Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bombones por Aiko_Huang

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 Trastes llenos de chocolate por todas partes. ¡Aún no es san Valentín y ya estoy de chocolate hasta las narices!   

 

Y todo por querer hacer esos bombones para JunMyeon... Que por cierto, han quedado deliciosos.    Aunque no es como si me importara, no es como si fuese un regalo de san Valentín, no es como si esperara algo a cambio...  

 

Miro el paquete negro con el lazo rosa encima el mármol. Es perfecto, el esfuerzo ha valido la pena. ¿Esfuerzo? Para nada, ¿O es que a caso creen que yo me esforzaría por preparar algo para alguien más?  

 

Son las cuatro de la madrugada, prepararlo me ha llevado más tiempo del que pensaba, mejor me voy a dormir ya. Aunque por suerte no me ha oído nadie, no es bueno para mi imagen preparar bombones para darle a su novio por san Valentín, eso es algo más típico de una colegiala declarándose a su primer amor.   

 

¿Cuando me he rebajado tanto por ese tonto y lindo líder?  

 

Aún intentando negarme a mi mismo lo evidente, que me he estado cuatro horas en la cocina preparando los chocolates para JunMyeon esmerándome en que todo fuese perfecto, limpio los trastes, cojo el paquete y me voy a mi habitación.  

 

JunMyeon ya duerme, así que, con cuidado de no despertarle, me pongo el pijama y me tumbo a su lado. Desde que somos pareja que hemos juntado nuestras camas. Estuvimos pensando en comprar una cama de matrimonio, pero seria equivalente a un suicidio si llegase a oídos de las fans.  

 

Escondo la pequeña cajita negra y apago las luces, y así, acunado entre sus brazos y sintiendo su aroma, me quedo profundamente dormido.  

 

- ¡KyungSoo  omma! - no molesten, tengo sueño - ¿Omma?  

 

- Shhht, déjale dormir, está muy cansado. - eso es, estoy muy cansado, dejanme dormir... - Por qué no vas a desayunar al café ese de la esquina, ese que tiene los bollitos de crema que tanto te gustan. - eso es, váyanse y dejen dormir a la omma...  

 

- ¡Wow, si, gran idea!  

 

- Ahora venimos nosotros ¿Bueno?  

 

- ¡Ok, les esperamos allí!  

 

- No... Quiero dormir... - ronroneo aun con los ojos cerrados y estirándome entre las sábanas. El se ríe.  

 

- ¿Estabas despierto?  

 

- No   Doy media vuelta y me dispongo a seguir durmiendo.  

 

- Kyungssii - me llama en un tono juguetón, abrazándome y haciéndome cosquillas.   

 

- Ay, ay, ahí no, - me rio sin poder evitarlo - ¡no!  

 

Siento sus labios sobre los míos, suaves, lentos.   

 

Mis risas cambian a jadeos, la más suave de sus caricias me excita demasiado...   

 

- Feliz San Valentín - me susurra separándose solo unos centímetros de mis labios.   

 

Me coge la mano y siento algo frío en la muñeca, a la vez que oigo un dring metálico.   

 

Me quedo de piedra al verlo. Es una cadena de plata, muy fina, de la que cuelgan decenas de pequeños cristalitos que reflejan la luz en miles de pequeños arcoíris. Y entre los brillantitos cuelga una pequeña placa metálica con nuestras iniciales gravadas.  

 

No puedo creer que se haya acordado, que me haya comprado algo tan precioso. Noto como los ojos empiezan a llenárseme de lágrimas de emoción.  

 

- ¡Wow, Jun, es precioso!!! - le abrazo casi tirándole de espaldas sobre la cama. - ¡¡Me encanta, me encanta, me encanta, me encantaaaa!!   

 

Se ríe de mi reacción exagerada, pero es que realmente es precioso y no puedo evitar que se me salga lo empalagoso.  

 

- Bueno, pues me alegro de que te guste. 

 

  Me abraza y nos quedamos los dos sentados en la cama, yo entre sus piernas y recostado sobre su pecho admirando la joya, él detrás de mí acariciando mi cabello. 

