Un vampiro no tiene vida, es gracias a eso que el hecho de que tomen sangre es comprensible. La sangre es el elixir más sagrado existente en todos los mundos, recorre el cuerpo entero, hace bombear el corazón y guarda registro de nuestra rutina. La sangre es vida, Eve la necesita, necesita sentir algo vivaz dentro.
Por eso va con esa nueva doctora noruega aquella con ojos azules y largo cabello negro. Acepta lo que le da sin preguntarse su procedencia porque el hambre no la deja pensar y ya nadie en Tangier quiere venderle bolsas.
Sale del consultorio mal montado, las luces comienzan a cegarla, corre hasta llegar a una esquina, abre uno de los paquetes e inmediatamente procede a beberlo. La sangre cae en su boca, saliendo pequeñas gotas por la comisura de sus labios. El hambre comenzaba a pasar.
Lástima que esa bolsa estaba contaminada.
Todos los personajes de esta historia pertenecen a Marvel.
Capítulo 13
Dolor
Un buen libro de hechizos es lo único que Stephen necesita para pasar una tarde amena. Se había preparado un extraño té proveniente de la terciaba dimensión junto a unas galletas de colores peculiares. Abrió la primera página, dispuesto a iniciar cuando…
“STRANGE” se escuchó un grito.
Strange dejo a un lado su libro y con gesto fastidiado movió sus manos, las chispas salieron disparadas mientras creaban un pequeño portal. En el otro lado se encontraba Thor, sentado en una cama de un hotel, al parecer, caro pues era de un tamaño considerable. Frunció el ceño, claramente enojado por la espera tan larga.
—Debo de matar a alguien para recuperar este fragmento—soltó Thor—Su nombre es Eve.
Stephen puso sus dedos encima de sus labios en pose pensativa. No podía modificar demasiado las dimensiones, en cambio dejar a Loki sin ese pedazo de alma traería problemas ¿Qué hacer? ¿Sacrificar una por otra? Entre más rápido tomara la decisión menos trabajo costaría ejecutarla— ¿Es alguien importante?
—Para Adam
Negó—Me refiero a alguien importante en esa dimensión, un político, medico, etc. —se acomodó nuevamente en su silla, deslizando sus manos por los reposabrazos—Romperle el corazón a alguien no va a afectar el destino del mundo.
Thor estuvo a punto de decirle que aquella afirmación era errónea. Muchos conflictos habían comenzado con personas heridas, lastimadas y alimentadas a base de sentimientos frustrados. Loki es un ejemplo de cómo se puede llegar tan lejos guiado solamente por su corazón roto. Sin embargo, decidió callarse, tenía que tomar decisiones a costa de otros seres y sentir simpatía hacia ellos sin duda era una de las peores cosas que podía hacer—No, ella no es importante.
—Tratare de hallar una solución, Loki nunca menciono en el libro de transferencia de almas algo para esta situación. Si no logro encontrar nada…tendremos que hacerlo. La idea me desagrada pero es necesaria, mientras tanto tú puedes volver a platicar con ellos, tal vez consigas información
—Gracias, Hechicero Supremo
El portal se cerró y Stephen Strange comenzó su labor dirigiéndose a la planta alta de su santuario, justo en donde los libros se encontraban volando de un lado a otro encima de los grandes libreros de mármol. Su capa de levitación lo elevo hasta alcanzar una gran enciclopedia color negro en cuya portada se leía “Vampiros dimensionales” tras un rato de leer lo lanzo directo a una mesa y tomó un pergamino en otro idioma. La tarde se la paso leyendo diferentes escritos, cada uno sin información que pudiera ayudarlo, pero justo cuando estaba a punto de desechar su último libro acerca de nosferatus una extraña hoja salió disparada de entre los demás títulos, provocando que varios saltaran a diferentes partes. Las páginas comenzaron a rodear al hechicero cual si fueran un tornado y entre todo ese desorden una mano alargada lo atrapo.
