Rutinas de un Súper Soldado por yo-soy-la-justicia

Estaba casado con Iron Man. Eso sonaba aterrador los primeros años; Ahora solo era surrealista.
Surrealista, el hecho de haber encontrado el amor de su vida; de seguir deseándolo con tanto desenfreno a pesar de los años; Que su corazón siguiera latiendo desbocado al estar a su lado; que ahora tengan una familia.
Familia, porque él, Tony y Peter eran una familia.

Steve sonrió como idiota, se removió en la cama y agarró su Starkphone.

Ignoró las notificaciones de Facebook y entró en su lista de pendientes.
Bostezó y se levantó de la cama, con cuidado de no despertar a Tony. 

Lo primero que tenía que hacer era alistarse. Fue al baño e intentó iniciar con su jornada diaria. El reloj marcaban las seis; sino se apresurada Tony volvería a llegar tarde al trabajo.

Tachó «Despertarse» de la lista. La tarea siguiente era:

2°Despertar a Tony y no morir en el intento.

Eso no sería nada fácil.
Se paró junto a la cama y observó a su esposo. No pudo evitar sonreír. Sin duda tenía mucha suerte.

— Vamos cariño, hora de levantarse—le acarició la mejilla. Tony murmuró algunas incoherencias y se escondió bajo las sábanas—Tienes que trabajar—

—Pero es sábado—se quejó con la voz adormilada.

—Es lunes—

Tony se envolvió en la manta como un burrito. Steve río por lo bajo.

—Odio los lunes—Dijo Tony—a ti también te odio—

—Te amo—

—Que cursi— bostezó—Yo también te amo—

—Si no te levantas ahora no podrás desayunar— advirtió jalando de las sábanas. Tony protestó, pero Steve lo obligó a levantarse—Ahora ve a bañarte—

—No necesito bañarme, Cap—

—No irás al trabajo sin bañarte—

—Pero tengo sueño...¡Y es mi propia empresa! Puedo ir como quiera—Steve lo ignoró y arregló la cama.

—Siempre tienes sueño—dijo Steve—¿Dormiste bien anoche?... un momento ¡Volviste al taller mientras dormía!—

—Eso no es cierto— frunció el ceño

—Friday, muéstrame las grabaciones del momento en el que Tony salió de la habitación—
Un holograma apareció en la habitación, frente al rubio.

—Como ordene señor—El el vídeo se podía ver a Tony salir corriendo de la habitación, con una mirada casi psicópata y un destornillador en la mano.

—Si no te conociera creería que fuiste a matar a alguien—

—Necesitaba terminar ese proyecto...¡Era un invento que revolucionaría nuestra forma de vivir!

—Tony, querías crear una novia para babas— negó con la cabeza— ya tuvo suficiente con las mejoras de la última vez—

—Pero ¿Y si se siente solo? ¿Y si quiere acabar con su existencia? ¿¡Y si no me acuerdo de su cumpleaños!?—

—A veces me asustas—

—Yo sé que me amas—Estiró los labios esperando un beso.

—No te besaré si no eliminas tu aliento matutino—Tony río y volvió a tirarse en la cama—¡Acabo de arreglarla!—

El millonario no respondió. Steve suspiró decidido a tomar medidas drásticas. Lo dejó descansar un rato más y salió de la habitación. Tony suspiró, creyendo que había ganado.

Al cabo de diez minutos volvió con una toalla en la mano.

—No iré a ningún lado, Rogers—

—No permitiré que vuelvas a faltar a tu trabajo—
Lo jaló de los pies hasta el borde de la cama, para luego cargarlo.
Tony —aun medio zombie— intentó patearlo, pero sus inútiles intentos por librarse solo le causaban cosquillas. Al final terminó cediendo y aferrándose a su esposo como koala. Abrió el baño y Tony vio por el rabillo del ojo la tina cargada de agua.

—¿Vas a bañarme Cap?— enarcó una ceja. Steve sonrió.

—No me dejaste opción—

—Eso es peligroso, sabes que no podremos controlarlo y terminaremos teniendo cuatro rondas seguidas de fondue intenso— alzó las cejas— como la última vez. Y Peter llegará tarde a la escuela— 

—Tú eres quien no puede controlar sus hormonas—

—¡Oye! Más respeto a tu esposo— protestó. Steve río con más ganas.

—Bueno, cepillate los dientes mientras te desvisto—

Tony refunfuñó y agarró el cepillo de dientes. Steve desabrocho su camisa y sus pantalones.

