“Entonces hice voto de consagrar mis fuerzas
a ti y lo tuyo: ¿acaso no lo cumplí? Con ojos
llenos y corazón apresurado, ahora
a los fantasmas llamo de mil horas, cada uno
de su tumba sin voz: en visionarias frondas
de celo cuidadoso o de placer de amor
tras la envidiosa noche, han velado conmigo:
saben que nunca el gozo iluminó mi frente
sin tener la esperanza de que liberarías
al mundo de su oscura esclavitud; que tú,
oh abrumadora gracia amable, donarías
todo lo que no pueden expresar las palabras.”
Himno a la belleza intelectual, Percy Bysshe Shelley
Capítulo 12
Los amantes.
¿Qué sabia acerca de Adam? Era un vampiro, adoraba la música, su único amor es Eve y no disfrutaba platicar con humanos poco interesantes. Aunque claro esa es una muy pobre descripción, casi no había comprendido la película por mucho que Tom trato de explicársela mostrándole hasta pedazos de poemas, aquello logro confundirlo más y simplemente dejaron el asunto.
Ahora estaba parado enfrente de aquel departamento en Tangier, obervando como los ladrillos empezaban a verse chuecos y la blanca pintura comenzaba a caerse poco a poco. Sabía que era el lugar correcto por que podía escuchar su extraña música colarse al exterior, mientras miles de libros casi tapaban la ventana. Ninguna idea acerca de cómo introducirse a su vida venía a iluminarlo; lo más probable seria que Adam ignoraría su presencia si solo tocaba el timbre y era seguro que si se colaba dentro, terminaría seriamente lastimado.
Imaginarse tumbado en el suelo, víctima de un “Loki vampiro” le provoco cierta gracia, no sería tan diferente a sus peleas normales en donde siempre terminaba apuñalado, lleno de sangre.
Sangre
¡Eso es! Podía ser su nuevo proveedor de sangre, solo necesitaba atraer su atención.
¿O debería contratarlo para que tocara en alguna fiesta? Un piloto de fórmula uno de seguro tenía el dinero suficiente para darle grandes cantidades a una persona exigente, además si había llegado unos meses después de la película, sabía que ambos nosferatu necesitaban dinero urgentemente.
También podida hacerse pasar por el remplazo de Ian…no…definitivamente esa era la peor opción, ellos se alejarían asustados pensando que fueron descubiertos.
¿Cómo acercarse a unos vampiros? Thor podía sobrevivir en crueles batallas solo utilizando una rama, incluso (a diferencia de la creencia general) poseía varios certificados en primeros auxilios, sin embargo al igual que con los fantasmas, no conocía nada acerca de vampiros y sus formas de socializar.
Desesperado, recargo su cuerpo en la puerta del departamento, observando gente pasar e irse y así hubiera continuado si no se hubiera ido de espaldas.
—Disculpe—habló Eve—, este lugar no es para sentarse.
Thor entrecerró los ojos; era ahora o nunca. Su cerebro comenzó a idear un plan y lamentó no tener esa astucia para inventar historias con la cual Loki se salvaba, sin embargo recordó un nombre que podía ayudarlo —. Christopher Marlowe, necesito verlo.
Eve inclino la cabeza— ¿El dramaturgo muerto desde 1593?
—Seguía vivo hace un par de meses. Lo visité— mintió.
— ¿Quién es usted?
—James Hunt—extendió su mano, la rubia dudo un momento pero decidió tomarla. Al hacer contacto, ella abrió los ojos sorprendida y retrocedió, claramente anonadada.*
— ¿Qué es? ¡Usted es más viejo que el mismísimo Christopher Marlowe! —Eve salio de su sorpresa y lo jalo dentro del pasillo, Thor ahora se sentía confundido ¿Acaso James Hunt era un vampiro? Él se veía como un joven de 24 años o…
“Ella sintió tu alma, Thor” la voz de Loki sonó en su cabeza “Si, soy yo, Loki, puedo ver lo que haces, no te asustes, te ayudare. Tampoco le digas a Strange, solo reforzara sus cadenas y quedare totalmente incomunicado”
El rubio asintió, lo cual puso más nerviosa a Eve.
“Bien, no puedo hacer esto por mucho tiempo. Creo que a ella le puedes decir la verdad, es un alma vieja, es más fácil que comprenda”
—Christopher Marlowe, en realidad no lo conozco y tampoco soy James Hunt o bueno…si lo soy, un poco—movió su cabeza, debía concentrarse—. Me llamo Thor Odinson, mi alma es muy vieja porque en realidad…
— ¿Eres Thor Odinson, hijo de Odin…dios del trueno? Alguna vez leí un libro sobre ti. Los nórdicos te veneraban mucho —Eve cambio su expresión, nuevamente estaba sorprendida—. Eso explica tu antigüedad, no podías ser un vampiro…tienes la piel muy bronceada y unos ojos vivos ¡Que interesante!
