-----Chris----
Pasé la noche más agradable que recordaba, luego de que Gared comiera me quede profundamente dormido, el colchón era tan jodidamente cómodo, las sábanas, las cobijas, el silencio del 5to piso, la respiración de mi bebé, su aroma, era perfecto, Gared no lloro en toda la noche y si lo hizo su padre se encargó de eso, cuando desperté eran pasadas las 8 am, Eric me tenia abrazado, ya estaba dormido, me giré despacio y lo besé, Gared no estaba, podría dormir así hasta las 12, pero tenía que estar al pendiente de mi criatura, me safe del agarre de Eric y me levanté, me dirigí al cuarto del bebé, ahí estaba, tranquilo, limpio y dormidito, me recargue en el borde de la cama, había sido una maravillosa primera noche en nuestra casa….aunque era enorme y las cosas siempre son inciertas con Eric me sentía cálido….me sentía seguro, lo amaba tanto, Eric, creo que estos sentimientos por mas años que pasen jamas podrian cambiar por completo.
…
Así comenzó nuestra vida como una pareja real, se sentía demasiado raro, pero feliz, era difícil acostumbrarse a horarios, yo me cansaba mucho con el bebé y la casa y no podía estar despierto hasta la madrugada como cuando nos conocimos donde yo podía seguirle el ritmo a cualquier hombre gracias a la cocaína y a mi rutina de dormir de dia, ahora Eric estaba en casa lo más pronto que podía los dias que podia y me ayudaba con el niño, osea yo no podía asimilar del todo ver a Eric haciéndose cargo del bebé, ese hombre cruel y malvado, ese caballero sarcástico, gran idiota macho, cargando con amor al bebé, cuidando de ambos, era algo que enserio me hacía sentir loco, como si fuera una de mis alucinaciones, pero no!, era real, estaba frente a mi y me hacía sonreír, mi bebé no era como yo, mi bebé tenía un papá que lo quería de una manera correcta, mi bebé no iba a pasar hambre ni estaría sucio por horas...yo no iba a ser mi mamá, ahora podía ver al pasado como recuerdos que eran y hasta reirme, *las drogas van a matarme*, *quiero morir*, *no me importa si me matas*, *no le tengo miedo a ningún hombre ni a un puto vampiro, suficiente tengo con mi propio infierno*, todo lo que le gritaba a Eric o a cualquiera, yo en serio deseaba morir o no haber conocido a Eric, mi destino era morir por la droga y mirenme aquí! Joder, casi era cómico...creo que ya no soy un animal salvaje y lo más irónico de todo (creo, ya que realmente no se que demonios es la ironía), es que el mayor hijo de puta que hubo en mi vida y de los mayores causantes de mis problemas, fue también quien remedio mis males, quien me hace feliz, quien me dio mi motivo para seguir viviendo, la vida es demasiado extraña como para realmente buscarle un sentido, solo mirenme, no soy esa pequeña perra que conocieron al inició, como sea, continuo.
Pronto mi pequeñito Gared cumplió sus 2, 3, 4...6 meses, 6 meses que para mi pasaron demasiado rápido, aunque jodidamente agotadores, cuento lo de los 6 meses porque joder!!!! Fue demasiado emocionante, Gared podía sentarse sólo; como dije antes, le hable a Eric de Dietter y como el no estaba de dia despierto realmente le valía madres, además Dietter era de mucha ayuda, Eric me insistió en contratar servidumbre, pero no quería una mujer extraña cerca de mi bebé o rondando mi casa por ahí con el bello cadáver en la habitación, así que yo y mi contratado Dietter nos encargabamos de la casa, a cambio yo le pagaba, le compraba lo que necesitaba de la escuela, y también le daba de comer bien, su madre no lo tenía bien alimentado por lo mismo de los malditos horarios irregulares de los qie que llevamos ese tipo de vida así que el niño estaba muy bien, no se untaba con gente peligrosa, me ayudaba bastante, hacía sus tareas y me ayudaba a cuidar a mi bebe, pero hablaba de mi bebé, como decía, ya se mantenía sentado el solito, además, obviamente con supervisión del médico y pánico mío, Gared comenzó a comer papillas de verduras, luego de frutas, era todo un espectáculo darle de comer, pero me daba demasiada emoción, además, ya era más activo, pasaba mucho tiempo en el suelo porque me gustaba tenerlo cerca cuando hacía cosas, pero tuve que empezar a delimitar espacios porque el empezaba a girar sobre sí mismo sobre el suelo y me daba miedo que pudiera hacerse daño, aunque siempre o Dietter o yo lo vigilabamos, este se había encariñado rapido con mi bebé además, supongo que en ese entonces se resignó por fin a que yo y Eric éramos una pareja bien o simplemente el amor se le pasó, como sea eso estaba bien para mi, era un alivio.
