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~» Love Smuggle Cat’s «~ por Mashet_Engel

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Notas del capitulo: Capitulo Único.

 

Song Fic

 

Canción: Tus piernas, Minutos.

 

Universo Alterno.

 

Saint Seiya.

 

Parejas: RadamanthysXMinosXAiacos

~» Love Smuggle Cat’s «~

 

5:00  AM

Y es hora de comenzar el día.

En ocasiones maldigo a la vida por lo injusta que es.  Yo debí de haber nacido en cuna de plata y rodeado de opulencia.  Por que??  Por que amo en demasía.

Pero aquí me vez, un triste chofer que anhela robarle a la vida un pedazo de placer.  Y lo obtengo….  Al final del día, la recompensa es exquisita.

Nuevamente pienso en ti.  Tú, que estas tan fuera de mi alcance y tan al alcance de otros.  Y mientras termino de ducharme y comienzo a vestirme para el trabajo, ruego a dios por poder verte solo un instante antes de que la jornada comience, y de ser posible, que me dediques una mirada.

Uno nunca pierde las esperanzas, no??

Pasos decididos, y penetro la cocina de la impresionante mansión de mi jefe, un maldito rico avaricioso que goza pisoteando la dignidad de las personas que trabajan para él.

El infierno esta lleno de esta clase de tipos.  El mundo nunca cambiara.

Con una taza de café entre las manos, espío el amplio comedor principal, escondido detrás de la doble puerta abatible que lleva a la cocina.  Solo quiero verte, contemplarte un minuto para soportar el embate de las consecuentes horas que vendrán de duro trabajo.

Mi jefe ya esta ahí, como todos los días, prescindiendo la cabecera del comedor, con periódico en mano y una taza de cargado café selecto en la otra.

Te maldigo, despreciable rubio!!!!!!

Las cocineras se mueven de un lugar a otro con prisas, apuradas en tener todo listo para cuando bajes tú, quien eres quien da la pauta para iniciar el desayuno….  Y que eres lo que yo mas ansío ver.

Y mientras mis papilas gustativas disfrutan del amargo sabor de un café de segunda mano, mis sanguíneas pupilas esperan ansiosas el momento en que entres por esa puerta de madera.  Incluso, estoy plenamente conciente de que no parpadeo.

Y la puerta se abre…  Y mi corazón se acelera.  Y no es para menos.  Ahí, en el marco de la puerta, apareces tú con toda tu deslumbrante belleza.

Largos y plateados cabellos, que me hacen recordar el cause tímido de un arroyuelo a media noche, cuando los envidiosos rayos de luna acarician las dulces aguas presurosas, descomponiendo sus colores en una preciosa gama de grises irisados.

Ojos azul cielo, que no tiene comparación alguna con algo que haya visto en este mundo.  El cielo se ve tan insípido y descolorido al lado de tus resplandecientes zafiros.

Tu piel….  Oh!!  Tu piel……  que puedo decir de eso??  Blanca, lechosa, aterciopelada, suave y delirante.  No existen adjetivos para describirla.  Deseable, torturante, tersa, blanca porcelana codiciada.

Un exquisito tono bermellón en tus mejillas, haciendo juego con la deseable coloración grana de tus labios.  Labios dulces que prometen el paraíso y el desenfreno total.  Labios donde quiero perderme y reclamar como solo míos.

Si vas a soñar, hazlo en grande, ne??

Y con agrado veo que te recogiste el pelo en una media cola, dejando a mi voraz vista que se recree con la perfección de tu estilizado cuello.  Ese cuello que en mis fantasías nocturnas es victima de mis hambrientos labios.

Nunca, nunca me podría saciar de tu sabor.

Pero el rato en que puedo contemplarte a mis anchas es relativamente corto e inversamente proporcional a mis ganas de seguir recreándome en tu belleza, ya que mi rubio jefe ha terminado su desayuno.

Te deja un beso en la frente, beso al que yo le proyecto un odio desmedido y que solo es igualado por el odio irracional que le tengo a aquel que se atreve a besarte.  Y ese rubio se levanta dispuesto a comenzar las labores diarias, donde el papel que desempeño es uno muy pequeño y que solo me aleja de ti.

Pero no te preocupes, mi amor…  Ya habrá tiempo para que nos veamos, al menos yo siempre te veo a cada minuto, a cada segundo, en todas las cosas.

Y mi día transcurre detrás del volante del auto, entre reverencias corteses, halagos hipócritamente complacientes, charlas por teléfono que no me interesan, refrigerios apresurados, calor sofocante, embotellamientos detestados y tratos cerrados que no será a mi a quién le remuneren una obscena cantidad de dinero.

Pero que soporto estoicamente por que forma parte de mi trabajo.  Ese trabajo que me permite seguir cerca de ti.

Y lo único que anhelo es que llegue la hora precisa. 

8:00 PM

Hora de regresar a la mansión.

Es hora de volver a contemplar tu abrumante figura.

Y los kilómetros que nos separan fueron recorridos con frenesís.  Ansiando el momento en que tus labios se curvearan en una calida sonrisa y tus brazos se extiendan dispuestos a dar la bienvenida.