—Yo…—suspiró mientras movía las manos—. Es una historia muy larga pero quiero dejar en claro que no los voy a lastimar… ¿No piensas que soy un loco, verdad?
—Señor Odinson, en Tangier hay muchos drogadictos, ninguno tiene 70 000 años.*
Thor sonrió—Es un halago que me vea tan joven…en realidad tengo unos cuantos años más—encogió sus hombros ¡Enfócate! —. Señora, si ha leído de mi entonces también conoce al dios del engaño, voy a ser directo, su esposo Adam tiene un pedazo del alma de Loki.
Eve negó— No, yo lo he tocado y nada ha cambiado, sigo percibiendo que tiene 500 años.
¿Aquello era un problema? El rubio trató de recordar el libro de almas, no había nada que dijera acerca de que el pedazo de alma afectara de alguna manera al cuerpo donde se establecía temporalmente.
Bien, entonces Adam no tenía que sufrir cambios en su edad.
—Olvide eso, en serio estoy seguro, su esposo tiene un pedazo de alma de Loki—Thor sobo sus sienes, este asunto era muy complicado—Mire, me iré sin causar problemas, solo necesito ver la posesión más preciada de Adam.
—Creo que usted sabe muy bien qué clase de seres somos, digo hasta ya sabe nuestros nombres —Eve cruzo sus brazos, tranquila y tratando de digerir esto—. Solemos aferrarnos a los objetos, a un lugar…pero al final lo podemos soltar fácilmente, en si no tenemos algo favorito…
Unos pasos en la escalera alertaron a ambos— ¿Eve, quien es ese tipo? —preguntó Adam a quien se le veía más serio de lo normal.
Thor miro a Eve, ella le sonrió mientras le daba palmaditas en la espalda—No eres un zombie, ayudarte no iría en contra de las “reglas”. Déjame hablar a solas con mi esposo, señor Odinson.
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Adam observo a Thor y por décima ocasión dijo: —No, esto no va a funcionar, Eve ¿Acaso no ves que esto es una mentira? No ha pasado suficiente tiempo desde el último embrollo al que nos metimos. Además… ¿Por qué yo tengo un “pedazo de alma”?—cruzó los brazos y estuvo a punto de levantarse pero su esposa lo detuvo.
— ¿Cómo explicas lo de su edad? —preguntó tranquila en un tono que logro calmar al azabache e inclusive Thor sintió como todo su estrés disminuía un poquito. La voz de aquella dama parecía hecha a capricho de varios ángeles.
—Eve…tal vez fue una equivocación. Simplemente no puede ser un dios porque…no existen— su alborotado cabello tapaba la mitad de su cara— ¿Te imaginas? Los dioses tendrían que ser demasiado crueles para dejarnos vivir así…
—Oh Adam…—se unió a él en un cálido abrazo. El vampiro recargó su cabeza en su pecho y cerró sus ojos, intentando hundirse en su calidez—. Juntarse con filósofos es bueno, mi cielo, pero atormentarse demasiado no lo es…evita terminar como Nietzsche, por favor—dicho esto, besó su cien.
Thor analizó la situación. Adam era complicado, sí, pero parecía no sobrellevar muy bien el estrés, su psique correspondía más a la de un niño algo antisocial que solo se calmaba jugando con sus instrumentos. Loki también solía ser así.
— ¿Por qué necesitas recuperarla? Debes estar muy preocupado para pisar el suelo mortal solo por él…—habló sin soltar a Eve.
—Loki…ambos sostenemos una relación, sin él no puedo vivir y necesito juntar varias partes de su alma—Thor se sintió raro al hablar con tanta confianza del asunto— ¿Cómo te sentirías sin Eve a tu lado?, ahora mismo yo me siento igual…
La rubia sonrió—Amantes separados…sufriendo, nunca he podido soportarlo.
Adam rodó los ojos—Te ayudaría, pero no tengo ninguna pertenencia vital para mí…—se levantó y con una fuerza sobrehumana logró levantar a Thor hasta llegar a la puerta, en donde lo dejo caer—. Ahora puede marcharse de aquí—sin esperar, regreso hasta el cuarto y se encerró.
Eve no tardó en llegar, bajaba las escaleras rápidamente y avergonzada ayudo lo ayudo a levantarse—Vuelva mañana, en la noche yo investigare…hasta luego, señor Odinson.
—Gracias—la puerta se cerró enfrente de él.
Entonces comenzó lo que él llamaba “la caminata de la amargura”, en donde andabas sin rumbo después de una batalla perdida, aunque claro, pensar que Loki ya no estaba muerto ayudaba a calmar un poco su angustia pero Adam hacia todo lo contrario. Eve era la única persona en este mundo que podía comprenderlo y soportarlo…
Se detuvo, impactado ante tal revelación.
¿Eve era la “posesión más preciada” para Adam?
El azabache no le importaban sus guitarras, ni todos esos discos viejos, los apreciaba claro está pero al final del día no tenía ningún lazo con esas cosas. La única cosa, en este caso, persona que le importaba era ella.
¿Acaso debía matar a Eve?