Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Light |Jicheol| por Nanaaa

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

-Huye antes de que la linchen- pokkhashjkjsah 

S.A.L.U.D.O.S <3

 Viernes 17 De enero del 2017 en algún lugar de las calles de Seúl.

La música sonaba agradable a los oídos de los asistentes, era un local que desbordaba lujo, un bar aun lado, un escenario con una pasarela corta adornaba el centro del lugar, el alrededor está rodeado de mesas con sillones de cuero en sustitución de simples sillas, más alejado del centro habían mesas más oscuras y privadas para aquellos que quieran tocar con total libertad a los que allí prestaban servicios.

La palabra "Bar PLEDIS" brillaba en la entrada al local, con una fachada que no llama la atención, como si de un simple bar se tratara, pero resguardada por una fuerte seguridad, pero este no es solo era un simple local en donde cualquier persona entra. No. Solo los VIP entran, aquellos que pueden pagar un servicio dentro del lugar, aquellos que buscan que alguien los complazca por solo una noche.

Personas de un alto nivel en la sociedad, personas del mundo de la política, hombres con familia, empresarios independientes y millonarios, eran los que asistían al lugar.

Pero este no es un lugar en donde la típica chica linda obligadamente ofrece su cuerpo, porque aquí todos son guapos y jóvenes chicos, por su puesto obligados —. algunos muy jóvenes—. ofreciendo su cuerpo al mejor postor.

—. ¡Hola... si! ¡Probando! ¿Me escuchan? —. Hablaba desde un micrófono un joven arriba del escenario.

Diferentes respuestas ¡No! ¡Sí! ¡Más o menos! se escuchó de parte de público.

—. DJ puede bajar la música para que me oigan mejor —. Decía haciéndole un gesto gracioso al chico que manejaba la música —. ¡Bien, seguimos! ¡Muy buenas noches señores, ¡Bienvenidos! soy Kim Heechul, daremos comienzo a esta segunda subasta de la noche —. Decía sonriendo hacia el público lleno de hombres, jóvenes y viejos que recién se integraban al "bar" —. Pero... Primero que nada... Quiero darle la bienvenida a nuestro querido jefe el "Señor Choi" —. Hizo una reverencia —. Es la primera vez que nos honra con su presencia ¡Es un honor tenerlo presente está noche! ¡Hubiera deseado que llegara a la primera subasta por si se interesaba por algunos de nuestros dulces chicos pero aún está a tiempo —. Lo miro haciéndole un guiño de ojo, pero solo recibió un gesto de cabeza apenas perceptible por parte del jefe rodeado de hombres que cuidan de su seguridad.

—. B-bien —. Se aclaró la voz, todo el mundo conoce la personalidad fría del Señor Choi —. Esta noche continuaremos con dos lindo jovencitos —. Heechul se manejaba con tanto profesionalismo arriba del escenario, como si de un conductor de programa se tratara —. El primero viene directamente desde las calles de Daegu, dulce como el azúcar ¡Pero! —. Se detiene haciendo énfasis en la última palabra —. ¡Difícil de domar! —. Relataba —. Y nuestro otro chico viene de un lugar más lejano, tiene un acento muy especial, desde las calles de Busan, es tierno como un pequeño conejo asustadizo ¡Perfecto para someter! ¿No creen? —. Se dirigió el público que abuchea con expectación—. Sin más rodeos ¡¡Con ustedes, señores!! ¡¡Min Yoongi y jeon Jungkook!!

Exclamaciones y miradas lascivas que los recorrían por completo, recibían el par de chicos que subía por las escaleras que había al costado del escenario.

Eran dos chico muy guapos, el primero Yoongi, de estatura baja, piel clara y tersa, de mirada fría y desafiante, vestía un pantalón negro ajustado rotos en ambos muslos un poco más debajo de la ingle, algo que dejaba mucho a la imaginación y con ganas de ver mucho más junto con una camisa azul ajustada a su delgado cuerpo, el segundo Jungkook más alto pero de cuerpo delgado sin pasar de lo exagerado, vestía unos pantalones blancos ajustados haciendo notar sus trabajadas piernas, complementado con un suéter, de color negro y rojo.

—. ¡Vaya, vaya! Pero que guapos están esta noche —. Los halago, recibiendo un ¡Gracias! Con una fingida sonrisa de parte de Jungkook y una mirada de desprecio de Yoongi —. ¡Bien! Comenzaremos con la segunda subasta de estos lindos chicos, el primero será el más pequeño Jungkook ¿Quién dijo 500.000 Wones?

—. 600.000 mil —. Dijo uno de los de asistentes.

—. 700.00 mil —. Aposto otro.

