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No puedo dormir por SweetCupcake

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Notas del capitulo:

 

Solo quiero agradecer a todos los reviews que he recibido hasta ahora, al principio me daba igual obtener respuesta o no porque tenía en mente seguir publicando el fic al completo ya que me divertía yo solo haciéndolo, pero... me inspiración se fue, ando muy poco creativa y bloqueada y me ha estado costando bastante escribir, de hecho ahora mismo he dejado de la completamente de lado este fic y solo estoy echando mano de lo que ya tengo escrito, por eso mismo, es gracias a mucho de esos reviews que realmente me animé a seguir maquinando esta historia, porque... al no estar inspirada, empiezo a cuestionarme si realmente es buena esta historia o no y me dan ganas de dejarla... Por eso mismo, gracias.  Muchisimas gracias por seguir leyendo hasta aquí.

 

 

7. Transparencia - I

 

Pov. Lavi

 

 

La razón por cual siempre he reprimido cualquier tipo de atracción sentimental hacia otra persona…

era porque sabía que iba a ser doloroso.





Hacía bastante tiempo que no tenía un buen sueño, este no se puede comparar a aquellas noches donde me colaba al cuarto de Lenalee puesto que siempre yacía sobre el suelo. En cambio todo aquello era reconfortante, extrañamente reconfortante… entonces recordé que me encontraba en la cama de Allen, de hecho, sentía su peso a mi lado lo que indicaba que no había intentado huir después de la pequeña batalla que me dio anoche. Abrí los ojos al cabo de un rato aun todo adormilado y me lo encontré echado de lado justo enfrente de mí, casi a un palmo de distancia, lo que más me llamó la atención fue lo exhausto que se veía, tenía los ojos hinchados y enrojecidos, como si hubiese estado llorando por un largo rato.

¿Por qué un chico que se mostraba tan pacífico y amable frente a los demás, tan dulce y sereno se veía tan atormentado cuando creía que nadie lo estaba mirando?

Pensé en un principio que Allen era un chico simple, con ideas aun más simples, tan tranquilo que podría llegar a resultar aburrido. Pero precisamente porque lucía de esa forma es que nadie se había concentrado en desentrañarlo realmente. Por eso, y también con ganas de ver un poco de esas amenas sonrisas las cuales esbozaba en situaciones concretas,  me di cuenta que se trataba de un chico mucho más sensible de lo que aparentaba, y le importaban demasiado las demás personas, hasta el punto a veces de sacrificarse a sí mismo para poder cumplir un simple ideal, una meta.

Por eso pensé que sería buena idea ocupar el lugar de las sábanas con las que se envolvía para ocultarse del mundo, ya abrazarlo para que no tirite ante una inoportuna pesadilla. Ahora que al fin había dormido un poco, ahora que despertaba y pensaba todas esas cosas con mayor claridad me cuestioné lo inoportuno que fue mi forma de actuar, lo muy demandante que soné y contrariado que estaba Allen. Supongo que tiene sentido si lo miras desde un punto óptimo, definitivamente Allen lo que menos necesitaba en ese momento era que el idiota de su compañero de cuarto (yo, soy un idiota que no sabe bien cómo tratar con la personas, no es difícil admitirlo ¿verdad? Tengo que lidiar con ello al fin y al cabo)  lo tome por sorpresa para obligarlo a dormir ¿Qué otra cosa podría haber hecho? Si hubiera hablado frente a frente con él ¿hubiera sido sincero? Me temo que no, Allen ni siquiera parece ser honesto consigo mismo, y abrirse a alguien también es complejo, eso lo entiendo muy bien.

Ahora mismo me siento un poco avergonzado con mi propia persona. Pero esta bien, era necesario al fin y al cabo, alguien tendría que tirar primero la primera piedra.

Allen se removió suavemente, apretando el rostro… — Mana. — Susurró mientras alargando su mano intentando agarrar algo en el aire e inconscientemente la tomé, su mano es grande, casi de mi mismo tamaño, son fuertes… pero son increíblemente suaves. Me quedé atento a lo que murmuraba. — Perdóname… 

— Moyashi. —Decidí que era suficiente gimoteó y con la mano, presioné con el dedo índice la punta de su nariz, se veía realmente gracioso mientras peleaba aun en sueños con la repentina molestia en su nariz.

