará el arte.  Esa no era la única cosa que no conocía de él, poco a poco fui dándome cuenta que también le gustaba la música, en especial una pieza de piano y violín. "Introduce anda Rondo capriccioso" que sonaba en el estéreo cuando hacia sus bocetos. Siempre la misma canción, siempre la misma pintura.

Quería saber porque tenía tal obsesión con eso, pero por más que preguntaba nunca me contestaba. No me reuniría, alguna día sabría que ocultaba así que con tal determinación le pregunté si podía pasear por el burdel para ver que otras cosas había.

-Puedes pasear libremente, revisa hasta debajo de la última piedra si quieres pero no me culpes de los sustos que te puedas llevar.

Con tal pragmática respuesta era más que obvio que tendría más ganas de saber que se ocultaba ahí. Así que empecé a deambular sin rumbo fijo haciendo un pequeño mapa mental que al llegar a mi casa pasaba a una hoja con la esperanza de descubrir algún secreto del pelirrojo. No sé por qué me importaba tanto, ahí sólo había salas y salas que representaban distintos escenarios, supuse que era para darle un mejor ambiente a la fantasía de los clientes.

Poco a poco el mapa fue tomando forma, me si cuenta que la planta baja, por la cual entre el primer día, constaba de un escenario donde tras bambalinas había camerinos con cientos de trajes y juguetes que supuse usaban en los shows. De ahí se dividía el burdel en planta alta y baja. La planta alta, por lo que pude ver en el ascensor, tenía un total de 32 pisos; mientras que la planta baja tenía un total de 20. Contaban los pisos de la planta alta con los números positivos, ahí los pasillos estaban alfombrados y las puertas eran de caoba y todas las habitaciones estaban ambientadas de diferente forma. Una vez en control una que tenía un mini lago dentro, con peces y todo.

Por otro lado la planta baja usaba los números negativos y sus puertas eran de metal. Ahí no pudo ver que había pues todas las puertas se abrían con unas tarjetas que el pelirrojo no le había proporcionado.

Si quería saber debía convencerle para que le diera las llaves.

-Esto se hace aburrido- le dijo el moreno una vez regresó de sus caminatas por el burdel.

-Ah ¿Si? ¿Porque dices eso?- de nuevo esa música y los bocetos desperdigados por todos lados.

-Creí que al ser un burdel habría más acción pero ya he visto todos los shows y créeme que ya se han vuelto aburridos. Todos son descuartizar y devorar, ahí no hay nada nuevo.

-¿Ahora eres un crítico?

-Créeme.

-Bueno, si tanto te aburre creo que te gustará saber que esta noche el encargado del show soy yo.

-¿Eso qué tiene de diferencia?

-Pues que tal vez el show de hoy te haga abrir esos ojos de pescado podrido que tienes.

Fue todo lo que me dijo antes de salir directo a la planta baja, yo no me hice del rogar y fui tras el. No le pude alcanzar pero como ya sabía que haría fui y me senté en la primera fila para ver que se traía entre manos.

Estaba empezando a desesperarme cuando de pronto el escenario se iluminó de golpe dejando a todo el público callado. Eustass-ya apareció con un traje de etiqueta color negro con una corbata roja. Sonrió de lado y saludo a la audiencia que aplaudió rabiosa al verle tomar el micrófono.

-Damas y caballeros, me complace decirles que hemos decidido renovar un poco el tema de nuestros shows. Bien es cierto que a todos nos encanta ver sangre brotando de un cuerpo y aún más nos encanta sentir el delicioso calor de la carne recién mutilada en nuestra bocas- un suspiro de placer recorrió todo mientras Kidd hacia una pausa- lo sé, lo sé. Los entiendo. Pero-levantó una mano silenciando a todos de nuevo-¿Qué tal si a ese algo que amamos le agregamos algo de cultura? Pues contrario a lo que todos creen no somos un nido de ratas analfabetas ¿Verdad?

Los aplausos no se hicieron esperar, Kidd tuvo que hacerles señas para que se callaran de nuevo.

-Bueno, dicho esto me complace presentarles el siguiente número.

La audiencia se quedó mortalmente callada mientras el el escenario aparecía una mujer que traía de la mano a cuatro niños, todos eran iguales, al parecer eran cuatrillizos. Todos salieron formados y se quedaron parados mirando a la audiencia. Kidd mientras se había quitado el saco y se había remangado las mangas de la camisa. 

