Los peores temores de Caien Cross se hicieron realidad cuando cruzo la puerta rota del hogar Kiryuu, había llegado tarde, muy tarde. No le tomo mucho tiempo encontrar los cuerpos de la pareja, había sangre por todas partes y la presencia del purasangre aún se podía sentir por el lugar. Aun así por la mente del viejo cazador solo había un pensamiento.
¿Dónde estaban los niños?
—Caien Cross…—la voz lo había tomado por sorpresa, no había sentido a nadie más en ese lugar, por reflejo su mano había ido a la empuñadura de su espada, solo para alejarse segundos después cuando reconoció quien le había llamado.
—¿…Haruka…san?
El adolescente de cabello negro se acercó al cazador, deteniéndose solo a un metro de distancia, sus ojos que a pesar que brillaban en un azul profundo no le revelaban nada a Cross.
—Deje a Zero durmiendo yo…—la tristeza se reflejó en esos ojos azules—Venia a encargarme de ellos dos—limpiar el lugar, preparar al matrimonio para su entierro, que cuando Zero despertara no tendría que ver de nuevo esta sangrienta escena, había tantas cosas que quería hacer en ese momento.
—Ya…ya veo—el cazador podía entender, miro a su alrededor, definitivamente era algo que debía ser limpiado para que el pequeño Zero no viera esto pero— ¿Qué paso con Ichiru-kun?...—segundos después se había arrepentido de preguntar, la atmosfera de repente había sido oscurecida, aun así Caien no sentía hostilidad del otro, sino mucho pesar y arrepentimiento.
—Él no está…es todo lo que puedo decir…—y con eso zanjo la conversación, cualquier pregunta relacionado con el gemelo menor estaba prohibida Cross sabía. Y a pesar de que debería seguir interrogando, él no lo hizo.
Haruka no le diría nada, lo sabía.
Los siguientes minutos estaban cargados de un silencio lleno de tención, siempre había sido difícil para Cross mantener una conversación con el pelinegro y Haruka nunca había mostrado interés en hablar con el rubio.
—Debemos limpiar, antes que Zero despierte…
—Más cazadores llegaran pronto…
Más silencio, pero aun así en un mutuo pacto ambos comenzaron su tarea auto impuesta, debían apresurarse, no solo por el pequeño niño dormido en una de las habitaciones, sino por los demás cazadores que se acercaban.
Ellos no debían enterarse de la presencia de Haruka.
000
Sus ojos y nariz estaban rojos a causa de su llanto, lo sabía pero no podía reunir las fuerzas para que le importara. Se había despertado de su sueño, para encontrar a otras personas en su hogar, sin Haruka a la vista, el hecho que los demás eran cazadores no significara que lo había tranquilizado.
Pero la presencia de Cross había ayudado.
Y ahora ahí estaba él, caminando al lado del rubio a lo que se supone seria su nuevo hogar, temporal o permanente, estaba cansado y a pesar que había dormido antes, sentía que en cualquier momento caería de agotamiento.
Había sido interrogado, se dio cuenta que mentirle a los cazadores requería mucho esfuerzo. La historia oficial era que la purasangre había huido en el momento que sintió a Cross acercarse, dejando vivo al hijo mayor Kiryuu, el menor no había estado presente y nadie sabía que había pasado con Ichiru.
Haruka nunca fue mencionado.
Pero eso estaba bien, el pelinegro era un secreto, solo dos personas lejos de la familia sabían, uno de ellos era su maestro Yagari y el otro Cross.
—Zero…
El mencionado parpadeo, de repente sintiendo la presencia de quien había estado pensado a su lado, cansados ojos lilas miraron a los azules, serenos y calmos. Sin darse cuenta se había relajado ahora que veía al otro, Haruka lo sintió, una pequeña sonrisa en su rostro, el resto del camino, se mantuvo cerca del niño, brindándole su silencioso apoyo.