Aunque esa ansiada bienvenida sea para otro y no para mí, que contemplare a prudenciales pasos de distancia, el como saludas calidamente a tu esposo, ese rubio despreciable cuya vida deseo sea relativamente corta.

El te deja un beso, que deseo sea yo quien te lo de, y tu risita traviesa alegra mi día.

Platican brevemente, una despedida casual y ha llegado el momento que he esperado todo el día.

8:55 PM

Y abordas el auto, yo como tu chofer, dispuesto a llevarte a donde me pidas.

Avanzamos rápidamente entre esa turba incontenible de autos, cuyos conductores regresan a la calidez del hogar después de un arduo día de trabajo.

Pero nosotros nos dirigimos a un destino muchos más calido y reconfortante que esa fría mansión que hace las veces de tu hogar.  Vamos directamente a las puertas del infierno.

Llegada a la parte frontal de la cuidad, donde se presenta la disyuntiva de seguir de largo hacia la parte céntrica y la desviación hacia esos lares olvidados, es que escucho tu pedido, ese que promete una tarde ajetreada y la recompensa a mis nunca escuchadas oraciones.

- Vamos al muelle, Aiacos -

Ante el indiscutible pedido que sale de tu deseable boquita, solo puedo asentir encantado.

Al muelle, con mucho gusto te llevare al muelle.

Enfilo hacia la parte portuaria de la ciudad, esa pequeña área destinada a las actividades mercantiles de exportación internacional.

Un lugar propicio para la situación.

Mientras manejo todo lo rápido que puedo, veo por el retrovisor como me sonríes sensualmente.  Ahora puedo morir y decir que ya he visto las puertas del cielo.

Pero aun no quiero morir, aun quiero seguir embobándome con tu belleza sempiterna.

Filas y filas de contenedores metálicos y solo el silencio dispuesto a ser nuestro cómplice.

Aparco el auto entre dos altos contenedores de mercancía guardada, apago el motor y espero a que me des la pauta que necesito para conseguir lo que llevo horas deseando.

Desde atrás, en el asiento trasero del auto, sonríes predatoriamente.  El juego a comenzado para ti, mientras que para mi significa mas que un simple juego de infidelidad.

Me giro en el asiento del piloto, solo para ver el control remoto del estereo del auto entre tus manos, quien no tarda mucho en ser manipulado por tus dedos y encender el reproductor en una escandalosa pieza de rock.

“In The End”  Y realmente me siento en el final.

Una sonrisa y se lo que me pide el destello de tus ojos.

No tardo mucho en bajar del auto, mientras tú subes los cristales de las ventanillas y así aislarnos del mundo, para evitar las miradas curiosas de cualquiera que ande perdido por ahí y pueda vernos.

Abro la puerta trasera e introduzco medio cuerpo, siendo inmediatamente capturado por tus brazos que se enrollan a mi cuello y tu boca que busca desesperadamente mis labios.

Me veo proyectado hacia delante, hacia ti, colisionando deliciosamente con tu cuerpo, incrementando la necesidad de despojarte rápidamente de la molesta ropa.

Y mientras me besas, tus manos se deslizan por toda la extensión de mi acalorado cuerpo, siendo diestras en la labor de desaparecer mis prendas, mientras mis manos no se quedan quietas y viajan por toda tu impactante figura, acariciando, descubriendo e idolatrando cada pedazo de blanca piel que queda expuesta ante mis ojos.

Y es cuando, ya libre de toda esa envoltura mundana que impedía el contacto directo de nuestras ardientes pieles, que tus piernas se abren para mí, en un mudo ruego de que te catapulte fuera de la desidiosa realidad diaria.

9:30  PM

Hora de hundirme en el infierno de tus piernas.

Mi cuerpo ansioso, el tuyo anhelante, mis ganas incontenibles de fundirme contigo, tus ganas de ponerle un poco de sabor a tu aburrida vida como pareja de un ocupado empresario.  Razones diametralmente opuesta, siendo yo conciente de que todo representa un juego para ti, pero que para mi significas el todo que mueve mi mundo.

Que por ti me pierdo en este flemático pecado.

Por tus piernas.

Son tus piernas, de piel blanca, piernas de agua que me encadenan a esta pasión arrolladora, a esta pasión que me hunde en el infierno de saberte vedado para mí, por saberte con dueño indiscutible.

Y es cuando el constante dolor en mi pecho se profundiza hasta lo indecible, el saber que no eres para mi me mata, me destroza y me reduce a cenizas.

Pero no quiero pensar en eso, el momento es ahora y tan solo quiero robarle unos segundos a la vida para poder fundirme en uno contigo.  Y así lo logro al atrapar tus caderas en iniciar la invasión de mi cuerpo entre tus ansiosos músculos.

Inhalando fuertemente la frescura de tu aroma, deseando no tener que inspirar para no deshacerme de tu olor, pero la naturaleza es cruel y me veo en la necesidad de exhalar tu embriagante perfume para llenar mis pulmones del aborrecido oxigeno que me priva de tu fragancia.