—Aghsa naghsj—

—¿Qué dices?—

—Qhe sji me jihues toqnando ajsi se me va ad pararp—

—Mejor termina de lavarte los dientes—
Tony rodó los ojos y se enjuagó la boca.

—Que si sigues tocándome así se me va a parar—Las mejillas de Steve se enrojecieron un poco. Estaba de rodillas, con la cara muy cerca de la semi erección de Tony —No, en serio aléjate. Estoy a solo segundos de meter mi pene en tu deliciosa boca—

Steve se alejó casi de un salto. Tony sonrió lujurioso y se metió en la tina.

—¿Quieres acompañarme, Capitán? Porque puedo ordenarle a Babas que nos traiga un poco de Champagne para acompañar nuestra romántica velada—

—Suena tentador, pero tengo que ayudar a Peter y... ¡Demonios! ¡El desayuno!—

—Lenguaje— Steve alzó la cabeza.

—Nunca dejarás que lo olvide ¿Verdad?— Tony soltó una carcajada.

—Ve a prepararlo, me muero de hambre—Steve le lanzó una mirada asesina.

—Lo siento mi amor— se encogió de hombros. Steve no respondió y fue corriendo a la habitación de su hijo. Miró su reloj, si no se apuraba sería tarde para todos. Entró deprisa a la habitación.

—¡Lo siento hijo! Se me hizo tarde porque tu padre es un holgazán y... ¿Ya estás listo?—
El pequeño sonrió, bajó la cabeza y tomó su mochila.

—No me gusta llegar tarde, la señora Summers es muy gruñona—

Steve río y besó su frente.

—Eres el mejor, hijo—

—¿Quieres que te ayude a hacer el desayuno?—

—No cariño, gracias. Puedes ver la tele—

Tachó «Despertar a Tony» de su lista.

3°Hacer el desayuno (Cuidar que nadie coma muchas golosinas temprano, Tony tiene malos antecedentes)

Esta vez no tuvo tiempo para preparar un desayuno completo como de costumbre. Le preparó a Peter cereales y jugo; a Tony café con el pastel que preparó anoche. Él, en cambio, solo se sirvió chocolate caliente y una dona. Tony se quejó por eso. Steve lo besó en los labios con una sonrisa. Peter bufó y todos rieron.

Tarea lista.

4° Llevar a Peter a la guardería y despedirme de Tony (Decirle lo mucho que lo amo para que no haga otra escena)

Hizo el nudo de la corbata bajo la impaciente mirada de su esposo, quien no paraba de murmurar cosas sobre lo tediosos que eran los lunes. Le dio un apresurado beso (Que casi terminó en fondue en plena sala) y llevó a Peter a la escuela. Las miradas no se hicieron esperar. 

¡Por favor! ¡Era el Capitán América! Y el ostentoso auto que Tony le obligaba a usar no pasaba desapercibido. Listo.

5° Hacer las compras ( sobrevivir al supermercado y a las cajeras metiches).

En ocasiones se sentía como una ama de casa. Pero no se quejaba. Prefería eso a pasar todos los días en el jodido campo de batallas. Amaba su nueva vida.
El estrés post traumático de la guerra fue desapareciendo gradualmente hasta desaparecer casi por completo. Las pesadillas se fueron, al igual que los fantasmas del pasado. Todo gracias a Tony. 

Suspiró como colegiala y agarró un paquete de Skittles, esas cosas le encantaban a Peter. También compró más café, cuatro cajas de condones, tres lubricantes, unas esposas (Tony tenía fetiches con el bondage y las últimas esposas que compraron se rompieron quién-sabrá-porqué) y una pomada para el dolor de trasero. Generalmente Tony se ponía de mal humor cuando despertaba adolorido. Y bueno, él también se despertaba de mal humor cuando Tony se pasaba de rudo. (Bueno, le encantaba. Pero odiaba caminar como pingüino al día siguiente).

Su "Disfraz" de incógnito al parecer funcionaba. La cajera no lo reconoció, pero al ver lo que compraba se puso roja hasta las orejas.
(Aunque le desconcertaba que alguien comprara juguetes para niños y una lápicera de animalitos cuando también llevaba semejante cantidad de condones). No hizo preguntas, el rubio agradeció eso mentalmente. Tarea lista.

6° Controlar que Tony no destruya medio continente y tres cuartos de la población mundial.

Si no controlaba a Tony, las cosas serían un completo desastre. Tenía que preguntarle a Pepper si su esposo hizo sus deberes correspondientes; preguntarle a Friday si no cometió alguna tontería y finalmente ir junto a él para verificar si nada hizo explosión. ¿Sobre protector? No, solo muy precavido.

