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The King and Poker face. por Akudo

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Notas del capitulo:

Hace mucho que no actualizo, extrañaba esto :c

Géneros: Ninguno

Advertencias: ¿Parafilia?

 

7.1 Lágrimas

Jean-Jacques estiraba el cuerpo para mantener flexibles sus músculos y articulaciones mientras esperaba su turno, fue cuando vio pasar a Seung Gil que ya debió terminar su programa libre. Luego de los dos Yuris sería su momento de brillar otra vez.

— ¿Ya terminó el turno de las damas? ¿Cómo le fue a mi favorita?

Fue el saludo muy peculiar de JJ para tratar de acaparar la atención del coreano. Ambos compitieron juntos en la categoría junior, aunque Seung nunca destacó demasiado, y supo que la razón de que el más bajo tardara tanto en debutar como senior fue porque tuvo que cumplir dos años de servicio militar en su país.

Aun así, eso no lo exoneraba de la bienvenida especial a los novatos por parte de JJ. El canadiense habría quedado satisfecho con la sensación de haber cumplido la cuota de molestia del día hacia Lee, a pesar de que éste nunca le contestara ni lo volteara a mirar siquiera, pero la sonrisa de JJ quedó estática en su rostro al lograr apreciar el brillo de las gotas que continuaban cayendo por las mejillas de Seung.

¿Qué era esta sensación que golpeó de pronto en el pecho de JJ? No estaba seguro, solo supo que debía alcanzar al mayor. Lo giró por el hombro y Seung Gil intentó seguir su camino sin dirigirle la mirada, pero el Leroy lo detuvo por la muñeca.

— ¿Quieres dejarme en paz por una sola vez en tu vida?

Con su otra mano Jean lo obligó a alzar el rostro, viendo la preciosa expresión de rabia que borraba por completo la usual impasibilidad del contrario. No se vio capaz de dejar de admirar las lágrimas que mojaban las cortas pestañas de Seung, dejando un fascinante rastro en su descenso por los pómulos del sur coreano. Eran la más hermosa decoración que podría haber imaginado sobre aquella piel tan blanca.

JJ no detuvo el impulso de inclinarse sobre él y alcanzar a lamer las gotas que se acumularon en el mentón de Seung Gil a punto de caer, recorriendo el mismo camino húmedo con su lengua hasta chupar la comisura de sus ojos y así beber las amargas lágrimas desde su nacimiento. El pelinegro mayor no se movió, mirando al Rey en una mezcla de fastidio y desprecio cuando éste quitó su lengua de él.

Y en JJ un furioso deseo explotó como lava ardiendo en su interior.

— Quiero hacerte llorar aún más.

 

 

 

 

 

Géneros: Au

Advertencias: Lemon

 

7.2 Reencuentro más que inesperado

En un club cualquiera de la zona, dentro del cual la acumulación de gente hacía imposible el moverse sin rozar el cuerpo de alguien más, un par de ojos analíticos se desplazaban por el lugar.

Bebió otro sorbo de martini sin interrumpir su silenciosa caza, hasta que una mirada tan azul y arrolladora como el mismo mar atrapó la suya desde unos metros más allá. Interesante, Seung lo observó minuciosamente, siendo sometido al mismo escaneo descarado por parte del fuerte moreno que seguía amigablemente la conversación con sus acompañantes, a pesar de tener toda su atención en el asiático sentado de espaldas a la barra del bar.

El corto coqueteo de miradas fue interrumpido cuando el ojiazul fue jalado a bailar por una pelirroja bastante alta y hermosa. Seung aguardó un poco más buscando otras probabilidades y en unos minutos perdió el rastro de aquel chico bronceado. Se giró, acercando su copa vacía al cantinero por cuarta vez en la noche. La botella de licor estaba siendo abierta para servirle una ronda más cuando una atrevida mano se posó sobre su hombro.

— Yo invito esta. —pudo oír la voz profunda del hombre que decidió hacerle compañía, vibrando a través de la potente música electrónica.

Volteó a verlo y era una persona totalmente diferente a la que se esperó. De todas formas no estaba mal así que le aceptó el trago. Sin embargo, el mismo sujeto fue quien se encargó de destruir todas las expectativas que levantaba su atractivo físico con intentos de conversación aburrida, risas nerviosas y agarres en el muslo de Seung que no llevaban a nada.

Y entendió por qué al verle el anillo de casado en su anular. No, gracias.

