Minato se sorprendió bastante cuando vio al chico moreno que había entrado a la sala, acompañado de Naruto, que al parecer estaba un poco nervioso. Pero prefirio pasar de lado la incomodidad de su hijo al tener una visita.
—¿Quien es tu amigo? — pregunto el rubio mayor, sin despegar sus ojos azules del joven, que aparentemente tenia la misma edad que Naruto.
Antes de que Naruto pudiera responder, Sasuke se adelanto a sus acciones. Saludando con cortesia y toda la galantería que aprendió en su familia.
— Buenas noches. Uchiha Sasuke, Señor Minato; un gusto poder conocerlo. Soy amigo de Naruto. —sonrio, viendo de reojo al rubio menor. Quien le devolvia una mirada horrorizada. A travez de los cristales pudo notar que le saltaban los ojos, por la ira, la furia, o la contencion, no lo sabia. Pero tenia que admitir que esa mirada valia oro. — El me invito a cenar. —Sonrio.
Y otra vez esa mirada asesina. Como anticipando años y años de tortura. Sasuke se estaba divirtiendo, y podía estar seguro de que podía tomar su reacción como una forma de amenaza.
Naruto estaba a punto de hechar humo por las orejas. Y su cara estaba tan roja que parecia que se estaba aguantando las ganas de ir al baño. Pero lo que pasaba con Naruto, era que le daba rabia que Sasuke se estuviera comportando como un caballero con su padre, mientras que con él siempre usaba insultos para comunicarse. Ademas, había mentido sin remordimiento. Había dicho: me invito. ¡El se invito solo! ¿Porque tenia que ser tan hipócrita? ¡Y encima se burla de el! ¡Que bastardo...!
—¿Eso es cierto hijo?
Minato conocía perfectamente a su hijo, y por la expresión que hacia sentía que había algo en medio. Sin embargo, Naruto se obligo a si mismo a dibujar una sonrisa.
Pero se abstuvo de decir lo contrario. Después de todo, Sasuke había prometido no hablar por demás en la cena, y aquí estaban las consecuencias. Lo peor de todo, era que sentía feo cuando Sasuke se refería a si mismo como un AMIGO. Pero no había de otra, el mismo le pidió que no dijera nada. Y al parecer, estaba cumpliendo con la condición y su palabra.
—Si... Te presentó a mi amigo: El te...¡Digo Sasuke! — se corrigio rápidamente — Sasuke, te presento a mi papá. Invite a mi amigo a cenar, espero que no te moleste...
—No, para nada. —interrumpio el mayor de los tres. Luego vio al moreno— Será un gusto poder conocer a uno de tus amigos. No recuerdo la ultima vez que trajera a alguien a casa. Ah sido... un poco repentino. —admitio.
—Gracias por su hospitalidad. Naruto siempre me ah dicho que usted es un buen padre; y honesto también, Señor Minato.— halago al mayor que también sonrió levemente por tales palabras.
Pero Sasuke no estaba pensando cuando dijo:
—¿Y que hay de su esposa, ella esta?
La sala se sumio en un silencio incomodo. Naruto trato de mirar a otro lado, Minato hizo una mueca de tristeza y Sasuke no supo como interpretar aquello. Fue Naruto quien se aclaro la garganta, y hablo primero. Con un tinte nostálgico.
— Sasuke... mi madre falleció.
El Uchiha abrió sus ojos con sorpresa. Le vino un sentimiento de culpabilidad en ese momento. El no sabia... El creía que... Naruto jamas le contó que...
—Lo siento... Yo no...—trato de disculparse, pero Minato, quien se había recuperado le interrumpió.
