Narra Bruno.
Me separe de Paúl y lo mire a los ojos que se iluminaron un poco. Tome algo de aire, pero él agarro mi rostro y lo junto con el suyo, intente apartarme de él pero no pude, la calidez de su beso me envolvió por completo, me coloque en puntitas para estar más o menos a la pal de é, pase mis brazos alrededor de su cuello, mi corazón empezó a latir muy rápido al tal punto que sentí que en cualquier momento se me iba a salir del pecho, Paúl y yos nos separamos y nos vimos, una lagrima se deslizo por mi mejilla.
-No te pongas así-los dos nos sepamos y el quito la lagrima de mi mejilla-siempre eh dicho que las personas lindas nunca deben de llorar-sentí como mis mejillas empezaron al arderme y no pude evitar reír-esa es la actitud-me dijo.
-Paúl-él me miro, yo cerré los ojos y pensé en “¿Quién es Paul en mi vida?” yo mire y me le abalance encima haciendo que los dos calleáramos al piso.
-Wow… ¿Por qué fue eso?-yo me oculte en su pecho.
-¡Siento ser un estúpido y darte problemas!-escuche una risa de parte de él y levante mi cara para verlo, sus ojos brillaban más de lo normal, él coloco su mano en mi cabeza y empezó a revolverme todo el cabello.
-Eres la persona más linda que eh conocido en toda mi vida-me sonrojo un poco y me aparto rápidamente de él.
-Yo…yo ¡No soy lindo!-me levante del suelo y lo mire-yo no soy para nada lindo-él me sonrió y también se levanto.
-Claro que si, eres un poco lindo-me agarro de la cintura y me pego a su cuerpo.
Él me abrazo y yo lo correspondí, sus brazos me rodearon y yo recosté mi cabeza de su pecho, sentí el latir de su corazón, tan tranquilo y tan calmado, como si nada malo hubiera pasado entre los dos, trague saliva y algunas lagrimas se me escaparon de nuevo. Algo que tengo que decir es que yo lo quiero, lo quiero mucho, él es un gran ser humano, una persona que no solo me dio cariño cuando lo necesite, sino que me lo dio cuando yo estaba molesto con él y lo humillaba y lo rechazaba como lo hice, pero él siguió ahí y sigue aquí, dándome cariño y amor, algo que en casa no vi hasta hace un par de años, ya que mis padres o mejor dicho mi madre odiaba a papa con todas sus fuerzas hasta que él se la fue ganando poco a poco, ya que se dio cuenta de muchos errores que el cometió.
Me separe de él y lo mire, le agarre las manos con algo de fuerza y se las apreté, él me miro y yo sentí como mi corazón se acelero a tal punto de que sentí que estaba a punto de salir de mi pecho. Sus manos son cálidas, muy, muy cálidas al igual que su mirada.
-Bruno, yo sé que esto te va a sonar algo mal, pero vámonos más tarde.
-¿¡Que!?-lo mire algo molesto-¡Se que me porte muy mal! Pero no me quiero ir-le dije algo molesto y frustrado.
-Lo siento. Tu arruinaste esto no fui yo- él se dio la vuelta y me dieron ganas de lanzarle uno de los jarrones caros que están en él gran estante por idiota-sígueme-yo fui tras de él y abrió la puerta del ascensor y entro, hice lo mismo que él algo molesto.
Nos detuvimos en el aria V.I.P y nos dirigimos a la habitación 390, él toco la puerta y yo me quede de brazos cruzados esperando que pasara algo, ya que me encontré algo confundido ya que no se para que él me trago a este lujar, después de un rato la puerta se abrió y sentí como mi quijada se me iba a salir de la cara, por la sorpresa que él me está dando en este preciso momento.
-Sr. Tahan alguien le quiere decir algo-yo salí detrás de Paúl, con los puchos apretados mirándolo a los ojos, él retrocedió algo asustado.
-¿Qué-que… hace él aquí?-tartamudeo un poco y yo le sonreí hasta que Paúl me dio un golpe en la cabeza y me lanzo una de sus miradas asesina.
-Sr. Tahan mi pareja le tiene algo que decir-mire a Paúl y él me sonrió, yo apreté mis puños con más fuerza y me mordí el labio
-Yo… Siento haberle golpeado-sentí como mi cara ardía de la rabia mire molesto a Paúl y él solo me siguió sonriendo mientras ese hombre se cruzo de brazos y me miro altaneramente.
-Eso no arreglara mi nariz rota-Paúl saco su chequera y escribió un monto con muchos ceros y se los entrego, los ojos de ese tipo se abrieron como dos platos y una sonrisa se formo en su rostro.
-Acepto tus disculpas-me extendió la mano y yo se la estreche no sin antes apretárselas un poco.
-Muchas gracias-mis dientes crujieron un poco y le libere la mano, Paúl me agarro del brazo y me volvió a llevar al ascensor.
-¿Mucho mejor?-fruncí el entrecejo y le di un fuerte golpe en el brazo por hacerme pasar el peor momento de todos.
-No sabes cuánto te odio-él me sonrió y me robo un beso.
-Puede ser, pero ya no creo en tu palabra-él ascensor se abrió y el salió de ahí silbando y con las manos en los bolsillos-es mejor que vengas a arreglar las cosas para irnos.
-¿¡Qué!? ¿¡Estás loco!?- le grite, el subió las escaleras y yo fui tras de él, lo agarre del brazo y hice que se volteara a verme-yo no me quiero ir-le dije algo molesto.
-Yo tengo el dinero y eso lo decido yo. Así que ve y has tu maleta que nos vamos-apreté mis puños y me relaje un poco, él me miro con esos ojos verdes que me tiene locos, lo mire por un pal de segundos y la única manera de quedarme aquí era que lo convenciera de hacer algo que si quiero hacer pero no en estas circunstancias.
-No voy a acomodar nada, por que no me da la gana de irme-él me iba a responder pero yo me le tire encima, haciendo que el caiga al suelo y yo aproveche y lo bese, él intento forcejear conmigo, hasta que cedió “Te tengo”
Continuara….