Me quedaría así toda la vida. 

Entonces recuerdo que yo también tengo algo para él... algo en lo que me he pasado toda la noche trabajando...    Muy a mi pesar me separo de sus brazos y voy a buscar la cajita negra con mi regalo.   

 

- ¡Tu también te acordaste!   

 

- Em... bueno, no es nada, solo algo que hice, nada especial... - intento quitarle importancia mientras por dentro me muero de ganas de que lo abra ya. 

 

  - Bueno, pues si no es nada... - lo aparta a un lado de la cama y se levanta simulando indiferencia.  

 

- ¡Eh! ¡Ábrelo!   

 

Él se gira, riéndose, burlándose de mí. Me sonrojo, otra vez caí en su trampa. 

 

  - Te quiero Kyungsiii - me dice de nuevo acariciando mi mejilla y besándome suavemente en la frente para luego coger el regalo y abrirlo lentamente, muy lentamente. 

¡Me pone de los nervios!   

 

- ¡Vamos! - el vuelve a reírse, pero esta vez termina de quitar el lazo para abrir la cajita y revelar su contenido. 14 corazoncitos de chocolate negro, pequeños y brillantes.  

 

- Wow KyungSoo...   Se ha quedado sin palabras, y ahora soy yo que se regocija de mi acierto con el regalo.  

 

- Pero mira que cara se te ha quedado solo por un pedazo de chocolate...  

 

- ¡Hiciste bombones! - voy a decirle otra vez que no es nada, pero me mira con esos ojitos de cachorrito emocionado que lo único que puedo hacer es sonreírle, asentir y emocionarme con él. - ¿Puedo?   Me pregunta como si no se atreviera a comerlos.  

 

- Claro, son tuyos.  

 

Coge uno y lo muerde sensualmente...  

 

- ¡Wow!!! ¿Qué les pusiste?  

 

- Trufa blanca con aroma a vainilla. Recubiertos de una fina capa de chocolate negro, amargo e intenso. También los hay de praliné, son los de la raya blanca.  

 

- ¡Wow Kyungssi! - al final se le va a gastar la muletilla. - Es delicioso. Solo se me ocurre algo que me apetezca más.  

 

Apenas oigo lo que ha dicho, ni siquiera tengo tiempo de decepcionarme porque crea que hay algo más delicioso que mis chocolates, que coge con los dientes el resto del primer bombón y me besa, compartiendo conmigo el delicioso sabor.  

 

Realmente me quedaron deliciosos. ¿O son sus labios lo que me excita tanto?  

 

- Gracias - me susurra separándose ligeramente. Como respuesta paso mis manos por su nuca y le atraigo hacia mí. Besándole de nuevo. El chocolate es delicioso, pero para mi no hay nada más dulce que sus labios.  

 

Nos tumbamos, quedando él encima de mí, atrapándome contra las sabanas cálidas y ligeramente húmedas por nuestro propio sudor. 

 

Sus manos recorren lentamente mi cuerpo, desnudándome a su paso, mientras nuestras lenguas chocan en el frenético y excitante juego que se lleva a cabo entre nuestros labios.   

 

Torpemente a causa del temblor de mis dedos voy desabrochando su pijama, entreteniéndome a acariciar sus músculos; pectorales, abdominales, bíceps, espalda... su cuerpo me excita demasiado...   

 

Se separa de mis labios, permitiendo que yo recupere los sentidos momentáneamente, solo para darme cuenta de que se ha liberado ya de mi camiseta. Baja la cabeza lentamente, llenando de besos mi cuello y mi pecho hasta que sus labios se cierran sobre uno de mis pezones.   

 

Sin quererlo un gemido se escapa de mis labios, no puedo hacer más que enredar mis manos entre su cabello, incitándole a que siga, mientras intento controlar mis reacciones... 

 

Mientras con su lengua sigue sensualmente mi pezón, sus manos empiezan a moverse lentamente por mi estómago, bajando hasta mi entrepierna...   

 

Cuando mis gemidos empiezan a ser demasiado ruidosos él se separa para besarme de nuevo, esta vez de forma más frenética.   