—No te disculpes. Es solo que es un tema difícil de tratar. Será mejor que vayamos ya al comedor, hay que comer antes de que la cena se enfríe ¿Les parece?— Por la manera que hablaba, Sasuke sabia que quería hablar de otra cosa que no fuera el tema relacionado con su difunta esposa. Ahora se daba cuenta del error que había cometido. Posiblemente el Señor Minato ahora se sentía triste por sus estúpidas palabras, y eso era un mal inicio. Podía dar a entender que no era amigo de Naruto, puesto que este no tuvo la suficiente confianza para contarle sobre su madre. Es decir, Minato podria pensar que solo era alguien que trataba de meterse en la vida del Uzumaki, y que por esa razón, Naruto no le había dicho aquello. Aquello tenia que ser una broma. ¡Estaba metiendo la pata! Y ese Dobe...¿Porque no le había dicho que su madre no estaba viva? ¿No que estaban intentando formar una relacion? Bueno, lo arreglaria de cualquier modo.
—Naruto ¿Porque no llevas a Sasuke al jardin? Seguro que le encantara ver las flores que cuidas —propuso a su hijo, cuando se dio cuenta que el silencio era muy incomodo .
—Eh... ¡Si! ¡Vamos Sasuke! Te mostrare las flores del jardin. Seguro que te gustan— dijo de modo apresurado, primero jalando a Sasuke, para luego arrastrarlo hasta que salieron de la sala y se encaminaron por un estrecho pasillo iluminado por una sola bombilla.
—Dobe, no tienes que arrastrarme. — se quejo el moreno, tratando de aminorar la exabrupta caminata del rubio. Pero este no le solto, seguia arrastrando al moreno. Esto hizo que Sasuke se enfadara—¡Ya sueltame!
Se soltó con una fuerza innecesaria. Naruto no lo estaba escuchando, o por el contrario lo estaba ignorando deliberadamente. Naruto se detuvo cuando sintió que Sasuke se alejaba, pero no dijo nada. Solo miro a un lado para no ver los ojos del moreno. Al percatarse de esto, Uchiha se cruzo de brazos y se preparo para hablar.
—Te afecto lo que dije— No era una pregunta, fue una afirmación.
—No, nada que ver. Solo quería mostrarte las flores que...—se corto repentinamente al sentir las manos de Sasuke en sus hombros. Sasuke lo veía suspicazmente.
— Disculpa. Yo no pretendi hacerte sentir mal. Espero que tu padre no este enojado por mis palabras. Pero Sobretodo, espero que tu no estés triste por mi culpa. —lo miro a los ojos. Estos estaban acuosos y un poco tristes. — Ahora dime: ¿Crees que puedas disculparme?
En ese instante apareció Gaara que apenas había podido escuchar lo que dijo el Uchiha.
—¿Porque Naruto tiene que disculparte?— inquirio seriamente. Con la mirada fulminante al saber que ese chico le había hecho algo a Naruto. Si fuera así, ya mismo lo correría de la casa.
—Eh, Gaara. ¡No es lo que estas pensando!— se apresuro a decir Naruto. Sabia que Gaara ya empezaba a malinterpretar las cosas, y mejor era aclararlas antes de que Gaara saltara sobre Sasuke. Lo cual era una posibilidad muy remota por el gesto enfadado del pelirrojo —Solo estábamos hablando de mi mamá. Y yo, pues, no le dije a Sasuke que ella ya falleció hace años. Así que el se confundio, es todo.— Aseguro finalmente. No dando muchos detalles de lo que sucedió. Al fin de cuentas, su primo ya deberia de intuir lo que sucedió con esas pocas palabras.
—Ah, bueno. — soltó sin mas, disminuyendo sus ganas de acabar con ese tipo, por ahora. —¿Y a donde iban?
El Subaku los miro con una seria mirada de sospecha. Sasuke no hizo amago de decir nada. Por el contrario, esto hizo que Naruto se apresurara a explicar.
—¡Ibamos al jardin! Quería que el Te...¡Sasuke! viera los girasoles y las rosas.
—Si, seguro que le gustan las flores— medio afirmo el pelirrojo con sarcasmo. —Entonces no se tarden. Mi tío y yo pondremos la mesa.