—. 800.000 mil —. Grito grito desde el fondo del lugar un hombre.

—. 1.000.000 wones —. Dijo un hombre que bordeaba los cincuenta, mientras lanzaba miradas poco sanas al cuerpo de Jungkook.

—. 3.000.000 wones —. Dijo un hombre joven, alto, de cabello castaño y sonrisa de Príncipe.

El hombre cuya apuesta fue pasada en dos mil wones, Bufo y le lanzó un gesto de retirada a Heechul que esperaba una contra-apuesta, ya habría más chicos pensó.

—. ¡Woow! —. Exclamo Heechul sorprendido por la cantidad elevada que estaba dispuesto a pagar el joven, según su información se trataba de Kim SeokJin, Empresario joven e independiente —. ¿Alguien tiene más para ofrecer? ¿Alguien? ¿No? —. Hizo una pausa —. ¡E-está bien, subastado al señor Kim! Bien comenzaremos de inmediato la segunda subasta; partiremos con 500.000 también ¿Alguien?

—. 5.000.000 wones —. Dijo sin inmutarse un chico de cabello rojo.

El silencio se extendió por el lugar.

—. ¿E-está seguro? —. Pregunto Heechul sorprendido aún más por la gran suma de dinero dispuesto a pagar, recibiendo un asentimiento por parte del chico sentado aún lado de Kim SeokJin, este se trataba de Park Jimin, heredero de las empresas Park.

—. Bien... ¡No olviden las reglas que tenemos en este lugar, son solo dos; simples y sencillas, la primera; solo deberán utilizar nuestro servicio dentro del lugar, en aquellas habitaciones de lujo que muchos de ustedes ya conocen y otros que pronto conocerán —. Bromeaba con los asistentes, personas que asistían por primera vez y otras que nunca faltaban a la subasta del día viernes —. La segunda es que solo... Deben disfrutar de su placentera noche —. Y con un gesto de cabeza, les indico a Yoongi Y Jungkook que guiaran a sus compradores de una noche al lugar en donde pasarían una completa velada —. ¡Haremos nuestra ya típica pausa para continuar con la última subasta de la noche... No olviden que también están disponibles nuestros jóvenes y guapos meseros que los atienden cada noche, solo deben dirigirse a quien les habla y por supuesto ¡No olviden que AQUÍ tienen total seguridad y confidencialidad.

*
*

Unas horas más tarde mientras todo eso y más ocurría en el "Bar PLEDIS" los hechos producto de la primera subasta se consumaban en aquella habitación, espaciosa y de lujo, con una enorme cama en el centro y un sillón de cuero a un costado.

—. ¡Gime más fuerte, maldita zorra! —. Gruñía un hombre que bordeaba los cuarenta, deleitado por el placer que sentía por cada embestida que daba al pequeño cuerpo que sometía.

—. Ahh... Uhm... Ngh... —. Gemía Jihoon, pero no de placer más bien solo para fingir y complacer a su comprador de esta noche.

Ya sabía a la perfección como fingir, muchos años encerrado en ese lugar le habían enseñado unas cuantas cosas.

Era la cuarta vez que lo tomaba en la noche, está agotado y adolorido, deseaba estar en cualquier lugar menos allí, como odiaba el día viernes, el sistema que tenía el lugar consistía en prostituir a los más de 15 chicos que allí tenían encerrados contra su voluntad, de diferentes lugares y de todas las edades que tenían la mala suerte de toparse con la persona equivocada o caer en las sucias manos de los jefes del lugar, cada viernes subastaban a seis chicos que se turnaban para pasar una noche completa con su comprador, y esta vez le toco a él, no es que prefiera estar de mesero porque el cliente de todas maneras puede pedir su servicio pero solo seria una vez, luego sería libre de "ese" tipo de servicios y solo se dedicaría a servir los tragos a los asistentes al lugar.

Una vez aquel acto llego a su fin, el hombre se retiró de su interior, de forma brusca, ocasionando que desde su garganta ya dañada de tanto esfuerzo por fingir gemidos saliera el ultimo gruñido, vio como se retiraba el condón para hacerle un nudo y tirarlo al suelo alfombrado, aun desnudo camino hasta el sillón que allí había para sentarse y prender un cigarrillo.

El silencio le sustituyo a los gemidos que antes se escuchaban, solo se podía escuchar las respiraciones agitadas de las dos personas presentes. Pero el agradable silencio no tardó en ser interrumpido.

—. ¡Sí que sabes gemir! —. Hablo el hombre con una sonrisa ladina desde el sillón mientras observaba el pequeño cuerpo en la cama —. ¡Y qué decir de tus movimientos, creo que debería comprarte más seguido!

