Varios días pasaron sin que Luhan pudiera volver al chico en el subterráneo, diariamente se iba a la misma hora y se elegía el mismo sitio en donde lo vio por primera vez pero no, tal parece que como su amigo Yixing le había dicho a lo mejor el destino no los tenía contemplados para conocerse, así que Luhan fue perdiendo las esperanzas de verlo no sin olvidar su rostro.
—Necesito que este domingo estén libres, ya sé que es su día de descanso pero tendremos un evento especial, les pagaremos conforme lo dicta la ley más un bono especial, es el cumpleaños de un primo del jefe y le festejará su cumpleaños aquí, no se puede decir no —les anunció Kris a todos los empleados del lugar.
Todos aceptaron aunque no muy felices al respecto.
—Espero que al menos la paga valga la pena, el domingo es el único día libre en que podemos ensayar todos en el grupo —dijo un poco molesto Jongin.
—Es cierto, además es el único día libre que paso con mi Galaxy, ahora no podremos ir a la cita que teníamos planeada y eso que me prometió llevarme al cine a ver la peli de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos —Yixing hizo un puchero adorable.
—Yo también quería ir a ver esa película —respondió Jongin haciendo la señal de TT que hacen en su coreografías las chicas de Twice.
—Ya, no es para tanto, piensen que es dinero extra que nos llega, además se vienen las fiestas navideñas y lo necesitaremos para los regalos, sin olvidar que nos sirve para comprar algún libro de la universidad —les dijo Luhan muy positivo.
Muy resignadamente y suspirando Jongin declaró:
—Pues ya que, veamos las cosas positivamente como dice Lu, total nada podemos cambiar si nos quejamos, espero que esos chicos de la fiesta al menos no sean unos niños ricos insoportables porque sería aún peor la situación.
Esa misma tarde en el café Xiumin el dueño del lugar llegó a inspeccionar cómo iba a el negocio y se acercó a Luhan, tomándolo por sorpresa.
—¿Cómo estás, Lu? —le dijo acercándose a su oído e inmediatamente Luhan se separó.
—Bien jefe, trabajando como siempre.
—No me digas jefe, te he dicho cientos de veces que me llames Xiumin, o Minseok aunque claro el segundo es cuando me des el si. – le dijo coquetamente al inocente rubio.
—Perdón, pero no puedo decirle así, estamos en el trabajo y no está bien que haga eso.
—No tiene importancia que estemos en el trabajo yo te doy permiso, anda, Lu, inténtalo al menos una vez, ¿sí?
—Discúlpeme jefe pero tengo que ir a atender a los clientes de la mesa 6, ya tienen rato esperando y los demás están ocupados.
Inmediatamente Luhan se fue a tomar la orden de los clientes pero apenas y terminó, Xiumin la acorraló y lo llevó a su oficina.
—Los demás chicos se encargarán de todo, necesito hablar contigo, Lu.
—¿Pero si acabamos de hablar? —le respondió Luhan a Xiumin, tratando de escaparse.
—Si pero no te he dicho lo que quería decirte, sabes que me gustas Lu, y te he dado tiempo para pensarlo pero estoy quedándome sin paciencia, ¿porque no me das una oportunidad? Te prometo que te tratare bien y haré que seas feliz a cada momento en el que estés junto a mí.
—Perdóneme si lo he dejado sin paciencia pero yo nunca le di esperanzas de que le fuera a dar una respuesta positiva, discúlpeme pero en verdad que no puedo salir con usted.
—Ya sé que no me has dado esperanzas pero el que no se arriesga no gana, además tú debes darte la oportunidad, sé que te han contado que no soy un chico muy bueno, que me la paso ligando cada fin de semana, pero te juro que si tú me haces caso no pondré mis ojos en nadie más que tú desde ese momento, así que anda, di que me das una oportunidad, ¿sí? —le dijo Xiumin haciendo pucheritos muy tiernos.
—No puedo... no lo sé —respondió Luhan un poco conmovido por las palabras de su jefe.
—Ese "no lo sé" me suena a que lo pensarás, así que me da esperanzas, ¿qué dices si saliendo de aquí te invito a ver una película? Vamos sin compromisos, si después de eso decides darme el sí, pues mucho mejor, ¿sí?
Xiumin era un chico muy lindo, si no fuera por sus rumores sobre ser un playboy Luhan le habría hecho caso antes, pero él lo que quería no era sólo un chico guapo si no alguien con el cual sintiera que necesitaba verlo y hablar con él a cada momento, alguien que no pudiera salirse de sus pensamientos, alguien de quien se pudiera enamorar.
—Está bien, salgamos a ver una película —respondió Luhan al mayor.
—¿De verdad? —le dijo Xiumin inflando sus cachetes y dando un salto de alegría.
—Sí, pero sólo vemos la peli y me voy, tengo mucha tarea que hacer.
—Eso me es suficiente por ahora, lo importante es que ya tendremos nuestra primera cita, lo que venga después ya pasará —lo dijo pícaramente Xiumin mientras miraba de reojo a Luhan.
—No sé que trata de decir con eso, me está haciendo arrepentirme de aceptar salir con usted.
—No trato de decir nada, no me malentiendas, Lu.
—Ok, nos vemos al rato.
Rápidamente salió de la oficina de Xiumin arrepintiéndose de aceptar salir con el pero repitiéndose a sí mismo:
—Tengo que darme una oportunidad aunque sea con él, de otra manera no podré apartar de mis pensamientos a ese chico del subterráneo.