Lo encontró tirado en el piso, rodeado de algunas piezas de su nuevo traje; lleno de grasa de motor y desarmando una radio.

—¿Tony?—

—¿Si, cariño?— no despegó la vista de la radio que estaba desarmado.

—¿Qué haces?— frunció el ceño y se arrodilló a su altura —¿Esa es la novia de babas?—

—Uh, no. Ella está... Con babas, creo. Esos dos no pierden el tiempo— soltó una risa floja— Quiero que esta radio vieja prediga el futuro—

—Uh...-ladeó la cabeza- Debes comer más fibra—

—¿Para qué? No necesito más de eso—arrugó la nariz.

—O dejar el café. Desde ahora tienes prohibido tomar café— Tony lo miró como si hubiera perdido la razón.

—No no no ¡No! ¿Por qué? ¿Estás loco? ¿Quieres matar a tu sexy esposo?—

—Sólo me preocupa tu salud mental—
Tony rodó los ojos.

—Lo que digas—

Se formó un silencio agradable. Steve sintió ganas de dibujarlo (y follárselo).

Agarró su bloc de notas y trazó los rasgos de su esposo; su estilizada barba; sus encantadores ojos; su cabello que ahora tenía unas pocas canas; y su rostro de concentración. Aunque sin darse cuenta terminó dibujándolo desnudo.

—¿Qué dibujas?— su corazón se aceleró y no pudo detener a Tony. Ahora tenía la libreta en sus manos.

—¿Qué? ¿Ahora soy una de tus chicas francesas?- dijo burlón. Steve enrojeció— Si querías que posara desnudo para ti solo tenías que decírmelo. Estaría mas que encantado—

—Lo siento, no tenía la intención. Simplemente me desconcentré y cuando me di cuenta ya...- 

—¿Me dibujaste como Dios me trajo al mundo?- una risotada fresca escapó de sus labios- preparame un sándwich para compensar—

—¿Ahora soy tu sirvienta?— dijo fingiendo estar ofendido. Se alegraba de no tener que alimentarlo a fuerzas como de costumbre. Hecho.

7°Entrenar (El fondue no cuenta)

Golpeaba el saco para calmar sus pensamientos. Para desahogarse, para no pensar en el pasado; en todo el daño que alguna vez le hizo a Stark. Bucky aún no despertaba de su sueño criogénico. Wanda y Visión tenían una especie de relación de la cual no quería enterarse; Clint estaba con su familia, lejos del hostil ambiente de SHIELD; Scott seguía siendo Scott, pero ahora estaba comprometido con Hope. Thor... Ya no estaba y Bruce ya no era como antes. El suero de Bucky se debilitó. 

Sus tejidos ya no aguantaban como antes. Ahora solo lo descongelaban cada invierno, mientras T'challa y otros científicos desarrollaban un método para que su piel no se pudriera. Seguía viéndose jovial, su fuerza seguía intacta. 

Su mente estaba cada vez más inestable. Había inviernos en los que lo recordaba, otros donde no salía de su habitación en toda la temporada por la depresión y estaban los inviernos que no llegaba a comprender, inviernos extraños donde le decía a Natasha "Natalia", donde le sonreía con ternura y decía que jamás la olvidaría. 

Ella no dio declaraciones. Su relación con Bruce terminó tan rápido como empezó. El resto del tiempo ella parecía melancólica. Cuando Buck  la recordaba eran las únicas veces que la veía llena de vida.

Otro golpe más, uno seguido de otro. El sudor recorría su frente. De repente la camiseta se le hizo incómoda.

8°Recoger a Peter y cocinar (NO, nadie debe cenar cosas dulces. Es malo para el estómago. No importan las súplicas).

Otra vez las miradas, Peter con la cabeza cabizbaja y apretando con fuerzas su mochila. Steve le preguntó qué le pasaba. Peter quedó en silencio. Suspiró, se subieron al auto. Unos moretones en el brazo de Peter encendieron una alarma en su cabeza.

—Hijo ¿Qué te pasó?— preguntó preocupado. Peter bajó la vista.

—Me caí jugando fútbol, papá—

—A ti no te gusta el fútbol Peter, dime la verdad—

—Pero es cierto—

—No voy a regañarte— se mordió el labio inferior— ¿Quién fue?

—Flash Thompson— Steve maldijo en voz baja.