Y te abrazo, muy firmemente en un inocente esfuerzo por que este momento perdure para siempre.  Pero yo se que no lo hará.  Y mientras los dígitos del reloj se suceden uno tras otro, yo trato de gravar con fuego en mi memoria cada una de las modulaciones de tus gemidos.

Mientras el tiempo dure, mientras puedas ser mío.

Dos gatos en la noche estrellada contrabandeando un amor prohibido.  Dos gatos que se encuentran en una fría noche para jurarse momentáneamente amor eterno y llevarse mutuamente al cielo.

Pero que no puede ser eterno y termina con un delicioso escalofrió y una ráfaga de corriente eléctrica que eriza nuestros vellos.  Nuestra pasión se desgrana y el placer abrumante se multiplica en la dualidad de dígitos exponencialmente infinitos.

Un clímax glorioso y la ácida certeza de que eso fue todo lo que obtendré de ti por el día de hoy.

Recojo mi ropa y la coloco superpuesta en mi cuerpo, salgo del auto y te doy tiempo a que arregles tu aspecto, en lo que yo mismo hago algo similar.

Tan fácil es cubrir las huellas del pecado cometido, pero las huellas que quedan en mi alma nunca podrán ser borradas con un simple abrocho de botones y un enredo de corbata, esas quedaran indelebles para la eternidad.

El estereo es apagado, las ventanillas accionadas para que bajen y comprendo lo que pasa, nuevamente vuelves a ser el “jefe” y yo el simple empleado.

Y el resto de la tarde la pasas en compras desenfrenadas, gastando un dinero que te corresponde por derecho propio, pero que no logra llenar el vació que la falta de atención de tu pareja te propicia y el cual yo me veo en la necesidad de actuar como el amante encargado de suplirlo.

Tarea que me encanta y espero realizar con ansias.

11:00 PM

Hora de regresarte a tu nido. 

Y mientras conduzco sin prisas, te contemplo por el retrovisor, lanzándote miradas que no son correspondidas por las tuyas.

Ya obtenido lo único que deseabas, vuelves a tu frió trato para conmigo, uno donde solo soy el receptor de tu indiferencia.

Y con desagrado miro a tu esposo recibirte en la entrada, mientras soy yo el que carga tus paquetes y me encargo de acomodarlos en el living de la casa, para después quedarme parado a la espera de que te dignes a mirarme con tus fantásticos zafiros y me robes, una vez mas, el aliento en lo que va del día.

Una mirada de soslayo de tu parte y es él el que nota mi hesitación a moverme de mi lugar.

- Eso es todo por hoy, Aiacos, puedes retirarte –

No era su voz la que esperaba escuchar, era el esplendoroso ribeteo de tu tonalidad la que ansiaba que llegaran a mis oídos.  Pero me tengo que conformar con saberme una opción para ti para escapar del mundo.  Con eso me conformo por hoy.

- Hasta mañana, señor Radamanthys………  Hasta mañana, señor….  Minos –

“Minos”  y el solo mencionar tu nombre envía descargas por todo mi cuerpo, solo igualadas por el milagro que ocurre a continuación.

Me giro, dispuesto a marcharme, pero los dioses me bendicen con algo que nunca antes había ocurrido en los años que llevo siendo tu amante furtivo……  Me deseas buenas noches.

- Buenas noches, Aiacos, que descanses……  Gracias por lo de la tarde –

Una sonrisa, y mi corazón amenaza con salir de la caja de músculo y hueso que lo alberga al emprender una loca carrera.

Ya afuera, el frió aire de la noche agita mis negros cabellos, mientras yo rió feliz y me encamino a los aposentos de la servidumbre.

11:45 PM

Y es hora de terminar el día.

Y esta es una de esas ocasiones en que maldigo a la injusta vida.  Yo debí de haber nacido en cuna de plata y rodeado de opulencia.  Por que??  La pregunta correcta no es “por que”, es “para que”

Para poder aspirar a tener el lugar que ocupa ese, maldecido mil veces por mí, frió rubio que hace las veces de tu esposo.

Para poder compartir contigo la eternidad, y no solo este “Amor Gatuno de Contrabando”

 

~» Fin «~

 

Que puedo decir….  Algo mal redactado en clases de contabilidad.

Mientras la maestra trataba de explicar la clasificación de cuentas complementarias, mi mente voló hasta esta pareja de espectros que a ultimas fechas he visto que se ha puesto muy de moda.

Un saludo muy especial para Romi que siempre es un apoyo para mí en los días más difíciles que se representan.  Muchas gracias Romi!!!!   nwn

Aprovecho para mandarle un caluroso beso a My Love que siempre esta ahí para mi y de una vez aprovecho el que se acerca una fecha importante para nosotras: Drisha….  FELIZ ANIVERSARIO!!!!

Y a todos los que leen esta historia, también aprovecho para saludarlos y reiterarles mis más profundas gracias por tomarse un tiempo para leerme.

Con esto me despido y ya después me reportare con las continuaciones de los fic´s que tengo pendientes.

No crean que se me haya olvidado.

o.o~

Byeees


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