—¡Genial! ¡No nos tardaremos-ttebayo!— sonrió de oreja a oreja tomando de la mano a Sasuke para llevarlo mas pronto por el pasillo hacia el exterior de la casa en el cual estaba un jardin de tres por cuatro metros. Naruto suspiro hondamente para calmar su nervios, y respirar el aire fresco de ese lugar.
—¿Ese es tu primo, no?
Miro a su acompañante, y asintió.
—Si. Su nombre es Gaara. —hablo mientras soltaba un suspiro de alivio. Ahora que estaban solos, tenia que hablar de algo importante con Sasuke, ya que era fundamental explicarle que no dijera imprudencias en la comida. No quería crear otro malentendido como el de su madre. Y tampoco deseaba poner incomodo a Sasuke. Hace un rato pudo notar algo tan raro en su modo de disculparse, que ahora sentía que debía disculparse él. Y también estaba Gaara, que estaba mas hostil con las visitas que nunca. ¿Pero porque precisamente con Sasuke? Ni siquiera le conocía, y ya parecia que no le caia bien.
—¿Porque no me contaste lo de tu madre?
La pregunta fue tan repentina, que dio un brinco sobre si mismo por la impresion.
—¿Eh?
A Sasuke le disgustaba tener que decir la misma cosa dos veces. Pero era muy incomodo el silencio entre ellos, Sobretodo porque al Dobe le salian palabras hasta por los codos. Además, tenia en mente algo mas.
—Ya me escuchaste — afirmó con seriedad. Mirando fijamente las plantas que se alzaban en el jardin. Que por cierto, era muy llamativas.
—Si... perdon. Es solo que...—titubeo un momento. Buscando la mejor forma se explicarse— No me gusta hablar de eso. Ademas, eso ya paso hace muchos años. No había necesidad de...
—Si es necesario. De hecho, fue lo primero que debiste decirme— interrumpió de forma hosca. Y Naruto se desconcerto por lo que dijo.
—¿Y porque tendría que haberte dicho? ¿eh, Teme?— cuestiono, sintiendose enfadado por alguna razón.
Sasuke enarco una ceja como diciendo: "¿No es obvio?" Mas no dijo nada desagradable, porque no era prudente ser agresivo con ese tema tan delicado. Él, de alguna manera se sentía ofendido por el secreto que Naruto le guardo hasta ese momento. Algo le decía que iba a ser muy dificil conseguir la confianza de ese Dobe. Y esto lo comprobaba. Pero no iba a darle tantas vueltas al asunto, por el momento. Aunque se sentía furioso por haber quedado mal con el Señor Minato, lo importante ahora era adelantar sus planes.
Se forzo a calmarse. Por otro lado se sentía molesto consigo mismo, por pensar en algo así, sabiendo que la peor parte la llevaba Naruto al ser huérfano de madre. En cambio él, le estaba reclamando algo que no le incumbia, porque si, eran amigos, estaban saliendo. Pero NO ERAN PAREJA. Y tenían una amistad abierta porque a penas se conocían. No podía decir tampoco que eran los mejores amigos. Porque no lo eran.
—Oye Sasuke. Ya calmate. Mejor te explico lo que debes hacer para que mi padre no te vea como una amenaza — bromeo con una carcajada abierta, al ver que esto había llamado la atención de Sasuke, quien ya lo estaba mirando con confusión.
—¿A que te refieres?
— Solo son un par de cosillas. Para que no tengas que volver a disculparte. — Dijo de forma arrepentida, rascando su nuca con nerviosismo. — solo escuchame ¿Bien?
Bien, Sasuke no tenia opción. Era aparte muy importante salir victorioso de esa casa.
—Habla entonces. Te escucho.