— ¿Acaso creíste que la diosa de la muerte no iba a poder entrar al Sanctum sanctorum?
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Cuando Thor toco la puerta fue Adam quien le abrió. Se quedó en el portón mientras cruzaba sus brazos en actitud arrogante, casi retándolo—. Tuviste el descaro de regresar.
El rubio trato de asomar la cabeza al interior— ¿Se encuentra Eve en casa?
Ahora que lo notaba, Adam se encontraba raro, sus pupilas estaban dilatadas y el iris tenía un color dorado—Salió…por…—relamió sus labios al notar el cuello descubierto de Thor, vaya que era tan tradicional morderlo en esa zona—, comida.
El dios asgardiano se limitó a asentir ¿lo mejor sería simplemente irse o insistir en quedarse? Se decidió por lo segundo, no había tiempo para regresar, tenía que hallar una manera de salvar a Eve o terminaría matándola. Por su parte, Adam movía sus dedos sobre el marco de la puerta, respirando entrecortado y relamiendo sus labios contantemente. Pasaron algunos minutos en los cuales reunió suficiente coraje para cerrarle la puerta pero en cuanto lo hizo Thor puso su pie para evitarlo.
—Esperare a Eve—anuncio antes de meterse.
Los nervios de Adam se dispararon, tuvo que controlar sus colmillos para que no salieran— ¡Entrar a la morada de un vampiro sin su permiso es de mala suerte! —gruño aun agarrando la manija.
Thor permaneció inmóvil, desesperando aún más al azabache—En serio necesito verla.
Adam siseo, ya molesto por la actitud el otro y con furia fue directo hacia él, dispuesto a sacarlo a patadas, pero en cuanto toco su piel pudo sentirlo; la sangre, estaba ahí, fluyendo cálida como su portador. Esta vez sus colmillos aparecieron al igual que su resistencia.
El de orbes azules trato de entender la situación. No tardó mucho en unir los cabos, un vampiro sin sangre era toda una amenaza, exponerse de esta manera solo lo ponía en peligro o tal vez le daba una ventaja…—Estoy dispuesto a dejar que te alimentes de mí, a cambio solo te pediré dos cosas: no me mates ni me niegues hablar con Eve.
—Eve no está—contesta mientras se le acerca al cuello, aspirando su dulce aroma—. Solo…solo será poco.
Thor lo observo, definitivamente Adam se veía muy fuera de sí mismo— ¿Hace cuánto no…comen? —pregunto para calmarse.
—Dos días—lamio la curva de su cuello, lo cual definitivamente no hizo más que ponerlo nervioso. Cuando sintió los colmillos reconsidero su idea pero el azabache logro detenerlo—Por favor—ronroneo en un tono de voz demasiado sensual—Realmente lo necesito…—no le dio tiempo para escapar y clavo sus dientes.
Thor gimió y cerró los ojos. No dolía tanto como él hubiera pensado, de hecho muy a su pesar…se sentía extrañamente excitado—A-Adam…—jadeo agarrándose de la pared.
El vampiro pasó sus brazos por detrás de él, en un extraño abrazo, fue cuando Thor se sintió con la suficiente confianza para tocarlo igual. Intento regresarle la caricia con la misma intensidad, sin embargo su vista comenzó a cegarse. Hizo el inútil intento por quitárselo, lo cual solo provoco que el vampiro se aferrara más.
Gracias Odin la puerta se abrió.
— ¡ADAM! ¡Sueltalo! —grito Eve.
Eso pareció funcionar, inmediatamente Adam lo soltó y volteo a verla aun con la boca sucia. Su expresión al notar su estado fue devastadora, Eve parecía un esqueleto, su cabello se caía y ni hablar de la cara de esqueleto que cargaba— ¿Qué diablos tomaste? —pregunto mientras se acercaba a ella.