De pronto por el otro lado del escenario apareció una asistente que traía una maleta que dejó en una mesa, la dejó abierta mostrando que dentro había un montón de cuchillos, desde los más pequeños hasta los más grandes.

"¿Para qué quiere eso?" se preguntó mientras veía cono tomaba un pequeño cuchillo que hasta parecía de juguete, fue ahí cuando el espectáculo comenzó. Eustass-ya tomo a uno de los niños y lo tiró en el suelo arrancándole la ropa que traía, cuando empezó a cortar su piel con el cuchillo las bocinas apagaron loa gritos de dolor del niño. Estaban pasando la 5a sinfonía de Beethoven, cada movimiento que hacia Eustass-ya iba acompañado de un corte que desencadenada una nueva ola de gritos de dolor. Pronto la piel del niño fue completamente retirada, el cuchillo fue dejado de lado para ser reemplazado por otro más grande que cortó las costillas del niño, yo miraba atento sin poderme creer que siguiera vivo el dolor debía ser fatal, no tanto por la piel pues está ya no la tenía y ahí estaban los receptores del dolor, sino más bien porque una vez cortadas las costillas la caja torácica cedió como si fuera la tapa de un grafo dejando expuestos los pulmones y el corazón que se agitaba tratando de seguir manteniendo con vida ese cuerpo.

Al ver como Eustass-ya tomaba un tubo que usamos para dar oxigenación a los pacientes y lo metía a la fuerza en la garganta del niño recordé una plática que habíamos tenido tiempo atrás.

"-¿Es posible hacer que los pulmones se distiendan más allá de las costillas?" me pregunto ese día, como ai fuera algo normal de decir.

"-Pues los pulmones son bastante flexibles, claro que deberías de tener cuidado con las presiones de oxígeno que les des para que no se revienten y no colapsen"

"-Entonces es posible"

"-Sólo si les quitas el limitante que las costillas representan...aunque si lo haces en un niño este limitante no existiría"

"-¿A qué te refieres?"

"-En los niños la capacidad torácica es infinita, si les aplicas presión adecuada con un ciclado constante los pulmones irán creciendo de capacidad y harán que el tórax crezca cada vez más y más"

Y lo había hecho, pude ver asombrado como los pulmones se expandían formando algo parecido a alas.

Cuando termino con el primer niño, que ya había dado su último suspiro, siguió con el segundo y el tercero hasta que los cuatro quedaron en igualdad de condiciones. La música seguía sonando fuerte por los altavoces, entonces fue el turno de la mujer que había permanecido petrificada, era obvio que tenía una conmoción muy grave, tal vez por eso se dejó llevar, al igual que a los niños le fue quitada la piel pero a ella le arrancó el cabello dejando su cabeza sangrante mientras el resto de su cuerpo se quedaba con sólo los músculos, después de eso uso alambre de púas para ponerla en cierta posición que me pareció conocida.

-La asunción-susurró una mujer a mi lado que igual contemplaba todo sin perderse un solo instante.

Y efectivamente, cuando la música cesó en la plataforma quedaba la mujer sujeta por los alambres y a sus pies estaban los cuatro niños con los pulmones de fuera aparentando ser querubines.

-Es...es hermoso-susurro la misma mujer al borde de las lágrimas antes de que todos ahí empezaran a aplaudir cual desquiciados. En cuanto Eustass-ya abandonó el escenario me fui de ahí directo a su cuarto personal de juegos. Apenas llegue y el otro ya estaba ahí, se había quitado la camisa y podía ver la pálida piel de su torso.

-Hey...te ha gustado el...-no le dejo hablar dándole un fuerte golpe en la mandíbula antes de estampar mis labios sobre los suyos.

-Hazme el maldito favor de callarte de una buena vez-le grupo molesto una vez que me separó de él.

-Tomaré eso como un si-sonrió de lado mientras apretaba con ganas mi trasero.

Notas finales:

Y bueno, aqui el segundo capitulo, lo hice un poco más largo porque tenía que abarcar mucho Xd espero no les sea pesado leerlo, espero sus criticas constructivas, les gradezco su tiempo de leerme y más de dejarme un review.

 


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