-Entonces has estado en Inglaterra y Francia los últimos años. -El chico de ojos grandes me mira sorprendido. -Tus padres deben estar orgullosos de ti -Su sonrisa parece sincera, aunque no me fio de nadie. No es personal, sólo no quiero involucrarme demasiado con nadie.
-Sí -Contesto cortesmente. -Me gusta la idea de viajar y la escuela ofrece esa posibilidad. -Asiente y lo veo fruncir el ceño. Ubico la dirección de su mirada y me sorprende su expresión.
-Creo que debería irme. -Su voz se vuelve dura - El aire apesta a "LuHan" -Hace comillas al mencionarlo.
-¿No te agrada? -Intento sonar casual.
-No... -Me mira y desvia la mirada - A menos que sólo te guste su físico. Es lo único agradable de él.
- Adelante, no diré nada. -Le dedico una sonrisa acogedora. - Si te tranquiliza, no diré nada a nadie. Tampoco es como si fuera a hacerlo.
-Supongo que tienes razón -Se detiene un momento y toco ligeramente su hombro para animarlo a hablar. Me mira con un poco de timidez y continúa - Piensa que el mundo gira a su alrededor y que deberiamos besar el suelo que pisa. -Vuelve a fruncir el ceño -Cree que todos lo aman cuando en realidad todos lo odian, excepto sus amigos. Es grosero y desagradable. Todos babean por él y lo único que hace es jugar con los pobres inafortunados que lo consiguen como novio. Los utiliza y cuando se aburre, los deja como si de una basura se trarara. Y sabes que es lo peor... -Me mira con los ojos llenos de enojo - Que ellos saben como es y aún así estan como animales detrás de él.
Algunas cosas no cambian con el tiempo. Si alguien me lo hubiera dicho, no me habría convertido en lo que soy ahora.
-Reciben lo que buscan. Eso justifica que pierdan la poca dignidad que les queda.
El chico me mira y asiente.
-Sólo espero que no te conviertas en uno de ellos. -Muerde el sandwich que sostiene entre sus manos - No me extrañaría que también quedaras prendado de sus encantos.
Levanto las cejas y alcanzo a revolverle el cabello. Me hubiera gustado decirle que no lo haría, solo que estaría mintiendo.
-¿Vendrás esta noche?
-¿A dónde? -Pregunto mientras intento tragar el pedazo de sandwich que KyungSoo me ha regalado.
-El equipo de baloncesto de la escuela tendrá su primer partido amistoso. Todos esperan que vuelva a ganar este año.
Baloncesto. He presenciado algunos partidos y sigo sin saber que le ven de bueno a un juego donde tienes que meter una pelota en un aro. Prefiero los deportes acuáticos.
-¿Tú vendrás?
-Sí, mi mejor amigo es el capitán. Quería presentartelo pero esta practicando. Además no tengo con quien venir.
-Entonces soy algo así como tu última opción.
-No, no, eres algo así como mi nuevo amigo.
La sonrisa que se dibuja en su rostro me hace sonreir también. Este chico tiene un aura muy limpia.
-Me agrada saberlo. Y sí, te acompañaré esta noche.
-¿Te parece si paso a recogerte a las seis treinta? El partido comienza a las ocho, aunque hay que estar antes para conseguir buenos lugares.
-Qué te parece si mejor yo paso a recogerte y sirve que me enseñas los alrededores de la ciudad.
-Dejaré que pases por mí sólo si tu auto es un Mercedes Benz convertible.
Se puso de pie. Me levanté también quedando a su lado. Es basante pequeño. Me recuerda mucho a mi hermano...
-No tengo un Mercedes pero - Lo abrazo por los hombros y me acerco a su oido para susurrarle - ¿Qué te parece un Audi A7?
Sus ojos se agrandan más, como si fueran a salirse. Su expresión me hace reir.
-Eso es un gran auto -Musita- Tienes que darme un paseo o mejor aún, me lo prestarás.
-Cuando quieras - Salimos de la cafetería entre broma y broma. Logrando ver de reojo la mala cara que LuHan pone al vernos salir abrazados.
***
¿Qué diablos? ¿Bobo KyungSoo con el nuevo? ¡Esto es una broma!
-LuHan, ¿Pasas por mí?
-¿Qué le ve?
-¿De qué hablas?
Volteo a mirar a Tao y me mira sin entender.
-¿Viste con quién estaba el nuevo?
-Mmh no. ¿Con quién?
-¡Con el estúpido de KyungSoo!
-Baja la voz. -Se acomoda en su asiento.- ¿Qué tiene de malo?
-Todo - Siseo -Sabes mejor que nadie que salgo con Kai porque el bobo KyungSoo muere por él.
-Pensé que salías con él porque XiuMin había dejado de gustarte.
-También. -Me recargo en la mesa - ¿Recuerdas la foto donde salgo con TaeMin besándome?
-Como olvidarlo. MinHo golpeó a TaeMin en pleno patio.
-Pues me enteré que fue KyungSoo quien la tomó y filtró. Entonces me interesé en Kai, el amor platónico de ese bobo.
-Insisto - Bosteza - ¿Cuál es el problema? Ya tienes a Kai.
-Pues que parece que ahora está interesado en el nuevo.
-No creo, KyungSoo no es de esos.
-Pero yo sí y si él lo quiere yo voy a encargarme de quitárselo.
-Lulu, déjalo pasar.
-Jamás. Esto es la guerra y voy a ganar.