La repulsión y las ganas de vomitar invadían el delgado cuerpo de Jihoon, a menudo recibía elogios así, ¡Claro si se pueden llamar elogios! Cada subasta era diferente, algunos eran jóvenes, otros muy viejos y otros que solo quieren jugar a golpear, amarrar, someter y muchos otros fetiches que le dan asco.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Ya ha perdido la noción del tiempo, unas cuatro horas o tal vez cinco, al menos esta vez no ha quedado con marcas en su cuerpo, pero eso le hace pensar en el pequeño Chan, que junto con el fueron los elegidos esta noche para ser los primeros subastados, pero el problemas es que el hombre que se llevó a su pequeño fue Wen Jun Hui, según lo que había escuchado de Heechul era un empresario chino. Ese hombre desde la primera vez que vio a Chan se obsesiono, pero no de una manera linda ni romántica, es del tipo de hombre que les gusta golpear mientras tiene sexo, ya no sabe cuántas veces a consolado al pequeño Chan, solo tiene 15 años, sus padres lo vendieron al lugar por una gran suma de dinero. Dinero que por lo que Chan ha contado probablemente lo hayan gastado en drogas.

Como le gustaría que Chan y el tuvieran la suerte de Jeonghan, todos los días viene un chico joven, alto y guapo, que paga por los servicios de Jeonghan, y cuando le toca subasta lo compra a cualquier precio, y por lo que Jeonghan les ha contado no solo tienen sexo, ellos hablan de la vida, de lo que pasa allí afuera del lugar, Jisoo es el nombre del chico, le prometió que algún día lo sacaría de ese lugar.

O al menos desea que Chan pueda encontrara a alguien que pudiera sacarlo de ese lugar, es un chico tan inocente, lo sigue siendo aun cuando se la arrebataron de la peor forma, es dulce y chistoso, pero desde que Wen Jun Hui apareció, ya no sonríe como antes, pasa la mayor parte del tiempo llorando y asustado por la llegada de ese tipo.

Jihoon desearía cerrar y abrir sus ojos y volver a tener doce años en donde todo era bonito, en donde sus padres aún están vivos, quiere volver a ver la sonrisa de su madre, escuchar la voz de su padre ¡Pero solo es un deseo! Algo que sin duda alguna es imposible, no se puede retroceder el tiempo, pero también piensa en sus amigos Jeonghan y Chan, de alguna u otra forma esta agradecido de poder conocerlos, no de la manera tipica en la que las personas se conocen, ni en ese horrible lugar, pero está feliz de al menos tenerlos allí con él, dándose ánimos mutuamente.

Jihoon sabe con exactitud que su vida es una completa mierda, no sabe en qué momento todo cambio drásticamente, de un día para el otro, de pronto se encontraba en ese lugar, encerrado contra su voluntad.

Una mala pasada del destino, hizo que terminara en ese lugar. O más bien alguien lo llevo a ese lugar, ¡Si tan solo no hubiera confiado en esa persona!

La voz del hombre disipa recuerdos que comenzaban a formarse en su cabeza.

—. ¡Bien, te follare una última vez y me iré! —. Dijo el hombre —. No puedo quedarme toda la noche, aunque desearía follarte muchas veces más.

Esas palabras le causaron una mezcla de asco y alivio, eso quiere decir que pronto podría volver a los cuartos en donde los mantienen encerrados.

Observo como el hombre cuyo nombre ya había olvidado, tomaba un condón desde la mesa a un costado de la cama, para luego acercase para tomarlo de nuevo.

Jihoon cerro sus ojos y solo dejo que todo pasará, desconecto su mente de su cuerpo cuando sintió como el hombre lo penetraba nuevamente, para volver a actuar y a fingir gemidos.

Uno hora más tarde, el hombre ya vestido, descaradamente deja una gran cantidad dinero, y antes de salir del lugar dice:

—. ¡Nos vemos pronto, muñeco! —. Y con una risa irónica el hombre salió de la habitación, cerrando de un estruendoso golpe la puerta.

Cuando estuvo al fin solo en ese lujoso lugar de "trabajo" soltó el llanto que siempre contiene cada vez que está en ese lugar, abrazo sus piernas y escondió su cabeza reprimiendo sus gruesas lagrimas que corrían por su mejilla, quería explotar, gritar pero si lo hacía lo escucharían los tipos que vigilan las seis habitaciones que habían, aún recuerda la primera vez que estuvo allí, recién llegado al "Bar PLEDIS" se negó a dar el servicio, peleo, grito, forcejeo, pero fue en vano, el tipo le doblaba en fuerza, fue la peor experiencia de su vida, fue violado y golpeado, cuando el hombre se fue de la habitación con las pocas fuerzas que le quedaban, lloro y grito, y para empeorar las cosas Heechul fue a verlo a la habitación con esos hombre y lo golpearon hasta que se cansaron, el tipo el cual le quito su primera vez, fue a quejarse de él, por no dejar que lo tocara.