Ooo
La cena se llevo acabo si mayores percanses. Sasuke ya sabia que el Namikaze era un medico especialista en enfermedades cardiacas, por lo que hablo un poco sobre los conocimientos que tenia sobre la nueva tecnología que había para salvar a un hombre de un paro cardiaco. E incluso, tuvo la oportunidad de hablarle de una nueva medicina que la empresa de su padre estaba sacando al comercio. Minato por supuesto se sorprendió bastante por la mente brillante del joven Uchiha. Tanto que ya se había olvidado del error que este había comedido hace unos minutos.
—¿Y tu padre es el dueño de la industria farmaceuta?
Sasuke asintió, terminando lo ultimo de jugo que tenia en su vaso.
—Si. Mi padre es dueño y presidente de la empresa. También hace algunos controles en los laboratorios donde hacen algunas pruebas para que el producto sea de calidad absoluta. —explico con tono serio, recordando de no contar sobre "las otras cosas" que se hacían en los laboratorios.
—Es muy interesante. Cuando era joven, en mis años de la facultad, íbamos continuamente a los laboratorios. Y tengo que admitir que es un proceso muy largo ver todas las sustancias que se le aplican en una sola pastilla. No me imagino tener que crear una cura para aliviar un simple resfriado.
—Sin duda alguna Señor Minato. — confirmo el Uchiha, tomando la servilleta que tenia en la mano para limpiarse la boca.
Por otro lado, Naruto tenia la cara con pequeños trozos de pasta, pero lo que mas se apreciaba, era la mueca de disgusto que tenia. Y es que, por un lado le alegraba que Sasuke se estuviera llevando genial con su papi, pero ¿Tenian que hablar sobre Medicinas y enfermedades? No le gustaba cuando su padre se enfrascaba en sus asuntos laborales, y menos cuando estaban comiendo. No tardo en quejarse. Pero cuando trato de hacerlo, accidentalmente se le salio un eructo. Se tapo la boca con una mano, ligeramente apenado.
— Uops. Lo siento, se me salio. — se disculpo. Y luego añadió.— Papa, ¿Sabes? Sasuke me invitó el Sábado al parque acuático. Y necesitare dinero para subirme a uno de esos botes que son como canoas. ¿Recuerdas cuando me enseñaste a manejar esos palos como las cucharas de helado?
Sasuke, Minato y un silencioso Gaara lo miraron al mismo tiempo. En rubio mayor fue quien con una sonrisa procedio a contestar.
—Por supuesto. ¡Como olvidarlo! Fue en tu doceavo cumpleaños si no me equívoco. — luego miro a Sasuke. — ¿Y sabes nadar, Sasuke?
El moreno hizo un gesto de asentimiento.
—Por supuesto. Aprendí a mis seis años. También se conducir una moto acuática y hace años me enseñaron como pescar.
—¡Wow! ¿Sasuke, sabes pescar?— grito Naruto, emocionado por escucharlo decir aquello. — ¿Quieres que lleve mi caña? ¡Puedes enseñarme a mi también! — propuso con una sonrisa de oreja a oreja.
— Pero hijo. Tu ni siquiera...— trato de hablar Minato, pero fue interrumpido.
—No hay ningún inconveniente, puedo enseñarle. Podemos ir al lago que esta en el bosquecillo de ese parque, según tengo entendido, esta cerca de una cascada y será bueno para que nos podamos sacar algunas fotografías. ¿No le parece?
Pero Minato se veía muy indeciso.
—No lo se...
—¡Vamos papá! De todas formas voy a ir, y Sasuke me acompañara. ¿Que puede salir mal? Ademas. Te prometo que traere unos pescados de este tamaño, mira... — hizo un gesto con sus brazos para decir la distancia que tendría el pez que atraparia. Y eran de la punta de su dedo indice derecho, hasta el indice izquierdo de su otra mano. Inflando de paso su estomago para simular el grosor de la carne.
Ante esto, Minato río un poco por la loca y exagerada imaginación que tenia su hijo.
