…..fue un espectáculo impresionante, apuestas a mi nombre aunque es obvio que un esclavo jamás vería un solo centavo, luchar para que otro se haga rico, una carnicería donde uno nunca sabría si sería el ganador o el perdedor.
Ese día, habló del dia en que lo conocí fue mi última pelea de esa naturaleza, todos gritaban, querían ver sangre correr, mía o del otro muchacho, que importaba, desnudos como un par de animales y armas punzocortantes por todo el lugar, si has oído de los gladiadores romanos, esto era algo muy similar pero más moderno, gran multitud, pero un público reducido a gente de dinero….ya sabes? Lujo de ricos.
Entonces esa misma noche de la que te hablo, en medio de la arena, con todos mis sentidos alerta, entre toda la multitud lo vi a él, Leenox sonreía, me sonreía a mi, vestido con las ropas más finas que esa época podía ofrecer, su mirada me llenó de rabia, todo aquel que se burlara de nuestra miserable forma de vida se ganaba mi puto odio, no solía mirar al maldito público, pero esa mirada era penetrante, ignorando a mi contrincante salte sobre la valla de contención, como un animal sin oportunidad alguna de cruzarla, pero no pude evitarlo, leí sus labios.
-Un ejemplar precioso….-de nuevo la estúpida sonrisa, mi distracción hizo que mi atacante tuviera ventaja, dandome una puñalada en el hombro izquierdo, me gire y le salte encima en un intento desesperado por retomar la pelea y seguir aferrándome a mi vida-**Ahora el tono de Eric era un poco más calmado pero concentrado, como si estuviera viendo las imágenes de lo que me contara, y si me lo preguntan, yo no podía imaginar a un Eric de 18 años sucio y triturado intentando sobrevivir mientras peleaba con otros con aspectos deplorables**-luego todo se puso borroso ese dia, por mas que concentre mis recuerdos no puedo recordar bien, caí al suelo y en un parpadeo mi contrincante yacía muerto a mi derecha, la cabeza de mi en ese entonces dueño a la izquierda, el recinto en llamas, gente gritando horrorizada sin control de sí misma y Leenox frente a mi extendiéndome su mano, por su puesto, no erroneamente yo le atribuía el caos a esa misteriosa persona, en un último intento por mi supervivencia le salte encima, él sin esfuerzo me sometió por el cuello.
-Shhh tranquilo muchacho….ahora estás a salvo-y río, una burla, pero es obvio que yo no podía hacer nada contra su agarre, tu conoces la fuerza de un vampiro, me obligo a beber de su sangre para sanar mis heridas, y luego me llevo con el a su casa….a un puto y extravagante castillo en medio de la nada….tu puedes imaginar lo...joder...lo confundido y asustado que estaba?
-asustado….-repetí atento a su expresión facial, no podía creer el relato, parecía tan surrealista pensar en *ese Eric* eric también se asusta.
-Si….asustado, la sangre de ese sujeto me había curado…-suspiro-asi fue mi vida antes de ser inmortal
-Lo quiero todo-frunció el ceño
-De qué hablas?
-Quiero saber todo de ti….cada detalle…..tu no fuiste un vampiro hasta los 28 no es así?....que paso para que el te transformara?... Cuéntamelo
-Vale.... Lo haré….y quiero que veas lo mucho que eres para mi….porque nadie conoce la historia...asi que continuo
-Que quiere de mí?-estaba a la defensiva, le escupí a los pies, se acercó a mi y tu has sentido la manipulación que ejerzo con mis ojos...no se comparan a la que ejerce él, me hinque en el momento en que me miró fijamente.
-Eres el ejemplar perfecto niño-me tomó fuertemente de la mandíbula girando mi rostro y observando cada detalle de este-que es lo que más desea tu corazón?
-Poder para pisar a todos los que me han pisado-apretar los dientes
-Ambicionas poder, dinero, riqueza?....-Leenox se acercó a mi peligrosamente-y yo te ambiciono a ti pequeño caimán, yo ambiciono está preciosa sangre pura, llena de rencor, acarició mi cuello con dos dedos, el precio que tiene tu cabeza me parece poco-Leenox lamió mi cuello, y mi voluntad era suya, estaba por completo sometido, fue entonces la primera vez que yo fui mordido.
-A que se refería….tu sangre?-el relato en este punto me resultaba algo desagradable pero me callé, y esque enserio lo repito, yo no me imaginaba a este enorme monstruo de pálida piel siendo sometido de esa forma.
-A qué se refería con que?
-Llena de rencor y esas cosas?
-Te lo he dicho….yo puedo sentir tus emociones cuando bebo de ti, es una coneccion, puedo ver recuerdos, sentir el dolor o emoción de los mismos Leenox era lo que buscaba, en ese entonces los vampiros mataban sin importar que, el secreto era eso y punto, yo mato, pero a veces solo bebo.
Estuve aterrado cuando sentí el propio fluido de mi sangre pasar de mi cuerpo a su boca, pero no me podía ni mover
-Oh tranquilo niño, que no pienso matarte…..te lo daré todo por que tu mirada es lo que buscaba...no tengas miedo y sígueme-Para cuando dejo de beber de mi, yo ya estaba agotado y casi dormido, me llevó a una habitación, la suya para ser precisos-Eiríkr-lo miraba desorientado-no tienes un nombre verdad?
-Los esclavos no pueden tener un nombre
-Ya no eres un esclavo...y tu nombre ahora es Eiríkr-si, el me dio mi nombre, si algún día tuve otro dado por mis padres ya lo he olvidado.
Dormí toda esa noche, la falta de sangre me tenía agotado, mis heridas habían sido medio curadas por el, mi confusión me hizo querer huir, pero estaba en una fortaleza, y como sabes él podría rastrearme.
Una de las sirvientas se acercó a mí con la debida cautela, la mire furioso.
-Joven amo... Le gustaría tomar un baño?-la tomé con fuerza de los hombros y la zarandee, estaba asustada.
-Dónde demonios estoy?!
-En casa de nuestro señor Leenox-la mujer sonrió, me inquieto un poco, silvo y un enorme hombre apareció de la nada para sujetarme y llevarme hasta el lujosisimo baño que poseía ese excéntrico bastardo, varias mujeres me esperaban para lavar mi cuerpo y vestirse con ostentosas ropas de la época, tú adivinas lo que mi cabeza deducía?...mi instinto me decía que no por nada ese extraño hombre me quería aquí, y a mi, entre tanta gente me eligió, quería favores míos.
La atención de las mujeres no me molestaba en lo absoluto, nunca había tenido el acceso a ellas pero me atraían, era muy común entonces la homosexualidad, por ende mi bisexualidad humana era muy comun, y me lo permitían, eran solo para mi, Leenox ordenó que me cuidaran como a su hijo-*joder qué rumbo tomaba esto, pero la rabia de sus ojos cambió a nostalgia y burla, burla a el mismo, sonrisa altanera de medio lado tan característica de Eric*-tome en ese instante en el que ellas lavaban mi cuerpo, los suyos, y ellas parecían felices de que un muchacho lo hiciera frente a las otras, me sacie de sexo con ellas y me animaban a seguir, perversas y hermosas criaturas de las que su rostro no es más que una mancha borrosa en mi mente, adoradoras del diablo que seguían a mi padre mentiroso haciéndose pasar por el mismísimo Satán, de ese hombre aprendí a mentir.