—Aquella doctora nórdica…—inhalo, parecía que ya no podía respirar—no era sangre de la buena—trato de mantenerse en pie pero sus piernas se vencieron, Adam apenas pudo llegar para sostenerla—. Este es el final cielo.
—Oh Eve, no, no amor mío—tomo las manos contrarias, casi eran solo huesos con piel—Aun no puedes dejarme, tú me salvaste ¿Ahora qué voy a hacer sin ti? Eve, resiste, encontraremos algo para curarte, yo…déjame ir, déjame…hacer algo—cuando noto que su esposa ya no se movía, Adam se quedó paralizado, sus manos temblaban, sus ojos volvieron a ser los mismos que tenía al no alimentarse y entonces comenzó, soltó un alarido, un chillido que a Thor le helo la piel aparte de brindarle un sentimiento de culpabilidad. Adam había perdido al ser que más amaba y estaba seguro de que eso no hubiera pasado sin tan solo él no se hubiera metido en su vida…
Adam siguió llorando aferrado al cadáver de Eve hasta que sintió como algo salía del pecho de su esposa, un extraño hilo se agitaba de un lado a otro hasta que consiguió salir. Thor se acercó para tomarlo.
— ¿Solo venias por eso? —hablo con voz entrecortada Adam.
El rubio entendió a qué se refería—No la mate yo—afirmó acercándose a él—Te lo juro.
El azabache cubrió su cara—Solo vete, vete y déjanos aquí. No vuelvas, no me busques, toma la maldita cosa que buscabas y regresa al lugar de donde perteneces.
Thor dudo en irse, ver a alguien tan parecido a Loki sufrir de esa manera, lograba agobiarlo demasiado.
— ¡QUE TE VAYAS O TE MATARE! —Estalló enseñando sus colmillos mientras las lágrimas seguían saliendo sin parar— ¿Acaso no ves el dolor que provocaste? ¿Cuántos seres más vas a sacrificar?
Vaya.
Ahora mismo comprendía todo.
Pedir disculpas estaba de mas, simplemente salió. Afuera el clima era seco y caminar lejos de ahí le resulto una labor titánica aunque automática, dar un paso, dar el otro, no mirar hacia los lados, no tratar de regresar, mantener el hilo a salvo. Paro justo cuatro manzanas después, miro a la gente pasar antes de esconderse en un callejón y llamar a Strange, el portal no tardo en abrirse, ahí adentro se encontraba el hechicero leyendo un libro. A Thor le pareció tan irónico verlo tan despreocupado, cuando se encontraba perturbado hasta la medula.
— ¿Cómo te fue? —pregunto Stephen.
Tomó asiento enfrente— ¿En alguna dimensión Loki es feliz? — pregunto con voz rota y los ojos humedecidos.
El castaño sonrió—Si, existen.
Un brillo de esperanza se vislumbró en sus ojos— ¿Cómo son? ¿Qué cambia?
—Bueno—movió sus manos apareciendo así un portal—. La principal característica de esos mundos es que…tu no estas vivo.
El portal tembló y ante ellos se pudo ver la siguiente imagen
— ¡Hermano! —gritó Thor distrayendo al menor del hechizo que estaba terminando.
— ¿Qué haces aquí? Mis secuaces estarán acribillando a tus amigos en este momento ¿Los dejaras morir solos? — se burló el hechicero, alejándose lentamente del dios de la tormenta.
—Mataste a muchas personas…Destruiste la torre...Esta vez te sobrepasaste Loki, probablemente nunca podrás poner un pie en Midgard otra vez— dijo Thor observando la reacción de su hermano.
— No me interesa, Midgard no es atractivo para mí— respondió el mentiroso colocándose en posición de ataque.
—No es mi deseo pelear hermano ¿A dónde vas? — cuestiono el rubio acercándose hasta el borde de la cuchilla del báculo del azabache.