— Ah… — Gimió.

— Moyashi, moyashi, moyashi, moyashi, despierta. Ey. — No servía de nada, ni aun tirando de su del pelo blanco ni de las mejillas parecía surgir efecto, probé con otra cosa. — Komui está ahí quiere matarte por haberle mirado las piernas a su adorable Lenalee… Moyashi, Allen, Moyashi estúpido (1). —  Se consiguió librar de la dictadura de mi dedo para en su lugar llevar mi mano a su boca y mordió suavemente mis nudillos, produciendo una sensación de cosquilleo demasiado agradable — aunque una parte de mi cerebro me decía que este mismo hecho debería preocuparme severamente e ignoré—  Por lo pronto ganó mi impulso de tomar el móvil y sacarle una foto, esa sí era una idea estúpida. —  Para cenar Jerry preparó cerdo agridulce con patatas y verduras al horno, ehmmm arroz a las tres delicias, pasta, sopa, y de postre, tarta de chocolate, pudin de mango, y mitarashi dangos… todo para ti.

El desgraciado sí se despertó con eso. Su reacción fue divertida, primero abrió los ojos de par en par y me miró directo a los ojos, luego realizó que estaba a punto de comerse alguno de mis dedos — esto casi rayaba lo literal, pero seguí siendo adorable así que se lo perdoné— y me soltó de inmediato — con sus resto de babas y todo— lo hizo todo tan bruscamente que al estar en el borde de la cama terminó cayéndose, de culo, de espalda, de cabeza, no lo sé realmente porque lo único logré ver es que en su intento de aferrarse a algo tomó la cola de Tim dando un resultado catastrófico. Ahogué una risa en la almohada, luego me asomé para verlo despatarrado en suelo, todo despeinado y sonrojado. — ¿¡La-Lavi!?¿¡Qué….!?

— ¿Qué de qué? —  Le dije con media sonrisa. — ¿No te acuerdas de lo que pasó anoche…?

— ¿Anoche…? — Dijo muy bajito bajando la cabeza, poniéndose aun más rojo que antes, no entendía qué era lo que le producía tanta verguenza, estaba en su derecho de golpearme cabreado por tal impertinencia de mi parte, aunque yo siempre achacaría que era su culpa por jugar con los límites de uno en primero lugar.

Una vez Allen fijado sus ojos en el interesante suelo, se puso pálido de repente, y curioso seguí el recorrido de su mirada entonces lo vi, y cuando Allen intentó cubrir la evidencia estirando su camiseta hacia abajo ya era demasiado tarde.

Aun estaba perplejo con el nuevo descubierto pero aun así comenté como quien habla de tiempo la nueva eventualidad. — Moyashi ¿te has puesto palote? — Bueno eso es natural pensé de inmediato quitándole importancia, todo chico sano debe amanecer de vez en cuando con una erección. El problema fue cuando dije el siguiente comentario estúpido. — ¿Ha sido por mi culpa?

Allen se puso de pie aun cubriéndose, con las piernas temblorosas. Y me miró con miedo y en sus ojos se percibía una notoria transparencia mostrando su alma. Todo lo que Allen guardaba para sí con recelo se destapó y se vio en medio de la nada, desprotegido… E intentó protegerlo gritando,con exacerbado nerviosismo, como si intentara convencerse a sí mismo de lo contrario. — ¡NO!

Cuando me levanté para preguntarle correctamente si algo le ocurría volvió a gritarme.— ¡No te me acerques Lavi idiota! ¡Ahhhh! — Y salió corriendo de forma estrepitosa, absurdamente avergonzado en única dirección al baño, con la velocidad que tomó podría incluso haberse llevado la pared por delante, y sentenció su ira — camuflada con la posibles ganas de morirse- con un portazo final que dejó fuera tanto a Daiysa que también iba encaminado a su aseo matutino como a Tim que se quedó sorprendido de que su propio dueño lo dejara de lado y luego tuve consolarlo de alguna manera, rayos era yo quien necesitaba consuelo tras tal rechazo por parte de mi exagerado — ahora lo sé- compañero de cuarto.

Si estuviera Lenalee delante probablemente me diría que me lo merecía… Ugh, mierda, no necesito a nadie delante para que me pateé, yo solo me estoy regañando a mi mismo… por lo visto.