Cuando su casa estaba a la vista, Cross decidió que era hora de hablar, además de que había ciertas cosas que sus acompañantes debían saber—, Yo tengo una hija, es un año menor que tu Zero-kun…—puso su mejor y amable sonrisa en su rostro— Espero que se hagan buenos amigos…incluso podrían tratarse como hermanos…
—Mi hermano es Ichiru…nadie más…
La sonrisa de Cross y lo que estaba a punto de decir murieron ante esas palabras, dio una risa nerviosa y forzada, involuntariamente sus ojos fueron a los del otro chico con ellos, los ojos azules no lo miraban pero Cross podía sentir el grado de desaprobación del adolescente y sabía que iba dirigido a él.
—Por supuesto…—al final se dio cuenta que había sido un comentario cruel el suyo, tanto como quería que su Yuuki tuviera un hermano y más amigos, sabía que este niño no estaba preparado, acaba de perder a toda su familia, Zero no iba a estar interesado en ser agradable con otros niños supuso.
No tomo mucho tiempo para llegar a su casa, a pesar que el camino se tornó más largo por el incómodo silencio, Cross no sabía cómo interactuar con estos chicos, Haruka nunca había sido tan cercano a él como lo era con Yagari y Zero no estaba en el mejor estado emocional en ese momento.
Así que nadie decía nada.
Una vez que todos habían ingresado a su hogar, el mayor pudo escuchar los pequeños pies que se acercaban, reconociéndolos una gran sonrisa se instaló en su rostro, unos segundos después su “hija” se acercaba—¡Yuuki-chan!...—exclamo feliz al ver a la niña.
Ojos lila y azules miraron a Cross ir y abrazar a una niña de largo cabello castaño, Zero supuso que ella debe ser la hija del adulto, pero además de ese pensamiento ya no presto atención, estaba demasiado cansado como darle más pensamientos a otras cosas.
Pero los ojos azules de Haruka se entrecerraron.
“Esa niña…”
Ojos azules se entrecerraron, él era sensible a varias cosas, su especie era muy sensible a muchas cosas, por lo que Haruka era capaz de sentir algún tipo de sello en ella, un peligroso sello que dejaba incompleta a esa chica.
Le inquietaba.
—Yuuki-chan ellos son Zero-kun y Haruka-kun, vivirán aquí a partir de ahora…—comenzó a explicar el adulto, poniendo sus manos en los hombros de la fémina que miraba con curiosidad a los extraños—, Veras los padres de Zero-kun…
—Caien Cross…—el de ojos azules detuvo la declaración del cazador, un brillo de molestia claramente visible ahí— Zero debe descansar…—no iba a comentar lo completamente irrespetuoso que era, anunciar la muerte de los padres del chico a una extraña como si tuviera el derecho de hablar de ello.
Aun así Cross se dio cuenta.
Internamente Cross hizo una mueca, parecía que constantemente hacia error tras error con el chico, su expresión era ahora una de incomodidad y fue mayor luego de ver el rostro de Zero que lo miraba con clara molestia y enojo.
Aun asi, el cansancio era visible en esos ojos lilas.
—Claro, los llevare a sus habitaciones…—tomando la mano de una Yuuki que no sabia lo que pasaba, el mayor los llevo a las habitaciones de arriba, su casa tenía el espacio para todos ellos afortunadamente—Zero-kun puedes dormir aquí y Haruka-kun en la habitación al lado…—en un principio había querido que el niño estuviera en la habitación al lado de Yuuki, pero con la presencia de Haruka no vio que eso sea posible, sobre todo porque había notado esos ojos entrecerrados en el chico.
“Él no se habrá dado cuenta...¿Verdad?”
Con lo sensible que era el chico todo era posible, así que mejor no se arriesgaba.
Zero entro seguido por Haruka, ignorando el que había una habitación suya al lado, y antes de cerrar la puerta agudos ojos azules miraron a los nerviosos dorados de Cross, cuando Haruka hablo, el ex cazador podía sentir la fuerza detrás de esas palabras.
—Lo que sea hayas planeado con ellos dos, detente, yo no lo apruebo…Zero no lo necesita…
Y con eso cerró la puerta dejando a un Cross que sentía como si había sido descubierto con las manos en la masa y una Yuuki que seguían sin saber que pasaba, pero que su joven mente no podía darle mayor importancia.
Y así, la vida de Zero y Haruka en el hogar de Cross dio inicio.
000