 

- ¿Sabes? acabo de tener una idea... - me susurra junto a mis labios con una sonrisa que no me inspira nada bueno...   

 

Sin separarse mucho de mi va gateando por la cama hasta estar lo suficientemente cerca del armario como para abrirlo sin tener que levantarse. ¿Sabe que se ha restregado por todo mi cuerpo y que ahora su paquete queda a pocos centímetros de mi rostro?  

 

Intento ignorarlo... lo intento con todas mis fuerzas, pero mi cuerpo se mueve solo. Llevo mis dos manos a sus caderas y me abalanzo encima de él, quedando ahora yo encima. Llevo una mano a la orilla de su pantalón y lo bajo un poco, solo lo suficiente como para poder lamer la parte baja del estómago... solo pensando en bajar aún más...   

 

Oigo como se ríe entre gemidos de placer. Me coge el rostro con una mano y me levanta para poder besarme.    Al separarnos de nuevo me mira de forma divertida y sensual y me enseña lo que ha ido a buscar al armario, como no, debí haberlo imaginado.   

 

Deja sobre la cama la bolsa con nuestros “juguetes” y me mira travieso.   

 

- ¿Prefieres empezar por esto... - pregunta sacando unas esposas de piel negra con correas - O ¿Esto otro?    Ahora saca una mordaza, una bola con una correa de cuero. Yo me lo quedo mirando, entre divertido y seductor.   

 

- ¿Y qué te parece esto? - preguntó mientras saco de la bolsa el bote de sirope de chocolate. - Es san Valentín al fin y al cabo...  

 

Él sonríe y salta encima mío, aprisionándome otra vez contra la cama.   

 

- Te quiero - me susurra - ¡Te quiero comer!   

 

Vuelve a aprisionar mis labios con los suyos, casi con desperación, mordiendo mis labios mientras nuestras lenguas chocan a un ritmo frenético.   

 

Para cuando quiero darme cuenta mis manos están atadas a la cabecera de la cama y él me mira con una sonrisa pervertida, mientras abre el bote de chocolate y bebe un poco. 

 

  - Mmm...   

 

Me besa de nuevo, ahora sus labios saben a chocolate... excitante, demasiado excitante... se desprende de los pantalones de mi pijama, dejándome completamente desnudo y a su merced. Llena todo mi pecho de chocolate, que enseguida empieza a lamer. Sus manos revuelven las sábanas y mis gemidos llenan ya la habitación.  Intento callarme los gemidos, aún teniendo en cuenta la situación, me parecen más embarazosos mis gemidos que el hecho de tener al líder revolviendo entre mis piernas...   

 

Mmm... como lo adoro...   

 

JunMyeon es extremadamente torpe, pero hay dos cosas que si se le dan bien... Por una de ellas le aclaman miles de fans, la otra... es algo que solo yo sé...   

 

Cuando su lengua empieza a recorrer mi miembro la espalda se me arquea inconscientemente, la sensación es demasiado...   

 

Me revuelvo sin resultado bajo las cadenas que me aprisionan, quiero acariciar su cuerpo igual que él hace con el mío, hacerle sentir el mismo placer que siento yo, la misma excitación...   

 

Pero lo único que consigo es clavarme las esposas y deshacer aún más la cama.  Él se ríe de mi frustrado intento, concentrándose aún más en las caricias de sus labios. Sabe que me pone de los nervios estar así, completamente a su disposición...  

 

Con los dedos de mis pies cojo su pantalón para quitárselo, él se remueve intentando impedírmelo. 

 

Soy bastante hábil, pero aún así me cuesta debido a cierta “ligera distracción”. Agarra con sus manos uno de mis pies y lo alza, para cubrirme de besos desde el tobillo subiendo hasta mis pantorrillas, entreteniéndose en la parte posterior de la rodilla.   

 

No puedo contenerme y suelto un gemido, me conoce demasiado bien, se sabe perfectamente cuales son mis zonas más sensibles, pero a este juego podemos jugar los dos.   

 

Cuelo uno de mis pies por debajo de sus pantalones, que aún no he conseguido sacarle y le acarició con los dedos la parte interna del muslo. 