—¿Quieres atrapar a un pescado o una foca?— bromeo el Uchiha, secretamente burlandose de su rubio usuratonkachi.
Un momento... ¿¡Su rubio!?. Este le miro con enfado.
— ¡Uy! Pues te advierto que no te daré ni la cabeza del pez que atrapare. — advirtió con semblante serio, pero con una clara señal de sarcasmo que hizo hacer reír hasta al pelirrojo. Este se animo a unirse a la conversación.
— Me da la impresion de que el pez te atrapara a ti, primito.
Naruto inflo sus cachetes e hizo una rabieta y lo señaló con un dedo.
—¡Jeh! ¡Muy gracioso! ¡A ti tampoco te daré pescado!
Minato y Gaara rieron con disimulo para no hacer enojar mas a Naruto. Por su parte, este les saco la lengua a los dos.
Sasuke se veía aturdido. Primero por lo que pensó, ¿Su rubio? ¿Como pudo decir eso? ¿Realmente estaba creyendo que Naruto era suyo? Se obligo a tranquilizarse. Todo era un malentendido. Naruto era un doncel maleducado, peleonero, caprichoso, y... no era atractivo. Viera por donde viera, solo veía a un niño sin pechos o curvas. Lo que realmente le llamaba la atención. Pero Naruto no era una mujer, y por eso nunca llegaría a sentir nada por él.
Y por ultimo, estaba muy a gusto con ellos. Mas con el señor Minato que era un hombre serio como el, pero no tanto como lo era su propio padre. Al menos este se permitía sonreír y reír de vez en cuando. Y su mirada era tan cálida y afable, que ya se sentía con confianza para bromear también. En ese momento sintió un pinchazo de envidia. Ahora comprendía la razón por la que Naruto tenia esa actitud tan abierta, alegre y optimista.
Pero por el contrario. Hace rato que se había dado cuenta de las miradas que Gaara le enviaba desde su lugar. El no era tonto. Se había dado cuenta que lo estaba mirando fijamente. Pero ahora reia y parecia divertirse con las estupideces que hacia el usuratonkachi.
—Vaya, ya es muy tarde. — comento de improvisto el Namikaze. Miro al moreno— Deberías de ir a tu casa, antes de que tu familia se preocupe.
"Lo dudo" pensó Sasuke, pero asintió enteramente convencido de que era mejor irse antes de que se hiciera tarde.
—Ah sido un placer platicar con usted, Señor Minato.—extendio su mano para despedirse del mayor. Este lo aferro con amabilidad y una sonrisa muy parecida a la de Naruto.
—No, ni lo digas. Tenerte aquí a sido muy agradable. Puedes venir cuando quieras. Eres bienvenido a esta casa.
Y con eso, Naruto también se unió a la despedida.
—Sasuke— llamo el, captando la atención del moreno— ¡No se te olvide que iremos al parque, eh!
—Obvio que no. Si fui yo quien "te invito" — haciendo énfasis en la ultima palabra. Naruto se sonrojo un poco. Pero luego sonrió con desafío.
—Es que me lo debes, ¿no? Yo tambien de "invite" a mi casa ¿Verdaaad?
Y Sasuke sonrió aún mas, entendiendo el significado de la palabra venganza en ese instante.
Así, Sasuke fue acompañado por Naruto hacia la puerta para despedirse del Uchiha.
—¿Ves, Dobe? Nada salio tan mal. Creo que tu padre hasta quiere adoptarme— se mofo del rubio, solo para verlo enojado. Eso le divertia más que nada. Y no entendía porque.
— Si, si. Sigue soñando bastardo. Mi padre es amable con todos. —se excuso el Uzumaki.
—Pero solo a mi me dijo que podía venir cuando podía — le hizo recordar al rubio. Quien hizo su clásica rabieta de niño chiquito.
— ¡Eso esta por verse! ¡Te apuesto que cuando yo vaya a tu casa, seguramente tu padre me va amar!
