El sonido del tachado incesante del lápiz sobre el papel rasgó el silencio para luego sumir la habitación nuevamente en este mientras el joven de pupilas borgoña observaba con atención la lista sobre la cual había tachado por incontable vez los puntos más importantes, los que consideraba más «vitales» de sus propósitos para año nuevo.
Tras verificarlos por última vez Kaname dejó escapar un leve suspiro cansino mientras se reclinaba hacia atrás en su asiento, dirigiendo su mirada hacia la ventana de la estancia, percatándose del caer de la lluvia en medio de aquella noche.
Un suave dejo de sorpresa se dibujó en sus facciones durante un segundo. ¿Ya había anochecido? ¿Cuánto había durado realizando aquello?
Había perdido la noción del tiempo. Sin embargo aquella lista lo valía.
Posó su mirada sobre su escritorio inquiriendo sobre la lista y la asió verificándola con cierta satisfacción ante el orden de los puntos plasmados en ella:
1. Hacer las paces con Kiryûu Zero.
2. Hacerme su «amigo».
3. Deshacerme de los estorbosos inconvenientes, llámense: «manipulador hermano gemelo», el hastiante Takamiya Kaito e incluso de mi querida hermana (y a veces tan lenta para entender algunas cosas): Yuûki.
4. Obtener exclusividad en la atención y «cercanía» de Kiryûu Zero.
5. Conseguir acaparar por completo los sentimientos de Kiryûu Zero.
Una sutil sonrisa surcó sus labios al finalizar su lectura. En principio se cuestionó si debería añadir algo más, sin embargo tras horas había llegado a la conclusión de que aquellos puntos eran los esenciales luego de días de debates internos antes de aceptar lo que le impulsó a tomar esa decisión puesto que, aquello no era simplemente una lista acerca de las metas de año nuevo dirigidas hacia la persona que despertaba ciertos sentimientos en él. Aquella era una lista con los «propósitos de año nuevo» dirigidos hacia aquel quien durante años fue su «enemigo»; su rival, y el cual en cierta forma lo seguía siendo a pesar de que luego de verle junto a Takamiya, empezara a comprender que quizá aquel «odio» sentido durante tanto no se trataba exactamente de esto.
Era irónico aceptar aquello. Mas, si por fin lo había comprendido simplemente lo olvidaría y dejaría pasar. Lo olvidaría y dejaría a Takamiya y a Zero actuar libremente. Un desdeñoso sentir le inundó al rememorar a Takamiya y su interés por Zero. Definitivamente no dejaría que ocurriera aquello. Kaname jamás retrocedía ante sus decisiones. Por ello contempló la lista una última vez inquiriendo con especial atención en el primer punto: «Hacer las paces con Kiryûu Zero». Ciertamente sería difícil en demasía, mas Kaname sabía qué movimientos usar en aquella jugada. Por eso definitivamente tenía la certeza de que al final solo habría alguien que podría obtener la atención de Zero, y aquel alguien solo se podía tratar única y exclusivamente de alguien como Kuran Kaname. De alguien como lo era él.
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