— Eh. — Exclamó Daiysa echando la cabeza hacia atrás en un acto reflejo, tras realizar su mayor esfuerzo de abrir un poco más los ojos lagañosos y salir de su estado zombie para dirigir su enojo a mí, como si no tuviera suficiente. —  ¿Qué coño les pasa de buena mañana? — Esa era… una buena pregunta. Admito que Allen me pareció al principio lindo, y que más que otra cosa me daban ganas de abrazarlo y seguir molestándolo pero después me sentí dolido por su rechazo, entiendo que sea tímido — extremadamente tímido para temas que no viene al caso—  Pero ¿de ahí a insultarme y decirme que no me acerque? Como si yo fuera algún tipo de depravado.

 

Fruncí el seño y la tomé con Daiysa. — Métete en tus asuntos, nariz de Góngora (2)

 

I-Cant-Sleep

 

No podía parar de darle vueltas a lo que acababa de pasar y buscarle un significado que no fuera homosexualmente mal visto pero ¿y si me equivocaba? En realidad, cada gesto de Allen, cada pequeña particular parecía encajar en el nuevo perfil y algunas muchas cosas tendría sentido, como cada vez que Yu le decía cosas en su cara como “marica y virgen” a la cuales nunca tomé en serio porque él poco bruto para todo. — Espero que le sepa bien la soledad que ha creado gracias a eso—. Pero tendría sentido por cada chica que se le insinuó, o por cada insistencia de Lenalee en decir que yo le atraigo… algo a lo cual decidí ignorar por completo. Soy consciente de cómo le doy vueltas a todo y lo pesado que puede resultar esto, terminé quitándole importancia pero aun… me sentía molesto por su actitud  y todo su rechazo.

A lo mejor, no era bueno el uno para el otro, simplemente… y en parte podía ser mi culpa



En todas esas cosas pensé durante la mañana hasta que descifré horror, sorpresa, incertidumbre todo eso en el rostro de Lenalee… Bien, he exagerado, pero en vez de saludarme a la hora del almuerzo como de costumbre, se me quedó mirando como si me hubiera crecido otro brazo. — ¿Hola? Tierra llamando a Lenalee~ — Dije pestañeando. Luego parpadeó como despertando y se sentó en la mesa de la cafetería, enfrente de mí dejando encima a su maleta.

— No… nada…

—  Vale.

Y se mantuvo en silencio. La verdad, por lo que había ocurrido con Johnny — el bote de pastillas y mis intentos de drogar a Allen truncados más el desapruebo de mi mejor amiga—  pensé que la tendría de bastante mal humor… pero ahora mismo solo se veía inquieta. — No he visto a Allen en toda la mañana ¿sabes dónde está?

Oh, no, socorro, otra vez hablándome de Allen… pude ojos cansados. — No sé ¿por qué debería saberlo? — A lo mejor sigue escondido en el baño… quién sabe.

— A lo mejor es porque vivo contigo entre las mismas cuatros paredes… — Hizo una mueca. — ¿Sigues con la idea de envenenarlo?

— ¿Envenenarlo? ¿YO? — Puse cara de cordero degollado, luego recordé el incidente de ayer cuando Johnny me pasaba las pastillas para dormir y fuimos nefastamente descubiertos. — Ni que fuera una rata… — Intenté disimular mirando para otro lado mientras bebía un poco de mi agua.

— Eres un caso perdido… — Suspiró abriendo su teléfono para revisar los mensajes. — Está con Alma, ahora vienen para acá. — Dijo tras un rato de mensajear. — Me acaba de preguntar si estás tú aquí conmigo, les dije sí y pregunté por qué, me ha clavado el visto. — Me arquea una ceja de forma acusadora.

— ¡A ver, a ver! — Le quito el móvil de las manos y leo la conversación, después me quedé un buen rato pensativo… y pensé, y pensé… y volví recordar la escena de esta mañana… y el sonrojo en su rostro, y lo enfadado que se veía… y sus ojos a punto de llorar anoche. Pensé… que yo tenía el problema con Allen, todo este tiempo… ¿y pero y si resulta que Allen también tenía un problema conmigo? A juzgar por su actitud siempre despreocupada con las cosas, y esa sonrisa de “estoy bien”. Puse cara de susto. — Lenalee ¿crees que a lo mejor… muy secretamente… Allen me odia, o algo? — Me costó bastante hacer esa pregunta, porque en el debido caso de que fuera verdad… probablemente yo tenía en parte la culpa de haber pasado de él desde el principio.

