Narra Paúl.
Había pasado una maldita semana y no tengo ninguna noticie de Bruno, ni de su paradero ni nada y ya las cosas se estaban poniendo algo serias, los padres de él ya me han preguntado y no sé qué decirles, ya que ni yo me creo que Bruno este desaparecido. Las horas pasaban y la desesperación me estaba empezando a ganar y eso está bajando mi concentración. Termine de revisar algunos papeles, cuando la puerta de mi oficina se abrió y entro Melani con una sonrisa radiante.
-Hola, tanto tiempo ¿No lo crees?-ella se sentó en el mueble y yo me levante y me dirigí a donde esta ella, me senté en el mueble que esta frente de ella y le devolví la sonrisa.
-Ya lo creo, ¿Cómo has estado?-le pregunte.
-Bien, acabo de regresar de España y ¿Cómo están tu y Bruno?-me tense un poco.
-Pues…-no supe que responderle.
-Ni siquiera llevan un mes y ya están mal. ¡Qué horror!-ella se empezó a reír y me sentí algo mal.
-Bruno esta desaparecido-su expresión cambio por completo.
-Yo-yo… lo siento, no lo sabía, perdón-el ambiente se puso incomodo y el aire pesado.
-No te preocupes.
-Si necesitas ayuda o cualquier cosa, llámame, yo te voy a ayudar-yo la mire a los ojos y pude ver su preocupación.
-Yo me encargare de todo, así que no te preocupes-su celular comenzó a sonar, ella lo agarro y lo miro.
-Me tengo que ir, voy a llegar tarde a una cita, nos vemos después-ella se levanto y yo hice lo mismo, se acerco a mí me dio un beso en el cachete, me agarro la mano-. De verdad lo digo en serio, si necesitas ayuda, solo llámame-yo asentí y ella se fue.
Narra Bruno.
No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero lo único que se, es que cuando salga de aquí haré que el mundo arda, pero no solo va a arder, los voy a destruir a todos. Los días pasaron demasiado lento, todo a sido algo horrible, solo puedo comer 2 veces al día y tomar agua 3, me dan comida que a veces sabe asquerosa, pero como tengo un bebe es lo único que puedo hacer para mantenerlo dentro de mí, hasta que mi cuerpo resista o me libere de aquí y lo peor, es que desde que me trajeron aquí, eh dormido en una maldita silla y esto me las van a pagar, lenta y dolorosamente.
Me desperté de mi pequeña siesta, cuando la puerta se abrió, escuche como esos dos hombres entraron, me quede quieto, pero de la nada me sentí ahogado, ya que ellos vertieron un barde de agua encima de mi cuerpo.
-Hola princesita. Ya es hora de que despierte, alguien te quiere ver-empecé a estornudar ya que me aspire un poco de agua, cuando escuche que otra persona entraba en la habitación.
-Pueden irse, yo me encargare de él-hablo Will, los dos hombres se retiraron ya que escuche como la puerta se cerro, el arrimo una silla y después se detuvo, sentí sus manos en mi cara.
-¡Quita tu malditas manos de mi rostro!-le grite furioso.
-Solo relájate, tu y yo nos tenemos que divertir un poco, antes de acabar con todo esto-me quito la venda, mis ojos se empezaron acostumbrar a la luz del lugar, hasta que mis ojos se encontraron con los de él.
-Por favor… libérame, eso es lo único que te pido-él me sonrió y trate de liberarme de nuevo pero nada.
-Me mandaron a matarte, pero antes de esto, deberíamos de divertirnos un rato-él se levanto y yo aproveche para ver el lujar, me habían traído a una bodega, ya que el lujar no tiene ventanas y hay muchas cosas para escalar, también hay una enorme cama y barios espejos, yo cerré los ojos “Bruno, este es tu momento de escapar”…
Narra Bruno.
Esos malditos me cortaron toda la posibilidad de encontrar a Bruno, ya que escondieron su rastro bien y eso es que no se los perdonare gamas. Me dirigí a la casa de mis suegros ya que creo que es la hora de contarles todo, al llegar las enormes puertas del lugar se abrieron, fui directo a la entrada y deje mi auto estacionado hay, entre a la enorme misión y me recibió Patrick.
-Hola Paúl ¿Qué haces por aquí? ¿Y Bruno? ¿Dónde se encuentran?-me puse algo nervioso.
-Reúne a toda la familia, tenemos que hablar de eso-el borro la sonrisa de su cara.
-¿Paso algo, verdad?-yo asentí-. Bueno pasa-yo entre y me dirigí a la sala.
Uno a uno fueron llegando los familiares de Bruno, su papa, su madre, su hermano y su cuñada con él bebe, los mire a todos algo apenada y molesto por esta situación, que yo no esperaba y que seguro nadie tampoco, los nervios tomaron mi cuerpo y su madre me miro algo impaciente y nervioso.
-¿Por qué llegaste aquí sin Bruno?-me pegunto ella.
-Hace una semana, Bruno me digo que iba a salir con unos amigos, que se iban a encontrar en la playa, yo lo vi algo normal ya que yo estaba en una reunión importante. Pues al punto al que quiero llegar es, él salió y no volvió más. Lo secuestraron-la atmosfera cambio por completo.
-Paúl, ¿Mi hijo?...-la señora se desmayo y el señor Bloque me miro con el entrecejo fruncido.
-Paul, vamos a mi oficina, tu y yo tenemos que hablar….
Narra Bruno.
-Vamos a aquietarte todo esto-desato mis manos y mis pies, me sentí algo feliz ya que él idiota cometió un gran error.
-Vas a pagar lo que me hiciste-me levante de la silla, él se quedo quito y cuando fui a dar un paso hacia adelante, mis piernas, se durmieron y acalambraron completamente y caí al suelo.
-Pensé que eras más listo, has pasado una semana sentado en esa silla, ¿Crees que esto va hacer así de fácil?-el agarro mis manos y las volvió a atar, me cargo hasta llegar a la cama y me amarro a ella.
-Eres tan despreciable-intente moverme pero mi cuerpo estaba completamente sin energía, no eh comido bien, no eh dormido bien y eh estado sentado en un maldita silla por una larga semana. Él se quito la camisa quedando semi desnudo.
-Se que estas marcado ya y el olor de él está por todo tu cuerpo, pero antes de morir primero debería disfrutarte…
Continuara….
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