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Estocolmo por Cobalto585

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Todo había salido según lo planeado, y allí tendía con suma delicadeza el cuerpo de la castaña, quien estaba maniatada con una cinta de satín azul, con las manos en la espalda y bien atada de igual manera de los pies, una cinta de seda negra cubría sus ojos de manera firme.

le acomodaba con devoción y caminaba por la habitación, se preparaba un café y tomaba asiento sobre su silla desgastada de cuero frente a un escritorio donde solo una pc vieja y un par de libros decoraban la superficie negra y limpia del mismo, espero con paciencia a que su "compañera" despertase, tras un largo rato los efectos del cloroformo abandonaban los receptores del cerebro dejando que recuperara el sentido.

un quejido y noto la facción que solo en los labios supo leer mas que bien, forcejeo un poco y se incorporo medianamente en la cama, con las piernas de lado y notoriamente alterada. ­-maldicion...no...no puede ser... ¿Qué es lo que quiere? me ha secuestrado maldito...­- inquirió respirando agitadamente, los pasos sonoros de las botas de natsuki se aproximaron hasta la castaña y le miro con una sonrisa desdibujada.

-­que podría querer, según usted fujino..? respondió de vuelta hablando de forma lenta y grave, se mantuvo a una distancia mas que prudente bebiendo su segundo café. ­

-¿quiere dinero o que quiere de mi?-­ frunció el ceño incapaz de ver absolutamente nada, la tela suave le ceñía con precisión tenebrosa la cabeza y los ojos, no sabia que barbaridades le podría hacer ese...esa, mujer, no tenia dudas, era la voz de una mujer, pero maldita sea que no parecía una cuando forcejeo con ella por varios minutos en aquel momento tras el estacionamiento en que todas las fuerzas abandonaron su cuerpo y un sueño endemoniado le hizo cerrar los ojos.

­-no-­ respondió natsuki sin apartarse ni acercarse, su voz era la usual, sin emociones como solían decirle normalmente las personas que le conocían superficialmente.

-­no? entonces que rayos quiere de mi?...responda¡-­ una risa o un ruido que lo parecía emergió apenas de la mujer que permanecía allí, en algún lugar de la habitación.

natsuki emitió un ruido como una risa sarcástica, permaneció observando la delicada mandíbula, la nariz, lo poco pero provocador del cuello que dejaba ver la camisa de vestir que llevaba aun shizuru, se le vino un deseo bestial de acercarse a la cama y hacer cuando desease con ella, estaba indefensa y todo eso no ayudaba a seguir su plan, aun tenia un par de días antes de terminar el trabajo... era una verdadera lastima desperdiciar una mujer tan linda y atractiva como esa, chasqueo la lengua para si y retorno a su escritorio donde tomo asiento de nuevo y observo por un largo rato en silencio a la castaña. ­

-no me ha escuchado?...-­ hacia un frio que le calaba los huesos, quizá estaban en una cueva o en algún sitio lejos, no había un solo ruido y eso mas la obscuridad a en la que se veía obligada a estar por la tela sobre sus ojos, se sentó en la cama y trato de pasar sus manos debajo de sus piernas, pero el tipo de amarre le impidió lograrlo, escucho el repique de una cuchara contra porcelana y se quedo inmóvil, ¿estaba sola o aun estaba su captora cerca? con esa maldita cosa en los ojos no sabia absolutamente nada y eso le hacia rabiar, escucho el reclinarse de una silla y los pasos se acercaron hasta donde estaba, demasiado mas cerca que la vez anterior, el colchón junto a la castaña se hundió bajo el claro peso de su raptora.

- ­quiere café?...hace un poco de frio...-­ susurro la pelinegra cerca de shizuru, quien por reflejo se retiro hacia atrás, su propio peso y la inmovilidad le dejaron semi acostada, donde lucho por no caer completamente, natsuki sonrió, y le tomo del brazo para ayudarle retomar la posición anterior, acerco la taza hasta los labios.

-­aléjese de mi, no quiero nada¡ seguramente quiere drogarme o algo así...-­ gruño con la voz ligeramente quebrada, quería largarse de allí cuanto antes, si al menos pudiera avisarle a alguien... giro el rostro y le dio la espalda, el peso no se movió de sobre el colchón, una mano fría le paso los dedos sobre la mejilla delineando su mentón, un calosfrió le recorrió por completo y le hizo retroceder hasta donde sus piernas le permitieron, su espalda choco contra la pared helada y allí permaneció sin moverse.

la ojiverde le miro, una sonrisa surco sus labios y bebió calmadamente del café, "cuanto tiempo soportara no comer?" se pregunto mentalmente mientras observaba a detalle el pantalón vino de vestir que ceñía su figura de manera provocadora "hazlo ya" le gritaba su voz interior, extrañamente esta ocasión no deseaba hacer semejante cosa, quería un poco mas de tiempo...quizá podría tenerla mas tiempo para si, al fin y al cabo era una mujer bastante interesante...

le pareció una eternidad el tiempo que espero para que el peso en el colchón cerca de ella desapareciese, después escucho los pasos, un par de pasadores y el sonido de un apagador, los pasos sonoros y después un silencio que no le parecía normal, tenia ese sentimiento de ser observada todo el tiempo, pensó en preguntar si permanecía allí su captora pero desecho la idea casi al instante. ¿en que rayos pensaba esa tipa? dándole café cuando ella no le había pedido nada, y mucho menos dadas las circunstancias, quizá solo estaba loca o algo así, era mejor no averiguarlo, no pensaba permanecer en ese lugar mucho tiempo, encontraría la manera de salir.

natsuki apago la luz y cerro la habitación del sótano, pese a tener una linda y acogedora casa, pasaba la mayoría del tiempo en su sótano, donde dormía y practicaba su inusual hobbie y el resto de los demás pasatiempos que gustaba de practicar pero a nadie le contaba sobre eso , permaneció alerta aun cuando el sueño le venció, conocía a shizuru, pues le había observado al menos dos meses en los que incluso inspecciono a detalle los restos de comida, bolsas y hasta el tipo de implementos que usaba durante su periodo sensible del mes, la basura de una persona podía decir tanto... así que aun que le venció el sueño mantuvo sus sentidos alerta, shizuru era una mujer astuta que podría liberarse y ser peligrosa, odiaría tener que lastimarla, esa parte llegaría al final, cuando hicieran la usual visita al bosque donde solo regresarían los verdes.


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