***
Tantos años asistiendo a partidos de baloncesto y este ha sido el más decente. Sin contar el de los profesionales. KyungSoo se mantuvo animando durante todo el partido y entonces conocí a su amigo ChanYeol. Al parecer es muy popular, he escuchado lo carismático y buen tipo que es. Demasiado para mí.
Lo que más llamó mi atención fue ver a LuHan unas gradas más arriba animando a "Kai", su novio. El tipo no cabe en su ego. Tal para cual.
Al finalizar el partido, como todos esperaban, el equipo de la escuela ganó y me dejé llevar por KyungSoo y ChanYeol al pequeño bar donde iban a celebrar la victoria. La cereza del pastel.Y aquí estoy, sentado con gente que no conozco y que tampoco quiero conocer.
El olor a sudor, tabaco y sexo comienzan a asquearme, además de uno en particular. LuHan. Es diferente, una mezcla de canela que me recuerda a la pasión y miel tal cual dulzura. Algo raro de encontrar.
Lo miro por unos minutos y lo único que puedo pensar es en morder aquellos labios que se mantienen pegados a los de aquel tipo. Ni siquiera conocen lo que es el pudor, pareciera que quieren hacerlo con todos los presentes mirando. De pronto abre los ojos y se encuentra con los míos, pasa la lengua por sus hinchados cerezos y lo escucho gemir cuando recibe una mordida en su cuello.
Me pregunto si gemirá cuando sea mi turno de arrebatarle la vida con una mordida.
Dejo de prestarle atención y a cambio le hago señas a KyungSoo para decirle que saldré a fumar. Podría hacerlo aquí, aunque prefiero hacerlo a mi manera. KyungSoo asiente y regresa su atención a ChanYeol.
Al pasar por la multitud, percibo un nuevo olor, uno que sólo pueden tener los de nuestra raza. Hago una revisión general sin lograr encontrar nada. Salgo del lugar por la puerta que da a un callejón. Me alejo lo suficiente y busco entre los bolsillos de mi chamarra mi encendedor. Para cualquiera que me viera lo tomaría como el simple acto de fumar, para mí significa mantener calmadas mis ansias de comer. No ha sido fácil adaptarme a los estilos de cada época o lugar, sólo que he vivido lo suficiente para encontrar la forma de adaptarme más rápido.
Doy una calada más a mi cigarrillo, mientras escucho la puerta por la que salí minutos atrás abrirse. Veo una silueta tambalearse y sostenerse de la pared, para después sentarse.
Canela y miel. Mi olfato capta ese aroma. Estoy a punto de acercarme pero una sombra ha sido más rápida y ha levantado aquel cuerpo como si de un costal de tratara. Lo aprisiona contra la pared y lo escucho susurrar.
-No es personal, así que coopera y dile adiós a este mundo.
Veo los ojos aturdidos del rubio, incapaz de articular palabra. Miedo, resignación o tal vez ambos. No LuHan, no es tu momento.
Me deslizo hasta ellos y separo de manera abrupta al intruso. Su cuerpo rebota contra el pavimento, lo que me permite colocarme encima de él para bloquear cualquier posible contraataque.
-Mi Lord.
Su acento inglés me sorprende. Cuando llegué aquí me aseguré que nadie me hubiera seguido. El lugar estaba limpio de la basura inglesa.
-¿Quién te envió?
Trata de levantarse pero sujeto su pecho con mi pierna izquierda. Se nota que no ha comido en días por la poca fuerza que tiene. Y el escarlata de sus ojos me indica que es un neofito.
-Nadie mi Lord, vine solo, estoy hambriento.
-Te preguntaré una vez más - Lo amenazo - ¿Quién te envió?
Su mirada atemorizada me confirma lo que ya sabía. La basura inglesa me ha encontrado.
-Mi Lord, tengo una familia, yo no quería atacar a nadie pero ellos se los han llevado... me pidieron que le diera un mensaje.
-Te escucho.
-"No por siempre SeHun".
Me levanto de golpe, y miro a mi alrededor, sé que no es el único.
-¿Cuántos más vinieron contigo?
-Señor...van a matarme...
-O lo haré yo si no me dices.
-Veinte, conmigo incluido, mi Lord.
¡Mierda!
-Vete, dile a tu creador que he recibido el mensaje y que estoy dispuesto a hacerle frente.
-Mi Lord, tengo hambre, sólo necesito un poco de la sangre de aquel...
-Te he perdonado la vida pero si te atreves a tocarlo una vez más, te aseguro que cortaré tu garganta y me bañaré con tu sangre. Él es mío.
La simple idea de ver a LuHan siendo el alimento de otro me hace querer romperle el cuello.
-Yo no elegí convertirme en esto - Se incorpora - Él me pidió quitárselo, lo sabe todo. - Comienza a alejarse - Mi Lord, sabe que tarde o temprano se lo arrebatarán, no puede protegerlo por siempre.
Y desaparece entre la oscuridad.
No quiero protegerlo, quiero que pague. Lo que no permitiré es que vuelva a quitármelo.
Me volteo para ver el cuerpo inerte de LuHan. Lo tomo entre mis brazos y compruebo que sigue respirando. Sólo está desmayado. Lo llevo a mi auto para asegurarme de que esté a salvo.
Lo coloco en el asiento trasero, para después subirme en el asiento del conductor. Enciendo el auto y una voz resuena a la par.
-¿Quién eres?- Me pregunta.
-Alguien que te ha estado esperando por mucho tiempo. - Contesto.
-¿Por qué? Yo no te he hecho nada, no te conozco.
Al parecer ya no está tan ebrio como pensé y tendré que borrar su memoria. Lo haría de todas maneras.
-Nos conocemos y es lo único que necesitas saber.