Fue en ese momento cuando conoció a Jeonghan, el ya estaba en ese lugar, le ayudo con sus golpes y heridas, le explico el funcionamiento del "Bar PLEDIS" sin él no habría soportado estar en ese lugar, es como el hermano mayor que nunca tuvo.

Con todo el dolor recorriendo su cuerpo y más su espalda baja, se levantó de la cama, observo el dinero pero no lo tomo, de nada servía allí tener propina, todo tipo de dinero que entraba a ese lugar era administrado por Kim Heechul.

Camino como pudo hasta el baño, de todo el lugar ese era su favorito, ahí podía limpiar todo rastro de las sucias manos que lo tocaban, podía al menos relajarse un poco, inventar un mundo en donde era feliz junto que sus padres y amigos, en donde eran libres, en donde el pequeño Chan es feliz, en donde el príncipe de Jeonghan lo consiente en todo.

¡Soñar no cuesta nada!

Mentiría si dijera que alguna vez no ha pensado en escaparse del lugar, pero desde que vio lo que le hicieron a uno de los chicos, desecho por completo la idea. Aquella vez que BaekHyun lo intento, los hombres de Kim Heechul lo capturaron y llevaron al cuarto, allí mismo le apuntaron un arma a la sien, aún puede recordar el miedo en los ojos del chico, y en los suyos propios, y recuerda aún más el sonido del arma, de tan solo pensar en eso su cuerpo se estremece, el cuerpo del pobre chico lo dejaron allí un par de días como advertencia de lo que les podría ocurrir a los que pensaban intentarlo.

Cuando salió de la ducha ya vestido con un cambio de ropa, observo el lugar, las sabanas todas revueltas, y los condones ocupados en el suelo, su estómago se revolvió una vez más antes de ponerse a ordenar el lugar, seguramente ni siquiera podría comer algo ¡como siempre! debía dejar el lugar limpio, cambiar las sabanas y dejar todo muy ordenado.

Salió de la habitación y observo las demás puertas, en una de esas está sufriendo su pequeño Chan, ¡Rayo! Como desearía entrar y golpear al maldito que le hace daño, desecho la idea y camino por el lujoso pasillo que lo guía hasta el lugar en donde está el escenario, las mesas y el bar, puedo ver que ya ha terminado todo tipo de actividad, hay algunos de sus compañeros ordenando y limpiando las mesas, miro el reloj elegante que colgaba de la pared era las 7:45 de la mañana.

—. ¡¡Vaya eres el primero que sale de las habitaciones de lujo!! —. Escucho un susurro a su espalda, esa voz la conocía a la perfección.

Se giró y fulmino a la persona enfrente de él, con una sonrisa tierna que esconde a la verdadera persona.

—. Si pero ya me voy —. Se giró y comenzó a caminar.

—. ¡Espera, tal vez tu y yo podemos pasarla bien un rato! ¿No crees? —. Lo detuvo.

—. ¡Jamás en tu puta existencia! —. Le grito.

—. Jihooniie tranquilo —. Se burló con las manos en alto —. Solo estaba haciéndote una propuesta indecente —. Se carcajeo.

—. ¡¡Vete a la mierda Hoshi... Y no me llames así....!! —. Y con un desprecio continuó su camino.

Como lo odiaba, si hay alguien a quien más odia en el mundo, esa persona sin duda es Hoshi, nunca debería de haber confiado en el.

Al llegar al patio que une el local con el cuarto común, pudo observar lo poco que se veía del amanecer, el patio esta reforzado con enormes paredes con púas, y con una especie de sensor de movimiento que activa una alarma en caso de que alguien quiera traspasar las murallas, el lugar tiene una única puerta que se dirige a la calle hacia al depósito de basura que siempre está vigilada por un guardia.

Apresuro el paso, quería poder dormir un poco antes de que los llamen para comenzar a trabajar, al llegar al cuarto pudo ver a algunos de sus compañeros durmiendo, habían siete camas dobles, Jeonghan dormía en la cama de arriba,  Chan y el compartían su cama, cuando llegó el pequeño nadie quizo darle un lugar, y eso rompió el corazón de Jihoon que desde entonces duermen juntos.

Se sentía pequeño y solo en la cama, pero poco a poco fue cayendo en los brazos de Morfeo.

El hilo rojo invisible del destino conecta a aquellos que, están destinados a encontrarse a pesar del tiempo, el lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).