— Quieres… ¿quieres ir a un hotel? —se animó por fin a susurrar en el oído del pelinegro, que a estas alturas estaba a un paso de perder toda motivación. El infiel principiante se levantó, tomando la mano de Seung Gil para invitarlo a ponerse de pie y esfumar cualquier duda.

— Lo siento, amigo. Podría apostar a que prefiere irse conmigo.

Un musculoso brazo rodeó a Seung Gil con decisión, haciendo que el infiel se molestara.

— Hey, ¡yo lo vi primero!

El más bajo levantó la mirada para ver a su lado al moreno de antes que sonreía con mucha seguridad sin soltarlo, ni siquiera consideraba al otro sujeto como un rival.

— ¿Estás seguro de eso? —él y Seung se miraron y las luces del lugar hicieron que aquellos iris claros brillaran en infinidad de tonalidades, como una ola que estaba a punto de tragarlo.

Apenas diez minutos después Seung cayó de espaldas en una cama con el canadiense encima, que en contra de su voluntad interrumpió el desenfrenado beso para presentarse.

— Me llamo Jean-Jac…

— No me importa, lo único que gemiré esta noche es que me lo hagas más duro.

JJ sonrió más que complacido, bajando con su hambrienta boca por el cuerpo ya desnudo de Lee, tomó sus caderas y lo llenó de él hasta el fondo. Seung casi gritó, empezando a botar en el colchón al ritmo que imponía el moreno. En medio de su lasciva danza giraron en la cama y el más bajo no tardó en hacer notar su experiencia en el sensual contorneo de su pelvis, tocando su propio cuerpo, lamiendo sus propios dedos antes de meterlos entre su cabello y acelerar el ritmo sin desviar sus ojos de los de JJ. Sabía muy bien cómo moverse para que una erección le diera placer anal.

No hubo descanso para dejar de disfrutar. Cuando Seung fue obligado a enterrar la cara en la almohada las rudas embestidas desde atrás lograron hacerlo reventar, tensándose tanto que JJ quedó completamente atrapado y no tuvo más remedio que llenar el condón con su esencia mientras soltaba un largo jadeo.

¿Cuántas veces lo habían hecho ya? Seung Gil perdió la cuenta hace rato. Suspiró completamente lánguido sobre la cama cuando sintió al más alto salir de él, y JJ no tardó en acercarse a calentarle la oreja con su excitada voz.

— ¿Lo hacemos otra vez?

Solo pararon cuando sus motores quedaron totalmente vacíos y faltaba poco para el amanecer. Jean se metió al cuarto de baño, dejando a un desnudo Seung echado de pecho sobre la cama que revisaba su celular. Al terminar su revitalizante ducha salió sacudiendo sus cabellos con una toalla, avisando a su acompañante que ya podía bañarse también, pero la habitación estaba vacía.

Luego de tan movido fin de semana Jean se encontraba listo para comenzar el semestre universitario con la mejor de las energías. Hablaba animadamente con Emil, respondiendo de vez en cuando los saludos de quienes pasaban reconociéndolo, así fue como su mirada se unió a la de Seung una vez más a través de la multitud.

¿Se habría confundido? No, no era posible. Sus sentidos saltaron de la misma forma que aquella noche.

— ¿JJ? Hombre, te pusiste raro. Ve al baño si te molesta la tripa. —el agarre de Emil lo hizo girarse y parpadear atontado, así que cuando intentó buscar al coreano de vuelta entre la masa estudiantil fue en vano. ¿Ese chico era de su misma universidad?— Mejor tendrás que apretar, se nos hará tarde.

Apresuraron el paso hacia su primera clase, después de todo si realmente estaban en la misma facultad tendría la oportunidad de volver a encontrarlo. Solo no pensó que esa oportunidad se daría tan pronto, porque ni tan siquiera terminó de tomar asiento junto a Nekola en las gradas del auditorio cuando, entre los demás alumnos que ingresaban saludándose y haciendo el tonto, Lee apareció.

Con un gesto divertido Emil le señaló que sonriendo así con la boca tan abierta podría tragarse alguna mosca descuidada, pero es que en esta situación JJ no podía reaccionar de otra manera. ¿Sería posible que no solo estuvieran en la misma universidad, sino que resultara que también serían compañeros de clase? Justo en ese momento Seung Gil levantó la vista hacia él y Jean estuvo a punto de lanzar a su amigo por las gradas como un costal para invitar a aquel chico a sentarse con él.

Pero en cambio Seung se dirigió a la mesa del profesor, dejando allí su bolso.

— Mi nombre es Lee Seung Gil y seré su profesor de coreano.

¡¿Qué?!


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