— Eres un tonto. — Susurra tomándolo de regreso su móvil.  

— Yo solo quería dormir… — Lloriquee con los brazos puestos en la mesa. Realmente había una sensación de tensión en mi pecho que intenté ignorar desviando completamente el tema.  ¿Sabes quien regresó de su baja por depresión? — Pregunté de forma animada, Lenalee parpadeó varias veces.

— ¿Estás cambiando de tema de conversación?

— Sí, eso mismo, olvídate de Allen ¿sabes quién regresó sí o no? — En seguida puso una sonrisa contagiándose de mi felicidad desmedida o euforia… algo así, camuflando ese real sentimiento que me estaba aplastando.

— ¿Está aquí Miranda? — Asentí, luego puso cara picara... — ¿Marie lo sabe?

— En realidad. — En realidad, me acerqué un poco susurrando en voz baja. — La última vez que lo, vi, estaba contando los días. — Miranda trabaja aquí haciendo diferentes tareas, aunque sus ataques de ansiedad la habían llevado a hacer varios desastres, a pesar de todo Jerry aún la aceptaba en la cocina con toda la paciencia del mundo a enseñarle cosas, y no solo eso, también la ayudó a ser mucho más femenina, aunque el cambio notorio lo vimos en cuanto conoció a Marie(1) que era el encargado del mantenimiento tanto del instituto como los dormitorios, a menudo se vio envuelto a limpiar a arreglar los desastres ocasionado por Miranda. Desde entonces, Lenalee y yo siempre no hemos fijado que casi siempre se encontraba el uno al lado del otro, y no podíamos evitar pensar que ellos hacían demasiado buena pareja, y que definitivamente debían permanecer juntos, además que como decía antes favorecía bastante a Miranda, no es como si hubiera dejado de ser torpe — Es más, no tengo ni idea de cómo es que el directo Lvellie no lo había echado de su puesto de trabajo todavía — , más bien el cambio era en ella misma, se sentía mucho más segura a la hora de realizar tareas y cada vez se preocupaba más por su estado físico. La miranda medio neurótica y anémica que un día conocimos se transformó poco a poco en un bella mujer de 26 años. Podría resultar un detalle demasiado superficial y estúpido, pero el mismo hecho de que se deje crecer las cejas dice mucho de todo. No todo podía ser miel sobre hojuelas, tras un pequeño incidente que ocasionó al tirar un armario con los trofeos escolares y quebrantar algunos… Lvellie decidió que era buena idea darle “una vacaciones”.  — Tenemos que ir a saludarle después. — Lenalee asintió.

Por fin había blanqueado mis pensamientos, realizando otros planes más importantes en la tarde como molestar a Yu y tal, pero tuvo que aparecer Alma con… quien si no más, con el Moyashi por supuesto con su tonelada de comida, cuando me vio se sintió completamente incómodo y no sería algo malo teniendo en cuenta su pequeño incidente de esta mañana, tratándose de él era normal reaccionar así y aún me pareció doloroso y molesto que me ignorara, prestándole demasiada atención a Lenalee y Alma como si no supiera de sobra que tengo mi mirada clavada en él. Era demasiado pero me sentía incapaz tampoco de poder decirle un simple hola. Todo parecía querer terminar ahí hasta que Alma, oh inocente de Alma, hizo la pregunta de la discordia.

— Lavi ¿con quien rayos has estado anoche? Tienes un enorme bocado en el cuello. — En ningún momento me había percatado de aquello…  tenía razón, no para menos su extrañez puesto que aquello que ni de lejos parecía un chupetón cantaba demasiado lo fuerte que había sido, además a mi nisiquiera me gustaba que las chicas me dejaran alguna marca de pertenencia… por lo que la pregunta de Alma no era tan desubicada como parecía, aún así causó controversia entre el público.  Me pregunté cómo no me había dado cuenta de que tenía semejante salvaje mordico asomándose por el hombro hacia el cuello. Las camisetas que solía llevar puestas eran muy abiertas así que solo me bastó tirar un poco hacia abajo para reflejarle con la cámara interna del móvil para apreciar la marca territorial amoratada. Después me acordé, que forcejeando con Allen ayer, al parecer tenía un sistema extraño de autodefensa que le impulsaba a morder como si fuera un cachorrito.  De hecho también tenía algunos arañazos en la muñecas y marcas de uñas, estás últimas fueron desapareciendo a lo largo de la mañana solo dejando unas pequeñas marquitas que podría haber sido perfectamente hechas por Koro, el gato del colegio.