A los 7 meses comencé a darle carné a Gared, estaba adaptándose bien a los cambios, pesaba ya 8kg lo cual era correcto, su crecimiento estaba siendo bastante normal para haber sido prematuro lo cual me hacía realmente feliz, y yo intentaba no ser paranoico con todo, Eric me reprendia cada noche, claro, era un anciano, dijo que aunque nunca había tenido hijos sabía teóricamente mucho, primero cuando comenzamos a usar de lleno la cuna me regaño por la manera en la que acomodaba al bebé, termina llorando, si lo acomodaba de manera incorrecta había riesgo de muerte súbita, igualmente con la manera en que lo envolvía, de que no debía impedirle la movilidad, luego el tema de los chupones, me enloquecía ver a los bebe con chupon se ven demasiado adorables, como el pequeño Klass tan regordete y hermoso, pero Eric me dijo que era malo dejárselo tanto tiempo asi que limite mucho el uso aunque eso hacía que babeara más, ah, pero me hacía inmensamente felíz que Eric se interesará en su hijo tanto como yo, incluso me compró un teléfono, yo y la tecnología no éramos lo que se llama amigos, me daba igual, no era parte de mi, pero como eric salía por días, y en algunas ocasiones por semanas decía que era importante que yo me comunicara con los demás, por cualquier emergencia, si el bebé se enfermaba, o simplemente para. Que el y yo pudiéramos hablarnos, aprendi lento pero lo hice, le mandaba fotos a Atsushi, a Annet, a Jade, a la señora Julia, aunque a estas 3 últimas si las veía seguido, a Eric cuando estaba lejos e incluso a Dag, Dag que estaba contento con su pareja aunque a este no le parecía tan bien que yo le hablara por celular, a Dag y a mi solo nos causaba risa, me imagino que reconciliaciones tan buenas me ha de dar.
Bueno en general con mi bebé todo estaba de maravilla, yo creo que un bebé mas bueno no me pudo tocar, no era chillón, era muy risueño y sociable y bueno, era hermoso, demasiado hermoso, en cuestiones con el papá también estaba de puta madre, yo se que les importa mi pinche vida sexual más de lo que debería y aquí lo tienen, como todo el mundo ya lo sabemos Eric tiene un apetito sexual muy grande y sinceramente yo no creo que me sea fiel, apostaría que cuando está lejos de mi y se le atraviesa un culo bonito no duda ni un poco en comerselo, y no me importa, porque sé que por ese culo no rogaría, no cuidaría a un hijo suyo, no lo sacaría de la callé, no le compraría una casa, no le contaría sus secretos, no le daría la clave para matarlo, no platicaria con él no le dejaría su cuerpo expuesto de día...no le haría el amor...mientras eric me amara, lo que le pidiera su pene me daba igual, pero en ese ámbito también estábamos muy bien, cuando estaba aquí cogíamos a diario, Eric era cariñoso, y lo habíamos hecho en cada parte de la casa, nunca alguien podría cansarse de hacer el amor con Eric, con ese increíble monstruo lleno de fuerza y pasión, estábamos pienso yo en un buen equilibrio.
Al bar deje de ir frecuentemente...más bien deje de ir, iba más a oír consejos con la señora Julia o a comer con Jade….y saben?, no extrañaba ni un poquito mi antigua y asquerosa forma de vida, era muy bonito caminar por la calle con mi bebé en brazos o en carreola sin ser señalado como un ladrón o una prostituta, nadie me conocía en esa parte donde ahora vivíamos, me veían raro si, pero no con lastima o asco, mas bien con curiosidad o espanto, jaja por la edad y por el niño, pero no me hacían sentir como basura, ya no me sentía como basura, prefería ser mil veces el ama de casa en el que me convertí que en la pequeña perra que fui, ah, estaba feliz, y cada día que pasaba dejaba un poquito mas de mis inseguridades.