—¿Qué te dijo?—

—Que tener dos papás está mal y que soy raro— susurró mirando hacía el suelo— lo dicen todos los días. No le digas a papá, por favor. Se va a enojar mucho—

—Peter —dijo Steve— tengo que decírselo-

—No papá, por favor— pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Steve le lanzó una mirada de reojo y apretó el volante.

—Está bien. Pero ese niño se las verá por meterse con el hijo del mismísimo Capitán América —Peter rió, pero su risa fue nerviosa y temblorosa.

—¿Qué harás?—

—Tengo dinero— se encogió de hombros— Bueno, tu papá tiene dinero. Es lo único que se me ocurre que sea legal—

—¿Vas a darle dinero?—

—Haré que lo cambien de escuela— Peter esbozó otra de sus tímidas sonrisas características y se acomodó los lentes.

—¿Harías eso por mí?— Steve sonrió.

—Claro que sí hijo, además promoveré una campaña de concienciación contra el Bullying— Peter enarcó una ceja.

—¿Qué es?—

—Les enseñaré a los padres y a tus compañeritos que deben respetar a todos aunque sean diferentes— Peter asintió sin entender el concepto— ¿Qué quieres comer hoy?—

—No sé... ¿Lasaña?—

—Lo que tú quieras Cariño, te lo mereces—

Un holograma apareció en el auto.

—Steve, estás consintiendo mucho a Peter, ese es mi trabajo—Ambos miraron al holograma de Tony, perplejos— No te preocupes, Friday está manejando—

—¿Pero qué...?—

—¿Te gusta? Le hice unas mejoras a tu auto— dijo Tony— lo del holograma fue inspirado en Star Wars—

—¿Escuchaste?— preguntó Peter mordiendo el interior de su mejilla. Tony asintió.

—No te preocupes Petey cariño, no voy a regañarte... En cambio a ese mocoso—

—No cometas ninguna locura, sabes que nos pueden demandar por cualquier cosa—

—Lo sé— bufó —Odio las nuevas leyes, son demasiado maricas—

—¿Qué es marica?— Steve le lanzó una mirada de reproche a Tony.

—No repitas lo que dice papi, es una mala palabra- Peter asintió.

—¡Dijiste una mala palabra!—

—Lo siento hijo... ¡Oh! ¡Creo que dejé el horno encendido! —Steve río. El holograma desapareció.

(...)

—¿Preparaste la comida?— Steve Parpadeó rápidamente. Al parecer la excusa del horno era real.

—Sí, bueno. Lo intenté, pero se quemó—

—¿Quién eres y qué hiciste con mi Tony?—

—Cállate— gruñó— Por eso ahora tienes que hacer tú la comida—
Tarea lista.

9°Hacer la limpieza.

Limpiar era —increíblemente —una de las pocas cosas que lo relajaban. Deshacerse de la suciedad y la mugre era relajante. Pasó la aspiradora cerca del sofá donde Tony reposaba. En definitiva se había vuelto un ama de casa, solo le faltaba el delantal.

—Steveeeb... Saca la aspiradora de mi traseroo—

—¿Uh?—se dio cuenta de que efectivamente había pasado la aspiradora por el trasero de Tony

—Tus excusas para toquetearme son cada vez más raras, Cap—

Steve negó con la cabeza, divertido.
—No necesito excusas para tocarte—

—¡Hey! ¿Desde cuándo te volviste tan desvergonzado?—

—Desde que estoy casado con Tony Stark—

—Estar casado con Tony Stark debe ser lo máximo—

—Ya nadie dice "lo máximo"—

—Ya era hora de que aprendieras— dijo Tony— Iré al taller, cariño—

Steve frunció el ceño.

—Ni se te ocurra. Acabo de trapear ahí—

—¿Te escuchaste? Suenas como una madre del siglo pasado—

—Mmh cariño ¿Qué haré contigo?— resoplo dramáticamente. Tony se levantó del sofá y lo abrazó por atrás.

—¿Qué te parece vendarme los ojos y que me hagas una mamada?—

—¿Podrías ser un poco más romántico?—

—Te amo mucho ¿Ahora me haces la mamada?— Steve negó

—Eso no fue lo suficientemente romántico—

— Dios, eres muy cursi—

—¿Qué puedo hacer? Nací en los años 40's— ambos sonrieron. Listo

10° Encargar a Tony que cuide a Peter al trabajo (No, nada de Club de peleas de robots con rayos láser. Peter también es propenso a explotar cosas)

—Bueno, ¿Puedo confiar en ti?— Tony rodó los ojos.

—Oh vamos Cap, lo cuido todos los días—

—Pero le das muchos dulces— lo regañó —Dile que puede invitar a su amigo—

—¿A Harry?—

—Sí—

—No me agrada— entrecerró los ojos.