El Uchiha sonrió fingidamente.
— Supongo. Pero no es el momento, Dobe. — El si podía asegurar que Fugaku no soportaria la presencia de ese estupido. — Bueno, será bueno que me vaya ya.
Naruto asintió. Para darle la razón, pero antes de que pudiera decir un adios, Sasuke se le acerco y a penas estuvo a pocos centímetros de distancia. Ante esto, Naruto quiso retroceder un paso, pero Sasuke le había agarrado por la cintura. Su cara empezó a arder.
—¡Ah! Te-teme... aquí no...— tartamudeo por el miedo que le causo al pensar lo que pasaría si su padre o Gaara lo vieran de ese modo y en ese momento con Sasuke.
El moreno lo miro con intensidad.
—Calma. Solo quería darte algo. —silencio con voz suave, y levemente mas grave que cuando hablaba con normalidad. —Cierra los ojos.
—¿Que me vas a hacer?— fue la tonta pregunta del Uzumaki. Ligeramente asustado por la mano que se ceñia en su cintura, y el aliento frio que salia de los labios de Sasuke. Esos labios tan rectos, rojos y tentadores. Y esos ojos, la noche, la luz de la luna hacia que los ojos negros de Sasuke se vieran de un color gris oscuro.
—Solo cierralos.—repitio otra vez.
Y Naruto no tenia mas opción al verse acorralado, y con la curiosidad de saber lo que Sasuke pretendia. O era que estaba hipnotizado con esa mirada. Por eso lo cerro de golpe, con el corazon bombeandole freneticamente.
No pasaron ni dos segúndos cuando sintió algo frio sobre su boca. Tardo en averiguar de que se trataba, pero luego recordó esa sensación: Sasuke lo estaba besando.
Se dejo llevar por el contacto. Sus manos instintivamente se aferraron al cuello del mas alto, al sentir sus piernas flaqueando. Podía sentir la humedad de esa boca, su textura, su suavidad, su aliento, su cercanía. El aroma que despedia era embriagante. No quería soltar la boca que le estaba haciendo sentir tantas cosas, no, no quería que ese momento termine.
Pero nuevamente tuvieron que separarse cuando sus pulmones exigieron oxigeno para poder respirar.
Ambos se apartaron tan solo unos centímetros.
Sasuke noto algo extraño. Naruto tenia unos ojos azules como el oceano, brillantes. Tan cálidos y eran grandes. Ahora brillaban como dos diamantes en medio de agua. Sus mejillas estaban rojas.
—Sasuke...
—Espero que te guste.
—¿Que?— Naruto se desconcerto por lo que dijo, así que soltó el cuello del moreno para mirarlo con semblante confuso. —¿gustarme que?
¿Se refería al beso?
Sasuke señaló su cuello, confundido, miro hacia abajo. Agrando sus ojos cuando vio algo celeste brillando con intensidad.
—¿Que es esto? — expreso con verdadero asombro. Tocando con sus dedos la cosa que brillaba en su pecho.
—Es un collar, Dobe. — explico con un leve tono sarcástico. — es un regalo.
—No tenias que molestarte — empezó a decir, pero de inmediato negó con la cabeza— es hermoso. ¡Gracias, Teme!
Naruto sonrió con verdadera alegría, ya que el collar brillaba en la noche y ésta tenia una forma alargada y ligeramente curva hacia los costados.
Y ahora si, Sasuke se despidio.
—Te veré el Sábado.
—¡No te olvides lo de enseñarme a pescar!
De espaldas, Sasuke contesto:
—¡No lo olvido, Dobe!— camino por la banqueta, y Naruto no entro hasta su casa hasta que lo perdió de vista. Vio el collar en su cuello, y sonrió con una tibia sensación en el pecho. Cerro la puerta con lentitud.
Sin darse cuenta de que, Gaara, desde la ventana del segundo piso, lo había visto todo.
CONTINUARA...