Él se arquea de placer y suelta un profundo gemido, música celestial a mis oídos. Debido a la excitación suelta mi pierna y se inclina hacia atrás, dejando ahora sí que mis pies le desnuden y hagan el trabajo que mis manos no llegan a hacer...   

 

Siento su miembro duro e hinchado contra los dedos de mis pies. Está casi tan excitado como yo... ninguno de los dos aguantaremos mucho más...   

 

- Kyungssi, - me llama seductoramente mientras se acerca de nuevo a mi rostro - Te necesito...  

 

Nuestros labios se juntan y se reanuda la frenética y apasionada lucha de nuestras lenguas mientras sus manos resiguen mis brazos desde las axilas hasta mis muñecas para liberarme de las esposas, al fin.    Enseguida mis manos se dirigen a su cuerpo, que aún no he tenido ocasión de acariciar, pero apenas me deja deleitarme con la perfección de sus músculos que ya ha cogido otro de nuestros “juguetes” de la bolsa, cuyo contenido ya está esparcido por toda la cama. Me avergüenzo de ello.   

 

¿Cuándo le he dejado comprar tantas cosas? Aunque ahora mismo el bote de lubricante me parece absolutamente necesario. Se unta las manos con él y no tardo mucho a sentir sus dedos dentro de mí.    Recuerdo que las primeras veces me quejaba del dolor... ahora ya me rio de mi debilidad, la necesidad de sentirlo dentro de mi es mayor que el dolor...  

 

Siento sus dedos moviéndose, voy a correrme pronto... Creo que él también lo siente porque retira sus dedos para dar paso a su miembro, casi tan hinchado como el mío.   

 

Mis gemidos, mezcla de placer y dolor ya deben ser audibles en todo el piso, y me preocupa, pues aunque sé que no hay nadie en el apartamento si tenemos vecinos, y las fans parecen tener ojos y oídos por todas partes...    Por una vez Jun parece haber pensado en ello también, ya que silencia mis gemidos aprisionando mis labios con los suyos de nuevo. Aunque lo más probable es que ni siquiera haya pensado en eso... 

 

Ahora nuestras lenguas chocan entre nuestros labios mientras le siento a él moviéndose dentro de mí...   Estas sensaciones, ya conocidas para mi, y que a la vez siempre me parecen nuevas me llenan por dentro y me hacen sentir la persona más afortunada del mundo. Me siento afortunado de la vida que tengo, de tener un novio como él.   

 

Poco a poco el ritmo va aumentando, ambos nos devoramos apasionadamente mientras nuestros cuerpos chocan al ritmo de mis latidos. 

 

Poco después siento que he llegado a mi límite, no puedo aguantar más...  

 

- JunMyeon...  

 

Como respuesta lleva su mano a mi miembro y lo acaricia mientras aumenta aún más el ritmo.  El blanco y espeso líquido me salpica, y no pasa mucho rato que siento como Jun se libera también dentro de mí. Me dejo caer agotado sobre la cama. Algún día me matará con tanta pasión... 

Mi novio cae también encima mío, pero vuelve a levantarse, haciendo fuerza con sus brazos y quedando a pocos centímetros su rostro del mío.   

 

- Ha sido... - empieza él, pero yo le interrumpo con un ligero beso, agotado para nada más.   

 

- Lo se... no lo digas...  

 

Paso mis manos por su espalda y él vuelve a dejar caer su peso, vigilando de no hacerme daño, para quedarnos así, abrazados, completamente desnudos.   

 

Soy consciente de que deberíamos ir a ducharnos, para quitarnos el sudor, los restos de chocolate y demás líquidos... pero ahora mismo lo único que me apetece es abrazar a mi líder...   

 

Se separa un poco, recoge rápidamente nuestros “juguetes” para meterlos de nuevo en la bolsa que esconde debajo la cama y nos tapa ambos con las sábanas. Nos besamos y nos quedamos abrazados de nuevo.   

 

No creo que haya problema en quedarnos así un rato más... solo un ratito más...        

 

Notas finales:

Yo se que aman leer a mis parejas amorfas :3

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).