—Es el mejor amigo de nuestro hijo, no tenemos nada que hacer—

—Sigue sin agradarme—

—Lo que sea, solo no te portes mal ni te metas en problemas— advirtió acomodando un mechón de su pelo— ¿Recuerdas lo qué te encargué?—

—Sií. Tengo que alimentar a Petey, cuidar que no coma muchos dulces, que no explote nada y bla bla bla—

—Bien amor, sé que lo harás bien— lo tomó de la cintura y rozó su nariz con la suya—No te duermas temprano, tengo muchas cosas que quiero hacerte esta noche—

—¿El Capitán quiere hacer travesuras?— susurró contra sus labios —Tendré que castigarte—

—Le daremos un buen uso a esas esposas hoy—

La mirada de Tony se iluminó.

(...)

Le gustaba trabajar para Shield. Lo hacía sentirse útil otra vez. Aunque siempre se encargara del trabajo sucio. Hoy estuvo a cargo de eliminar una banda de traficantes de armas junto a unos agentes de menor rango. Demasiado fácil.

Les tomó cinco minutos como mucho, la emboscada ya estaba tendida, solo tuvieron que actuar.

Empezó a nevar cuando terminaron el trabajo, por eso les tomó más de cuatro horas llegar a la base central. Natasha fue quien lo recibió. Se notaba melancólica.

—Es invierno— Dijo Steve. Natasha solo le lanzó una mirada.

—Lo sé—

—¿Ya lo descongelaron?—

—Hace media hora. Está en la enfermería—

—¿Cómo está?—

—No dijo una sola palabra. Tiene la mirada perdida—

—Entonces... Es una de esas épocas—

—No me gusta verlo así— admitió

—¿Qué clase de relación tienen? ¿Por qué tendría que recordarte?

—Información Confidencial—

—Esos inviernos... Cuando dice recordarte. Lo veo muy feliz, como antes—

—Como antes— Repitió Natasha antes de bajar la mirada— Iré a verlo. ¿Quieres venir?—

—Iré mañana, no quiero molestar—

Natasha sonrió de lado. Este no sería un buen invierno.

11°Volver a mi hogar.

Dejó el escudo a un lado de la puerta, se sacó los guantes y fue a buscar a Tony. Siempre estaba en el taller a estas horas.

Lo encontró en el sofá, abrazado a Peter, ambos babeando. Sonrió con ternura y volvió a repetírselo una vez más.

Era el hombre más afortunado del mundo.

Los cargó a ambos como bolsa de patatas, estaban demasiado dormidos como para darse cuenta. Arropó a Peter y le dio un beso en la frente. Luego llevó a Tony a su habitación, le sacó los zapatos y lo recostó en la cama. Él también se desvistió.

—¿Steve?— Tony se talló los ojos. Steve se acostó a su lado y lo abrazó.

—Te dije que no durmieras temprano—

—Pero Petey tenía sueño y puse una de esas músicas para dormir. Creo que también me afectó 

—Uff, que triste... Yo tenía planeado gastar todos esos condones que traje— Tony río y se tapó los ojos.

—¿Quieres matarme?—

—Tal vez...— susurró en tono juguetón en su oído.

—¿Cómo es que tienes tanta energía?—

—Soy un súper soldado— mordió el lóbulo de su oreja—Tú también tienes mucha energía, el suero también te afectó—

—¿Quieres comprobarlo?— levantó las cejas.

—Veamos cuanto resistes—

—No me tienes Capitán...—

—Podría hacer esto todo el día—
Ambos rieron, aunque pronto las risas se convirtieron en gemidos y jadeos.
Tarea terminada.

«Tenía tanto miedo a quererte; pero aquí estoy... Queriéndote de todas formas»

MINI EXTRA

—Luego preguntas porque no puedo despertarme temprano—

—Lo lamento—

—¡No dormí en toda la noche! ¡Y me duele el trasero!— Tony gruñó —¿Cuántas veces lo hicimos?—

—¡Oye!, a mí también me duele— se quejó — no fueron muchas—

—Dormí media hora— se cruzó de brazos— Pero me consuela el saber que no soy el único que caminará como pingüino hoy— musitó sonriendo —Necesitamos esposas nuevas... O sogas, de las resistentes—

—Y una mordaza—agregó Steve. Tony negó con la cabeza, sonriendo; estiró a Steve de la camisa y le plantó un suave beso en los labios— Dios Cap, te amo demasiado—