A partir de ese día me volví algo más que la puta de Eric….casi su amante, el pago las deudas de mi madre y pude quedarme con la casa, incluso ofreció que me fuera con el al bar donde ell casi siempre estaba, me negué, no quería un chulo aunque maso menos lo fuera, le pedi inmunidad, la mayoría de los bares de la zona eran de su propiedad y yo no quería que las demás putas siguieran golpeándome, me la dio, y comenzó un buena época para mí o así lo veo yo.
-¿Es lo único que quieres crio?-me dijo una vez le pidiera que saldara mis cuentas y las de mi madre
-Si
-¿No quieres una mejor casa en una parte bonita de la ciudad?
-No….esta es mi casa….y ahora tú tienes derecho sobre mi cuerpo….pero no vamos a jugar, yo soy prostituto y lo seguiré siendo, tienes prioridad en mi lista de clientes, pero no quiero un Sugar Daddy, no eres mi dueño-soltó una risilla
-Me parece bien mocoso….si necesitas algo no dudes en pedir ok?-solo asentí -Toma-extendió su mano hacia mi-recibí lo que me dio, era un pendiente, una cruz de oro blanco, lo mire dubitativo
-¿Qué es?
-Un pendiente, estas siego, quiero que lo uses-sonreí
-¿Mi placa de perro?
-Asi es-mirando bien al señor Sammet, vi que el traía el mismo pendiente del lado izquierdo, me sorprendió un poco, me estaba dando el par de su pendiente-¿Qué?
-No…no es nada-se agacho a besarme y luego entro de nuevo a mi casa, iba a seguirlo pero me detuvo
-Quédate aquí hasta que me vaya
-Ok…-me senté en la escalerita de afuera
-Te diré donde estará par que vayas a visitarla-guarde silencio, espere un rato afuera antes de volver a entrar a casa, era extraño, tanto silencio, ahora era huérfano, aunque siempre lo fui.
Todo el día siguiente lo use para arreglar la casa y deshacerme de sus cosas, ya tenía un lugar para recibir a mis clientes, no me gustaba que me jodieran en callejones, entre la mugre, era asqueroso, y una de las dos habitaciones seria solamente para recibirlo a el…era un hombre de dinero y con clase, no como la bola de perros erguidos que les vale madres las condiciones del lugar, supongo que el preferirá hacerlo en un lugar limpio, aunque ¿eso debe importarme?
Eric no es de los hombres que pierde el tiempo, al día siguiente fue a mi casa de inmediato a buscarme.
-Volví mein Klein Dämon, ¿estas triste?
-¿Debería?, tengo a un obsesionado vampiro tras mi carne-rei, no creo que le agradara el cementerio
-Ya te he dicho que solo siento curiosidad, me agarro por atrás y me arrimo su cadera-obsesionado quizás con esto-me agarro con descaro el culo.
-Quizás lo único que tengo bueno-de nuevo rei, me gire y fui yo quien atrapo sus labios, no quería contestar preguntas, la verdad es que si me sentía triste, correspondió de inmediato y me metió a la casa arrojando mi cuerpo a la cama en eso no ha cambiado, es agresivo en la cama pero lo hace de una manera única, los vampiros tienen fama de ser buenos en la cama, yo confiemos ese mito, eso y sumando mi amor por ese hombre, aunque en ese entonces no era asi, estar con Eric era como probar el cielo.
Me follo, mucho más duro e intenso que la primera vez, el hombre tenia sus trucos y esque hizo que me corriera en pocos minutos-cuando recuerdo los polvos con Eric y no lo tengo a mi lado quiero tocarme, lo siento mmmmhg.
-¿Cuántos años tienes crio?-me dijo una vez hubo terminado en mi interior y yo me encontraba sobre su pecho recobrando el aliento, el muy descarado seguía rodeando mi agujero con uno de sus dedos
-13, eso te conviene en un maldito pedófilo
-En teoría, y a ti en un necrófilo, pero como ni yo estoy vivo y tampoco muerto y no entro en la categoría de humano no lo somos asi que estate tranquilo-solo atino a reír, además no parece molestarte tener la mirada de viejos enfermos sobre ti.
-Necesito comer y es para lo único que sirvo
-pues me servirás muy bien-me beso-pero necesito que engordes un poco
-No te gusta mi cuerpo?-rei y me retorcí un poco haciendo que mis huesos se marcaran
-Me encanta, pero no quiero que mueras tan pronto, creo que me divertiré un tiempo contigo-le desvié la mirada
-Hare lo que pueda amo-lo dije en todo de burla y pase mis dedos por uno de sus pezones, me gustaba su cuerpo, era un poco musculoso pero no exagerado, y su espalda ancha, quizás el hombre mas guapo con el que he estado.