POV YOONGI
El sentimiento que albergaba en mi pecho cada vez que lo tenía cerca me estaba volviendo loco, vulnerable, frágil.
Sus palabras dolieron, pero aún así sé que no eran cien por ciento ciertas.
Con sus movimientos me dejaba más que claro cuales eran sus intenciones más profundas, sus deseos; sabía que el instinto era más poderoso que la razón y ese pequeño definitivamente tenía todo su instinto a mi disposición.
Era errado para mí siquiera pensar en tener algo con él. No vine para eso, sería una traición a la memoria de la persona que más quise, pero no podía evitar sentir esa atracción sin explicación cada vez que su aroma invadía mis fosas nasales, era solo él y yo; y definitivamente moría de ganas de tomarlo y marcarle todo el cuerpo con mi nombre, hacerlo mío.
-¿YoonGi?
Me di la vuelta ante el llamado de mi nombre, quitando de mi cabeza todos aquellos pensamientos impuros sobre él.
-¿S-Sí?-Me sentí extraño por un instante, como si me hubieran descubierto pecando o haciendo algo que tenía totalmente prohibido, como si aquel hombre supiera lo que segundos antes pensaba en hacer con su hijo.
-¡Que bueno que estás aquí!-soltó con una amable sonrisa-. Quizás viste pasar a mi hijo como alma que lleva el diablo, lo siento si es así. Realmente no sé como controlar a ese chiquillo. Es un poco difícil de tratar.
Arrugó su entrecejo mientras hablaba.
Fingí una sonrisa amable.
-Lo entiendo.-En realidad no. Si yo tuviera un hijo como él, haría hasta lo imposible por ver una sonrisa en su rostro. Puedo imaginar una sonrisa en él y mi cuerpo se eriza al instante.
¿Qué será de mí el día que lo vea curvar esos hermosos labios?
Caminó hasta estar tan cerca de mí como para tocarme y palmeó mi hombro.
-Por favor...necesito que lo vigiles.-Ahora su rostro oscureció y sentí que el imponente alfa que era en realidad se presentaba ante mí-. Necesito que cuides de él.-Es lo que más deseo, es por lo que vine-. Quiero que esa sea tu labor aquí, necesito que lo protejas. Sabes...últimamente los omegas están siendo secuestrados y quién sabe que tipo de atrocidades hagan con ellos. De solo pensarlo...mi pobre Jimin...
Asentí con lentitud siendo ahora yo quien colocaba mi mano en su hombro para palmear.
-Lo haré, cuidaré de él...
Como si fuera mío.
-Muchas gracias...Realmente has sido una bendición para esta familia, tú eres igual a tu padre.
Sonreí ante su comentario.
Igual a mi padre... Ojalá fuera la mitad de bondadoso.
-Aunque debo decir que tus ojos son los de ella...-Volví a sonreír al recordarla. Si tan solo las cosas no hubieran sido de ese modo...
-Bueno... No te molestaré más con mis cosas. Por favor pasa y acomódate...he pedido específicamente que tu habitación sea la que se encuentra al lado de la de Jimin. Espero puedan entenderse pronto, sé que él tiene sus ideas sobre los alfas y quizás por ello sea grosero, pero no le prestes demasiada atención, como te he dicho, él apenas es un chiquillo que no sabe nada de la vida.
Me adentré en la casa y dejé todas mis cosas en la que sería mi "nueva habitación". Tenía que hacer todo rápido, pues debía buscar al pequeño.
Aunque se fue con aquel beta, sentía que de todos modos podía pasarle algo y aquel otro niño no podría hacer absolutamente nada para impedirlo, ni siquiera tiene la capacidad para cambiar de forma, es un simple humano, como todo beta.
POV JIMIN
-¡Deja de tocar mis cosas!
Reí ante las peleas de aquellos dos, ¡jamás se cansaban!
-Kookie~ dime donde está todo el porno~
-¡Que no tengo nada de eso!-gritó por enésima vez mientras TaeHyung intentaba hurgar en sus cajones de ropa interior.
Descansé mi cuerpo en la cama de JungKook mientras ellos dos seguían con su típica pelea sin fin.
Sin querer pensé en aquel alfa pálido y fuerte.
¿Qué hacía en la entrada de mi hogar? ¿Por qué hablaba con mi padre? ¿Qué quería? ¿Acaso me estaba siguiendo?