Miré de inmediato y de manera inconsciente a Allen porque en efecto, era dueño y causante de aquello y él mismo las reconoció, mirándolas también y luego dejando sus ojos fijos en los míos. Otra vez, aquella trasparencia, que significaban y mostraban un millón de cosas y al mismo tiempo nada… solo que esta vez, tenía dos espectadores, y aunque Alma era muy dado a no enterarse de lo que pasaba a su alrededor quedó inmensamente intrigado — algo muy raro en él—  y luego ni que hablar de Lenalee, ella era la primera en saltar a la mínima con cualquier detalle.

— Ten… tengo que irme. — ¡Me cago en todo Allen deja de huir! Maldito pusilánime… ¡Solo nos dejas más en evidencia! Porque, ya lo había dicho, que Lenalee tenía cierta predilección en ver vernos a Allen y a mí juntos… porque… yo que sé, le gustaba romance, el salseo y esas cosas prohibidas, de telenovela… Podría culpar a Komui, podría acusar a muchas otras cosas pero en ese momento hasta yo mismo… me pareció algo estupefaciente y completamente vergonzosos.

Por primera vez en mi vida me puse en los zapatos de alguien, era Allen Walker.

Ese juego de miradas y sonrojos fue un certero tic tac para que explotara la bomba. — ¿¡Lavi, qué hiciste con Allen!?

— ¿¡Que qué hicimos!? ¡Menuda pregunta, solo dormimos juntos!

— ¿¡Dormiste con Allen!? ¡Juntos!

— Sí, bueno, no es lo que crees, solo lo forcé y por eso él me mordió pero vamos, que no pasó nada en reali-

— ¡Lavi, estás de verdad diciéndome que tú y Allen…!  —  Abría cada vez más grande los ojos, como si Allen fuera un perro, con la rabia, un zombie yo que mierda sé…. Pero en el fondo sabía que el origen de su aceleramiento no se debía a nada de eso… y yo, con mi enorme bocota dejé que su imaginación se liberase aun más — vale no me importaba del todo en principio… pero ya empieza a ser preocupante—  Y se levantó con ambas manos sobre su mejilla mirando a todos lados como si buscara a alguien hacerle correr la noticia y se fue suspirando como una enamorada.

— Mierda…

— ¿Qué…? —  Dijo Alma tras contemplar la reacciones de nuestra alocada amiga.

— Es Lenalee, Alma, Lenalee nos shippea, a mí y a Allen, digo. — Parpadeó aun más confuso.

— ¿Qué es eso?

— Déjalo. — Apoyé cansado la cabeza sobre la mesa y se creo un incómodo silencio.

— Pero… ¿Le hiciste de verdad algo a Allen?

— ¿¡Pero porqué cree todo el mundo que yo… !? Un momento… — Me quedé pensativo, recordando lo de esta mañana, esa parte del día que no me cuadraba y luego dije determinante, levantándome apurado. — Voy a buscar a Allen.

 

Notas finales:

(1) Lavi le dice “Moyashi” a secas, y Kanda suele utilizar más el “estúpido Moyashi” lo puse en cursiva para que se defienda, ya que le dijo así solo para molestar a un más a Allen (cómo si el insulto de por sí no fuera suficiente, damn you Lavi XD )

(2)Nariz de Góngora. Hago referencia a soneto satírico de Quevedo, A una nariz. Dónde básicamente se burla de la gran nariz de Góngora. Si no lo conocen búsquenlo es muy divertido XD No sé por qué quería utilizar ese insulto en Daiysa pero no había encontrado ninguna oportunidad para hacerlo

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Poco a poco Lavi está haciendo uso de su cerebro y su buena capacidad de observación para ir dandose cuenta de cosas... si no fuera tan negado esto no hubiera ocurrido desde un principio, él solo se lo buscó XD Corté el cap a la mitad, la semana que viene publico el resto. Nos vemos.

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