— ¿Acaso te interesa? —Loki sonrió levemente. Una idea tonta pasó por su cabeza al observar los preocupados ojos de Thor, siendo como se moriría si no podía verlos en una eternidad— Si te cuento a donde voy... ¿Vendrías conmigo, hijo de Odín? ¿Renunciarías a Asgard por mí? Un fugitivo— le respondió Loki bajando su báculo caminando lentamente hacia el dios colocando su mano en el brazo del otro.
— Yo jamás aceptaría eso—contesto con firmeza mientras tomaba su brazo y lo ponía contra el suelo. Loki trato de voltearse pero el peso de Thor era demasiado, no tanto como la impresión de haberlo escuchado rechazar su oferta.
— ¡Suéltalo! —grito una voz conocida para ambos. Tony Stark se encontraba justo detrás del rubio, apuntándole a la cabeza.
El dios asgardiano gruño y levanto sus manos, inmediatamente Loki salió disparado hacia el portal. Justo en el momento de confusión Thor aprovecho para lanzarle el Mjolnir, de no haber sido por un rápido movimiento por parte de Tony, en el cual disparo hacia el techo dejando caer toneladas de concreto encima del rubio y del mjolnir, de seguro Loki hubiera muerto.
El azabache se quedó totalmente inmóvil al ver la imagen—Oh Surtur…¡¿De das cuenta de lo que acabas de hacer?!
Stark negó—Solo me doy cuenta de que tenemos poco tiempo para escapar.
Entonces Loki supo que con Stark las cosas mejorarían. Ambos saltaron el portal tomados de la mano.
Thor trago saliva y mordió sus labios tratando de tranquilizarse. Recordaba eso, fue cuando Odin lo obligo a llevar a Loki a la tierra para corregirlo, una etapa a la cual le hacía gracia llamar “arrodillando a Loki” — ¿Fueron felices después de eso? —pregunto agobiado.
—Sí, lo fueron—movió de nueva cuenta sus manos, el portal comenzó a dar vueltas hasta enfocar la siguiente imagen
Loki se encontraba acurrucado en el pecho de Stark, parecían estar en la sala de una casita con tonos pintorescos debido a los candiles y los muebles de madera. Lucían jóvenes, pacíficos, estables, incluso cerca de ellos un gato gordo negro reposaba en silencio.
— ¿Qué comeremos hoy?—hablo el castaño dejando un beso en la frente del azabache.
—Aún queda pasta en el refrigerador—respondió Loki acurrucándose aún más—Si eso no te va podemos pedir comida china.
—La comida china no me vendría mal ¿Pudin después?
Loki observo al hombre de hierro, delineo sus rasgos, recordó sus acciones y suspiro totalmente enamorado. Se sentía tan raro por fin estar en paz con alguien y consigo mismo, pronto a pronto este estilo de vida relajado de empezaba a encantar— No hay nada en el mundo que me gustaria mas,
Tony por fin se acercó a él para besarlo…
—Cómo puedes ver—Strange hablo—. Loki vive bien sin ti.
Thor lo observo. Si pudiera verse a un espejo hallaría una imagen triste de él, sus ojos irritados tratando inútilmente de contener sus lágrimas, las nuevas ojeras, la barba ligeramente crecida y sin duda ese sentimiento de desasosiego provocarían lastima en cualquier persona.
Pero no podía negarlo más tiempo.
Loki debía vivir sin él.
—Tomare un descanso—anuncio antes de retirarse del salón.
Strange espero a que se fuera ¡Pobre rubio! Lucia tan devastado, pero eso le servía perfectamente, ahora mismo lo tenía justo en donde quería. Sus pies se movieron y una extraña luz verde comenzó a iluminarla, regresándola a su forma verdadera.
—Esto está siendo tan fácil—se rio Hela mientras creaba un nuevo portal. El verdadero Stephen Strange se encontraba atrapado ahí, a la diosa de la muerte le parecía sorprendente que a pesar de haber transcurrido más de 15 horas, el hechicero aún se encontraba buscando la salida—. El juego siempre estuvo a mi favor, querido.