No podía estar cerca de ese tipo, sentía toda mi sangre moverse con fuerza por mi cuerpo cada vez que estaba a centímetros de él.
Clamaba incesantemente "muérdeme" con solo mirarle y me sentía un completo estúpido por ser tan débil.
Odio verme frágil o débil, lo detesto.
Siempre me menospreciaron por ser omega, siempre sacando a relucir la sumisión que llevaba arraigada por mi naturaleza. Sumisión bajo los alfas, quienes se creían mejores, los egocéntricos y posesivos alfas.
Una vez puedo decir, con vergüenza, que me enamoré de un alfa y por dios que en esa época era un idiota; creí que él podía querer estar conmigo, pero no... todo el mundo lo sabía, era un omega incompleto, in-fértil. Recuerdo que cuando el médico les dijo a mis padres en segundos toda la pequeña ciudad se enteró, pues mi padre es una persona importante y yo como su hijo paso a estar en la boca de todos.
Fui señalado, fui molestado y aquel alfa que me quitaba el aliento llegó a insultarme por mi condición.
Creí tanto en el amor, en los cuentos de hadas, en las fantasías, en las historias de romance que mi abuela me contaba cuando niño. Fui ingenuo al creer que algún día alguien querría estar conmigo.
Pero ya no duele, al menos no tanto, ya no siento ese peso en mi pecho cuando me miran prejuzgando. Ya no me molesta lo que pueda salir de aquellos labios impuros, ya no me afecta.
-¡JIMIN!
Recibí una almohadonaso en la cara y escuché la risa de mis dos "amigos".
-¿Son idiotas?-contesté mientras les devolvía el ataque y sonreía.
-Es que te hablamos pero no nos escuchabas ni respondías, ¿en que pensabas?-JungKook abrazaba la almohada que segundos antes le había lanzado.
-En nada, solo cosas sin importancia.
-No creo que sean sin importancia si aquellas "cosas" como dices captaban toda tu atención.
-¡No molestes TaeHyung!, solo pensaba en cómo volveré a casa, digamos que escapé luego de la mierda esa del casamiento.
-¡¿CASAMIENTO?!-JungKook abrió sus ojos en demasía y creí que se le saldrían de la cara por un momento.
-Olvidé mencionarte...Mis padres quieren que me acople, por el tema de los omegas siendo secuestrados y toda esa historia-respondí con desinterés, pues me importaba una mierda lo que querían mis padres, NO ME CASARÍA CON NINGÚN ALFA.
-Ahh...comprendo. Yo sé que odias a los alfas, pero quizás ellos tienen un buen punto al decirte que te acoples, es decir...
-No sigas-hablé interrumpiéndole-. Kookie, realmente no quiero hablar de eso, por ello vine hasta aquí.
-Lo siento-contestó apretando su labio inferior y bajando la mirada a su regazo.
-No te preocupes, solo no quiero hablar de eso ahora...luego, con más calma quizás podamos seguir con la charla.
+++
Luego de estar unas horas en lo de JungKook decidí volver a casa. Tampoco podía marcharme así como así, además al hermano de Kook no le gustaba que nos juntáramos a dormir en su casa, por lo que decidí volverme.
Cuando entré en la casa todo estaba oscuro y silencioso. Caminé hasta mi cuarto e ingresé, prendí la luz y casi grito como un desquiciado al verlo sobre mi cama con sus brazos y piernas cruzadas.
-¡Que mierda haces aquí!-grité intentando no elevar demasiado la voz. Bastantes problemas tenía para que me regañaran por gritar como niña.
Él arqueó una ceja y siguió con su asquerosa mirada desafiante.
-Estas no son horas de llegar, niño.
¡¿A QUIÉN RAYOS ESTÁ LLAMANDO NIÑO?!¿EH?
Apreté mis puños con fuerza.
-¿Te crees mi padre?¿O qué? Además, ¿quién te dio permiso para ingresar a mi habitación?
Iba a matarlo, a él y a quien le dejó entrar en esta casa.
-Yo-Se levantó de la cama y comenzó a caminar en mi dirección-. Hago-Solo unos pasos y ya estaría acorralado sobre la puerta-. Lo que-Un paso-. Quiero, niño-susurró casi pegado a mi oído.
Claramente pude sentir el aire golpeando mi lóbulo izquierdo. Mi piel se erizó tal cual gallina y creí que me caería al suelo por el temblor repentino en mis piernas.